Tras completar el maratón de
Madrid -el pasado 26 de Abril- estuve tres semanas sin correr absolutamente
nada, recuperándome de mis lesiones: piernas muy castigadas, un soberano
catarro, y una inoportuna tendinitis en
la muñeca (del extensor del dedo pulgar), que me tuvo preocupado casi 15 días. Afortunadamente, todo fue mejorando, y a mediados de Mayo comencé a trotar poco a poco de nuevo. Junio
y Julio pasaron casi sin darme cuenta, mucho trabajo en el despacho y poco
tiempo para entrenar. Y asi llegan las
vacaciones de Agosto. Bueno, Pablo, ¿vas
a ir este año a Valencia, o no? Comienzo
a animarme; pero mientras me lo pienso no termino de recuperarme del todo porque
sufro una inoportuna tendinitis del Aquiles izquierdo (en la inserción con el talón), que ocasionan que no pueda ponerme las
zapatillas en casi todo el mes de Agosto, a finales del cual ya estoy
recuperado del todo, al menos eso creo, y del talón bien, solo tengo un
puntillo que no me gusta, pero afortunadamente puedo correr, aunque he perdido
mucha forma física.
Bueno, ¿vamos a correr este año
la Maratón de Valencia o no? No estoy
tan fuerte como el año pasado, ademas soy un año mas viejo, casi 51, pero cuando quiero hacer algo, tomo la decisión rápidamente, no me gusta pensarlo mucho, porque, en este caso, si lo hubiera pensado con
sensatez (que me conozco) quizás no me hubiera inscrito este año. Hablo con Jose Maria y también
se viene conmigo. De modo que comienzo mi preparación,
tranquilamente, el día 24 de agosto, pero
desde el primer momento veo que mi talón izquierdo (en la zona de la inserción
del tendón de Aquiles) no termina de ir
bien del todo. Quizás tenia que haber
recuperado mas, y quizás el no hacerlo
fue un error. Pero, bueno, ya lanzado, decido correr, inicialmente con moderación, y luego estar a la expectativa a medida que vayan pasando los dias. El 1 de Septiembre me reincorporo
a mi trabajo en mi Despacho, y sigo con mi entrenamiento en mis ratos perdidos,
corriendo cuando mis ocupaciones profesionales me lo permiten. En la preparación corro cuatro Medias Maratones
(carreras de 21 Km.) donde calibro como
va mi forma física: primero corro la Media
de Guadix en tiempo de 2,04. Como
entrenamiento de domingo, perfecto, pero me siento flojo, lento, hay que
mejorar mucho. Bueno, hay tiempo. La semana siguiente, Media de
Puertollano, 1,54, bueno, esto esta mucho mejor. Me siento fuerte y ni me
acuerdo del talon. Sigo avanzando en la
preparación, y el 4 de octubre corro la Media Maratón de Alcazar de San Juan,
1,57, soy reservón, voy ensayando el ritmo de competición que quiero llevar en
la Maratón de Valencia, el talon molesta un poquito, apenas nada, todo
bien. Mi sensación de fuerza va
creciendo. Y finalmente, el dia 25 de octubre corro la Media maratón de Motril,
que quería usar como test definitivo para Valencia, pero un inoportuno episodio
de diarrea (con los imponderables nadie puede), hizo que me tuviera que detener
dos veces, y perdí mucho tiempo, llegando a meta después de las
dos horas. Mal presagio…Solo quedan tres semanas para Valencia.
.
.
Me encuentro con un dilema. Para
correr una Maratón hay que estar fuerte y en buenas condiciones. Mi
preparación ha ido bien. ¿voy o no voy? Tomo la decisión de seguir para adelante, y sigo entrenando con precaución. A todo esto,
mucho trabajo en el despacho, y pocas horas de sueño.
El 1 de Noviembre, dia de todos
los Santos, entreno con una tirada larga de 24 Km, y termino el entrenamiento
con la moral por la nubes: me he sentido fuerte y no me duele nada. Vaya, parece todo va bien.
Termino el entrenamiento y los preparativos, y asi, me planteo en Valencia, el
Viernes 13 pasado, donde llegamos sobre las 9 de la noche. Este año he viajado
con mi mujer y mi hijo pequeño (las dos niñas se han quedado en Jódar, con mi
suegra) y Jose Maria ha venido solo (pues su mujer, Manola ha tenido recientemente una
niña preciosa, Marina, un beso para las dos desde aquí). Nos alojamos en el hotel y al dia siguiente
recogemos los dorsales en la Ciudad de las Artes y de las Ciencias. El resto
del dia transcurre en tensa calma, tratando
de dominar mis nervios y ansiedades, y el sábado por la noche nos acostamos
pronto.
Me siento nervioso y ansioso. Repaso mentalmente mis dos objetivos: el
objetivo principal, superar el crono de 4,02,15 del año pasado, y el objetivo secundario
por si falla el anterior (¿como responderá mi talón?) es conseguir terminar
la carrera, y hacerlo en el mejor estado posible, físicamente hablando.
Domingo, 15 de noviembre, 7,45.
Salimos del Hotel, y nos dirigimos andando por el Carrer D’Antonio Ferrandis en
dirección a la Ciudad de las Artes, donde está la Salida. Alli llegamos,
vaselina, ajustes, últimos preparativos, suerte amigo, besos, abrazos, emociones, y
los dos corredores, Jose Maria y yo, nos dirigimos cada uno a nuestro puesto de
salida, donde llegamos a las 8,30. Alli estaríamos
media hora, rodeados por otros 25000 corredores mas. En silencio, recogidos,
como si estuviéramos meditando, ya no estoy nervioso, estoy aquí, de modo que alea jacta est, que sea lo que Dios
quiera.
Ajusto el GPS, y los auriculares pues me gusta correr con música,
repaso mentalmente mis dos objetivos, y
a las 9.06 de la mañana…¡Pum! Comienzo a correr lo que será mi 7ª
Maratón. Inicialmente voy bien, me siento algo pesado (normal después del
periodo de descanso de la ultima semana) pero no le doy importancia. Los
primeros 5 Km, van fantásticamente, tranquilo, calentando, noto como la fuerza poco a poco va inundando
mi cuerpo, y me siento poderoso. En el km. 5, intensifico el ritmo, y todo
marcha bien hasta que en el km. 7 el talón me da un primer aviso, casi
imperceptible, fue como una sutil llamada de atención. Bueno, sigamos. En el Km. 10, bien, me siento mas fuerte aún, pero compruebo que la ligera molestia del talón no se va.
En el km.
15 ya comienza a molestar más el talón, me duele un poco, si bien me deja correr, pero no puedo ir
al ritmo que deseo, y compruebo que mi objetivo principal (bajar el crono del año
pasado) no va a ser posible. Domino mi enojo interior, mantengo a raya los pensamientos
negativos, e intensifico mi ritmo, pero no
con el corazón y el alma (como debe ser), sino con toda la prudencia que puedo,
intentando no hacer sufrir mucho a mi talón, e
intentando que el ritmo sea compatible con el dolor, pero compruebo que en km.
20 el dolor va "in crescendo". Vaya faena.
Quedaban en ese momento 22 Km aun para terminar. Bueno, ¿y ahora que? Jamás habia corrido una maratón lesionado,
y quizás hubiera debido de retirarme, pero dicen que los maratonianos tenemos una fuerza interior y un punto de coraje y determinación que nos impulsa
seguir, a pesar del dolor. ¿¿¿Dolor??? ¿Cómo que hay
dolor? ¿Quien ha dicho eso? ¡¡¡No, no hay dolor!!! Subo el volumen de la música, este año de nuevo
los AC-DC han corrido conmigo, y sigo
adelante. Llego al km. 25, crono de
2,36,31, muy alejado de mi objetivo, pero puedo seguir corriendo, aunque el
talón duele más. Me siento lleno de fuerza y de energía,
pero que no puedo desarrollarla porque el pie no me deja. Sigo dominando mi enojo, y sigo avanzando, hay que llegar al final como sea. Km. 30, crono de 3:09:30. Se mantiene el
dolor, voy lentito, pero al menos puedo correr y el dolor, que no se va, me esta
respetando, eso me consuela un poco. Llego al Km. 35, ahí llevo
un crono de 3,42.44, y ahí es donde ante el aumento del dolor, reduzco aun mas el
ritmo, los últimos 7 km corro a ritmo lento, poco a poco, y así, paso a paso, metro a metro, fui llegando a mi final, divisando finalmente la Meta, adonde me voy acercando, con este pensamiento:
¡¡¡lo
he conseguido!!! A pesar del dolor he conseguido llegar.
Y al final tuve mi premio. Crucé la meta en un crono final de 4:22:49 . ¡He llegado a meta...! Has terminado. Por fin. Objetivo cumplido. Gracias a Dios.
Epilogo y datos. A pesar de todo, el balance general que hago de mi participación en esta Maratón es muy positivo. He aprendido una importante lección. Y, por supuesto, ¡ha merecido la pena estos tres meses de preparación...! Claro que si. Completar un maratón ya de por si es un logro. Estoy contento. Otra más en mi casillero, y con ésta van ya siete, aunque es la que más me ha costado por culpa de la lesion. Que podía haber
corrido mas, pues sí, pero el talón no me ha dejado, de modo que he
preferido ser prudente, soy consciente de que tengo 50 años (el 80 % de los corredores de la maratón son mucho mas jóvenes), y por ello he optado por avanzar a ritmo algo
mas lento, para que el talón izquierdo sufriera el mínimo daño posible,
que desde luego, ha sufrido, y de qué modo. Terminé la maratón, y no me arrepiento de ello. Dos días después, cuando redacto esta entrada, compruebo que estoy mejor. Las piernas aun muy cargadas, naturalmente, y aunque ayer lunes por la mañana llegué al Juzgado con una ligera y casi imperceptible cojera, hoy, cuando redacto esta crónica, sigue
la recuperación, he experimentado una gran mejoría del talón, ya no cojeo, y el dolor poco a poco va remitiendo. Creo que si lo hubiera
forzado mas, estaría peor. Por ello, como mi objetivo no es otro que disfrutar dia a dia de esta afición del running durante el tiempo que pueda, creo que ha llegado el momento de auto-mimarme un poco, descansar de entrenos y no correr ni un solo metro hasta que este seguro de que mi recuperación haya sido completa.
DATOS:
14065 corredores llegados a meta.
El primero (como siempre, un negro, que fue el
que ganó) hizo un crono de 2 h 06 min 13 segundos.
Jose Maria entró en el puesto 535 de la general, con un crono de 2 h 56 min 37 seg.
Yo entre en meta en el puesto 11.171, con un crono final de 4 h, 22
min, 49 seg.
Y finalmente, el último entró en el puesto 14.065, con un crono de 6 h, 15 min, 01 seg.
Saludos.
.
2 comentarios:
Hola Cornelius.Mi enhorabuena por tu fuerza de voluntad y espéritu de superación.
Deseoi que este Nuevo Año te traiga.Salud, Amor y Armonía. Saludos desde Valencia, Montserrat
Que tus pies te lleven, donde tu corazón anhele.
que la utopía de la felicidad, no sea sólo un horizonte, sino que sientas su brisa, junto a tus pasos.
Un abrazo amigo Pablo.
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