Corrí
las medias maratones de Puertollano, Granada y Jaén, a ritmo tranquilón por
muchas razones, pero la fundamental fue para asegurarme de que la fractura del
3ª metatarso del pie derecho estaba consolidada y quedaba atrás, y en el
aspecto deportivo entraba en un
horizonte que no divisaba caminos: no sabia si seguir corriendo medias
maratones, carreras mas cortas, o simplemente correr para mantener mi estado de
forma. Al fin y al cabo ya había corrido tres maratones y diez medias maratones
y me había demostrado a mi mismo lo que yo quería demostrarme, pero desde
luego, no tenia pensado hacer más maratones. De eso nada. Con tres basta.
Decisión definitiva.
¿Y
ahora que? ¿Se puede vivir sin maratones? Naturalmente que si, que tontería. Hablando una tarde con nuestro amigo Antonio
Lopez, me sugiere la idea de que variar, de meterle al cuerpo un poco de
fuerza, en carreras más cortas a ritmo más rápido. La idea me gustó, al fin y
al cabo se trataba de cambiar y no hacer siempre lo mismo, que al igual que un comensal de un buen restaurante ha de tener
variedad en la mesa, también el corredor ha de tener variedad en los entrenos. Tres dias después de correr el 27 de Octubre
de 2013 la media maratón de Jaén, me
embarco en un programa de entrenamiento de 6 semanas para correr carreras de 10
Km. Los ritmos son: lento, a 5,40 min/Km; medio, a 5,20; y fuertes, a 5,00.
Cumplo sin problemas el programa de 6
semanas a primeros de Diciembre, y si,
me siento algo más rápido y mas fuerte; la lesión, afortunadamente, queda atrás
definitivamente. Incluso participo en tres carreras del circuito provincial,
cros de invierno. No obstante, interiormente es como si tuviera algo de apatía,
o acaso no me siento lo fuerte que yo quería o esperaba… ¿falta de objetivos,
quizás? No sé… es como si me faltara algo, o tuviera que poner algo en orden en
mi mente. Además, me planteo una pregunta; el cuerpo ya esta entrenado, pero,
¿y la mente? ¿Lo está también? Hum…ya
veremos. Mientras me lo pienso, entre
juicio y juicio (en el Despacho voy a tope de trabajo), le doy una segunda
vuelta al programa de 6 semanas, pero ahora intensificando los ritmos: 5,20
min/Km el ritmo lento; 4;50, ritmo medio
y 4,30 ritmo fuerte, y lo cumplo sin
problemas. Como es invierno y hace frio, entreno una vez cerrado el bufete a la hora de
comer, normalmente entre las 13,45 y las 15,00 o 15,15, a veces llego a casa a
las 15,30 o mas, y por supuesto, a partir de las 17,00 a trabajar de nuevo. Sigo haciendo gala de mi humildad y voy pasito
a pasito, sin grandes pretensiones, pero intentando disfrutar al máximo del
running. ¿Disfrutar?
En esto
que llega Navidad, Nochebuena, Nochevieja y Reyes… y esa sensación extraña
sigue estando ahí … el fantasma del maratón vuelve a perseguirme… no es lo
mismo decir por ahora no quiero mas
maratones que lo que yo dije: no habrá
mas maratones. Demasiado pronto lo dije. No se puede decir de esta agua no
beberé. Comento con Antonio Lopez lo que
bulle en mi mente y Antonio, que me conoce muy bien, y siempre sagaz y
observador con todo y con todos los miembros del Club Atletismo Jódar, no se sorprendió en absoluto. También
se lo digo a mis amigos Oscar y el Nieves; para mi sorpresa y alegría, veo que también
tienen ganas de probar en la maratón, para ellos sería su primera vez. No
contento con esto, lo hablo también con Antonio Parra y con Rafa (ambos ya con
una maratón, esta sería su segunda), y
se muestran dispuestos a repetir experiencia, lo cual me sorprende muy
agradablemente. Pero están en plena campaña de recolección de aceituna, sin
tiempo para entrenar, además para Abril queda mucho tiempo…ya veremos lo que
pasa…todo son hipótesis y meras conjeturas.
Carrera
de San Antón, Jaén, 16 de Enero. Nos vamos a correr allí mis amigos y
compañeros del Club Atletismo Jódar, y me siento bien, hace un frio terrible, corro
sin novedad, y mientras tanto, los dioses del Olimpo -siempre misericordiosos-
disipan mis dudas, y mi mente se aclara: tener un objetivo hace que mi ansiedad
desaparezca. Y ya se cual es ese objetivo. En realidad ha estado ahí dentro…siempre,
aunque he intentado negarlo. Y se
presenta la inevitable lucha entre sentimiento y sentido lógico, entre cabeza y
corazón: ¡Tranquilo, Cornelius, que ya
tienes 49 recién cumplidos, que no necesitas demostrarle nada a nadie, que no
te ganas la vida con esto del running, que esto es solo para disfrutar…! Que si, hombre, que
si. Pero poco después de la Carrera de
S. Antón tomo la decisión definitiva: habrá otra maratón, que será mi cuarta maratón, si los dioses no lo
impiden. Ya tengo el objetivo que
buscaba, y una vez claro en mi mente, como una luz que brilla en la oscuridad,
me relajo un poco. Comprendo, por fin, que me falta ese desafío, esa chispa de épica,
de hazaña, de locura, de sufrimiento, de sangre, sudor y lagrimas que es el
Maratón. Nunca he podido comprenderlo,
pero siempre me ha pasado: lo difícil me atrae, pero lo casi imposible me atrae
aún más.
Inconvenientes:
mis 49 años. Ventajas: que el cuerpo aguanta
aún, y mi ilusión y mi alegría por correr de nuevo y protagonizar otra
odisea maratoniana no tienen límites. Y en
esto que me llevo una sorpresa muy, pero que muy grata: en el 2013 mis amigos
me dejaron “solo” en Madrid, y se acordaron de mi; pero esta vez no me iria a
Madrid solo, puesto que Antonio Parra, Rafa, Oscar y el Nieves, ahora ya es
definitivo, finalmente están dispuestos a venirse conmigo y a diseñar el viaje
juntos a Madrid. ¡Perfecto!
Como el
hierro se dobla en caliente, dicho y hecho: hago la reserva en el mismo hotel
que el año pasado (Abba Castilla), y allí nos iremos todos, pero esta vez
reservo cuatro habitaciones; dos para mi y para mi familia, y otras dos para
ellos. A todo esto, llega mi cumpleaños,
el 23 F; cumplo 49. Me voy de cervezas y vinos con Antonio Lopez, Antonio Parra,
Oscar, Rafa y el Nieves y nos acostamos…a las 5,00 de la mañana, y muy
contentos todos, por cierto. Ja, ja, ja, ¡Menudos corredores!
Finales
de Enero: comienzo la preparación de mi cuarta maratón, alegre y optimista
porque esta vez…no correría solo. Cuatro
semanas después, terminada la aceituna, Oscar, Rafa, el Nieves y Antonio Parra
comienzan también su preparación; ellos buscan las 3,00 horas en maratón; yo
busco las 4,00 horas, diez minutos arriba o diez minutos abajo. En las
maratones de Madrid 2012 y Valencia 2012
hice 3,53 y 3,56; el año pasado, en Madrid, hice 4,11. ¿Cómo seria este año? Pronto saldríamos
de dudas. Entreno bien, y poco a poco
nos plantamos en el mes de Abril, media maratón de Málaga, perfecto termómetro
y aviso de lo que luego podría suceder en la Maratón de la capital de España. (Parentesis: la foto que os adjunto es de mi primera maraton, madrid 2012, Paseo de la Castellana y ...¡ oh milagro, salgo en ella! a ver si me localizais, una pista: estoy en cuadrante inferior derecho, segunda pista: tengo los brazos en alto).
Me siento
flojo (¿o es mi cabeza?), y por si fuera poco,
la planificación de la Media de
Malaga no fue la mas correcta, apenas dormí los dias anteriores, salí a correr
sin desayunar…en fin, un desastre,
Antonio Lopez (y con razón) nos regañó a todos. Hago en Málaga un tiempo
de 1,56, esto es, dos minutos más que el año pasado y casi seis minutos mas sobre
el peor de mis pronósticos. Me siento
fatal. Malos presagios Cornelius …
tristeza, dudas y zozobras me invaden. A tres
semanas de la maratón, mi autoestima sufre un durísimo revés: si en 21 Km me he
hundido, y apenas he podido acabar ¿Cómo voy a ser capaz de correr el doble,
esto es, 42K dentro de tres semanas, y
encima en Madrid, la maratón mas dura de España? No sabiendo ya que pensar, decido hacerme un análisis de sangre a los tres dias y me
dicen que tengo un poquito de falta de hierro, lo cual no me sorprende en absoluto.
No
obstante, los ánimos de Antonio Lopez y del resto de compañeros, junto con mi mi férrea voluntad, hacen que continúe
con el programa, y poco a poco voy cobrando animo de nuevo, puede que se
haya perdido una batalla, pero no la guerra: ¡animo Cornelivs…! Además, el domingo siguiente nos vamos los cinco
(Oscar, Parra, Rafa, el Nieves y yo) de
tirada larga, 21 Km, y regreso
entusiasmado; me he visto fuerte y contento,
hacia muchos dias que no me sentía asi, y los entrenamientos entres
semana van bien. ¿Me he recuperado ya? No
se, es demasiado pronto para sacar conclusiones, pero intento animarme como
puedo y, asi, entre unas cosas y otras, llega el viernes, dia 25 de Abril. Solo
faltan dos dias para que treinta mil corredores salgamos de la Plaza de la Cibeles, en
Madrid…rumbo a la gloria que supone culminar un maratón. En mi caso…por cuarta
vez.
Bueno, al menos se intentará.
2 comentarios:
Luego acá en mi ciudad hacen carreras y se me hace padre pero nunca he intentado participar, tal vez lo haga un día solo para no quedarme con las ganas, además de que es saludable y se convive con muchas personas, saludos Cornelivs
Estoy de vuelta :)
Y pensar que cuando te conocí fumabas como un carretero y caminabas poco.
Mucho ánimo amigo. Sabia elección la qu tomaste!
Un abrazo
Publicar un comentario