29/05/2014

Se tu mismo


El mundo siempre ha sido igual,  ya es antigua  la lucha entre la singularidad y la universalidad,  entre el individuo y la sociedad,  esa eterna dicotomía entre ser tu mismo o…ser como los demás, al menos como la mayoría;  esa sempiterna contradicción que existe entre no destacar sumergiéndose en la medianía uniforme e insípida, o bien ser tu mismo, cuidar tu individualidad, y ser feliz contigo mismo, y mucho se ha escrito sobre ello.

La sociedad no nos  lo pone fácil, precisamente, pues todo lo que se aparta de la regla general, es criticado, muchas veces menospreciado, y en la mayoría de las ocasiones, apartado. Pero creo que merece la pena ser tu mismo. Quizás alguien pregunte:  ¿De que te vale ser tu mismo, si la mayoría de las ocasiones, como decía Nietzsche, estarás solo, apartado, o acaso con miedo? Sigue la regla del “Alli donde fueres, haz lo que vieres”, y te irá bien. Sin embargo, yo creo que dicha actitud es un suicidio moral, pues ¿de que te vale hacer a regañadientes todo lo que todo el mundo hace, o bien fingir que compartes los miedos colectivos, cuando no son los tuyos, ú ocultar tu tedio con la máscara de la falsa diversión? ¿De que te vale luchar contra lo que tú consideras correcto? ¿De veras vas a ser mas feliz siguiendo las orientaciones ajenas antes que las tuyas propias?

Muchas personas hacen lo que creen conveniente; quizás sea bueno que empezaran, algún dia, por fin a hacer lo correcto. ¿Qué quien decide lo que es conveniente y lo que es correcto?  Ellos mismos, por supuesto; pero que tengan las agallas de seguir su propio criterio y no el de la mayoría, que quizás por eso mismo, sea  más erróneo.

Parece fácil, pero os aseguro que no lo es. El individuo se siente cómodo al abrigo de la mayoría, y me da mucha pena el ver a tanta mente tibia que, a pesar de sus años, aun no se ha enterado de nada, y que, a pesar de sus años, insisto, sigue prefiriendo dejarse seducir por el camino que ya ha seguido la mayoría, en vez de seguir nuevos senderos, renunciando asi a recompensas extraordinarias.  Hay que ser fuerte para ser uno mismo, y para sobrellevar la incomprensión que ello genera en  los demás, acaso incluso de los que quieres.  Afortunadamente, con el tiempo aprende uno a serlo, y a superar sus miedos.