"Cree a aquellos que buscan la verdad, duda de los que la han encontrado" (André Gide)
"No estoy de acuerdo con lo que dices, pero defendería con mi vida tu derecho a expresarlo" (Voltaire)

"La religión es algo verdadero para los pobres, falso para los sabios y útil para los dirigentes" (Lucio Anneo Séneca)
"Cualquier hombre puede caer en un error, pero solo los necios perseveran en él" (Marco Tulio Cicerón)
"Quien no haya sufrido como yo, que no me de consejos" (Sófocles)
"No juzguéis y no sereis juzgados" (Jesús de Nazaret)
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22/10/2008

Sepulcrum

Por sepulcrum se entendía en Roma toda clase de monumento para depositar a los difuntos, tumbas de enterramiento o inhumación o albergue de cenizas de incineración, públicos o privados (familiares). El columbarium romano (columbarium es literalmente palomar), es una estancia o cámara sepulcral, en cuya pared se abren nichos o "loculi" (circulares, cuadrados o rectangulares) para albergar las vasijas, ollas o urnas cinerarias (olla ossuaria), su semejanza con los nidales de los palomares es lo que determinó su nombre. El origen cronológico de los columbarios es incierto, aunque provienen de la herencia etrusca. En ciudades de Etruria como Toscanella se conservan rocas excavadas y cubiertas de nichos, y los griegos del periodo helenístico conocían ya los " peristeón" o monumentos con nichos.

Los primeros momentos de la incineración y por tanto de los columbarios que cobijaban las ollas o urnas cineraria, pueden remontarse al siglo III a. de C. Su auge se produjo durante los mandatos de Augusto y Tiberio, extendiéndose hasta los confines del imperio y el declive del rito de incinerar concluye en el siglo III a partir de Adriano, o IV d. de C., con la expansión del cristianismo y la costumbre que conllevaba de enterrar o inhumar a los difuntos.

El rito de la cremación del cadáver estuvo muy extendido en Roma. Los romanos creían que el fuego y las almas eran de similar naturaleza, razón por la cual pensaban que la cremación permitía que ésta llegue más rápido al otro mundo. La cremación, tenia, pues, un significado religioso.

Muchas veces he pensado en que sucedería con mis restos una vez muerto. No es un tema muy agradable, que digamos, pero para mi no es nada traumático, antes al contrario: es un tema muy normal del cual hay que hablar con total y completa naturalidad. Todos los días muere gente. Y bien entendido, antes que nada, que no tengo ninguna prisa, absolutamente ninguna, en que llegue ese momento, pido a los dioses que me den muchos años de vida, porque me gustaría ver crecer a mis hijos, conocer a mis nietos y envejecer junto a mi mujer.

Pero de todo hay que hablar en esta vida. A mí siempre me ha gustado más la costumbre de la cremación que de la del simple enterramiento. Un cadáver putrefacto es algo completamente asqueroso. La materia organica se descompone, y aquello no es sino una sinfonia de colores y de olores. Y he aquí la paradoja humana: en los cementerios vemos bellos monumentos de mármol, algunos muy costosos y ricas inscripciones labradas en oro, y, ¡oh paradoja! Por dentro solo hay carroña. Desde que era pequeñito tuve muy claro que aquello no era de mi agrado, me ponia enfermo ir al cementerio, sentía una aversión visceral hacia todo aquello, y además, me parecia una contradicción mayúscula. Pensaba, y ahora lo pienso aún más, que si se quería a una persona habia que demostrárselo en vida, dándole amor mientras esté aquí; y no luego, cuando ya se ha ido, gastandose luego una fortuna en materiales de primera que no hacen sino esconder eso, simples restos.

Conste que no critico a quien lo haga; cada uno es muy libre de hacer lo que desee con los restos de sus seres queridos, y respeto todas las costumbres. Pero yo tambien soy muy libre de decidir lo que quiero que suceda con mi envoltorio carnal una vez que yo no esté. Lo tengo claro: la cremación, el fuego purificador. Es más limpio y más higiénico, además ahorra espacio. No me gustaría que este cuerpo serrano que uno tiene fuera devorado por los gusanos, de eso nada. Por eso…¡pienso desheredarlos a todos! No les voy a dejar ni la más mínima brizna, solo cenizas. Y lo tengo claro, por supuesto: nada de mármoles. No quisiera que mis descendientes pasaran un mal rato el dia de todos los santos, mientras un poco más allá alguien se asombra de lo costoso y bien labrado que está el mármol del panteón. No. Prefiero que me recuerden celebrando una buena comida (por ejemplo, almorzando ese dia algo que a mi me gustara) o bebiendo de mi cerveza favorita (una buena Franziskaner, por ejemplo) y recordando el amor que les dejé, o rememorando mil anécdotas. Quiero que mi recuerdo sea alegre, no triste; y la perenne contemplación de un panteón no es sino un perpetuo recordatorio, muy triste, de adonde vamos y de cual es nuestro final.

Bien, eso ya lo sabemos, no necesitamos que nadie nos lo recuerde ni nos amargue el rato. Quiero que mi final sea como el de los antiguos romanos. Y si mis cenizas son trasladadas a Roma, para reposar en la ciudad eterna, al lado de mis grandes héroes de antaño, entonces aquello sería, sencillamente, extraordinario.

Al fin y al cabo polvo somos y al polvo hemos de volver.

Saludos

29 comentarios:

RAMPY dijo...

Hola Cornelivs, vengo alertado por el chivato del enlace que tengo en mi blog para ver con qué nos sorprendias hoy.
Yo también estoy a favor de la incineración, pero el único conveniente es que es altamente contaminante, por la gran cantidad de gases que desprende a la atmósfera, como tantas cosas que hacemos en esta vida sin que nos demos cuenta.
Te mando un abrazo enorme
Saludos
Rampy

el piano huérfano dijo...

por eso hay que vivir la vida en cada instante es una vida enterna


un beso

creo que hoy soy la primera

AriaDna dijo...

Yo también prefiero la incineración, creo que dicen que duele

un beso

josef dijo...

Creo que los humanos somos altamente contaminantes y además, si todos los días hay incendios en el mundo en el que mueren incinerados miles de seres animales y humanos; por lo cual, no veo que incinerar a uno más sea tan altamente contaminante. Yo también espero morir algún día jejeje. Si no me entero mejor. Y luego, que me incineren. Un saludo!

natàlia dijo...

Yo también prefiero que me incineren y que mis cenizas las esparzan por la zona de boutiques de París ;p nunca se sabe que voy a necesitar en el otro mundo.

Besotes!!!!

María dijo...

Ya puesto a pedir prefiero tener vida eterna jaja.

Un beso y feliz tarde amigo Cornelivs.

Carlos LABARTA dijo...

Amén!

Esther dijo...

tienes mucha razón es más yo cuando tengo que ir a los cementerios, y hablo en plural porqeu mis cuatro abuelos están muertos,lo paso muy mal,sobre todo cuando veo la foto de la ultima abuela que murió y eso que ya hace como diez años.. Creo que es más importante acordarse de alguien en el día a día y yo me acuerdo de ellos que no ir a poner unas flores,pero bueno como ellos están enterrados yo sigo el ritual,pero como bien dices yo seguramente también me incineraré,es más barato e higiénico.

Un beso muy grande

Anónimo dijo...

yo sigo empeñado en no creer en la muerte, queda original y además da esperanza

mi abrazo

s

Anónimo dijo...

Decía un ciprés " si yo no soy triste, lo que pasa es que me plantan en unos sitios !! ". Comparto tus planteamientos respecto al día después y te insto a tocar otro temilla, ¿cuánto y cuándo invierte la peña en agenciarse un buen chalet, preferentemente al sol? En cuanto a lo de la incineración, voy un paso más allá, nunca he sido de vestir de verdes o grises, pero con esos colores hay un contenedor en la esquina de mi calle que es la mar de cuco. ¡¡ COMPOS !! de primera, de lo bueno lo mejor de lo mejor lo superior.
Bueno que un saludo y que no te preocupes por los de tus cenizas en Roma, que si hay que ir se va... pero deja avisado de lo de la cerveza.

Amig@mi@ dijo...

Pues yo estoy con María, que me quede aquí, pero como eso no puede ser, prefiero la incineración, y que esparzan mis cenizas en el mar, eso de adornar chimeneas me da verdadero repelus. jeje
Besos

Meri Pas Blanquer (Carmen Pascual) dijo...

Debo morir. Y sin embargo, nada
muere, porque nada
tiene fe suficiente
para poder morir.
No muere el día,
pasa;
ni una rosa,
se apaga;
resbala el sol, no muere.
Sólo yo que he tocado
el sol, la rosa, el día.
y he creído,
soy capaz de morir.


De J.A.Valente

Un saludo, entrada interesante...

amelche dijo...

Se nota que llega ya noviembre y el día de los fieles difuntos...

Vanessa Reobasco Parabé dijo...

Cada uno es libre de elegir que quiere hacer con su cuerpo, comparto eso de que te recuerden con las cosas que te gustaban, y lo que le dejaste a los que te quieren.

Yo me puse a pensar en eso el día que doné mis órganos, ahí me pregunté: ¿de que manera me iban a recordar?, en fin...pero ahora estamos acá vivamos el presente y no dejemos cosas pendientes.

Un saludo y gracias por pasar.

PD. que bueno que te llegó mi post, la niña de la cual hablo yo la conozco más de lo que cuento.

Eria.. dijo...

Hubiera preferido leer el post en la mañana que por la noche jo. Besitos varios.

Perlita dijo...

Desde que murió mi madre, hace ya trece años, he pisado el cementerio media docena de veces y porque había que reparar desperfectos.No creas: me gusta recordar a gente que se fue. Pero eso de la incineración, y fuera lápidas, lo estoy pensando porque lujos allí ¿para qué?
Claro que esa moda de echar las cenizas donde pilla, nunca, que luego, en la penumbra de las habitaciones ves bailar en el ambiente ese polvo que sube y baja y piensas que puede ser tu bisabuelo que anda rondando por allí. Y echarlas al mar, como es moda por mis latitudes...¡qué aprensión, Señor! Si no voy en barca mar adentro, no pesco, porque ¿sabemos lo que comió el pez del litoral? Bueno, lo digo para dar un toque de broma a tan peliagudo tema. Espero no morirme pronto porque no me apetece nada.

Ronini dijo...

bueno te entiendo y comparto contigo el que me gustaría ser recordada con lo que dí y lo que fui, y también reconozco que es un momento delicado el visitar una tumba de un ser querido,
pero el recuerdo va siempre, no sólo de rodillas ante el mármol,
no obstante si te pregunto, corne, alguna vez necesitaste escuchar una canción estando triste aún a sabiendas de que te lo haría pasar mal?
yo te digo que me gusta senrtarme en la tumba de mi padre a habñlar un rato con él...aunque siempre vaya conmigo,
besos

Isabel dijo...

Jo, ¡ vaya tema Cornelivs!. Pero en fin, yo prefiero la incineración, porque vivo enfrente justo de una gran necrópolis en Madrid, y creo que en urnas ocupamos menos sitio y es mas higiénico. Un beso

Rebecca dijo...

Me llevo tu última frase "de polvo somos y al polvo vamos".
Muy bueno tu post ;)

Ericarol dijo...

Maravilloso tema, Cornelivs.

Pues yo prefieron la cremación. Aunque no quisiera pensar en la muerte por ahora.

quiero que arrojen mis cenizas en la playa de Sosua...

Un beso ENORME y vivito y coleando!!!

Anónimo dijo...

Cornelivs: aporto mi transplantada opinión: lo que sirve al que lo necesite, lo que esté en malas condiciones al fuego, total seguiremos estando en la memoria de quienes nos aman y si bien es un pasaje, cuesta hablar del tema, aunque más cuesta hablar de la muerte de otros que d ela propia.
Lo de los órganos lo digo como toma de conciencia, como determinación tomada en mi vida para que el sufrimiento de los que quedan se vea al menos compensado por la solidaridad del que puede vivir gracias a eso.
Un abrazo

PABLO JESUS GAMEZ RODRIGUEZ dijo...

RAMPY: Gracias, otro abrazo para tí.

PIANO HUERFANO: Si, cada instante es unico. UN BESO.

ARIADNA: No no duele (total, despues de muerto, tu veras...) Un beso.

MODERATO: De acuerdo. Un abrazo.

NATALIA: Jeje, me gusta tu toque irónico! Un beso.

MARIA: Otro beso para tí.

CARLOS: Un abrazo.

PABLO JESUS GAMEZ RODRIGUEZ dijo...

ESTHER: Si, nunca me ha gustado ir a los cementerios. Un abrazo.

AMOR EN LIBERTAD: También tienes razón. UN ABRAZO.

ANONIMO: Jejej, tranki, te avisaré. Un abrazo.

AMIGA MIA: Si, en el sitio que mas te guste. Un abrazo.

CARMENSABES: Gracias por tan linda composición, y por tu visita. ¡Bienvenida! Un cordial saludo.

AMELCHE: Si, me da "yuyu". Un abrazo.

VANE: De acuerdo contigo. Y en cuanto lo de la niña, me lo imaginé. Me encantó ese post. Un beso.

ERIA: Tranquila, no pasa nada. Un abrazo.


PERLITA: Gracias por tu toque humoristico, la verdad es que viene muy bien! Un abrazo.

RONINI: Si, lo he necesitado alguna vez; pero no ir al cementerio, sino hablar con él, con alegria, pues siempre está conmigo, y hacerlo participe de mis penas y alegrias. Es lo que nos queda. UN ABRAZO.

ISABEL: Gracias, un beso.

PABLO JESUS GAMEZ RODRIGUEZ dijo...

REBECCA: ¡Bienvenida! Muchas gracias por tu amabilidad. Un abrazo.


ERICAROL: Otro beso enorme, vivito y coleando, para tí.

PAOLA: Me alegra compartir tu opinión. Yo tambien soy donante de organos (universal, lo he donado todo), que saquen lo que pueda servirle a alguien, y el resto, al fuego purificador. UN ABRAZO.

PABLO JESUS GAMEZ RODRIGUEZ dijo...

PARA TODOS:

Por cierto, por ponerle algo de humor al asunto, ¿no os parece atractiva la idea de que los gusanos se queden compuestos y sin festín? Jejej, que se jodan.

ABRAZOS PARA TODOS.

Oteaba Auer dijo...

Prefiero la incineración; pero nunca se sabe que harán y bien poco me importa...Mi cenizas al mar, si es posible....
Quizás acabe en la bolsa de una aspiradora antes de llegar a cualquier otro lugar..
Besos :)

PABLO JESUS GAMEZ RODRIGUEZ dijo...

¡Hola Oteaba! Gracias por tu comentario, un abrazo.

amelche dijo...

Si, Cornelius. Pero como dice Perlita, entonces igual los peces se comen tus cenizas... El caso es elegir quién prefieres que te zampe: los gusanos o los peces. Yo creo que me quedo con los peces, pero en fin.

PABLO JESUS GAMEZ RODRIGUEZ dijo...

lamento discrepar amiga Amelche: los peces no comen ceniza, sino plancton, y otros peces mas pequeños.

Bueno, lo que sea menos los gusanos! Bbbrrr.

Un beso!