"Cree a aquellos que buscan la verdad, duda de los que la han encontrado" (André Gide)
"No estoy de acuerdo con lo que dices, pero defendería con mi vida tu derecho a expresarlo" (Voltaire)

"La religión es algo verdadero para los pobres, falso para los sabios y útil para los dirigentes" (Lucio Anneo Séneca)
"Cualquier hombre puede caer en un error, pero solo los necios perseveran en él" (Marco Tulio Cicerón)
"Quien no haya sufrido como yo, que no me de consejos" (Sófocles)
"No juzguéis y no sereis juzgados" (Jesús de Nazaret)
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07/09/2023

Hominem te esse memento mori

Con el tiempo  la vida te va enseñando. Yo creo que lo mejor de todo es mantenerse con la mente abierta y dispuesta a aprender. 

El hombre se agobia por todo: por el exceso de trabajo y por la falta de trabajo;  si tienes mucho dinero por el miedo a perderlo, y si no lo tienes por el ansia de tenerlo; si hace frio porque te hielas, y si hace calor porque te asfixias; si me sale bien un asunto  estoy preocupado hasta que lo cobro; y si sale mal igualmente preocupado porque puede que no lo cobre; siempre tenemos la mente ocupada con nuestra disconformidad permanente con la realidad de las cosas, nos cuesta aceptar la vida como es;  y ademas, tenemos la mente pre-ocupada por la clásica pregunta del “que comeremos, que beberemos”; la incertidumbre hacia el futuro.

El pasado ya no nos pertenece, porque se fue; y el futuro aun no ha llegado, con lo cual es algo ignorado y desconocido. Nuestra única posesión es el PRESENTE, este instante en el que estoy escribiendo, este presente, esto sí que es mio y no lo que suceda mañana, pues a lo mejor esta noche me da un infarto y me muero. Y ahí esta el problema: no sabemos vivir el presente, que es lo único que tenemos. 

“No estéis todo el dia preocupados por  el que comeremos o que beberemos.  Buscad el reino de Dios y su justicia; y el resto se os dara por añadidura”. Sabias palabras  las de Jesus de Nazaret. Concibo esta famosísima frase como una invitación a buscar a Dios también dentro de nosotros mismos; es decir, esa chispa divina que hay dentro de nosotros. Encontrarnos a nosotros mismos, y luchar por ser cada dia mejores personas: ayudar a los demás, ayudarnos a  nosotros mismos, y luchar contra los vicios que atentan contra la virtud, como diría Seneca, que para mi son los 7 pecados capitales clasicos: soberbia, avaricia, lujuria, ira, gula, envidia, pereza. 

Tradicionalmente  la idea dominante en el pasado es la de considerar que esos pecados son ofensas contra Dios.  Yo discrepo de dicha interpretación, pues a mis 58 años muy bien cumplidos concibo dichos pecados capitales, no como pecados, sino como ofensas contra nosotros mismos y contra la  chispa divina que nos habita  y  como obstáculos/vicios que nos apartan de la felicidad. De la verdadera felicidad.  Y es que nos empeñamos en ignorar una gran verdad: que  venimos a este mundo sin nada y que sin nada  nos iremos, y además nuestro tiempo es muy limitado. Y como decía mi abuelo, “hay que ver que tontos somos;  para dos ratos que estamos aquí, lo que nos gusta molestarnos los unos a los otros”, y es asi.

Ademas, pienso que ofender a Dios no es posible, pues solo un igual puede ofender a otro igual. Nosotros somos chispas diminutas, criaturitas insignificantes  de muy corta duración, de modo que no concibo como podemos ofender a un Ser inmensamente sabio,  poderoso y eterno.  Salvando las distancias, creo que Dios, cuando contemple las locuras que a veces cometemos los seres humanos,  se apenará, pero no se sentirá ofendido, lo mismo que un padre  cuando contempla las locuras de su hijo pequeño se apena por él, pero no creo que se sienta ofendido. El mismo lo dijo en la Cruz: “Padre, perdonalos, porque no saben lo que hacen”. 

Yo pienso igual, la mayor parte del tiempo no sabemos muy bien lo que hacemos, y sálvese el que pueda: esta sociedad busca bienes secundarios, como placer y dinero, y se olvida del verdadero tesoro: la paz interior. Y  siempre  es nuestra propia injusticia la que se revela contra nosotros mismos. Luego es facil echarle la culpa al mundo, pero el mundo esta compuesto de personas, y  los unicos culpables somos nosotrosMe propongo a continuación hacer una lectura moderna de esos pecados, insisto en que yo los llamo mas bien vicios contra la virtudporque nos alejan de de la felicidad que proporciona la paz emocional.

Soberbia.  Un error muy humano, porque nadie puede ser superior a Dios, ni al universo, ni a sus semejantes tampoco; todos nacemos iguales, de modo que la soberbia la considero como una solemne tontería, hija directa de nuestra ignorancia y nieta de nuestra propia inseguridad.  Nadie es mas que nadie, todos somos hermanos. Y si tienes muchos bienes, y eres rico, recuerda que la riqueza no puede comprar el amor verdadero, ni puede comprar la salud,  ni la sabiduría tampoco, ni puede hacer retroceder la maquina del tiempo. Si una persona es tonta, no por tener dinero  es mas lista: un tonto con dinero, Ferraris, yates y demás posesiones, no deja de ser un tonto.

El soberbio es tan inseguro que tiene que estar continuamente demostrando a todos que es superior a los demas,  lo cual le conduce a la infelicidad permanente.  

Y nadie es mas que nadie: cada persona es única e irrepetible.

Avaricia. Otra tontería mas del ser humano.  Usando un simil, la vida es como un parque de atracciones donde hay muchas atracciones y juguetes diversos  y ademas, la entrada es gratis. No tenemos que pagar nada por entrar allí, podemos estar allí todo el dia disfrutando y pasándolo bien, si bien se les advierte a los niños que a las 10 de la noche cierra el parque, y tienen que regresar a sus casas, sin poderse llevar nada afuera; todo se queda en el Parque de Atracciones. Y asi es la vida: unos niños juegan y se divierten y pasan un dia fantástico,  pero lamentablemente hay otros niños más tontos que intentan acaparar los juguetes y demás enseres: se apropian de ellos y no quieren compartirlos con otros niños, ni comen ni dejan, ni  juegan ni dejan jugar. Finalmente, cuando cierra el Parque de Atracciones se dan cuenta de que todo se queda allí, no han disfrutado nada, y se van de allí vacíos, lo mismo que llegaron.

Muchas veces somos como esos niños que acaparan juguetes; están preocupados por quedarse con la máxima cantidad posible de juguetes, pero no juegan ni disfrutan, su único placer es acaparar y tener mas, olvidando que cuando sean las 10 de la noche tendrán que dejárselos allí, sin poderse llevar nada.

La avaricia, que también concibo como falta de generosidad, es uno de los peores vicios del ser humano. En vez de ayudarnos los unos a los otros, lo queremos todo; somos infeflices porque queremos mas y mas y mas;  si se pudiera monopolizar el sol, querríamos que luciera solo para nosotros y no para los demás. En vez de estar agradecidos con lo que tenemos, queremos mas y mas, en una permanente insatisfacción que nos aparta de la felicidad. No nos limitamos a poseer cosas, sino que son las cosas las que nos poseen a nosotros. Por si fuera poco, el mundo, con su ceguera, no ayuda,  recordad aquella canción: “Cuando yo tenia dinero, me decían Don Tomas; y ahora que no lo tengo, me dicen Tomás na'mas”.

Como decia Seneca, nuestro objetivo primordial deberia de ser  tener el espiritu sano  y paz interior. Las mismas razones que nos hacen aborrecer la pobreza, nos haran aborrecer a la riqueza; lo mismo que un enfermo que, viaje en un carro de madera o en un carro de oro, siempre lleva su enfermedad a cuestas; donde quiera que vaya lleva su mal a cuestas. 

 Mas vale ser que tener.  El dinero esta sobrevalorado en esta sociedad.

Lujuria. Los hombres y las mujeres nacemos con el instinto de acoplamiento, que se desarrolla a partir de la juventud y hasta la edad adulta, el fin del mismo es la perpetuación de la especie, yo lo concibo como un bello “instinto natural”, valga la redundancia.  La madre naturaleza lo ha puesto a nuestra disposición, para que lo usemos con cabeza y sentido común, no siendo recomendable caer en el exceso. Ademas, no  concibo el sexo sin amor, puede sonar muy arcaico o trasnochado,  pero hacer el amor por el puro y simple placer biológico de hacerlo, para mí es una solemne tontería pues despoja al amor humano de todo lo bonito y bello que tiene, y hace que no nos diferenciemos en exceso de las otras especies.   Si no hay amor de por medio es un pobre sucedaneo;  salvando las distancias,  como una sardina en lata,  se puede comer  pero la sardina natural es mucho mejor y mas rica.

Mucho antes del Cristianismo, Epicteto, Seneca y Marco Aurelio, con argumentos de muchisimo peso,  ya recomendaban  tener mucho cuidado con la promiscuidad sexual, y hago mias todas sus palabras. Y si alguien me dice que un buen polvo, de vez en cuando, es una delicia, yo estoy de acuerdo  pero siempre que actuemos conforme a la razón, y que el instinto lujurioso sea nuestro compañero esporádico de viaje y no nuestro guía permanente; debemos luchar por ser buenas personas, generosos con los demás, y comprensivos con todos nuestros semejantes y con sus defectos, pues todos los tenemos. Si en el camino se nos presenta un dulce, pues no lo despreciemos, pero no estemos todo el rato buscando dulces: actuemos con sentido común.  No se si me explico, esto es como un campo sembrado de trigo; ese es el cometido del hortelano, sembrar trigo.  En medio del trigo de vez en cuando nacen espontáneamente algunas amapolas y otras flores, que hacen mas bello el paisaje. Pues vale, disfrutémoslas, pero sin olvidar que  lo primero es lo primero, esto es, la paz emocional interior, y no buscar el sexo simplemente por tener sexo: hay que añadirle amor y sentimiento al tema.   Repito, llamadme arcaico, antiguado,  Tutankamón, o como queráis, pero yo pienso asi, que cada uno piense como quiera.

Ira. Otra tontería mas, que concibo como una pequeña locura pasajera. Hay que relajarse, no dejarse llevar y meditar fríamente las cosas, como decían los viejos, hay que contar hasta diez, el vicio de la ira es uno de los que mas daño nos pueden hacer, porque suele hacernos cometer errores, a veces, irreparables. Ademas, la ira nubla el buen juicio y nos impide apreciar las cosas como realmente son.

Gula.  Otro vicio que se comete por exceso, y que, junto con el anterior, si se buscan de modo desenfrenado  (por el intento del hombre de procurar la felicidad o momentos de placer)  nos pueden acarrear problemas. Recordemos que el placer que proporciona una buena  comida o un buen polvo es pasajero; en su mejor momento  se acaba y se va, y el breve chispazo de placer que nos ilumina se apaga pronto, volviendo a la oscuridad inicial.

Además, estos excesos, sin moderación ni precaución, pueden traernos las enfermedades que todos conocemos: la lujuria, enfermedades de transmisión sexual; la gula, diabetes, obesidad, etc.

Mejor buscar la luz interior de la paz del alma: aceptar la vida como es y vivir agusto con nosotros mismos.

Envidia.  Una de las mas profundas gilipolleces del ser humano, que nace de nuestro continuo intento por ser más que los demás, o de tener o acaparar más cosas que los demás, y que proviene de que nos cuesta mucho trabajo aceptar que la vida es muy breve, y que todo lo que comienza, forzosamente ha de terminar.  ¿Para que quieres tantas cosas, si al final has de marchar sin nada?  Se rico en felicidad y paz interior, y en comprensión con los demás, y te ira mejor.

Además, la envidia también viene porque queremos ser mas felices que los demás, y eso es dificilísimo porque siempre nos los imaginamos mas felices de lo que en verdad son.

Pereza.  Para mi, uno de los peores vicios, pues es la madre de todos los demás. Hay que estar siempre ocupado, bien en el trabajo, bien buscando buenos amigos/as y gozando de su compañía,  estudiando, una buena lectura, una buena película; hacer footing, ciclismo, gimnasio, lo que sea, pero hacer cosas; y sobre todo, intentar tener fuerza de voluntad y animo para terminar las tareas que nos propongamos hacer.

En la antigua Roma, cuando tras una guerra un general entraba victorioso en la ciudad en su carro triunfal, marchaba detrás de él un esclavo que  tenia el encargo de recordarle, durante todo el desfile, esta frase: “¡Respice post te, hominem te esse memento mori!” que en latin significaba: “¡Mira tras de ti, y recuerda que solo eres un hombre,  y que has de morir!”.

Esta frase es uno de los mejores disolventes  que conozco contra el orgullo humano, y cuando la leí, me  gustó tanto  que me la tatué en la parte externa de mi antebrazo derecho (es la foto que veis abajo),  en letra de latin medieval  y  para mi dicho tatuaje cumple una funcion semejante a la del esclavo de antaño: es un  permanente y diario recordatorio de lo que realmente somos,  minúsculas partículas, muy efimeras, en medio de la inmensidad del universo, pero con la inmensa suerte de que tenemos una chispa divina en nuestro interior.  Somos unicos, pero muy efímeros, y recordar lo obvio en este sentido es un ejercicio muy saludable que recomiendo a todo el mundo.  Si; porque si bien todos sabemos que hemos de morir, lo cierto y verdad es que vivimos de espaldas a esa evidente  realidad, de vez en cuando en algun entierro o funeral lo tenemos presente,  pero por poco tiempo, porque cuando salimos a la calle se nos olvida y volvemos a nuestros quehaceres, cayendo de nuevo en el error de que siempre vamos a estar aqui.

Hasta aqui la teoria. 

Luego viene lo dificil, que es la practica, es decir, el dia a dia,  procurar que nuestras palabras se conviertan en hechos.  Tropezaremos y nos caeremos mil veces, porque asi somos los seres humanos, pero nos volveremos a levantar y seguiremos caminando y aprendiendo, y ahi esta la belleza de este caminar: el luchar dia a dia para llegar a ser mejor persona

Lo anterior no quita para que tengamos fe en nosotros mismos, y luchemos con decisión, coraje y todas nuestras fuerzas por conseguir nuestros objetivos, pero cambiando el chip mental: comprender que el placer es efímero, y que merece mucho la pena  apartarse un poco de los vicios/obstáculos que nos apartan de la felicidad que nos reporta tener  paz emocional. Es un camino que merece mucho  la pena emprender,  pues nos conduce a que por fin podamos ser dueños de nosotros mismos; y sobre todo, que miremos con mejores ojos a todos nuestros semejantes.

Ademas, la vida es maravillosa. Cada dia es un regalo; amanece, abrimos los ojos y respiramos, y es gratis, se nos ha dado todo sin pedir nada a cambio.  Deberiamos de estar mas agradecidos con lo que tenemos, y no complicarnos la vida con tonterias.  No olvido nunca el consejo contenido en el viejo proverbio indio:

“Cuanto naciste, tu llorabas y el mundo se regocijaba. Vive de tal manera que, cuando mueras, sea el mundo el que llore y tu el que te regocijes”. 

Saludos.

Pablo Jesus Gamez Rodriguez