…O "como ser bueno en medio de un mundo de malos sin parecer simple", que cualquiera de estos dos titulos podia tener esta entrada. Aunque en honor a la verdad, para una adecuada comprensión de lo que voy a escribir en esta entrada, os ruego que le echeis previamente un vistazo a otra entrada anterior mia, he aquí el enlace: “Jesús de Nazaret dixit”.
Entremos en materia, pues es algo que de vez en cuando sucede.
Caso real. Un cliente acude a mi Bufete, encomendándome la llevanza de un asunto de orden civil. Tras un detenido, serio y concienzudo examen del asunto, que tenia una cierta importancia económica, llego a la conclusión de que no tiene defensa por ningun lado, es decir, las posibilidades de que su pretensión tuviera éxito eran nulas. Asi se lo dije sinceramente al cliente, el cual retiró, entonces, su documentación. Honorarios que cobré por la consulta y el estudio del asunto: ciento cincuenta euros (150,00 €). Dijo que va a buscar otro Abogado, le contesté que estaba en su perfecto derecho.
Pasa el tiempo. Dos años después ese mismo cliente acude a mi Despacho para encomendarme otro asunto diferente. Como tengo buena memoria, le pregunto por el resultado del primer asunto. Me contesta que buscó otro Abogado, de otra población cercana y que, tras interponer la demanda judicial, habia perdido -obviamente- el asunto. Me dijo igualmente que el segundo Abogado le habia cobrado seis mil euros (6,000,00 €) y que estaba completamente arrepentido de no haberme hecho caso a mi, porque yo le habia dicho la verdad desde el primer momento: aquel asunto no tenia solución.
Conclusión final: yo solo le cobre ciento cincuenta euros por decirle la verdad, y actué, en consecuencia, como un listo tonto, aunque duermo a pierna suelta. Por el contrario, el otro abogado le cobró seis mil euros por mentirle (pues el sabia, “ab initio”, que la pretensión del cliente era absolutamente insostenible, y el tiempo me dio la razón a mi), y actuó, en consecuencia, como un tonto listo, aunque ignoro como dormirá él por las noches.
El caso es que, a fin de cuentas, el otro se embolsó los seis mil euros. (¡Que tonto fuiste, Cornelivs!) Luego, total: con echarle la culpa a la justicia, todos contentos. La jugada le salió redonda: de cara a la galería (al cliente) le hizo ver que le echó agallas al asunto, que lo habia peleado y que lo habia perdido, pero claro, el sistema...y finalmente tutto finito. El primer abogado queda como un timorato…y el segundo como un valiente muerto con honor. Si, muy bien. Todo menos reconocer la verdad: la falta de escrupulos del segundo abogado que, sabiendo que la pretensión del cliente era absolutamente inviable, le engañó para aflojarle la cartera en seis mil euros.
¡Oh, dioses…! ¿Como ser bueno en un mundo de malos sin quedar como un idiota? ¿Como ser oveja en medio de lobos? Tengo 45 años, y toda mi vida he luchado por intentar demostrar a los demás que se puede ser bueno sin llegar a ser idiota. Y no creo que a estas alturas cambie de actitud, de modo que seguiré con mi lucha. Y aquí estoy, la vida me ha tratado bien hasta ahora, porque para ganarsela honradamente, no hace falta fabricar un pleito que no existe. Si, amigos, estoy convencido: se puede ser bueno sin necesidad de ser incauto, y he aqui la prueba: gracias a los dioses no me puedo quejar con mi trabajo.
En mi profesión hay de todo, como en botica. Pero estoy harto, sinceramente harto, de tanto "hábil oportunista" y de tanto “comentarista listillo” que, ante posturas o actitudes como la mia, sonríen irónicamente y, con aire de estúpida suficiencia, te acusan, cuando menos, de incauto o cosas peores, renunciando asi a un maravilloso camino: la creencia en la bondad natural del ser humano, en la sinceridad, en la bendita y pura sinceridad, en decir las cosas como son.
Quizás el mundo sea como es por nuestra falta de fe en el ser humano, en nosotros mismos... Somos capaces de lo mejor: ¡¿por que aceptamos, entonces, lo peor, con una actitud derrotista, como algo inevitable?! Seamos nobles con los demas: solo asi, sembrando, podremos recoger algun dia. Porque si no sembramos, y no hacemos nada por cambiar esto a fuerza de generosidad (que, en ultima instancia, es para mi la palabra clave) no tendremos derecho a criticar a nadie, porque estaremos -con nuestra pasividad omisiva- incurriendo en el mismo error que tratamos de criticar.
Ahora sí que creo en esta frase: la fe mueve montañas. Ya lo creo que si. Si todos tuviéramos fe en nosotros mismos, y en los demás, como un grano de mostaza, el mundo seria otro.
En fin... “siendo yo andaluz…¡que me llamen como quieran…!”, que dice el dicho. ¿O acaso es que no debiera yo de preocuparme tanto de dormir bien por las noches? No se, no se...
Saludos.
Entremos en materia, pues es algo que de vez en cuando sucede.
Caso real. Un cliente acude a mi Bufete, encomendándome la llevanza de un asunto de orden civil. Tras un detenido, serio y concienzudo examen del asunto, que tenia una cierta importancia económica, llego a la conclusión de que no tiene defensa por ningun lado, es decir, las posibilidades de que su pretensión tuviera éxito eran nulas. Asi se lo dije sinceramente al cliente, el cual retiró, entonces, su documentación. Honorarios que cobré por la consulta y el estudio del asunto: ciento cincuenta euros (150,00 €). Dijo que va a buscar otro Abogado, le contesté que estaba en su perfecto derecho.
Pasa el tiempo. Dos años después ese mismo cliente acude a mi Despacho para encomendarme otro asunto diferente. Como tengo buena memoria, le pregunto por el resultado del primer asunto. Me contesta que buscó otro Abogado, de otra población cercana y que, tras interponer la demanda judicial, habia perdido -obviamente- el asunto. Me dijo igualmente que el segundo Abogado le habia cobrado seis mil euros (6,000,00 €) y que estaba completamente arrepentido de no haberme hecho caso a mi, porque yo le habia dicho la verdad desde el primer momento: aquel asunto no tenia solución.
Conclusión final: yo solo le cobre ciento cincuenta euros por decirle la verdad, y actué, en consecuencia, como un listo tonto, aunque duermo a pierna suelta. Por el contrario, el otro abogado le cobró seis mil euros por mentirle (pues el sabia, “ab initio”, que la pretensión del cliente era absolutamente insostenible, y el tiempo me dio la razón a mi), y actuó, en consecuencia, como un tonto listo, aunque ignoro como dormirá él por las noches.
El caso es que, a fin de cuentas, el otro se embolsó los seis mil euros. (¡Que tonto fuiste, Cornelivs!) Luego, total: con echarle la culpa a la justicia, todos contentos. La jugada le salió redonda: de cara a la galería (al cliente) le hizo ver que le echó agallas al asunto, que lo habia peleado y que lo habia perdido, pero claro, el sistema...y finalmente tutto finito. El primer abogado queda como un timorato…y el segundo como un valiente muerto con honor. Si, muy bien. Todo menos reconocer la verdad: la falta de escrupulos del segundo abogado que, sabiendo que la pretensión del cliente era absolutamente inviable, le engañó para aflojarle la cartera en seis mil euros.
¡Oh, dioses…! ¿Como ser bueno en un mundo de malos sin quedar como un idiota? ¿Como ser oveja en medio de lobos? Tengo 45 años, y toda mi vida he luchado por intentar demostrar a los demás que se puede ser bueno sin llegar a ser idiota. Y no creo que a estas alturas cambie de actitud, de modo que seguiré con mi lucha. Y aquí estoy, la vida me ha tratado bien hasta ahora, porque para ganarsela honradamente, no hace falta fabricar un pleito que no existe. Si, amigos, estoy convencido: se puede ser bueno sin necesidad de ser incauto, y he aqui la prueba: gracias a los dioses no me puedo quejar con mi trabajo.
En mi profesión hay de todo, como en botica. Pero estoy harto, sinceramente harto, de tanto "hábil oportunista" y de tanto “comentarista listillo” que, ante posturas o actitudes como la mia, sonríen irónicamente y, con aire de estúpida suficiencia, te acusan, cuando menos, de incauto o cosas peores, renunciando asi a un maravilloso camino: la creencia en la bondad natural del ser humano, en la sinceridad, en la bendita y pura sinceridad, en decir las cosas como son.
Quizás el mundo sea como es por nuestra falta de fe en el ser humano, en nosotros mismos... Somos capaces de lo mejor: ¡¿por que aceptamos, entonces, lo peor, con una actitud derrotista, como algo inevitable?! Seamos nobles con los demas: solo asi, sembrando, podremos recoger algun dia. Porque si no sembramos, y no hacemos nada por cambiar esto a fuerza de generosidad (que, en ultima instancia, es para mi la palabra clave) no tendremos derecho a criticar a nadie, porque estaremos -con nuestra pasividad omisiva- incurriendo en el mismo error que tratamos de criticar.
Ahora sí que creo en esta frase: la fe mueve montañas. Ya lo creo que si. Si todos tuviéramos fe en nosotros mismos, y en los demás, como un grano de mostaza, el mundo seria otro.
En fin... “siendo yo andaluz…¡que me llamen como quieran…!”, que dice el dicho. ¿O acaso es que no debiera yo de preocuparme tanto de dormir bien por las noches? No se, no se...
Saludos.
18 comentarios:
Tú estás en lo cierto, querido amigo. De hecho, el otro ganó 6.000 euros pero perdió un cliente.
Y aunque le hubiera engañado tanto que siguiera con el otro abogado.
De no ser así, ¿cómo mirar cada mañana a nuestros hijos?
Un abrazo.
Aplaudo esta entrada, el oxímoron de título me pareció acertado.
Te cuento algo parecido. Salida de la universidad el primer empleo que consigo es en la Dirección de Prensa de Casa de Gobierno,... a dos oficinas del gobernador. Los primeros dos o tres años todo tranquilo, difundir noticias de gobierno, cubrir algunos actos y hasta ahí todo bien. En determinado momento los pedidos eran otros, las tareas ocultas, trabajos de investigación que se parecían mucho a espionaje y... renuncié.
Gente conocida me tildó de varias cosas, irresponsable era la mas delicada. Las frases eran "¿de qué vas a vivir?" ·Nadie renuncia a trabajar en el Estado, te da seguridad, obra social, jubilación... etc". Por ahí una compañera de trabajo me dice: "te vas sin saber a dónde vas a ir a parar mañana, con las manos vacías ¿qué derecho tenés de hacer pasar necesidades a tus hijos"?...
Y lo único que se me ocurrió responder fue: Si no les puedo mostrar dignidad, valores y defensa de ideología a mis hijos estaré jodida y entonces si seré nada, con las manos vacías.
Pasaron muchos años de eso y hoy, a casi tu misma edad, no me arrepiento de la decisión...Es más, la refuerzo cada día.
Te abrazo, te comprendo, te aplaudo con orgullo!
!Dios nos libre de un abogado!, este es el sentimiento de la gente y, lamentablemente, suele ser cierto. Lo siento, pero tu profesión tiene esa fama que por lo que cuentas no está mal labrada.
En cualquier caso, amigo Cornelivs, sigue con tu integridad, porque más vale sr pobre pero honrado.
Yo, en concreto, estoy en manos de abogados, que quizás no son como el que comentas, pero debo ir diciéndoles lo que deben hacer continúamente, e incluso echar mano de amistades para que muevan el asunto, ya que ellos no saben.
Así está la abogacía....
Olé, olé y olé.
Yo, que soy la oveja negra de una familia de abogados, observo lo siguiente; con el tiempo, ellos manejan mi terminología médica cual colegas de bata blanca. Pero yo me pierdo en el primer renglón de cualquiera de sus escritos. Vamos, que me tienen que traducir hasta el membrete.
Yo asumo mi ignorancia, y cuando pido consejo lo acepto tal cual es. No intento adaptarlo a lo que yo pretendo (si es una multa de hacienda, es una multa de hacienda por más que me empeñe en que me ha tocado la bonoloto).
Por eso, y aun que como bien dices en todas las profesiones hay especimenes varios, pienso que la última culpa es del cliente. El más Listo-Tonto de todos, que paga dos veces por oír lo que quiere, sin conseguir nada al final.
A mi consulta vienen pacientes "de pago", con tratamiento instaurado desde seguridad social, hablando pestes de mis compañeros. Y cuando procede, me limito a decirles que no pierdan su dinero-y mi tiempo- en una romería de doctores, porque ninguno, a poco que sea honesto, les ofrecerá una solución milagrosa.
Y si te sirve de consuelo, encima a estos no les cobro la visita ni el consejo. "Pa tonta yo"
Es que somos como somos.
Y no se puede ser otra cosa.
Como se siente el abogado que miente, para embolsar dinero?
Piensa en ello?
No importa. Hay una justicia superior.
Es asì.
un abrazo.
De que tesirve ganar el mundo si pierdes tu alma?
Un abrazo y enhorabuena por tu dignidad.
"Ser oveja en medio de los lobos", a mí me ocurrió. La oveja tuvo que salir de aquel lobuno rebaño, sorteando los mordiscos, amenazada con lo peor. Me dijo uno de los lobos. ve oveja a los lobazos alfa y di que estás enferma...
Nunca volví al rebaño lobuno, aunque figure nominalmente en mis papeles. Ahora pasto provisionalmente , pero felizmente, en un rebaño normal.
Te comprendo, Cornelivs, aunque tu mundo sea el de los abogados y yo me dedique a la enseñanza pública.
Un abrazo
Y qué felices seríamos todos si hubiese más como tú.
Me remito a un dicho de mi querida Mafalda.
"¿Y no será que en este mundo hay cada vez más gente y menos personas?"
Besos
DEJAME QUE TE FELICITWE POR TU HONESTIDAD Y HONRADEZ.
ESTO SI QUE TIENE UN PRECIO QUE NO SE PUEDE CALCULAR.
HAY ABOGADOS QUE LES HAN PROMETIDO A LOS INMIGRANTES PAPELES, CUANDO EN REALIDAD ERA IMPOSIBLE. Y LES HAN SACADO DINERO.
BUENO PUES MIRA CORNELIUS, TE ADMIRO Y ME QUITO EL SOMBRERO.
O LA PAMELA PORQUE SOY UNA MUJER.
UN ABRAZO, Montserrat
La bondad, hoy en dia, tan fácilmente vilipendiada, creo que es una superioridad del intelecto y del espíritu. Es impagable poder dormir a pierna suelta. Hiciste muy bien. Besotes, M.
Uno de mis lemas en asuntos como éste es que "digan lo que digan,con quien vivo es conmigo misma" y también soy de las que queda por tonta porque mis criterios son diferentes.
Un abrazo
Amigo, en el ejercicio de la abogacía existen abogados (tú, por ejemplo) y rabulillas de la más diversa índole (el de los 6000 euros).
Que cada cual opte según su conciencia. La mía me dice que tu actuar fue el correcto. Y eso es lo que vale, lo que te llevas cada día contigo, lo que refulge y te permite dormir a pierna suelta.
Te entiendo, porque yo era tremenda cuando ejercía: juntaba a los que se iban a separar, mediaba y no se llegaba al pleito... En fin, mucha satisfacción como persona. Otra cosa era mi cartera siempre vacía por no sumar trámites donde no debía, pero esa es otra historia. Comprendí que, para mantenerme, debía optar por otros caminos.
A ti te veo vocacional y serio, así que no decaigas en la actitud ética, que es la única que asegura clientes a la larga. Lo otro es "pan de hoy y hambre de mañana".
Un besazo.
Bravo por ti.
Yo también creo que dormir a pierna suelta no tiene precio. Trepar y medrar a base de depredar no va con mi naturaleza, lo que consiga será a cuenta de estar a gusto conmigo mismo, y eso sí que no tiene precio.
Bravo por ti, amigo.
Un abrazo.
El cliente regresó a tí, reconoció su error y te dió la razón. Dos años más tarde lo recuperaste. ¿Quién `puede entonces llamarte a tí "tonto"?
Abrazo
al abog. de los 6.000 en Argentina no se lo llama abogado sino "ave negra" (va por eso de cuervo...hehehe)
Pues yo si sé amigo mío, hay que preocuparse de dormir bien por las noches, es muy gratificante y además nos conserva jóvenes más tiempo y con salud, la honradez, o sea ser un listo tonto es lo mejor para el espíritu y de paso para los demás
Un abrazo
Querido amigo, tu actitud demúestra una ética en peligro de extinción. Nada que ver con la bondad ni la tontura: eres un profesional como la copa de un pino. Por eso volvió el cliente.
abrazos :)
Hiciste muy bien, dice mucho de tí y lo que hagan los demás allá ellos.
saludos.
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