
.
Oscar
Cuevas de la Torre. El más joven del grupo, tiene 38 años (12 menos que yo), y
toda la “vida deportiva” por delante. Es su primera maratón, destaca `por su coraje,
rabia, ganas y fuerza. Ha seguido puntualmente el
programa de entrenamiento diseñado por mi buen amigo Cristóbal Godoy. Es inteligente, sufridor,
y no solo tiene piernas, sino también cabeza, lo cual le
augura, estoy seguro, muchos éxitos deportivos futuros. Recuerdo con cariño la anécdota de aquella mañana que, recién llegado de la vendimia, trabajo
duro donde los haya, y tras casi dos meses sin correr, nos hicimos 10 kilómetros
suaves, y lo que más me impactó fue la cara de satisfacción, yo diría que casi
de placer, que tenía cuando estaba corriendo conmigo. ¿Recuerdas amigo
Oscar? Joven, noble y fuerte, dice las cosas como las
siente, lo cual es algo estupendo: buen compañero y amigo. Esta era su primera maratón.
Le pronostiqué que haría unas 3,00 horas aproximadas. Hizo ¡…2,58….!

.

.
Por la
tarde del sábado, nos vamos a la Puerta del sol, y nos damos un garbeo por allí, pasamos por
Casa Labra pero empieza a llover, aquello esta lleno de gente y nos vamos a
otro sitio, donde pedimos calamares y…una tapita de callos ¡faltaba mas…!. Nos
acostamos temprano y al dia siguiente, a las 6,00 de la mañana, quien suscribe
se toma su desayuno “estilo Jaén” (el que tomo todos los dias), a saber: dos
tostadas con aceite de oliva virgen extra, leche con colacao (templada), y de
postre un buen café solo. No había terminado cuando aparecen Antonio Parra y
los otros: venga, que nos vamos. Metro y…a la Cibeles.
No
hace mucho frio en Cibeles, pero yo tengo frio, de modo que me pongo las
bragas para que la garganta no padezca mas de lo normal; nervios, visita a las
letrinas (infructuosamente) y luego a la salida. Nervioso perdido, no logro la
concentración necesaria hasta que faltan 5 minutos, son las 8,55, ajusto el GPS
del relojito, todo correcto, bebo un poco y…¡pum! A correr.

El
maratón seria perfecto si tuviera 30 kilometros; de hecho, toda persona que
medio haya entrenado algo puede llegar bien hasta allí. Pero no son 30, son
42, de modo que ¡que te creías Cornelivs! ¿Qué habías venido a Madrid a
disfrutar? No, hijo, se viene a sufrir, y a correr, de modo que apriétate y a
correr se ha dicho. Pues asi fue; kilometro a kilometro, voy dejando atras la
Casa de Campo, y me dirijo hacia la zona de Atocha, girando para arriba hacia
al Puerta de Alcala, y buscando la meta del Retiro. Llego al kilometro 40
francamente cansado, me veis en la foto de arriba con mi gorra negra, pero ya solo quedan dos, venga hijo…un poquito mas…y al
final de los finales, la salvadora meta. Cuando llegue a mis dos primeras
maratones me emocioné, ahora no: llegue tranquilo, y con la satisfacción del
deber cumplido. Veo a Oscar y a los demás y le pego un abrazo. Ahora el que me
emocionó fue él, Oscar, con sus 2,58. ¡Que alegría mas grande! Me alegré por el. Olé.
Abrazo igualmente para Rafa y para el grandísimo Antonio Parra; olé por él. Me debes una ronda, Antonio.
Como fiel cronista y narrador de esta batalla deportiva para su constancia en los anales de nuestra pequeña historia (o como diria Cervantes, como "puntualisimo escudriñador de los atomos desta verdadera historia"), y feliz
de estar rodeado de buenos amigos y corredores, también entró en la Meta del Retiro este casi cincuentón que
os escribe, que logró terminar vivito y coleando su cuarta maratón. De los que salimos, solo
11.370 corredores logramos terminar la Maratón de Madrid, y yo entré en el puesto 7044 de
la general, con el ya anunciado tiempo de 4,10, un minutito menos que el año
pasado; entré cansado, pero feliz y orgulloso de haber logrado terminar una odisea, "mi" odisea: mi cuarta
(¡quien me lo iba a decir!) maratón. Mision cumplida.
Me fundo en besos y abrazos con mi mujer e hijos, foto de la izquierda, que han estado conmigo siempre, desde el primer momento, y que han sido mi principal apoyo.
Para mi ha sido una bendicion su compañia, junto con la de Antonio Parra y resto de amigos: correr solo "no mola", por eso este año he gozado enormemente al lado de todos ellos. Además, no solo somos compañeros del Club Atletismo: somos amigos, existe entre nosotros una buena hermandad, y cuando nuestras ocupaciones nos lo permiten, nos gusta juntarnos algunos ratos en el Paseo o donde sea, y no solo para entrenar, sino para estar juntos tomarnos unas cervezas viendo un buen partido de futbol, y compartir esta sana afición del running. Yo los admiro a todos, porque ademas de ser grandes corredores, son (y esto es lo mas importente) buenos amigos, y estoy orgulloso de haber corrido con ellos la maratón. Me siento arropado por ellos. En fin, lo bueno es que la vida está hecha de buenos ratos como estos.
Va por
todos mis amigos, y compañeros y compañeras del Club Atletismo Jódar.