Bueno, parece que hoy te veo algo mas alegre que ayer, tienes mejor aspecto, me atrevería a decir que parece que estas empezando a superar el dolor. Pero aún una tristeza infinita atraviesa tu mirada. Me dices que te han traicionado muchas veces, que has perdido tu confianza en las personas porque aquellos con los cuales has compartido trabajo, autobús, y hasta mesa y cama, te han hincado un puñal por la espalda. Y claro, ya no te fias de nadie, te has vuelto huraño y desconfiado. Me dices también que eso es la experiencia de la vida, “que a fuerza de palos se aprende”, y has sacado ya la conclusión de que “nadie es de fiar”. Sientes la desesperanza de la traición, y como te conozco y sé perfectamente que eres muy sensible, esa sensación te hace más daño que a una persona normal.
Bueno, vamos a ver. No saques conclusiones precipitadas. A todos nos ha pasado lo mismo, una, dos, tres o muchas veces, y hemos sentido esa desesperanza por nuestras venas y como la desconfianza, por momentos, iba ganando terreno en nuestro ánimo. Claro que si, es el normal mecanismo de defensa, de autoprotección. Cuando uno es traicionado, todas las alarmas se disparan y es normal desconfiar. Pero hay que reflexionar un poco.
Primero tienes que despertar a la realidad. Perdóname si te digo que creo que has sido un poco ingenuo. Has juzgado mal; como tu eres muy buena persona, noble, atento/a, de corazón sano, no mientes, eres fiel, siempre cumples la palabra dada, y te entregas por completo a los demás, tu subconsciente ha creido que todo el mundo era asi, ¿cierto? Pues no.
¡Despierta! Tu vives en el mundo, y aquí hay miles, cientos, millones de seres humanos que, como tu, comen, beben, hacen el amor y duermen por la noche despertandose por la mañana. Esas personas son como son y cada uno tiene su personalidad, sus principios, su escala de valores (o de no-valores) y serán buenos, regulares o malos, seran como quieran, pero cada uno se viste y actúa como bien le parece. Y tu eso no lo puedes cambiar, has de empezar aceptando que las personas no son “como tu crees que son”, o “como tu quieres que sean”, sino que “son como son”. Y eso es inmutable, ni tu ni yo ni nadie lo puede cambiar. Tienes que mejorar tu percepción de la realidad. Los seres humanos actuan “como actuan”, y no “como tu quieres o quisieras que actúaran”. No eres el ombligo del mundo. Quizás has sobreestimado a los demás.
-Entonces, ¿no me voy a poder fiar de nadie?
Antes te he dicho que no sobreestimes a los demás. Ahora añado: tampoco los infravalores, no sea que pienses que tu eres el único ser perfecto del universo. Mantente en el medio y recuerda que “virtus in medius est”. El hecho de que los demas tengan sus defectos no significa que tu no los tengas también. Tu tampoco eres perfecto ¿verdad? Claro que no. Nadie nace con el certificado de perfección anudado al ombligo. Quedate en la gama de grises; es decir, no seas tan iluso o tonto de pensar que todo el mundo es bueno, porque te llevarás muchas contrariedades; ni tan orgulloso ni tan pretencioso de pensar que todo el mundo es malo, porque nadie te amará. Todas las personas nos parecemos en el fondo más de lo que creemos.
Y distingue lo que es “traición” de verdad, de lo que es un normal contratiempo pequeño, quejillas porque no han actuado como tu querías que actuaran en un instante concreto, como p. ej., porque tu pareja no te ha preguntado como estás, cuando tu estabas deseando que lo hiciera, o porque esta noche no has hecho el amor con tu pareja cuando tu lo estabas deseando, o porque querias ir al cine y tu pareja no te ha llevado. Pregúntaselo francamente y háblalo, eso no son traiciones. Son detalles de convivencia.
Una traición es algo más, es una puñalada que ataca directamente al corazón, a la confianza que has depositado en una persona.
Pregúntate primero ¿tu te has dado a los demás? Porque creo que has olvidado un detalle importante: para recoger hay que sembrar, es decir, has de dar amor, paz, buenos consejos, o una simple sonrisa. Primero has de dar tu: amistad al amigo, amor a la pareja, un consejo al que lo necesita, o una simple sonrisa al que lo precisa. Da siempre, da, no esperes en recibir, y, sobre todo, confía en la gente a pesar de todo. La confianza es un “acto de la voluntad”. Si no das no puedes ser traicionado.
-¿Pero yo me he dado por completo, corazón alma y vida. ¿Y si luego me traicionan otra vez?
Si te traicionan de nuevo, será su problema, no el tuyo. Que no te cambie nadie tu personalidad ni tu forma de ser. Tu has actuado de buena fe y punto. El hecho de que en este mundo haya personas de todos los tipos y de todos los colores no debe anular tu capacidad de amar y de darte a los demas, porque entonces nadie confiaria en nadie. Es como si decidieras no andar nunca por miedo a que te pongan la zancadilla, o no hacer natación nunca por miedo a coger un resfriado ó a ahogarte, entonces nadie nadaria en el agua. Que el mundo NO anule tu capacidad de confiar. En el fondo hay muy buena gente por ahí, lo que pasa es que parece que estan escondidos, porque el vicio es mas ruidoso que la virtud; pero haberlos los hay, y muchisimos más de los que te puedes imaginar. Puede ser que, o bien no has buscado adecuadamente, o es que has pedido o exigido demasiado sin dar lo que tenias que haber dado, o es que no tienes experiencia.
Tu sé tu mismo: arriésgate, se valiente y atrevete a confiar y a amar a los demás. Nunca se ha escrito nada de los cobardes. ¡Adelante! No te cierres en ti mismo/a, y no te guardes solo para ti el caudal de amor que has de dar y compartir con los demás. Si te traicionan el problema lo tendrán ellos, NO tu, pues tú podrás dormir con tu conciencia tranquila, y podrás roncar por la noche a gusto, con una pierna en Cadiz y la otra en Soria, como suele decirse. Y eso vale todo el dinero del mundo.
Lo unico que tienes que hacer a partir de ahora es abrir bien los ojos. Se prudente; es decir, cuenta siempre con la posibilidad de que te puedan traicionar. Pero no te confundas: que no se te inserte en la mente este axioma como sinonimo de “seguro que me van a traicionar”, no, déjate de paranoias; quitale el dato de la seguridad y sustituyelo por el de la “probabilidad”, nunca dejes de contemplar esa posibilidad; asi, cuando te suceda, no te sorprenderá tanto, y en consecuencia, sufrirás menos. Cuando un barco se adentra en alta mar el capitan siempre ha de contar con la posibilidad de que pueda venir una tormenta o un mal golpe de mar, por eso llevan flotadores y barcas de salvamento, pero la posibilidad de que venga una tormenta no les impide salir cada dia al mar a pescar.
Tu haz lo mismo. Da. El amor es contagioso. Verás como el numero de traiciones disminuye; si el traidor es mala gente, no merecía tu amistad o tu amor, olvídalo y a otra cosa. Y si es buena gente, bastante tendrá con el dolor de estomago que le va a quedar. (Recuerda la frase: “el que sufre un agravio puede olvidarlo; el que lo causa, nunca lo olvidará”). Y otra cosa: intenta perdonar, aunque esto es muy personal. Si puedes perdonar, hazlo. Si te cuesta trabajo, considera si es por tu orgullo o por tu dolor. Y si no puedes perdonar, entonces corta por lo sano.
Se prudente, pero que tu prudencia no se convierta en mala leche.
Y huye de las generalizaciones: nunca pierdas tu fe en el ser humano, porque algunos malnacidos/as te hayan roto el corazón, no te declares enemigo de todo el genero humano solo por eso. Que ningun/a indeseable te quite tu alegria de vivir.
¡A ti, qué! Levantate y sigue luchando, sigue tu camino adelante y no le des más vueltas. ¡¡¡Vive la vida!!! Estás perdiendo un tiempo precioso.
Bueno, vamos a ver. No saques conclusiones precipitadas. A todos nos ha pasado lo mismo, una, dos, tres o muchas veces, y hemos sentido esa desesperanza por nuestras venas y como la desconfianza, por momentos, iba ganando terreno en nuestro ánimo. Claro que si, es el normal mecanismo de defensa, de autoprotección. Cuando uno es traicionado, todas las alarmas se disparan y es normal desconfiar. Pero hay que reflexionar un poco.
Primero tienes que despertar a la realidad. Perdóname si te digo que creo que has sido un poco ingenuo. Has juzgado mal; como tu eres muy buena persona, noble, atento/a, de corazón sano, no mientes, eres fiel, siempre cumples la palabra dada, y te entregas por completo a los demás, tu subconsciente ha creido que todo el mundo era asi, ¿cierto? Pues no.
¡Despierta! Tu vives en el mundo, y aquí hay miles, cientos, millones de seres humanos que, como tu, comen, beben, hacen el amor y duermen por la noche despertandose por la mañana. Esas personas son como son y cada uno tiene su personalidad, sus principios, su escala de valores (o de no-valores) y serán buenos, regulares o malos, seran como quieran, pero cada uno se viste y actúa como bien le parece. Y tu eso no lo puedes cambiar, has de empezar aceptando que las personas no son “como tu crees que son”, o “como tu quieres que sean”, sino que “son como son”. Y eso es inmutable, ni tu ni yo ni nadie lo puede cambiar. Tienes que mejorar tu percepción de la realidad. Los seres humanos actuan “como actuan”, y no “como tu quieres o quisieras que actúaran”. No eres el ombligo del mundo. Quizás has sobreestimado a los demás.
-Entonces, ¿no me voy a poder fiar de nadie?
Antes te he dicho que no sobreestimes a los demás. Ahora añado: tampoco los infravalores, no sea que pienses que tu eres el único ser perfecto del universo. Mantente en el medio y recuerda que “virtus in medius est”. El hecho de que los demas tengan sus defectos no significa que tu no los tengas también. Tu tampoco eres perfecto ¿verdad? Claro que no. Nadie nace con el certificado de perfección anudado al ombligo. Quedate en la gama de grises; es decir, no seas tan iluso o tonto de pensar que todo el mundo es bueno, porque te llevarás muchas contrariedades; ni tan orgulloso ni tan pretencioso de pensar que todo el mundo es malo, porque nadie te amará. Todas las personas nos parecemos en el fondo más de lo que creemos.
Y distingue lo que es “traición” de verdad, de lo que es un normal contratiempo pequeño, quejillas porque no han actuado como tu querías que actuaran en un instante concreto, como p. ej., porque tu pareja no te ha preguntado como estás, cuando tu estabas deseando que lo hiciera, o porque esta noche no has hecho el amor con tu pareja cuando tu lo estabas deseando, o porque querias ir al cine y tu pareja no te ha llevado. Pregúntaselo francamente y háblalo, eso no son traiciones. Son detalles de convivencia.
Una traición es algo más, es una puñalada que ataca directamente al corazón, a la confianza que has depositado en una persona.
Pregúntate primero ¿tu te has dado a los demás? Porque creo que has olvidado un detalle importante: para recoger hay que sembrar, es decir, has de dar amor, paz, buenos consejos, o una simple sonrisa. Primero has de dar tu: amistad al amigo, amor a la pareja, un consejo al que lo necesita, o una simple sonrisa al que lo precisa. Da siempre, da, no esperes en recibir, y, sobre todo, confía en la gente a pesar de todo. La confianza es un “acto de la voluntad”. Si no das no puedes ser traicionado.
-¿Pero yo me he dado por completo, corazón alma y vida. ¿Y si luego me traicionan otra vez?
Si te traicionan de nuevo, será su problema, no el tuyo. Que no te cambie nadie tu personalidad ni tu forma de ser. Tu has actuado de buena fe y punto. El hecho de que en este mundo haya personas de todos los tipos y de todos los colores no debe anular tu capacidad de amar y de darte a los demas, porque entonces nadie confiaria en nadie. Es como si decidieras no andar nunca por miedo a que te pongan la zancadilla, o no hacer natación nunca por miedo a coger un resfriado ó a ahogarte, entonces nadie nadaria en el agua. Que el mundo NO anule tu capacidad de confiar. En el fondo hay muy buena gente por ahí, lo que pasa es que parece que estan escondidos, porque el vicio es mas ruidoso que la virtud; pero haberlos los hay, y muchisimos más de los que te puedes imaginar. Puede ser que, o bien no has buscado adecuadamente, o es que has pedido o exigido demasiado sin dar lo que tenias que haber dado, o es que no tienes experiencia.
Tu sé tu mismo: arriésgate, se valiente y atrevete a confiar y a amar a los demás. Nunca se ha escrito nada de los cobardes. ¡Adelante! No te cierres en ti mismo/a, y no te guardes solo para ti el caudal de amor que has de dar y compartir con los demás. Si te traicionan el problema lo tendrán ellos, NO tu, pues tú podrás dormir con tu conciencia tranquila, y podrás roncar por la noche a gusto, con una pierna en Cadiz y la otra en Soria, como suele decirse. Y eso vale todo el dinero del mundo.
Lo unico que tienes que hacer a partir de ahora es abrir bien los ojos. Se prudente; es decir, cuenta siempre con la posibilidad de que te puedan traicionar. Pero no te confundas: que no se te inserte en la mente este axioma como sinonimo de “seguro que me van a traicionar”, no, déjate de paranoias; quitale el dato de la seguridad y sustituyelo por el de la “probabilidad”, nunca dejes de contemplar esa posibilidad; asi, cuando te suceda, no te sorprenderá tanto, y en consecuencia, sufrirás menos. Cuando un barco se adentra en alta mar el capitan siempre ha de contar con la posibilidad de que pueda venir una tormenta o un mal golpe de mar, por eso llevan flotadores y barcas de salvamento, pero la posibilidad de que venga una tormenta no les impide salir cada dia al mar a pescar.
Tu haz lo mismo. Da. El amor es contagioso. Verás como el numero de traiciones disminuye; si el traidor es mala gente, no merecía tu amistad o tu amor, olvídalo y a otra cosa. Y si es buena gente, bastante tendrá con el dolor de estomago que le va a quedar. (Recuerda la frase: “el que sufre un agravio puede olvidarlo; el que lo causa, nunca lo olvidará”). Y otra cosa: intenta perdonar, aunque esto es muy personal. Si puedes perdonar, hazlo. Si te cuesta trabajo, considera si es por tu orgullo o por tu dolor. Y si no puedes perdonar, entonces corta por lo sano.
Se prudente, pero que tu prudencia no se convierta en mala leche.
Y huye de las generalizaciones: nunca pierdas tu fe en el ser humano, porque algunos malnacidos/as te hayan roto el corazón, no te declares enemigo de todo el genero humano solo por eso. Que ningun/a indeseable te quite tu alegria de vivir.
¡A ti, qué! Levantate y sigue luchando, sigue tu camino adelante y no le des más vueltas. ¡¡¡Vive la vida!!! Estás perdiendo un tiempo precioso.
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Saludos.
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13 comentarios:
Lindos y sabios consejos
Cuantas veces nos los hemos dicho a nosotros mismos, para no olvidar que la vida es así, que el vivir es moneda de dos caras y la desesperanza es una de ellas.
Un abrazo
Gizz
Muy buen post cornelivs ,y tienes razón cuando dices que no hay que esperar que el resto sean perfectos, al igual que nosotros no lo somos..A veces cometemos errores pero no los vemos, o no los queremos reconocer,incluso a veces el mismo del que acusamos al de al lado..Tendríamos que estudiarnos primero a nosotros mismos nuestros fallos y virtudes antes de esperar nada del resto..
Besos
Valla, valla tela amigo con que profundidad, hablas del dolor, del perdón, de las personas, yo digo que si te hacen daño y te traicionan, hay que perdonar, no por el otro si no por uno mismo el rencor y el odio solo hace daño al que lo siente ,siempre hay que da la oportunidad que las personas se definan.
Como siempre tu post son súper interesantes, besos y un montón de abrazos
El dolor humano es un tema de muchos matices, la mayoría de ocasiones un acto tiene dos verdades, las de las dos personas que lo viven, pero las dos partes pones sus sentimientos al explicar su verdad, ese es el matiz, la diferencia y en conclusión el problema si no se habla como tu bien dices.
Un grato placer leerte.
Exactamente eso vivir la vida!!
hay que vivirla al día como viene sin darle más vueltas y sino se pierden los mejores años e la vida en tonterías...detalles de convivencia sin más...
El no ya esta a insistir e intentarlo de nuevo.
Y manos que no dais ¿que recibís?
Nada!!!
Según va transcurriendo el tiempo van habiendo otras prioridades, luego ya es tarde para razonar...
Recibe un cordial saludo.
¡¡¡¡Un abrazo gigantesco lleno de AMOR para ti Cornelivs!!!!:D
Eso es, el odio se combate con amor. Beso ENORME. (ando en Guatemala y un poco apresurada, leyendo los blogs con un ojo abierto y otro cerrado) jeje.
La prudencia, siempre es mala leche! Hay que tenerla para sobrevivir, en esta selva con mosquitos.
Saludos amigo
Vaya, no se donde me dejé los principios... a sí... están en el post de Cornelivs.
Que grande eres.
Cornelivs II, El grande.
Un saludo.
Guardaré tu post no solo en el corazón, sino a mano para releerlo cuando lo necesite;)
Menos mal que generalizas, si no pensaría que lo escribiste pensando en mí:)
"Si lloras por no ver el sol, la lágrimas te impedirán ver las estrellas".
Escribiría mucho más, de esto sé un montón, pero es tu blog y no quiero abusar ;)
Besos
Queridos amigos.
Hoy estoy fatal de tiempo, y me perdonareis si hago una respuesta global para todos (y no individual para cada uno que es lo que a mi me gusta).
Como siempre, muchisimas gracias a todos por vuestros comentarios. Yo pienso asi sobre el tema. El email que esa chica, "anonima", me envió, me ha inspirado para escribirle los tres ultimos posts. El problema que tiene es gordo, y yo he intentado ayudarla como buenamente he podido.
Coincido con todos, la unica matización que quiero hacer hoy es a nuestro querido hiperión.
Hiperion dice que "la prudencia, siempre es mala leche"; y yo pienso que quizás se puede ser prudente y astuto sin necesidad de tener mala leche.
¡SE OS QUIERE UN MONTONAZO A TODOS!
UN ABRAZO.
cómo es posible que me contestaras hace un mes? sí ya sé a todos nos pasa alguna vez y que me levantaré y que volveré a caer..pero a veces sólo a veces, quisiera creer y no tener que ver, y estas situaciones hacen que desconfíe y que pierda la fe, porque no de mira por el otro, cada uno mira por sí mismo y si te hacen daño, agacahn la cabeza y siguen...
seguiré amando...y me seguirán haciendo daño, seguiré confiando, y me seguirán traicionando, así es la vida...
mil gracias
GRACIAS A TI POR DEJARME AYUDARTE.
ME ENCANTA HACERLO. ¡ANIMOOOO!
UN BESO
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