"Cree a aquellos que buscan la verdad, duda de los que la han encontrado" (André Gide)
"No estoy de acuerdo con lo que dices, pero defendería con mi vida tu derecho a expresarlo" (Voltaire)

"La religión es algo verdadero para los pobres, falso para los sabios y útil para los dirigentes" (Lucio Anneo Séneca)
"Cualquier hombre puede caer en un error, pero solo los necios perseveran en él" (Marco Tulio Cicerón)
"Quien no haya sufrido como yo, que no me de consejos" (Sófocles)
"No juzguéis y no sereis juzgados" (Jesús de Nazaret)
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09/11/2009

Un romano muy especial.

Estamos en el siglo del estrés, del agobio, de la falta de tiempo, de la inquietud emocional, de la incertidumbre económica y del vértigo existencial, todo sucede demasiado deprisa y muchas veces no tenemos tiempo para pararnos a reflexionar tranquilamente. Nos agobia el futuro, sentimos gran incertidumbre hacia el porvenir, y muchas veces carecemos de brújula que nos señale un buen norte. Pero, por extraño que parezca, estos son viejos problemas, conocidos ya por el ser humano desde hace milenios. El hombre siempre ha huido de la calamidad, del dolor y del sufrimiento. Y se ha preguntado sin cesar el por qué suceden desgracias a hombres buenos o a criaturas inocentes, reputando tales acontecimientos como intrínsecamente injustos, como errores de la naturaleza ó arguyendo otras mil hipótesis.

En nuestra época actual investigamos las posibles rutas hacia la felicidad, y nos parece que lo hemos inventado todo. Pero olvidamos que esas rutas hacia la felicidad o, si se quiere, hacia la paz interior, ya fueron investigadas por los seres humanos de antiguas civilizaciones y, como no, también por el Imperio Romano, hace mas de dos mil años. A poco que nos esmeremos, comprenderemos que solo ha evolucionado la ciencia y el avance tecnológico, pero NO así el corazón humano: los sentimientos que brotan de él siguen siendo los mismos ahora que hace dos mil años.

Y las respuestas que Roma ofreció al mundo fueron tan ingeniosas y tan sabias que, en mi opinión, muchas de esas enseñanzas están de plena actualidad en el S. XXI, y son de obligada lectura para el hombre post-moderno.

¿Cómo se enfrentaban los romanos ante la adversidad? ¿Cómo es que tenían ese carácter tan frio y sereno en medio de las dificultades, como adquirir esa misma presencia de ánimo, esa fortaleza ante la vida y ante las dificultades? ¿Como podian sosegar su ánimo ante los problemas?

Responderé con el aval de un romano excepcional e inmortal, en mi opinión, el mas grande filósofo que Roma ha dado al mundo, y el más brillante de todos los estoicos, que contemplaba la realidad con una mirada muy especial: Lucio Anneo Séneca. Viene de muy antiguo mi devoción por él (y quizás algun dia os cuente el por qué, que todo tiene su causa y su explicación en esta vida). Como veremos, Séneca, que contemplaba la realidad con una mirada muy especial, comprendió muy bien el mundo. Y el mundo de su época no se diferenciaba tanto de nuestro mundo actual.

Séneca ya distinguía entre dos clases de deseos: los naturales necesarios, relacionados con la supervivencia, y los naturales no necesarios, que provienen de la cultura, la política y de la vida social. La satisfacción de los deseos es lo que nos produce placer, sin embargo existen placeres que son completamente vanos y que nos producen un dolor mayor que el placer inicial; estos placeres producen intranquilidad y deben ser evitados por la razón ya que nos alejan de la ataraxia, y la filosofía es una vía hacia la ataraxia, ya que esta es considerada como la tranquilidad espiritual propia del sabio que distingue los deseos naturales de los que no lo son y es capaz de alejarse de aquello que es vano.

Para los estoicos, el objetivo es llegar a la ataraxia, y para ello el camino es la virtud, que consiste principalmente en adecuar los deseos propios a la racionalidad de la naturaleza aprendiendo a diferenciar las cosas que dependen de nosotros de las que no, ya que no tiene ningún sentido preocuparse por las segundas puesto que al hacerlo nos alejamos de la tranquilidad del alma.

También es necesario para encontrar la ataraxia, eliminar los miedos a Dios y la muerte y no quejarse por las inclemencias del destino.

Los Romanos eran valientes, decididos, no tenían miedo a la muerte, caminaban rectos hacia el enemigo con una valentía y un coraje personal individual que hoy, por desgracia, no existe. Por eso, el estoicismo se adaptaba tan bien a su carácter nacional. El estoicismo enseña a echarle valor y arrojo a la vida. Los estoicos defendían que la bondad se basa en el conocimiento y que los hombres verdaderamente sabios son indiferentes a los cambios de fortuna.

La filosofía de Séneca era muy elaborada, de hecho eran ideas muy adelantadas para la época, pues en aquel tiempo de esclavitud, los Estoicos avanzaron la noción de la humanidad universal, una hermandad entre hombres. En una era de opulencia, los estoicos rechazaban la vida ostentosa y preconizaban una vida de absoluto control. Y es que, como decía Séneca, y eso pasa hoy también, desperdiciamos la vida en lujos inconscientes, en la insaciable avaricia o en la cuidadosa diligencia de inútiles trabajos. Muchos se rinden ante la ociosidad o ante los placeres, mientras que a otros les preocupa unicamente la ambición de fortunas ajenas o el llegar a ser rico. Otros son inconstantes y vacilan entre varios pareceres; hay algunos a quienes, no agradándose de ocupación alguna que dirija su carrera, la muerte les sobreviene por sorpresa.

Dos mil años después, Séneca nos sigue enseñando la sensatez, la tranquilidad del animo, lo cual es una virtud encomiable.

Leer a Séneca es un verdadero bálsamo. Sus enseñanzas estoicas son una autentica delicia, una "delicatesen" para el alma. Sus textos parecen tan actuales que pensaremos que es imposible que esas razones se hayan escrito hace dos mil años. En concreto, sus Tratados Morales, también conocidos como Los siete libros de la sabiduría, contienen el compendio de su pensamiento, y nos aportan paz, sosiego y tranquilidad de ánimo.

Son siete libritos. Sus títulos lo dicen todo:

De la divina providencia
De la vida bienaventurada
De la tranquilidad del ánimo
De la constancia del sabio
De la brevedad de la vida
De la consolación
De la pobreza

Escuchemos algunas breves razones del primero de ellos.

Entre muchas magníficas sentencias de nuestro Demetrio hay ésta, que es en mí fresca, porque resuena aún en mis oídos. «Para mí, decía, ninguno me parece más infeliz que aquel a quien jamás sucedió cosa adversa»; porque a este nunca se le permitió hacer experiencia de sí, habiéndole sucedido siempre todas las cosas conforme a su deseo, y muchas aun antes de desearlas.

Mal concepto hicieron los dioses de éste; le tuvieron por indigno de que alguna vez pudiese vencer a la fortuna, porque ella huye de todos los flojos, diciendo: «¿Para qué he de tener yo a éste por contrario? Inmediatamente rendirá las armas; para con él no es necesaria toda mi potencia; con sólo una ligera amenaza huirá; no tiene valor para esperar mi vista; búsquese otro con quien pueda yo venir a las manos, porque me desdeño encontrarme con hombre que está pronto a dejarse vencer.»


El gladiador tiene por deshonra el salir a la pelea con el que le es inferior, porque sabe que no es gloria vencer al que sin peligro se vence. Lo mismo hace la fortuna, la cual busca los más fuertes y que le sean iguales: a los otros déjalos con fastidio: al más erguido y contumaz acomete, poniendo contra él toda su fuerza.

Las cosas prósperas suceden a la plebe y a los ingenios viles: y al contrario, las calamidades y terrores, y la esclavitud de los mortales, son propios del varón grande. El vivir siempre en felicidad, y el pasar la vida sin algún remordimiento de ánimo, es ignorar una parte de la naturaleza.

En cuanto a la fortaleza de carácter, Séneca nos enseña a tener valor ante la vida, sin acobardarnos.

¿Eres grande varón? ¿De dónde me consta, si no te ha dado la fortuna ocasión con que ostentar tu virtud? Viniste a los juegos Olímpicos y en ellos no tuviste competidor: llevarás la corona olímpica, pero no la victoria. No te doy el parabién como a varón fuerte: te lo doy como al que alcanzó el consulado o el corregimiento con que quedas acrecentado. Lo mismo puedo decir al varón bueno, si algún dificultoso caso no le dio ocasión en que poder demostrar la valentía de su ánimo. Te juzgo por desgraciado si nunca lo fuiste: pasaste la vida sin tener contrario; nadie (ni aun tú mismo) conocerá hasta dónde alcanzan tus fuerzas; porque para tener noticia de sí es necesaria alguna prueba, pues nadie alcanza a conocer lo que puede sino es probándolo.

Sobre el despego a los bienes y la aceptación de nuestro destino, nos dice lo siguiente:

El mejor medio de que Dios usa para desacreditar las cosas deseadas es darlas a los malos y negarlas a los buenos. Bien está eso; pero parece cosa injusta que el varón bueno sea debilitado, herido y maltratado, y que los malos anden libres y afeminados. Si eso dices, también seria cosa injusta que los varones fuertes tomen las armas, y que pasen las noches en la campaña, asistiendo en el batallón con las heridas atadas, y que mientras estén sosegados y seguros en la ciudad los eunucos que profesan deshonestidad. El trabajo cita a los buenos, y el Senado suele estar todo el día en consejo, cuando en el mismo tiempo el hombre más vil deleita su ocio en el campo, o está encerrado en el bodegón, o gasta el tiempo en algún liviano paseo. Lo mismo, pues, sucede en esta gran República del mundo, en que los varones buenos trabajan y se ocupan, y sin ser forzados siguen voluntariamente a la fortuna, igualando con ella los pasos, y si supieran a donde los encaminaba, se le adelantaran.

Dos mil años han transcurrido desde que Lucio Anneo Seneca escribiera las anteriores razones. Parece mentira, pero asi es. Y escribió muchísimo más.

Leyéndolo, no puedo dejar de pensar en él como en un ciudadano de nuestra época, que por arte de magia vivió hace dos mil años en la antigua y eterna Roma.

Saludos

31 comentarios:

Anónimo dijo...

justo ahora en mi trabajo estoy haciendo un libro que contiene estos tres:

De la tranquilidad del ánimo
De la constancia del sabio
De la brevedad de la vida

un abrazo, querido amigo, ya ves que no me voy

salud equitativa dijo...

querido amigo CORNELIVS: Séneca estaría orgulloso de una expresión semejante... que tengas una buena semana!. Un fuerte abrazo. Víctor

Pedro Ojeda Escudero dijo...

Debemos volver a los clásicos: en ellos están las cosas que necesitamos para seguir adelante. Séneca es un modelo magnífico frente a la adversidad.
¿Por qué se ha arrancado de la educación el conocimiento de la antigüedad? Sin ella estamos condenados a repetirnos, sobre todo en lo malo.
Saludos.

MAJECARMU dijo...

Cornelius,aunque no me conoces,permíteme la libertad de apoyar totalmente tu post,como hice con tu anterior post solidario..
Siempre he pensado que los principios y valores que proponen los clásicos salvarían nuestro mundo de los males que le aquejan..

Así como el equilibrio interior y armónico entre mente y corazón nos llevan directamente a ensanchar el espíritu,consiguiendo paz y plenitud.

Mi felicitación y mi abrazo siempre.
M.Jesús

Alijodos dijo...

amigo leerte es toda una paz para el alma...Tus enseñanzas dejaria a mismo seneca pasmado por como lo transmites...pero claro al basarte en él puede que dejes de tener valor pero nada mas lejos de la realidad por que el verdadero valor es haber descubierto a seneca y otros muchos que hacen que enfrentarnos a esta vida sea mucho mas facil...Un abrazo amigo mio...y gracias...

Anónimo dijo...

Un hombre increíble...De verdad que hay que tener paciencia para ser nada más y nada menos que el primer ministro y consejero de un demente furioso como Nerón...Pero creo que el que perdió la paciencia primero fue el mismo Nerón, que mandó a matar al filósofo ¿Creo que es asi la historia? si no es así, corrígeme por fa

Abuela Ciber dijo...

De estar compartiendo esto en un auditorio , te digo querido amigo que ahi estaba la Abu parada aplaudiendote a rabiarrrrrrr

Magnifico!!!!!

Tal como nos tienes acostumbrado!!!!!

Te dire....adecuar los deseos propios a la racionalidad de la naturaleza aprendiendo a diferenciar las cosas que dependen de nosotros de las que no,....

vale un millon de palabras.

Cariños realmente fue un placer visitarte .

Gabiprog dijo...

"Considera las contrariedades como un ejercicio." (Séneca)

:)

Susana Peiró dijo...

Tremenda entrada!!!

Sin dudas Pablo, como bien decís "el corazón del hombre no ha cambiado". Arrastramos virtudes y miserias a través de los siglos...y volvemos a representar la misma obra con decorado distinto.

Por eso Séneca sigue vigente. Su sabiduría no conoce de tiempo, conoce de humanidad y de los problemas que ésta enfrenta.

Por supuesto, disfruté de principio a fin este artículo, tan...estoico y propio de Vos.

Un abrazote enoooooorme mi Querido Pablo!

Martine dijo...

"Hace falta una vida para aprender a vivir".
¡Grande Séneca!
Y gracias a tí Pablo-Cornelivs por recordar las enseñanzas de este Cordobés ilustre.

Oscula multa!

Laura dijo...

Bueno Pablo, mas que romano, de Córdoba, aunque eso sí criado en Roma por su tio. Aprendió muy bien la filosofía de su maestro Attalo, el único estoico de sus mentores, al que superó con creces.
De sus Tratados Morales el que más carga personal tiene es el: "De la consolación" que dedica a su madre Helvia desde el exilio, amor filial en estado puro, un disfrute leerlo.
Las dificultades nos hacen mas fuertes y aprendemos a utilizar recursos que ni tan siquiera soñaríamos tener. Un abrazo.

allmaacuariana dijo...

Querido amigo gracias por traernos a éste gran filósofo Seneca y escribir con la claridad que te caracteriza.
Realmente sus enseñanzas, son eso SABIAS.Un gran abrazo y gracias por visitar mi pequeño blog.

Belkis dijo...

Comparto y aplaudo este post Cornelivs porque como tu pienso que el corazón del hombre es el mismo ahora y hace 2000 años, y las enseñanzas morales que nos dejó este gran filósofo, maestro del arte de la serenidad, seguro que puede enriquecernos y enseñarnos a vivir, por lo que como tu recomiendo el adentrarnos en la lectura de sus escritos. Lo has narrado de manera estupenda.
Un cariñoso saludo y que tengas una estupenda semana.

Manuel de la Rosa -tuccitano- dijo...

Lo bueno de Séneca es que era romano, "apostólico) (broma) y andalú....como me estoy acordando de ti, al recordad una visita que hice con mis alumnos a Itálica (Santiponce de Sevilla) precisamente para visitar una exposición que había de Séneca, su obra y otros personajes...hubieses disfrutado...seguro... Un abrazo

Amig@mi@ dijo...

Madre mía, ¡qué tratado!...
Lo voy a guardar para cuando me toque la próxima selectividad.
Un besote y ...
Este finde están mis padres aquí, Corne, si pensabais pasaros, mejor para el próximo.
Un besote y quiero las medidas del pañuelo, porfa.... mide uno que ya tengas.
;)
Besos

alicia barajas dijo...

Me resulta muy interesante lo que nos presentas hoy... volveré en cuanto tenga un rato para leerlo con calma. Un abrazo

Rita dijo...

Los consejos de Séneca siempre nos servirán en cualquier época porque el hombre interiormente poco ha cambiado y......seguramente no cambiará, estupendo tu post amigo Cornelivs, besos

Isabel dijo...

La filosofía es un bálsamo que ayuda en los momentos de strés. Un beso

genialsiempre dijo...

Intentaré conseguir la autaraxia en mi vida. Gracias por el consejo


José María

Neogeminis Mónica Frau dijo...

Reflexiones muy acertadas que tienen plena vigencia. Como en todo, si se interpretan parcialmente pueden ser manipuladas para mantener las cosas inamovibles, llegando al punto de interpretar que la esclavitud es prueba de fortaleza...claro que no era esa la intención, supongo, de los pensamientos de Séneca.
Según mi entender el punto clave para aceptar y superar los inconvenientes del camino es comprender que todo es parte de un proceso de conocimiento perpetuo, y estar atentos, abiertos y reflexivos es la mejor actitud ante los altibajos de la vida.
Un gusto leerte, Cornelius, como siempre.

Un abrazo!

Pame Recetas dijo...

Un gran post a uno de los grandes! Séneca siempre vigente, haces bien en traerlo, de paso me traes a mi padre que tanto me insistió en su lectura. Gracias

Carmen Conde Sedemiuqse dijo...

Besos y amor je te dejo con los romanos.
je

Mandalas, Espacio Abierto dijo...

Hola Cornelivs

Es la primera vez que visito tu blog y me ha gustado mucho.

Estoy totalmente de acuerdo en que Séneca es muy actual a pesar de haber vivido en la Roma Imperial.

Intentaré leer con detenimiento lo escrito por Séneca. Sus palabras son un buen aprendizaje para saber cómo enfrentarnos a esta vida.

Un saludo.

El Ente dijo...

genial MAESTRO!!! asi con mayusculas!!! eres grande amigo... y aprender leyendote es un regalo, como tu siempre dices, de los dioses.

UN ABRAZO FUERTE

Marinel dijo...

Siempre se queda una encandilada leyendo a este hombre sabio como pocos y que bien pudiera ser,como tú bien señalas,que viviese hace dos mil años por arte de magia,siendo de nuestra época.
Y es que los años pasan,pero los corazones como también reseñas,guardan las mismas emcoiones y sentimientos,haciendo que las personas variemos fisicamente en el exterior y el alrededor que el tiempo requiere,pero no en lo fundamental,que es el interior quenos gobierna.
Toda una lección,la que nos das hoy,Cornelivs.
Una lección que nos enseña mucho e incluso más,mucho más.
Un placer.
Besos.

Mª Antonia dijo...

¡Menuda enseñanza nos has regalado, Cornelivs!
Resulta increible que Séneca siga siendo un punto de referencia dos mil años después a través de su obra. La verdadera sabiduría no tiene edad, se mantiene fresca como el primer día a pesar del tiempo transcurrido. ¡Cuánto me queda por aprender...!

Abrazos fuertes.

Merche Pallarés dijo...

¡Qué grande Séneca! y que visionario, igual que nuestro gran Cervantes. Fueron hombres que conocieron el alma humana en profundidad y supieron plasmarla en sus escritos. Estupendo post. Besotes, M.

PABLO JESUS GAMEZ RODRIGUEZ dijo...

GRACIAS POR VUESTROS COMENTARIOS, AMIGOS Y AMIGAS, SOIS MUY AMABLES.

CORNELIVS OS QUIERE...!

Circe La Hechicera dijo...

Querido Cornelivs, Séneca es uno de mis filósofos favoritos, un ciudadano con letras mayúsculas, sus enseñanzas traspasan las fronteras del tiempo y el espacio. Nos ha dejado todo un legado de principios y valores que no podemos permitir que sean letras muertas. Un sabio de la antiguedad que siempre ha estado vigente y un acto generoso, como siempre, que lo compartas. Besos!!!

Silvia dijo...

hola!me pondría de pie para aplaudir este post....brillante como el dueño del blog....como nos enseñas a diaraio con tus entradas...GRACIAS por compartir todo tu saber....
y concuerdo con vos ese Romano era genial...besotes. silvia cloud

Anónimo dijo...

Este es otro de mis ídolos. Además en este caso comparto apellido con él. Aunque el mio sea en su versión francesa (Seneque) y ya no esté entre los primeros.
Yo siempre tengo a mano su "Tesoro de Máximas, avisos y observaciones" Y aunque no comparta algunas de las ideas que propone...me gusta su punto de vista.
Un abrazote