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03/09/2010

No, no ha sido un sueño.

Los jueves, Quijote.

Para el grupo de lectura del Quijote en LA ACEQUIA.

Ojalá lo hubiera sido. Pero no: D. Quijote ha sido real y verdaderamente vencido en la playa de Barcelona, y creo que el lector se queda frotandose los ojos, incrédulo ante esta derrota, que sucede cuando menos lo esperabamos. ¡N’est pas possible! Parece una broma del destino, y buscamos alguna explicación: quizás Arcalaus, Merlín, Frestón o algun otro encantador haya hecho otra vez de las suyas: pero no. D. Quijote ha sido vencido, esta vez sí, y ha de regresar a su casa.

Nada es eterno, y todo se acabó: D. Quijote no podrá volver a levantar espada, la cual ha de cambiar por la “rueca”, como el mismo reconoce en un deje de amargura profunda.

Y por fin nos enteramos de quien es, en verdad, el caballero de la Blanca Luna, aunque ya nos lo barruntábamos. Cuando leí por primera vez el Quijote (yo era un niño de doce años) me deprimí enormemente leyendo el episodio de su derrota; pero luego, al saber en el capitulo siguiente (el 65, el que comentamos esta semana) quien era el caballero de la Blanca Luna (Sanson Carrasco), lloré, pero de ira, de rabia, de indignación contenidas; no comprendía como el bachiller podia enfrentarse a D. Quijote. ¿Qué motivos tenía? Interrumpí la labor de mecanografiar la novela casi un mes, me quedé en el capitulo anterior a éste, aunque luego la reanudé, y finalmente la culminé, lo recuerdo perfectamente. Pero es como si el Quijote hubiera perdido sabor para mí, casi perdí mi interés por leerla, y termine de mecanografiarla -lo confieso- casi como un autómata.

¿Volver a su pueblo durante un año entero? Si; el odioso bachiller, “socarrón”, “de nariz chata”, "boca grande", “carirredondo”, de “maliciosa” condición, “perpetuo trástulo y regocijador de los patios de las escuelas salmanticenses” y “amigo de donaires y de burlas” (las palabras entrecomilladas son del propio Cervantes, recordémoslo, al cual deduzco que no debia de caerle muy bien dicho personaje, parece obvio) vence sin misericordia a D. Quijote y nos priva, a todos, lectores de ayer, hoy y de siempre, del gozo de sus aventuras. Y no me fiaba (y ahora, con mis 45 años, menos aún) de sus intenciones: creo que volvió a enfrentarse con D. Quijote por simple venganza, no con la buena intención con la que, falsamente, le habla a D. Antonio Moreno (tengamos memoria y recordemos las palabras del bachiller cuando era el caballero de los Espejos y fue vencido: “…y no me llevará ahora a buscarle el deseo de que cobre su juicio, sino el de la venganza, que el dolor grande de mis costillas no me deja hacer más piadosos discursos”).

Otra cuestión es el por qué Cervantes elige al bachiller como causante de la ruina final de nuestro querido hidalgo: quizás para que las generaciones futuras le tuviesen la misma antipatia (o parte de ella) que, estoy seguro, Cervantes ya sentia hacia Carrasco, el cual pasara a la historia como el gilipollas de turno y graciosillo ocurrente, cuya odiosa socarronería acabó con el sueño de D. Quijote. La madre que lo parió. Bueno, contente un poco y frena tu ira, Cornelivs, pues, al fin y al cabo: ¿no es Carrasco una representación de la realidad? ¿No es la vida algo burlesco y socarrón, que nos despierta de nuestros sueños a golpes de realidad?

Pero hay otra cosa mas: las palabras que D. Antonio Moreno dirige a Carrasco cuando éste revela su identidad y los motivos de su actuar. Estas palabras me hacen aplaudir a D. Antonio Moreno, y me lo confirman como hombre bueno, cuya intención era divertimento sano a costa de D. Quijote, pero con un limite de nobleza. Y me explico. Fijémonos en la enorme diferencia que existe en el comportamiento que con D. Quijote guarda D. Antonio Moreno -de quien Cervantes no dice que fuese noble ni nada por el estilo- y los duques. ¡Que enorme diferencia con la perversa e incalificable burla continua de los odiosos duques hacia D. Quijote! A estos duques tan majaderos no le importaban un pimiento la salud fisica ni psiquica del hidalgo manchego; no tenian en cuenta que detrás de D. Quijote vivia Alonso Quijano, un ser humano, y no le mostraron respeto ni conmiseración alguna, lo unico que querian era divertirse a toda costa de él, pasara lo que pasase, querian tener un bufón gratis todo el tiempo que les fuese posible. Menos mal que por fin nos libramos de ellos. (¿O no?)

Veamos ahora lo que dice D. Antonio Moreno.

-¡Oh, señor —dijo don Antonio—, Dios os perdone el agravio que habéis hecho a todo el mundo en querer volver cuerdo al más gracioso loco que hay en él! ¿No veis, señor, que no podrá llegar el provecho que cause la cordura de don Quijote a lo que llega el gusto que da con sus desvaríos? Pero yo imagino que toda la industria del señor bachiller no ha de ser parte para volver cuerdo a un hombre tan rematadamente loco; y, si no fuese contra caridad, diría que nunca sane don Quijote, porque con su salud no solamente perdemos sus gracias, sino las de Sancho Panza su escudero, que cualquiera dellas puede volver a alegrar a la misma melancolía. Con todo esto, callaré y no le diré nada, por ver si salgo verdadero en sospechar que no ha de tener efecto la diligencia hecha por el señor Carrasco.

Estas palabras me dan a entender que D. Antonio Moreno muestra mucha mas nobleza: se divierte enormemente con D. Quijote, pero no parece divertirse de él, sino con él -no es lo mismo- e intenta demostrar hacia el mismo una nota de humanidad y hasta de cariño. Yo creo percibirlo así: D. Antonio Moreno no dice que se ria de D. Quijote, sino del “gusto que da con sus desvarios”, es decir, con su comportamiento y con sus acciones; y muestra disgusto, por la partida del hidalgo, pero al mismo tiempo caridad hacia D. Quijote.

Paso por alto el suceso de Ricote con Ana Felix.

Saludos.

9 comentarios:

Morabia dijo...

me has hecho desear volver a leerlo, yo lo hice hace mucho tiempo, siendo muy chica y por supuesto no pudé valorar a tan genial caballero.
lo voy a buscar en mi biblioteca y a leer desde otra perspectiva, gracias,saludos.

El Gaucho Santillán dijo...

Tambièn odiè al de la "Blanca Luna".

Y tambièn comprendì, mas tarde, que era necesario que el Quijote asì terminara.

Buen ensayo.

un abrazo.

Pedro Ojeda Escudero dijo...

El Bachiller y don Antonio Moreno son dos extremos "lectores": aquel quiere terminar con la extravagancia y dejar las cosas en su sitio -más aun porque está picado- y éste quiere continuar la diversión. No sé si con tan buenas intenciones como tú le ves.
Lo cierto es que todo se acaba.

Abejita de la Vega dijo...

Me imagino a Cornelivs niño mecanografiando el Quijote con pocas ganas, decepcionado tras la derrota del héroe.
Antonio Moreno no me cae nada bien, demasiadas ganas de guasa, a costa de lo que sea. Que no se cure,dice, que es más provechoso loco que cuerdo.

Un beso

Asun dijo...

Pues a mi me pasa parecido a Abejita, que tampoco me gusta mucho Antonio Moreno, aunque lo prefiero a los duques, claro.

Besos

pancho dijo...

A mí me produce más tristeza el hecho de convertir a DQ en el hazmerreír de una ciudad y en el juguete de sus muchachos o sacar a don Quijote y Rocinante de paseo por la ciudad con un inocente a la espalda, convertido en mona para los desocupados. Esto tiene poco de broma sana.

Lo único positivo que le ocurre en Barcelona es la visita a la imprenta. Pudo exhibir su cultura y atacar al inventor de aventuras falsas.

Bien llevado razonamiento de las impresiones personales.

Merche Pallarés dijo...

Bueno, bueno, esa canción de Elton John "Don't Let the Sun Go Down on Me" me ha absorbido y no me ha dejado concentrarme en tu analísis. He captado, no obstante, lo que dices. Nuestro Quijo va de capa caida y es verdad que don Antonio y cia. no hacían leña del árbol caido sino disfrutaban con ÉL. Esa es la diferencia entre las burlas de los odiosos duques y estos catalanes tan majetes. Besotes, M.

Paco Cuesta dijo...

Sea quien sea el presentador, y aun cuando los espectadores cambien en cada capítulo, el público siempre se rie de los mismos.

Luis dijo...

Hola Cornelivs:
Ya puedo acceder a tu blogg...
Hace unos días no podía y me daba error...
Al final conseguirás que terminemos de leer el Quijote!!!
Buen fin de semana,
Luis