Las Navidades son la época del año en la que el consumo más se dispara. Luces en las ciudades; regalos, cotillones, comidas de empresa, gastos extras, y demás imponderables navideños atacan ferozmente nuestra cartera. Pero estamos en una crisis financiera y economica internacional. Recuerdo que cuando las cosas no iban bien, los viejos decian que “las cosas van regular”. Parece que hasta a los Reyes Magos les van las cosas regular este año, y que hayan entrado en crisis, como se comentaba el otro dia en el Colegio. ¿Como afrontará esta situación el consumidor medio? Hoy he leido en El pais (haced click), este articulo, que me ha parecido muy interesante, y que voy a transcribir aquí integro.
“”El deber de consumir o la virtud de ahorrar. Los Gobiernos están empleando todas las fórmulas posibles para reactivar el gasto de los ciudadanos e incluso apelan a su responsabilidad para que no se pare la maquinaria, no haya cierres empresariales, más despidos y, por tanto, todavía menos consumo. Pero el discurso no llega de forma tan nítida. A las puertas de la Navidad, la época del año en la que más se consume, Madrid y Barcelona han decidido gastar más en alumbrar sus calles para invitar al ciudadano a salir de tiendas, mientras que San Sebastián o Córdoba quieren predicar la austeridad. Esto ocurre cuando los hogares están más endeudados que nunca y se han decidido a ahorrar. ¿Quién tiene razón?
La mayoría de los Gobiernos están tratando de reactivar el consumo, muy deteriorado sobre todo con el aumento del paro. Por ejemplo, el Reino Unido quiere estimularlo con rebajas de impuestos. Y la bajada de tipos de interés hasta el inusual 0% en Estados Unidos también busca recuperar la circulación de dinero e impulsar el consumo. En España, la devolución de 400 euros del Gobierno tenía el mismo fin. El presidente de la Generalitat, José Montilla, fue muy explícito e instó a quienes tienen dinero a que estas navidades rompan la hucha y consuman para evitar que se destruyan empleos.
Sin embargo, los ayuntamientos no lo tienen tan claro como los Gobiernos. Madrid se ha gastado 4,6 millones para alumbrar 160 espacios de la capital durante las fiestas, 600.000 euros más que el año pasado. Barcelona, una ciudad tradicionalmente austera en la decoración navideña, también ha aumentado su presupuesto hasta 1,2 millones tras alcanzar un pacto con los comerciantes y Endesa. El alcalde, Jordi Hereu, pretende con ello "plantar cara a la crisis" y animar a barceloneses y turistas a que salgan a la calle y de compras.
Otros consistorios han optado por el ahorro, bien porque sus arcas están maltrechas o para dar ejemplo de austeridad. San Sebastián decidió ahorrar 140.000 euros en su ornamentación. Y la misma decisión han tomado Sevilla, Córdoba, Pamplona, Oviedo o Zaragoza.
Muchos ciudadanos consideran un derroche que Madrid o Barcelona gasten tanto, más aún cuando los consistorios se quejan de tener menos ingresos y, por tanto, menos posibilidades para atender a sus habitantes. A su vez, otros tachan de exagerados a quienes eligen lo contrario. ¿Tan efectivos son estos mensajes?
Javier Díaz-Giménez, profesor de Análisis Económico de la Universidad Carlos III e IESE, opina que "cada uno tomará su decisión" sobre todo en función de tres variables: la situación y las perspectivas laborales familiares, su estado financiero y las expectativas de mejorar o empeorar. Todos los expertos consultados coinciden en que las expectativas y la confianza son la clave. Y, de momento, no parece que el temporal vaya a amainar.
La tasa de paro ha subido en apenas un año del 8,3% al 11,3%, y las cajas de ahorros prevén que siga escalando el año que viene hasta casi el 16% (ver gráfico). La deuda familiar disminuirá, pero a costa de apretarse el cinturón y consumir un 2% menos el año que viene. Esto ha impulsado la tasa de ahorro desde el 8,9% hasta el 14%, según el Instituto Nacional de Estadística, desbordando todas las previsiones realizadas por los servicios de estudios de instituciones financieras.
Los pronósticos para estas navidades son que el consumo descienda. Las más optimistas, de la consultora Deloitte, señalan una caída del 4,3% en España. Las organizaciones de consumidores prevén que el gasto baje alrededor del 7%, mientras que la patronal de los comerciantes sopesa un derrumbe de entre el 10% y el 15%.
Ante este panorama, los economistas recomiendan no caer en una vorágine psicótica y consumir, pero de forma racional y sin endeudarse. El presidente de la Asociación de Estudios Psicológicos y Sociales y experto en consumo, Javier Garcés, opina que el ciudadano debe gastar en función de cómo le afecte la crisis. "Primero debe ver si ha consumido de forma normal, sin excesos. Y segundo, preguntarse cómo le afecta la crisis. A partir de ahí, la máxima normalidad y racionalidad", asegura. Para Garcés, lo excesivo es dejarse en Navidad el dinero que no se tiene. Es entonces cuando la cuesta de enero se alarga hasta febrero o marzo.
El patrón de comportamiento que han seguido hasta ahora los consumidores y la compleja situación de los mercados hacen prever una cuesta de enero dura pero corta. Las grandes superficies registraron una alta afluencia en el último puente de la Constitución, lo que no se interpretó como un repentino afán consumista, sino como una compra anticipada de Navidad para hallar mejores precios. El aumento del paro, además, supone que hay más gente que cobra menos. No hay tanto dinero para ir de tiendas. Y de forma paralela, el ahorro sigue incrementándose y ya no hay las mismas facilidades para endeudarse. Han desaparecido muchas de las ofertas que permitían, por ejemplo, comprar un televisor con plazos larguísimos.
"Antes de la crisis financiera las entidades bancarias daban muchas facilidades para endeudarse. Esta vez la gente no lo tendrá tan fácil, porque cuesta mucho más obtener crédito", sostiene la directora del área de Consumo y Distribución de Deloitte, Victoria Larroy. Precisamente ése es uno de los mayores problemas de España: que ha tenido que recurrir a financiación externa para sufragar su crecimiento. Y que las familias están muy endeudadas. Según la Fundación de las Cajas de Ahorros (Funcas), en 2007 la deuda representaba el 131% de su renta bruta disponible.
"El problema no viene por una insuficiencia del ahorro, que se ha mantenido razonablemente bien, sino por el exceso de consumo e inversión que hemos tenido que sufragar a través del ahorro externo, es decir, vía endeudamiento. Y ahora hay que ver si este endeudamiento fue un despilfarro o nos va a dar retornos", sostiene el catedrático de Política Económica de la Universidad de Barcelona Antón Costas.
El profesor de marketing y miembro del Observatorio del Consumo de Esade Gerard Costa no ve tan claro que la gente no vaya a usar la tarjeta de crédito. Opina que los ciudadanos racionalizarán su consumo, irán a supermercados más baratos, se harán con marcas blancas y renunciarán a algún capricho. Pero agrega que no emplearán lo que han ahorrado hasta ahora, sino que tirarán del crédito de la tarjeta. "Más del 11% de los ciudadanos está en el paro, de acuerdo, pero el resto no tiene por qué ser tan austero. Explorarán el mundo low cost, pero aún hay que ver si el uso de la tarjeta baja", afirma.
Según un informe del Observatorio del Consumo, un 20% de los ciudadanos aplicará un "régimen duro" y recortará gastos accesorios y un 19% comprará a precios más bajos de los habituales. "La actitud general es la de actuar normalmente para que los niños no lo noten, o la de decir: '¿Y si pruebo esa marca más barata?", añade Costa.
A pesar de que los españoles son los terceros de Europa que más gastan, detrás de Irlanda y Reino Unido, los hogares aplicarán recortes en todo, en especial en salidas, comida y regalos. Lo corrobora Marta Andreu, que mira un escaparate de una de las principales calles comerciales de Barcelona, el Portal de l'Àngel. "Regalos, los justos, a la familia. Salidas, pocas, sólo en Nochevieja. Y comida habrá, pero sin exceso, que luego hay que tirar cosas. Mi chico y yo hemos decidido no pasarnos de los 700 y 750 euros", explica. La actitud de Andreu es ya bastante común. El 53% de los ciudadanos ha elaborado un presupuesto, cuando un año atrás sólo hacía el 29%, según Larroy.
El catedrático de Economía Aplicada de la Universidad Pompeu Fabra José García-Montalvo señala que el escenario ideal sería el del aumento del gasto. "En teoría, y en un mundo que hoy es keynesiano, se debería consumir más. Pero eso es la teoría. En la economía real las decisiones se toman de forma independiente y pueden ser incluso contraproducentes", dice. Y si se sigue el modelo keynesiano, no está de más que las administraciones gasten más en iluminar y arreglar las calles.
En todo caso, tanto empresas como administraciones están preocupadas por las consecuencias que puede acarrear el parón del consumo. Ayer un informe de Caixa Catalunya apuntaba que la confianza de los consumidores españoles, y también del conjunto del continente, están en mínimos históricos. Según el informe, la desconfianza y el aumento del paro harán mella en el consumo privado, que caerá un 2,2%. Es uno de los factores que lastrarán la demanda interna y, a su vez, la economía española, que retrocederá un 0,9%. Y ahí empieza el pez a morderse la cola: eso generará más desempleo y desconfianza.
¿De eso se desprende que sería insolidario no consumir si se está en disposición de hacerlo? Javier Garcés lo tiene claro: "Racionalizar el gasto no lo es. Y tampoco, aunque no es bueno, cambiar los hábitos sin motivo. Pero sí lo es esconder el dinero bajo una baldosa". Porque el ahorro, razona, sirve para financiar las inversiones productivas si está en los bancos, pero no aporta nada al resto de la sociedad si está en casa.
Costas, García-Montalvo o Costa sostienen que la actitud positiva es la de Barcelona y Madrid: gastar para generar consumo. Aunque otros, como Díaz-Giménez, lo ven de otra forma: cada euro que gasta la Administración es un euro que podrían desembolsar los ciudadanos. En cualquier caso, el consumidor es soberano y, de nuevo, hará lo que más le convenga. Eso sí, siempre tiene más posibilidades la invitación de los ayuntamientos en forma de luces y decoración que las proclamas de consumir como deber casi patriótico. "Si se pide a las empresas que sigan con su actividad, es lógico que las administraciones mantengan las infraestructuras necesarias para que haya una campaña de Navidad lo mejor posible. Sin duda eso tiene un impacto en el consumo", asegura Gerard Costa.
Estas navidades pondrán a prueba las costuras de la economía real. Será un laboratorio real sobre el que se podrá examinar si los ciudadanos le dan un descanso a su hasta ahora decidida apuesta por el ahorro o si optan por consumir racionalmente todo el año, también en estas fiestas. Y también se verá quién acertaba: los ayuntamientos que decidieron predicar la austeridad dando ejemplo o los que quisieron eliminar las huellas de la crisis a base de luces y adornos.””
Saludos.
“”El deber de consumir o la virtud de ahorrar. Los Gobiernos están empleando todas las fórmulas posibles para reactivar el gasto de los ciudadanos e incluso apelan a su responsabilidad para que no se pare la maquinaria, no haya cierres empresariales, más despidos y, por tanto, todavía menos consumo. Pero el discurso no llega de forma tan nítida. A las puertas de la Navidad, la época del año en la que más se consume, Madrid y Barcelona han decidido gastar más en alumbrar sus calles para invitar al ciudadano a salir de tiendas, mientras que San Sebastián o Córdoba quieren predicar la austeridad. Esto ocurre cuando los hogares están más endeudados que nunca y se han decidido a ahorrar. ¿Quién tiene razón?
La mayoría de los Gobiernos están tratando de reactivar el consumo, muy deteriorado sobre todo con el aumento del paro. Por ejemplo, el Reino Unido quiere estimularlo con rebajas de impuestos. Y la bajada de tipos de interés hasta el inusual 0% en Estados Unidos también busca recuperar la circulación de dinero e impulsar el consumo. En España, la devolución de 400 euros del Gobierno tenía el mismo fin. El presidente de la Generalitat, José Montilla, fue muy explícito e instó a quienes tienen dinero a que estas navidades rompan la hucha y consuman para evitar que se destruyan empleos.
Sin embargo, los ayuntamientos no lo tienen tan claro como los Gobiernos. Madrid se ha gastado 4,6 millones para alumbrar 160 espacios de la capital durante las fiestas, 600.000 euros más que el año pasado. Barcelona, una ciudad tradicionalmente austera en la decoración navideña, también ha aumentado su presupuesto hasta 1,2 millones tras alcanzar un pacto con los comerciantes y Endesa. El alcalde, Jordi Hereu, pretende con ello "plantar cara a la crisis" y animar a barceloneses y turistas a que salgan a la calle y de compras.
Otros consistorios han optado por el ahorro, bien porque sus arcas están maltrechas o para dar ejemplo de austeridad. San Sebastián decidió ahorrar 140.000 euros en su ornamentación. Y la misma decisión han tomado Sevilla, Córdoba, Pamplona, Oviedo o Zaragoza.
Muchos ciudadanos consideran un derroche que Madrid o Barcelona gasten tanto, más aún cuando los consistorios se quejan de tener menos ingresos y, por tanto, menos posibilidades para atender a sus habitantes. A su vez, otros tachan de exagerados a quienes eligen lo contrario. ¿Tan efectivos son estos mensajes?
Javier Díaz-Giménez, profesor de Análisis Económico de la Universidad Carlos III e IESE, opina que "cada uno tomará su decisión" sobre todo en función de tres variables: la situación y las perspectivas laborales familiares, su estado financiero y las expectativas de mejorar o empeorar. Todos los expertos consultados coinciden en que las expectativas y la confianza son la clave. Y, de momento, no parece que el temporal vaya a amainar.
La tasa de paro ha subido en apenas un año del 8,3% al 11,3%, y las cajas de ahorros prevén que siga escalando el año que viene hasta casi el 16% (ver gráfico). La deuda familiar disminuirá, pero a costa de apretarse el cinturón y consumir un 2% menos el año que viene. Esto ha impulsado la tasa de ahorro desde el 8,9% hasta el 14%, según el Instituto Nacional de Estadística, desbordando todas las previsiones realizadas por los servicios de estudios de instituciones financieras.
Los pronósticos para estas navidades son que el consumo descienda. Las más optimistas, de la consultora Deloitte, señalan una caída del 4,3% en España. Las organizaciones de consumidores prevén que el gasto baje alrededor del 7%, mientras que la patronal de los comerciantes sopesa un derrumbe de entre el 10% y el 15%.
Ante este panorama, los economistas recomiendan no caer en una vorágine psicótica y consumir, pero de forma racional y sin endeudarse. El presidente de la Asociación de Estudios Psicológicos y Sociales y experto en consumo, Javier Garcés, opina que el ciudadano debe gastar en función de cómo le afecte la crisis. "Primero debe ver si ha consumido de forma normal, sin excesos. Y segundo, preguntarse cómo le afecta la crisis. A partir de ahí, la máxima normalidad y racionalidad", asegura. Para Garcés, lo excesivo es dejarse en Navidad el dinero que no se tiene. Es entonces cuando la cuesta de enero se alarga hasta febrero o marzo.
El patrón de comportamiento que han seguido hasta ahora los consumidores y la compleja situación de los mercados hacen prever una cuesta de enero dura pero corta. Las grandes superficies registraron una alta afluencia en el último puente de la Constitución, lo que no se interpretó como un repentino afán consumista, sino como una compra anticipada de Navidad para hallar mejores precios. El aumento del paro, además, supone que hay más gente que cobra menos. No hay tanto dinero para ir de tiendas. Y de forma paralela, el ahorro sigue incrementándose y ya no hay las mismas facilidades para endeudarse. Han desaparecido muchas de las ofertas que permitían, por ejemplo, comprar un televisor con plazos larguísimos.
"Antes de la crisis financiera las entidades bancarias daban muchas facilidades para endeudarse. Esta vez la gente no lo tendrá tan fácil, porque cuesta mucho más obtener crédito", sostiene la directora del área de Consumo y Distribución de Deloitte, Victoria Larroy. Precisamente ése es uno de los mayores problemas de España: que ha tenido que recurrir a financiación externa para sufragar su crecimiento. Y que las familias están muy endeudadas. Según la Fundación de las Cajas de Ahorros (Funcas), en 2007 la deuda representaba el 131% de su renta bruta disponible.
"El problema no viene por una insuficiencia del ahorro, que se ha mantenido razonablemente bien, sino por el exceso de consumo e inversión que hemos tenido que sufragar a través del ahorro externo, es decir, vía endeudamiento. Y ahora hay que ver si este endeudamiento fue un despilfarro o nos va a dar retornos", sostiene el catedrático de Política Económica de la Universidad de Barcelona Antón Costas.
El profesor de marketing y miembro del Observatorio del Consumo de Esade Gerard Costa no ve tan claro que la gente no vaya a usar la tarjeta de crédito. Opina que los ciudadanos racionalizarán su consumo, irán a supermercados más baratos, se harán con marcas blancas y renunciarán a algún capricho. Pero agrega que no emplearán lo que han ahorrado hasta ahora, sino que tirarán del crédito de la tarjeta. "Más del 11% de los ciudadanos está en el paro, de acuerdo, pero el resto no tiene por qué ser tan austero. Explorarán el mundo low cost, pero aún hay que ver si el uso de la tarjeta baja", afirma.
Según un informe del Observatorio del Consumo, un 20% de los ciudadanos aplicará un "régimen duro" y recortará gastos accesorios y un 19% comprará a precios más bajos de los habituales. "La actitud general es la de actuar normalmente para que los niños no lo noten, o la de decir: '¿Y si pruebo esa marca más barata?", añade Costa.
A pesar de que los españoles son los terceros de Europa que más gastan, detrás de Irlanda y Reino Unido, los hogares aplicarán recortes en todo, en especial en salidas, comida y regalos. Lo corrobora Marta Andreu, que mira un escaparate de una de las principales calles comerciales de Barcelona, el Portal de l'Àngel. "Regalos, los justos, a la familia. Salidas, pocas, sólo en Nochevieja. Y comida habrá, pero sin exceso, que luego hay que tirar cosas. Mi chico y yo hemos decidido no pasarnos de los 700 y 750 euros", explica. La actitud de Andreu es ya bastante común. El 53% de los ciudadanos ha elaborado un presupuesto, cuando un año atrás sólo hacía el 29%, según Larroy.
El catedrático de Economía Aplicada de la Universidad Pompeu Fabra José García-Montalvo señala que el escenario ideal sería el del aumento del gasto. "En teoría, y en un mundo que hoy es keynesiano, se debería consumir más. Pero eso es la teoría. En la economía real las decisiones se toman de forma independiente y pueden ser incluso contraproducentes", dice. Y si se sigue el modelo keynesiano, no está de más que las administraciones gasten más en iluminar y arreglar las calles.
En todo caso, tanto empresas como administraciones están preocupadas por las consecuencias que puede acarrear el parón del consumo. Ayer un informe de Caixa Catalunya apuntaba que la confianza de los consumidores españoles, y también del conjunto del continente, están en mínimos históricos. Según el informe, la desconfianza y el aumento del paro harán mella en el consumo privado, que caerá un 2,2%. Es uno de los factores que lastrarán la demanda interna y, a su vez, la economía española, que retrocederá un 0,9%. Y ahí empieza el pez a morderse la cola: eso generará más desempleo y desconfianza.
¿De eso se desprende que sería insolidario no consumir si se está en disposición de hacerlo? Javier Garcés lo tiene claro: "Racionalizar el gasto no lo es. Y tampoco, aunque no es bueno, cambiar los hábitos sin motivo. Pero sí lo es esconder el dinero bajo una baldosa". Porque el ahorro, razona, sirve para financiar las inversiones productivas si está en los bancos, pero no aporta nada al resto de la sociedad si está en casa.
Costas, García-Montalvo o Costa sostienen que la actitud positiva es la de Barcelona y Madrid: gastar para generar consumo. Aunque otros, como Díaz-Giménez, lo ven de otra forma: cada euro que gasta la Administración es un euro que podrían desembolsar los ciudadanos. En cualquier caso, el consumidor es soberano y, de nuevo, hará lo que más le convenga. Eso sí, siempre tiene más posibilidades la invitación de los ayuntamientos en forma de luces y decoración que las proclamas de consumir como deber casi patriótico. "Si se pide a las empresas que sigan con su actividad, es lógico que las administraciones mantengan las infraestructuras necesarias para que haya una campaña de Navidad lo mejor posible. Sin duda eso tiene un impacto en el consumo", asegura Gerard Costa.
Estas navidades pondrán a prueba las costuras de la economía real. Será un laboratorio real sobre el que se podrá examinar si los ciudadanos le dan un descanso a su hasta ahora decidida apuesta por el ahorro o si optan por consumir racionalmente todo el año, también en estas fiestas. Y también se verá quién acertaba: los ayuntamientos que decidieron predicar la austeridad dando ejemplo o los que quisieron eliminar las huellas de la crisis a base de luces y adornos.””
Saludos.
18 comentarios:
Esto pasa por basar todo un sistema de convivencia en el consumo.
A mí no me hace ninguna gracia que las instituciones públicas se gasten tanto dinero en lucecitas y pamplinas varias habiendo tantas necesidades en las calles. Pero tengo que joderme con sus decisiones, así que nadie se atreva a insinuarme lo que tengo o no tengo que gastar para levantar esta mierda de sistema en el que me veo obligado a vivir.
(Vaya espíritu navideño. Lo siento).
Un fuerte abrazo, amigo, ya sé que tú tampoco tienes la culpa.
Eso de no bajar el consumo podría ser positivo, pero para ello es necesario que no baje la renta familiar, y ése es el problema, sobre todo para familias con parados de larga duración, que ven como resulta imposible su reincorporación al mundo laboral. El paro terminará algún día, y ¿luego qué?, se preguntan, ¿como nos las apañaremos?, y hoy por hoy, nadie le ha dado respuesta a esta futura, pero próxima situación.
Me temo que a lo largo de 2.009, cuando empiecen a terminarse las prestaciones del paro generado en los 2 últimos años, podemos asistir a situaciones dramáticas. Con esta perspectiva ¿quien pide más consumo?.
José María
Vaya, qué difícil, niño... pero a ver y si en vez de en luces, para deslumbrar, lo gastaran en obras sociales, comedores, ayudas... No sé, yo soy "conservadora", el derroche no me parece solución y más luces es un desperdicio de energía.
Me preocupa el "hoy" y lo que veo es esto:
*La temporada hotelera se ha reducido de 11 a 5 meses, en pocos años.
*La bolsa inmobiliaria, ES UNA REALIDAD AQUÍ, los obreros no tienen trabajo.
**Mallorca se mantiene de hostelería y de la construcción en invierno.
*Vivimos a "precio de turista".
*Imposible pagar un alquiler y todos se han metido en créditos a 30 años.
* El transporte público, no hay infraestructura suficiente; otro crédito para los DOS coches de la casa o más si hay hijos.
Resumen: no hay trabajo, hay que elegir, entre comer o pagar hipoteca PSSS
Cientos de carteles con "SE VENDE" cuelgan de pisos de trabajadores y no se van a vender, si no es a la baja, sobrevalorado el metro a la compra, ahora sólo compran los "depredadores".
La verdad, se pueden meter las luces en donde les quepa, las calles están vacías al igual que los bares, cosa nunca vista, no hay un euro y los bancos ni perdonan, ni dan créditos.
Viva la Navidad? A ver qué hacen los políticos, gastar para que nos animemos a gastar? a gastar qué? qué ahorros? un currante medio, NO TIENE AHORROS, TIENE DEUDAS!
Yo sólo hablo de lo que me rodea y la realidad en Mallorca, es esa, con o sin luces... deprimente.
Besos, niño, muchos :)
Yo por ejemplo he optado por recortar regalos y salidas...pero por ej la comida que me toca a mi hacer en reyes para padres y suegros me gastaré mas o menos lo mismo..les pongo un banquete en pocas palabras siemrpe.. jaja.pero porque es un sólo dia y se tiene que notar que es navidad..
EL que tiene poco tiene que apretarse el cinturón ,sino a ver quien viene detrás a mediados o finales de mes a darle dinero para comer.. el banco no se lo da..,pero como bien dice el articulo el qeu tenga dinero bajo una baldosa tenía que invertir al menos una parte para que no se parara la economía como se va a parar..
Los ricos son los que pueden hacer más en esto.. los pobres no podemos tirar de ella..
besitos pobres :)(pero ricos en cariño)
Bueno… Se me educo o quizás lo interprete así… que cuando uno estaba en las buenos no había que
tirar manteca al techo… (Vacas gordas), que se debía ahorrar … para cuando soplaran los malos vientos … (Vacas Flacas)… Había un dicho muy utilizado por mis
Mayores; que el paso no hay que darlo mas allá de lo que da el tajo de la pollera… realmente no me fue mal.Ahora bien y comparto con Pedro el enojo… estoy harta,
por no decir podrida que me metan los gobiernos la mano en el bolsillo… pago mis impuestos, en legal, tiempo y forma,y saben algo … solo salimos hechos … se están viviendo tiempos muy malos …mantenemos a las clases bajas… y
quien nos mantendrá… a nosotros cuando nos dejen sin fondos…
Chicos … a pensar en positivo… creo que me hicieron hacer
catarsis … Gracias … adelante, tenemos hijos y se debe seguir…
Pidamos salud y con nuestras manos salimos adelante… Cornelivs Te dejo Un Beso. Silvi.
Puede que sea el momento de pensar que tipo de sociedad hemos y estamos creando. A veces tengo la sensación de que los análisis realizados por tanto "experto" en la materia, muchas veces, están excesivamente alejadas de la "vida real". La navidad es probablemente, por el simbólismo que encierra, un período de tiempo magnífico para empezar a diferenciar de forma clara la diferencia entre calidad y cantidad y todos los matices y significados que encierran.
Un beso
A mi por mi trabajo... no me afecta la crisis (por ahora), de todas formas no soy un derrochardor, aunque me dé de vez en cuando algún capricho... cierto es que en estas fiestas se dispara el consumo por si... pero hay miedo, reparo... y por muchas medidas que se pongan consumir se va a consumir no con moderación sino con miedo...por muchas medidas que se tomen... ojo a los datos...en enero continuamos la conversación...saludos
Ha bajado la cosa, a pocos días antes de Navidad, mis padres han sustituido venir en coche cama desde Barcelona hasta aquí Nochevieja por nochebuena, y nochebuena está a la vuelta, y había plazas para los dos en cabina doble. Otros años a finales de noviembre está casi todo ocupado.
Magnífico análisis.
En mi barrio, todas las tiendas llevan con ofertas especiales más de quince días. Y muchas liquidan por cierre.
Doctores tiene la Iglesia. Yo no soy economista pero sumo dos más dos, y pienso que el despilfarro de luces no arreglará nada, la gente no se puede animar a comprar por muchas luces que les pongan, porque no hay dinero. Se ayuda mucho a los bancos pero se sigue ahogando a las familias con la hipoteca, si se paga la hipoteca no se pueden hacer muchas compras, bastante tenemos con comer. No entiendo como se piensa reactivar la economia si la gente no compra, y no compra por lo dicho anteriormente, NO HAY DINERO. Yo digo lo mismo que genial, cuando se acabe el paro ¿que pasa?, Necesito ser optimista y pensar que esto se arreglará pero lo veo....negro, un abrazo
el único tema sobre el que no tenía ningún libro el capitán nemo en la biblioteca del nautilus era la economía política, y yo le comprendo
creo que el mundo lo salvaremos con poesía, con bondad y con fe, dios nos ampare y libre de la economía
mi saludo y mi felicitación en estas fiestas
santiago
Ante todo felicitarte por esa canción que has puesto de fondo en tu blog, y no seré el único que te felicite pues igual har´nuestra amiga Utopia cuando pase por acá. Por otro lado para mi estos dias estan ern manos del neocapitalismo salvaje cuando siempre fueron dias de solidaridad y austeridad, de vivencias profundas y sencillas como dice ese canto de tu tierra:
"En un dornillo de palo
les sacan el alfajor,
en un cuenco el aguardiente,
mira que cumplios son"
Se lo oi cantar una vez a Andaraje y me encantó por su sencillez.
¡¡¡Feliz Navidad a persar de la crisis !!!
PEDRO: El caso es que yo tengo los mismos sentimientos que tú, y ese mismo espiritu me invade tambien. Pero, ¡qué le vamos a hacer! Animo y fuerza. Un abrazo!
GENIALSIEMPRE: Eso mismo lo he pensado yo, Jose Maria: Cuando se les acabe el paro, ¿qué...? En fin, ojalá se arregle todo. Un abrazo.
DIANNA: Poco más puedo yo añadir a lo que me dices, salvo esto: ¡que llevas toda la razón! En fin, ya veremos el año que viene como van las cosas. BESOS...!
ESTHER: Asi es, habrá que ser prudentes este año. BESOS...!
REIKIJAI: Asi es, todos estamos un poco cabreados, pero hay que seguir adelante...! Un fuerte abrazo.
NIEVE: Me ha encantado el matiz que has introducido en tu comentario, a proposito de la navidad: "un período de tiempo magnífico para empezar a diferenciar de forma clara la diferencia entre calidad y cantidad y todos los matices y significados que encierran." Me gusta. Un abrazo!
MANUEL DE LA ROSA: Asi es; en Enero ya veremos lo que pasa. Un abrazo.
JESUS: Tambien llevas razón, por ejemplo, la ocupación hotelera estas navidades esta siendo mucho mas baja que en otras epocas. Un abrazo.
PEDRO OJEDA: Si, por esta zona tambien está pasando eso. Un abrazo.
RITA: Tocas un tema en el cual estoy especialmente sensibilizado. Llevas razón: el despilfarro en lucecitas, con la crisis que hay, me parecen sencillamente, incomprensible. Un abrazo!
AMOR: Asi tenia que ser...! Un abrazo.
QUEILES: Mi querido amigo. Muchisimas gracias por acordarte de mi pueblo, Jódar. Me ha llegado al corazón ese recuerdo al barrio de Andaraje, que es precisamente donde nací y donde tengo instalado mi Bufete.
Te cuento. La Hermandad de Ánimas de Jódar entonaba estos cantos el día 24 de Diciembre (Nochebuena) delante del altar de las Animas en la iglesia de la Asunción. Las letras de contenido profano y religioso se mezclan, dando lugar a curiosos contrastes.
Aquí tienes el texto completo de la estrofa que me recitas en tu comentario:
Los hermanos de la aurora,
cuando van por Andaraje,
llegan casa la Rebeca
que les dan un buen potaje.
En un dornillo de palo
les sacan el alfajor,
en un cuerno el aguardiente,
mira que cumplidos son.
Si en este mundo no hubiera
tanto ruido ni trastorno,
se oirían gritar las almas
que están en el purgatorio.
Dadle por amor de Dios
limosna de caridad,
que es María concebida
sin pecado original.
El purgatorio está lleno
de arzobispos y priores,
que en el tribunal de Dios
no hay distinción de señores.
Dadle por amor...
A tu puerta hemos llegado
preguntando por la cruz,
que nos des una limosna
porque ha nacido Jesús.
Dadle por amor...
¡UN A B R A Z O !
Puff! Mejor ni hablamos.
Desde luego que me parece desorbitado la cantidad de lucecitas que sí, que quedan muy monas y demás, pero que llevan encendidas desde un par de días antes de que empezara el mes. Para qué? Para fomentar el espíritu navideño e invitar así a consumir más?...O tal vez para aumentar los gastos y que la gente se tenga que apretar el cinturón aún más............
Desde luego que con gestiones como estas........
Habrá que aguantar el chaparrón, o mejor dicho el diluvio.
Un besito.
La cuestión es evitar que caiga la producción para que no cundan los desempleos. Y eso se consigue, parce, que con el sostenimiento del consumo.
En mi país, se lo está fomentando a través de medidas tales como bajar impuestos extraordinarios, dar una suma extra por única vez a los jubilados, y parece que también, se dará en estos días, a empleados en actividad. Se dispusieron planes estatales para la renovación de electrodomésticos, coches, etc.
Me da la sensación que las compras no cayeron tanto, en estos rumbos, aunque hay mucha oferta engañosa.
Igual da miedo comprar algo oneroso.
Supongo que la prudencia, el no dar un paso más largo de lo que permitan las piernas, es esencial.
Y ojalá la crisis se supere sin producir daños mayores.
Yo consumiré lo menos posible, como hago todos los años. No me gusta el consumo por el consumo. Para mí son días normales, como todos. No entro en esa dinámica navideña, la verdad.
En cuanto a los alumbrados, qué decir. A los niños pequeños les entusiasman, pero al Planeta no tanto. No me parece bien aumentar el alumbrado ni en días ni en cantidad, es un gasto energético.
Muy interesante tu entrada. Besos
FELIZ NAVIDAD CORNELIVS!!!!
Gracias como siempre por estar con tus comentarios en mi espacio y tus posts siempre tan interesantes, que siempre me ponen a pensar un poco más...
felices fiestas al lado de tu familia. Muy buen año 2009.
Un abrazo.
Recuerdo ahora el cuento del carrete... Este sí sería un momento estupendo para tirar del hilo y que pase este momento negro de nuestra historia cuanto antes... Lo conoces?
http://mosaicoderetazos.blogspot.com/2008/03/la-bobina-mgica.html
Y, amigo, no me he perdido, es que con los tres niños en casa, las compras, los festivales, ir a recoger a la grande a murcia, comidas y cenas de compromisos... NO TENGO TIEMPO NI DE ACTUALIZAR.
Un besote
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