"Cree a aquellos que buscan la verdad, duda de los que la han encontrado" (André Gide)
"No estoy de acuerdo con lo que dices, pero defendería con mi vida tu derecho a expresarlo" (Voltaire)

"La religión es algo verdadero para los pobres, falso para los sabios y útil para los dirigentes" (Lucio Anneo Séneca)
"Cualquier hombre puede caer en un error, pero solo los necios perseveran en él" (Marco Tulio Cicerón)
"Quien no haya sufrido como yo, que no me de consejos" (Sófocles)
"No juzguéis y no sereis juzgados" (Jesús de Nazaret)
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28/11/2013

El regreso


Muchas cosas han pasado desde la ultima vez que escribí en este querido blog mio, y me dispongo a reanudar  estas pequeñas crónicas de mi vida. Comenzando estaba la primavera cuando un fatídico 28 de Mayo me levanto con dolor en el pie derecho. Apenas puedo andar. El dolor, con el avance del dia, va disminuyendo, pero no termina e irse del todo, y todas las mañanas, apenas poner el pie en el suelo, me duele: no puedo andar. Decido ir al Hospital, donde una radiografía confirma mis temores: tengo una fisura en el tercer metatarsiano del pie derecho. Fisura por estrés.  Hija legitima de mi pie cavo, y de tres maratones y cuatro medias maratones  en tan solo 365 dias …  que pasaban su inapelable factura.  Bueno, amigo, a descansar. Me escayolan durante 4 semanas, un mesecito entero, y tengo que andar con dos muletas durante esas  4 semanas de autentica tortura, pues yo quiero correr, mi mente desea correr, pero mi cuerpo no me deja.  Los fines de semana me tomo una cervecillas con mis compañeros del club de Atletismo Jódar pero…me siento fatal.
 
 
Obviamente, dejo de entrenar, pero sigo trabajando, inexorablemente, todos los dias. Voy a mi Despacho a diario con muletas, y cuando tengo juicio voy al Juzgado con mi toga y mis muletas y todo, que la mente, afortunadamente, está fresca.  El reposo me da para embarcarme en otra aventura intelectual  de la que os informaré en breve. Trabajo bien, familia bien, todo bien, excepto el deporte: no puedo correr y me siento mal. Resignación.
Así va pasando el tiempo y llega el salvador día 11 de Julio. Revisión en el Hospital. Me quitan la escayola, menos mal, Antonio Parra y el Nieves, un abrazo para los dos, me llevan en su coche al Hospital, donde me hacen la correspondiente placa y se observa que el hueso ha soldado bien, ya se ha formado callo y puedo volver, lentamente, a mis ocupaciones habituales.  Que gustazo poder desplazarse sin muletas y sin escayola, me siento mas autónomo, pero tengo bastantes molestias, en el pie, he perdido además mucha masa muscular en dicha pierna, y estoy cargado de dudas, temor, incertidumbre… me da miedo hacerme la pregunta del millón, no quiero ni pensarlo, estoy atemorizado: ¿volveré a correr?

 Bueno, primero comienza  a andar. Voy cojeando al principio,  pero nada, poco a poco van desapareciendo las molestias, y así, en  tres semanas, puedo andar y desplazarme libremente sin molestia ninguna. He recuperado algo de masa muscular, y estoy mas animado, pero no se me ocurre todavia correr. Asi estoy, hasta que llega el dia 1 de Agosto: ¿y si pruebo a dar un trote? Dicho y hecho, muy suave, 2 minutos trotando y 2 andando, y asi sucesivamente durante media hora. Llego a mi casa radiante: ¡no me duele…! Fantástico.

Asi, tras el forzoso parón, me reintegro lentamente a mi ritmo de entrenamiento, paulatinamente, con mucha prudencia, lentamente, y sin prisa, pero sin pausa, no dejo de mirarme y observarme mi pie derecho, pero parece que aguanta bien. He perdido mucha forma, dos meses y pico sin correr son una eternidad, pero bueno, aquí sobra corazón, animo y ganas, de modo que a entrenar se ha dicho. Poco a poco voy cogiendo algo de forma, y llega el dia 8 de Septiembre, carrera de Jódar, es la primera foto que veis.  Para mi es un reto, 12 km, y participo en la carrera como prueba, solo para probar mi pie: quiero terminarla tan solo, me olvido del crono. Y asi fue: adopté un ritmo mediano-cómodo, y me fue bien, terminé la carrera sin complicaciones. Y vuelvo a comprobar algo maravilloso: ¡no me duele el pie!  ¡Fantástico…!  Doy gracias a todos los dioses, me siento feliz, y lo celebro con mis compañeros del club atletismo Jódar.
 
Poco a poco la lesión y el trauma psicológico que la misma conllevó, van quedando atrás. Y vienen los desafíos: la época otoñal, la de las carreras de medio maratón (21 Km).  Son muchos kilómetros esos. ¿Aguantará mi pie?
 
Pronto lo veremos. El 22 de Septiembre tomo parte en la media maratón de Puertollano, segunda foto que veis. Vamos Luis Quesada, Antonio Lopez y yo.  Termino la carrera feliz, porque he ido  a un ritmo lento-cómodo (5,41/Km), solo para probar cómo va el pie, y parece que aguanta perfectamente.  Lo anterior me da mas animo, me siento pletórico, parece que la lesión ha quedado atrás, gracias a los dioses.
 Pero no me fio, y pruebo de nuevo en la media maratón de Granada, donde vamos solos Antonio Lopez y yo, es la siguiente foto. Media maratón dura, 21 km duros, pero aguanto bien, un ritmo parecido al de Puertollano, y el pie sigue sin molestar, todas mis dudas y temores  afortunadamente,  parecen  quedar anclados en el pasado.  Pero mi mente aun tiene un pequeño resquemor, lo pasé tan mal cuando estuve lesionado que no termino de fiarme, y la prudencia me aconseja eso:  más prudencia.

No te fíes Cornelivs, prueba con otra media maratón antes. Dicho y hecho: Jaén, 27 de Octubre, otros 21 km. Es la mas dura de las tres, y curiosamente tardo casi tres minutos menos que en Granada, la corro a un ritmo comodo, 5,38/Km, que aun no es cuestión de lanzar las campanas al vuelo. Cuarta foto que veis. Termino la carrera y ahora si que me lo creo: Cornelivs, estás curado. Ahora si. La lesión ha sido una lección, un episodio doloroso que me ha enseñado que no conviene forzar la maquina. El cuerpo humano, al fin y al cabo, no tiene repuestos y hay que cuidar lo que tenemos. Asi que prudencia y...a disfrutar.
De modo que la esperanza a anidado firmemente en mi  ánimo. Me siento bien, me cuido, el pie me responde, y ahora estoy haciendo entrenamiento para 10 km, su autor Antonio Lopez, nuestro maestro (otro abrazo para ti, amigo),  fondo ya tengo, pero ahora quiero coger algo de fuerza, series cortas (300-400 mm), farlek, cambios de ritmo, cuestas, etc… todo con vistas al año que viene. Mmm...bueno, ya veremos.   Hasta ahora siempre he entrenado fondo, carrera continua, kilómetros y kilómetros y series largas;  pero en el deporte, como ante una buena mesa, “hay que comer de todo”, de modo que a correr variado. Y me estoy alegrando:   cada dia que pasa me siento mejor, mas confiado, mas seguro de mi mismo, y estoy recuperando rápidamente  el ritmo que tenia antes de la lesión, de hecho hoy, por ejemplo, he hecho un entrenamiento de cuestas que me ha salido de rechupete, ni yo me lo creo.   Estoy muy esperanzado y prudentemente optimista.   

Mi cuerpo, afortunadamente, parece que por fin funciona de nuevo, como un reloj suizo.
Pero, ¿y mi mente, y mi espíritu? Numerosas ocupaciones e inquietudes intelectuales   me rodean, de hecho, os confesaré que  ahora estoy embarcado en un proyecto que comencé el mes que estuve escayolado (pronto hablaremos, querido Antonio Agulilera, un abrazo ti y para todos mis amigos del Espolon de Priego), los poquitos ratos que mi abogacía me deja libre, los estoy dedicando a trabajar en ese proyecto ilusionante…pronto lo compartiré con todos vosotros; que no todo va a ser deporte en esta vida, ¿no os parece?.
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 Saludos.

12/05/2013

De la maratón de Madrid...a la bicicleta

 Tras la maratón de Madrid, el pasado 28 de Abril de 2013, tomé la decisión de descansar, pero esta vez en serio, es decir, entendiendo la palabra “descansar” como sinónimo de no correr, ni siquiera un breve trote, durante al menos diez dias, y asi lo he hecho, de modo que en lo que a deporte se refiere he guardado una abstinencia total de running durante este tiempo. El cuerpo ha de recuperarse, al fin y al cabo y bien merecido se tiene un descanso. Eso si, al undécimo dia, que fue el pasado, dia 9 de Mayo, hice un ratito de trote.  Bien, me siento un poquito flojo,  pero nada anormal, mejorando de la paliza madrileña. Al dia siguiente, sensiblemente mejor. Pero por la tarde noto algo de sobrecarga en las piernas, y es que, como dicen los entendidos, el cuerpo tarda un mes en recuperarse de la carrera.

Pues nada, chico, a descansar y  a incorporarse paulatinamente a tu hobby que es el running. Pero soy hombre de acción, y no me gusta pensarme mucho las cosas, de modo que cuando tomo una decisión procuro ejecutarla rápidamente. El viernes por la tarde hizo una tarde esplendida, parecía que el campo te invitaba a darte un paseo; y recordé que en algún lugar guardaba mi bicicleta de montaña. Ademas también recordé que el ciclismo esta muy recomendado para el maratoniano que descansa,  debido a que el impacto de la musculatura contra el suelo, propio del running, en el ciclismo no existe, y es una manera alternativa de que descanse el cuerpo sin perder la forma.  ¿Ah, si? Pues nada, dicho y hecho: voy al trastero, cojo la bicicleta, la pongo a punto, y se me ocurre una idea: ¿y si este domingo hago una ruta en bici? Definitivamente, sí.

El sábado por la mañana monto en la bici y busco a Juanjo, compañero y amigo del club.  A Juanjo también le gusta la bicicleta (desde mucho antes que yo, además), y le propongo la idea.  Como yo esperaba, su respuesta fue un sonriente si, de modo que quedamos para hoy domingo, a las 8 de la mañana.

Amanece hoy un poquito fresco, y me voy para su casa. No llevo en la puerta ni dos minutos, cuando, puntual, asoma Juanjo, sonriente. Alegres, salimos de Jódar y nos dirigimos por la carretera de Granada hacia lo que en el Siglo XV fue frontera con el reino nazarí de Granada, adentrándonos en tierra de moros hacia Belmez de la Moraleda, que es nuestro destino, un pueblo ubicado a 20 Km de Jódar. Hoy toca una ruta cortita. Vamos tranquilos, conversando animadamente, cuando viene un coche nos metemos en el arcen, y cuando se va volvemos a rodar en paralelo.  Y a mí me invade una sensación de paz, de tranquilidad, de alegría. El campo está, sencillamente precioso,  un autentico “collage” de belleza, una sinfonía de colores y de olores agradables e inenarrables que te acaricia dulcemente el corazón. Que gusto, que alegría, que dicha la de poder hacer unos cuantos kilómetros gozando de todo el paisaje, y lo que es más importante, en compañía de un buen amigo.  De modo que repecho a repecho, y bajada a bajada, nos vamos acercando hasta el cruce, esta a tres kilómetros de la población, y giramos hacia la derecha, buscando nuestro destino. Me avisa Juanjo de que esos son los repechos mas complicados, y asi es,  pero no pasa nada, cambiamos atrás a piñon grande y poquito a poco llegamos al pueblo, donde una mujer muy amable, con mi móvil,  nos hace la primera foto que podéis apreciar, y en la que veis a Juanjo con su maillot amarillo y casco blanco, y a este humide blogger que os escribe a su lado.

Luego nos dirigimos al centro del pueblo, donde en la plaza de la fuente donde nos hacemos las otras dos fotos que podéis apreciar también, veis a Juanjo, y en la foto de abajo, quien suscribe.

Y de vuelta para Jódar. Tranquilos, sin prisa, gozando de la mañana primaveral, yo diría que casi deleitándonos con el verde primaveral tan bello y la mañana de luz y sol tan luminoso que hemos tenido la suerte de poder contemplar. Nos encontramos con algunas higueras por el camino, y es que pronto será la temporada de las  brevas, tomo nota de tu sugerencia, Juanjo, volveremos para San Juan y nos comeremos unas cuantas para desayunar.

Llegando a la partición, me noto alegre, optimista, nada como salir al campo un domingo por la mañana, es algo que aconsejo a todo el mundo. Es una vivencia acariciadora y benévola para el  espíritu. Paz, alegría, luz, color, primavera…vida. Gracias a los dioses que nos han permitido gozar de esta mañana.

Contabilizo: un total de 42 Km. Ha sido un placer tu grata compañía, amigo Juanjo. Y ya sabes: espero que no sea la ultima ruta ciclista que hagamos juntos.

Por cierto, quien me iba a decir a mi que, cuatro tras publicar en este blog mio mis crónicas sobre ”Rutas Moteras” (ahí podéis verme como era yo físicamente antes , cuando no hacia deporte y tenia moto), cuatro años después iba a publicar otra crónica sobre “Rutas Ciclistas”. Y no será la ultima, si los dioses quieren, y si tiempo no lo impide.

Saludos.

 
Cornelivs.
 

 

30/04/2013

Maraton de Madrid (28 de Abril de 2013)

Las navidades del pasado año 2012 las pasé recuperándome de mis dos maratones (Madrid, en Abril, que rematé en 3:53:35 y Valencia en Noviembre, con 3:56:01), cuyas crónicas narré suficientemente en este blog, y de las cuatro medias maratones que igualmente corrí en dicho año (Malaga, Puertollano, Alcazar de San Juan y Granada), amen de las carreras cortas populares del circuito provincial, en las cuales corrí con mis amigos y compañeros del club Atletismo Jódar, a quien mando un cordial saludo desde estas líneas.  Bueno, Cornelivs (me decía yo a mi mismo), ya tienes dos maratones en el bolsillo, de modo que, definitivamente, no ha sido un sueño. ¿Te convences ya? Ya eres maratoniano, asi que no más maratones.  Con dos, basta. No, por todos los dioses, esto se ha acabado. Ahora dedícate a carreras cortas, alguna que otra media maratón, y sobre todo, diezmiles (carreras de 10 Km). Tras la Maratón de Valencia y el entrenamiento consiguiente de 3 meses en soledad,  me apetecía muchísimo volver a entrenar con mis compañeros y amigos del club de Atletismo Jódar.

La sola idea de correr otro maratón ya hacia que me doliesen las piernas: ¡es que son 42 Kilometros!  Las cargas de entrenamiento y luego las propias carreras pasaban su factura inapelable, de modo que preferí NO pensar en nada y descansar. Quince días de asueto fueron una terapia estupenda, el tendón de Aquiles derecho respondía bien y no había nada que, aparentemente, me sugiriera lesión. Polvorones, mantecados y copitas de anis, en medio de la “molicie” me sentaron de maravilla, y mi maltrecho cuerpo comenzaba, lentamente, su camino de recuperación.


Y tras la Nochevieja,  llega el dia 16 de Enero de 2013, y junto con mis compañeros del Club Atletismo Jódar corro la Carrera Internacional Noche de San Anton, de  Jaén capital, (10 Km)  con muchísimo frio y bajo una cortina de agua. Inclemencias meteorológicas éstas que no impidieron  que la participación fuese mas abultada que nunca, cuatro mil locos tomamos la salida, y yo terminé contento y feliz. Correr bajo el agua es un gustazo, pero de esto ya hablaremos otro dia. A los que terminamos la carrera nos dan la camiseta y la medalla de recuerdo, y nos volvemos para casa. Pero  el hombre propone, y los dioses disponen. Os digo esto porque  llego a casa,  y al guardar la medalla de la Carrera de San Anton me encuentro con la medalla de recuerdo de mi participación en mi primera maratón (Madrid, 22 de Abril de 2012). Dioses… el corazón no olvida…un torbellino de recuerdos se agolpa en mi mente. Fue como si me hubiera picado un áspid.

Intenté agarrarme desesperadamente al sentido común. Cálmate, hombre, que ya tienes 47 años,  la lógica se impone, para muestra dos botones, basta,  que ya esta bien. Además tienes el trabajo del despacho, poco tiempo para entrenar, y con los 10K, las medias maratones y las carreras populares del circuito provincial con el Club tienes de sobra. ¿Para que otra maratón? Que no.

Todo eso esta muy bien, pero el picotazo ya estaba dado y, quizás por que físicamente ya me encontraba recuperado la sola idea de correr por tercera vez la distancia de Filipides me causaba una atracción imposible de explicar y de comprender, como no sea por otra persona que tambien le guste.  Ademas, otro año mas en el calendario es un año más viejo que eres.  Y he llegado a comprender por qué el maratón tiene algo imposible de explicar, algo bello, algo profundo, algo que te conmueve hasta las entrañas, y que hace que aceptes el desafío, un desafío aparentemente absurdo (y que excede un poquito, admitámoslo, de lo que es el deporte hasta una medida razonable), pero irresistible, que atrae  como las Sirenas atrajeron  a Aquiles en el mar, en su famoso viaje, de modo que, comprendiendo que era imposible luchar contra dicha llamada, acepto mi destino. Al dia siguiente, via internet, hago la inscripción.  Habrá un tercer maratón, y si el tiempo no lo impide, que dirían los taurinos, tendrá lugar en Madrid, el 28 de Abril de 2013.

Planifico el entrenamiento y comienzo el dia 4 de Febrero, justo 12 semanas. Comienzo bien, pero el agua que ha caído este pasado invierno (el mas lluvioso desde que se tiene registro) no ha ayudado precisamente. Llega el 23 F, y cumplo 48 años. Bueno, un año mas que gozas corriendo. Muchos entrenamientos (la mayoría)  los comenzaba y los terminaba bajo el agua de la lluvia, y especialmente recuerdo aquella tirada larga de domingo, 26 Km, en la que comenzó a lloverme  en el kilometro 2, y no paró en todo el dia.  Llegué a casa como una sopa, pero feliz, porque fue bien.  Eso si: disminuí un poco el ritmo en las series,  comencé a hacer mas fartlek, y sobre todo, intenté seguir  la sabia y experimentada orientación de Antonio Lopez.  Pero  tengo una extraña sensación, no tengo el punto de forma que tenia en Madrid y en Valencia, me siento un poquito mas flojo. Aparentemente, no tenia importancia, la ilusión era la misma. De modo que,  pasa el tiempo, termino el entrenamiento, el cuerpo aparentemente me respondia bien,  y me planto en la capital del España el viernes 26 de Abril, dos dias antes del Maratón.

El dia de antes, sábado 27, recojo el dorsal en la Casa de Campo, pabelón de la Pipa, veis la foto. Previsiones meteorológicas: malas, viento, frio  y perspectivas de agua. Aquello me descompuso. Los últimos diez dias de entrenamiento la primavera había comenzado, pero volver otra vez al invierno, al frio y al agua me daba pánico. Recibo la llamada de Oscar, el Nieves y Antonio Parra me dan animos por telefono, el Nieves me manda una foto de ellos por el "Wasap" , Antonio Lopez me manda un mensaje de animo,  gracias a todos, compañeros, cobro algo de alegria. Pero sigo  nervioso,  como siempre me siento antes de la carrera, pero esta vez mirando el cielo cada media hora. Paso la noche fatal.

Amanece el 28 de Abril. Frio, temperatura de  4º C y sensación térmica inferior incluso, y un viento inicialmente no molesto que iria in crescendo. Últimos preparativos, llego a la salida, me encuentro con Lander (un abrazo, amigo), minuto de silencio en recuerdo a las victimas de Boston,  ajusto el MP3 y el pulsómetro y…pistoletazo de salida.  

26.000 locos, benditos locos, comenzamos a correr. De Jódar, Inma corre los 10 K; Juanjo y Fran Moral la mwedia maraton, y los mas locos, Fran Velasco y yo, la Maratón. Salimos de Colón, y subimos por la Castellana, rumbo al Bernabeu, el frio y el viento de cara no me deja estar agusto, me siento pesado, de modo que disminuyo un poco el ritmo y espero que llegue el salvador kilometro 7, Paseo de la Habana, donde termina la subida y comienza el  llano. Y lo agradecí, porque cogí mas velocidad. Empecé poco a poco a sentirme mejor y a meterme en la carrera, km 13, C/ Raimundo Fernandez Villaverde, me siendo definitivamente mejor. Bien.  Pero en esto que nuestro amigo el viento comienza a soplar, en una y otra dirección. Intento no hacerle caso, y sigo avanzando. Llego a mi zona favorita, Gran Via, Puerta del Sol, Palacio Real, que gusto correr por allá… me encuentro con mi mujer e hijos a quienes mando un beso, y sigo corriendo, buscando ya el Km. 25, en el cual cruzamos el Manzanares, rumbo a la Casa de Campo. El maldito viento comenzaba a hacer mella, subo el volumen del MP3, no te hago caso, que no, pero ahí estaba. No me sentía seguro, aumenta el viento y el frio, que me daban mucho desasosiego, y me causaban pensamientos desazonadores, algo fatal para un maratoniano, que ha de tener una mente de hierro.  Ademas, intentaba colocarme en uno y otro grupo, para correr acompañado,  pero no era mi ritmo, o demasiado rápido, o demasiado lento, de modo que hice toda la carrera solo, solito solo, con mis zapatillas, mi gorra y mis dudas. Ademas, este año la Casa de Campo, donde  permaneceríamos hasta el salvador km. 32,  tuve muchos momentos de soledad, y sobre todo ese viento tan molesto y el frio que se me metia en las manos y sobre todo en los dedos…desasosiego… tuve que luchar contra la distancia y contra las inclemencias del tiempo,  y es lógico que en algún momento las dudas surgieran, pero que hago yo aquí, y varios pensamientos descorazonadores me turbaron de algún modo, de manera que tengo que echar mano de mi ferrea voluntad.

Bien, Corne, vas por el el 32 y vas dejar  la casa de campo. ¡Todavia te quedan 10 kilómetros, ¡que puñetas estas haciendo…! Ya esta bien de lamentarse, asi que deja de pensar y ¡corre, maldita sea…!  El cuerpo esta cansado, pero la mente reacciona, (¿y quien no  está cansado? ¡todos lo estamos!), de modo que mi mente da la orden definitiva: seguir adelante, avanzar siempre.  Y poco a poco, kilometro a kilometro, sin parar, voy culminando la maratón y llego al kilometro 36, C/ Segovia,  bordeando el Campo del Moro, juro que no olvido ese momento,  ahí  mis dudas terminan de disiparse. El viento y el frio no se van, pero yo soy mas fuerte que ellos. Comprendo que voy a ser capaz de terminar mi tercera maratón. El hecho de que mi voluntad fuese capaz de doblegar por tercera vez a mi cansado cuerpo y, lo mas importante,  a mis lógicas dudas  provocadas por las inclemencias del tiempo,  juro que no se como explicar esto, hizo que me emocionase, dos lagrimas se me cayeron, eso es una sensación hermosa y muy difícil de explicar, y ahí esta la grandeza del maraton. Fue una magnifica lección: las dudas sobre si serás capaz de hacer algo se disipan intentando hacerlo. Mejor: haciéndolo. Asi lo hice yo,    estaba cansado como todos, pero pude seguir, y finalmente, tras los –para mí- duros repechones del Paseo de las Acacias, Ronda de Valencia, y C/ Alsonso XII, diviso mi salvadora: la Puerta de Alcalá, Km, 40,300. ¡Esto se acaba chico, venga hijo, un poco mas!  Solo dos kilómetros mas y llegas, venga, empieza incluso a chispear ligeramente, no pasa nada, animo, solo quinientos metros,  llegas, llegas, eres capaz, venga ese entrenamiento, me acuerdo especialmente de mi amigo y maestro Antonio Lopez Herrera,  que ha diseñado mi programa de entrenamiento y que tantos y tan buenos consejos me da siempre  que se los pido y de todos los que quedaron en Jódar:  mis queridos Antonio Parra, Oscar, el Nieves, Juan, Rafa, Antonio Pastrana,  y resto de   compañeros de Jódar, animo, tú puedes.  Cruzo la meta. Si, pude.  Bendito sean todos los dioses.  Tiempo discreto,  de 4:11:13. Va por vosotros, compañeros.  

Llego a meta, me encuentro con mi mujer e hijos, besos, abrazos, sonrisas. Sensación indescriptible, que no acierto a saber explicar. Y esta es la gran lección que me traigo de mi tercer  maratón: ojo con la mente, no hay que dar lugar a pensamientos negativos. Si has entrenado y has sufrido, eres capaz de terminar. Solo tienes que creértelo.

A pesar de tener cumplidos ya con este tres maratones, solo soy un humilde corredor amateur, recién llegado a este mundo bendito del maratón, y me queda mucho, pero que mucho, por aprender.   Bueno, se aprende a correr maratones corriendo maratones.  En la meta me encontré con un viejete (me dijo que tenia 61 años) con el que entablé una breve conversación, me comentó que con este ya llevaba 14 maratones. Le expliqué mi experiencia, y sonrió benévolo y comprensivo.  Me dijo que a él le había pasado muchas veces lo mismo,  y que en cada carrera se aprende.  Y añadió dos consejos que no olvidaré: primero, fe en ti mismo; y segundo, mientras el cuerpo aguante...sigue adelante, porque  el maraton es como la vida, hay momentos en los que sientes ganas de parar, pero ahí esta tu determinación para seguir adelante, a pesar de las dificultades.

Mision cumplida.

Saludos.
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09/01/2013

Tres oraciones

xExceso de  trabajo y diferentes acontecimientos personales, de muy desafortunada catadura, me han tenido apartado de la blogosfera,  a la cual vuelvo con la alegria de saber que aqui me encuentro con muchos y buenos amigos. En consecuencia, y solicitando vuestra comprensión y disculpas por mi larga ausencia, espero que hayais podido pasar unas felices fiestas navideñas, y aprovecho la ocasión, antes de que sea demasiado tarde, para desearos a todos un muy prospero y feliz año 2013, en el que, ojalá, todos podamos divisar el principio del fin de la crisis. De todo corazón.
 
Los zarpazos que el ser humano se va llevando en su deambular por este valle de lágrimas le van ayudando a conocer su entorno y su actitud hacia el mismo, y en consecuencia, a madurar, valorando lo verdaderamente importante. Esa será mi primera oración de hoy: Ruego a los dioses que me concedan espiritu de discernimiento. Si, he pasado dias verdaderamente duros, pero no he querido reflejar nada en la blogosfera, a fin de no molestaros, pues todos tenemos nuestros problemas y a cada uno le basta con lo suyo: el silencio y la meditación han sido mis acompañantes todos estos dias. Sigo entrenando, lo cual tambien ha sido un buen bálsamo que ha venido en mi socorro, de modo que aparte de mi esposa e hijos, que han sido mi principal apoyo, el running tambien me ha ayudado bastante.

Y esos zarpazos -tan hirientes a veces- que todos recibimos, puedo decir sin temor a equivocarme que a veces ocasionan  que en dos meses aprendas mas cosas que en dos años.  Digerir  y asumir la realidad de la vida es, a veces, muy dificil, y por ley natural, o lo consigues, o tus perspectivas no son muy buenas. Entiendo que es eso, precisamente, es parte de lo que me ha pasado a mi en estas ultimas fechas navideñas, de modo que formulo asi mi segunda oracion a los dioses: Ruego a los dioses que me concedan siempre sabiduria suficiente a fin de no hacer daño a las personas que   quiero. Y comprendo, cada dia mas, una verdad elemental, queridos amigos y amigas: desnudos nacemos, y desnudos nos iremos.  Nada nos podremos llevar de aquí.
 
Obvio, elemental, todos lo sabemos. De modo que, la pregunta, es esta: ¿como quieres vivir? Fijaros que sencillo, pero que complicado al mismo tiempo. Cuantos problemas se arreglarian en este mundo si, de vez en cuando, recordasemos todos que dos y dos son cuatro, y supieramos perdonar, mejor, si verdaderamente quisieramos perdonar, y esa es mi tercera oración: que los dioses me concedan el poder de perdonar.

Cordiales saludos.

Cornelivs.

27/11/2012

MARATON DE VALENCIA

He esperado ocho dias para redactar esta pequeña crónica de lo que ha sido mi segundo Maratón, a fin de que con el paso de los dias se serenaran mi ánimo y se aplacara mi entusiasmo, y mi dolorido cuerpo se recuperase un poco.

Tras el Maratón de Madrid (22/04/2012), primer maratón que he corrido en mi vida, y que finalicé en 3h 53’ 35”, mi estado de entusiasmo desbordante hizo que,  apenas  "terminado de sudar", como quien dice, me apresurara a apuntarme a otra Odisea deportiva:  Maratón Divina Pastora, a celebrar en Valencia, el 18 de Noviembre.  Me aguardaban en la capital valenciana otros 42.195 metros.

Y en eso estaba, entrenando suave al principio,  cuando  inopinadamentre  sufrí a primeros de Junio una peligrosa dolencia en el tendon de Aquiles derecho  (justo en la inserción con el calcáneo) que me tuvo apartado del entrenamiento durante mes y medio, seis semanas concretamente. El maratón de Madrid pasaba su factura,  inapelable, de modo que a descansar.  El trabajo a tope en el Despacho -por ahí todo bien-  ayudó a que me distrajera, olvidándome un poco del deporte; pero mi animo estaba algo decaído con el running:  ¿volveras  a correr Cornelivs? Ya estas mas cerca de los 48 que de los 47, recuérdalo. Bicicleta, natación, y tres sesiones de EPI (electrolisis percutánea intratisular), pero malas sensaciones, tristeza, incertidumbre…

Respeto  escrupulosamente mi tiempo de descanso, y a primeros de Agosto comienzo a correr de nuevo, cargado de dudas, muy suavemente, incorporándome paulatinamente al entrenamiento. Bien, parece que el tendón no me duele, con lo cual poco a poco voy cogiendo ánimo. Pero muy poco a poco. Marcho a Huelva de vacaciones y por allí hago unas  estupendas salidas corriendo por Punta Umbria y sus aledaños: definitivamente mejor.  Voy recobrando la forma. Pero aun no tengo, ni mucho menos,  la forma física necesaria para correr una Maratón. Y asi llega el dia 28 de Agosto: ¿comienzo el entrenamiento para Valencia? Lleno de esperanza, mi ánimo contesta SI rotundamente, pero mi cuerpo contestó con un si a medias. Y asi, un esplendoroso lunes,  27 de Agosto de 2012, comienzo mi entrenamiento de doce semanas rumbo a Valencia.  Entrenamiento en soledad.

El entrenamiento lo adobo con tres medias maratones (Puertollano, el 23 de Septiembre; Alcazar de S. Juan, el  7 de Octubre  y Granada, el 4 de Noviembre, esta ultima me la tomo tranquila, como un entrenamiento, 1h49'03". Termina el entrenamiento, algo mas liviano que el que hice para Madrid, pero siempre preocupado por no recaer en mi dolencia del Aquiles  y, acompañado de mujer e hijos, me planto en Valencia en la tarde del pasado  viernes 16 de Noviembre.

Una idea me persigue: mejorar el tiempo de Madrid. Ahora se que fue un error, porque fué la causante de que no disfrutase de la carrera como podía haber gozado, y me quitó horas de descanso y de sueño los dias previos, restándome energias que luego necesitaría para la Maratón. Segundo contratiempo: humedad. Tras llover por la noche, Valencia amanece el dia de la carrera con una humedad superior al 90%. Buf, malas sensaciones. En fin, ya que estamos aquí, a correr. Mi mujer e hijos se van a la Ciudad de las Artes y de las ciencias, a ver el Hemisferic y el Oceanografic, donde en la mañana del sábado los acompañaría brevemente, a fin de recoger mi dorsal, y donde los dejo todo el dia, disfrutando y pasandoselo bien. Yo me vuelvo a mi Hotel, solo, como los toreros antes de la Corrida. Preparandome para lo que se me avecinaría al dia siguiente.

Amanece. Marchamos para la la linea de salida. El ambiente es maravilloso. Mi mujer me hace las fotos que podeis apreciar, con mi gorra azul (con la cual corri toda la carrera), y en las que muestro la mejor de mis sonrisas,  escondiendo los peores de mis presagios.  Me siento muy nervioso.

Nervios que se acaban con el disparo de salida,  Cornelivs comienza a correr la Maratón de Valencia. La primera parte, bien, consigo quitarle segundos y mas segundos a Madrid, voy fenómeno, a un ritmo "alegre-sabrosón" que me gusta mucho. Pero correr una Maraton no es correr una Media Maraton; es decir, no solo vas a esforzarte, vas a sufrir.  Unos mas, unos menos, pero el caso es que el sufrimiento, tarde o temprano,  acompaña al maratoniano. Y yo lo veria a partir del km. 25, adonde llego con la sensación de que no me siento tan fuerte como yo pensaba, de modo que reduzco el ritmo a 5’30”/Km. Aquello me salvó, y asi rato despues, diviso el Km. 35, adonde llego francamente cansado.  Quedan aun 7 km. para la meta.

Comprendo entonces que es imposible mejorar crono de Madrid. Pero no pasa nada, de modo que ya que no puedo mejorarlo, decido perder lo minimo posible. Tiro de coraje y fuerzas, y  veo a mi hijo y a mi mujer en el km 36 (“animo Papi, tu puedes, eres el mejor”, los dioses los bendigan), aquello para mi es un revulsivo, me hacen entonces justamente la foto que veis a la izquierda: me rehago como puedo, y mi mente energica  doblega como puede a mi cansado cuerpo. Llego al apoteosico final en la Ciudad de las Artes y de las Ciencias, y el cansancio desaparece, pero las emociones vuelven, esta vez no las puedo refrenar como en Madrid.  Llego a meta   con un tiempo, para mi, estupendo, pues he corrido los 42 kilometros y 195 metros en un tiempo total de  3h 56’ 01”, solo he perdido  2’26” más que en Madrid, o sea, ciento cuarenta y seis segundillos.  Parece que lo he hecho adrede!)

Termino cansado y quebrantado, esta vez he visto la cara del  sufrimiento, la he visto muy de cerca, pero muy feliz. Aprendo de mis errores, y consigo digerirlos para la próxima ocasión. Y me emocioné, mucho, pero que mucho. Lloré por Madrid y por Valencia, y eso es lo mejor de todo:  me he convencido, por fin, de que Madrid no fue “flor de un dia”. No. Ahora si que me siento Maratoniano, que ya llevo dos.  
Y por si fuera poco, tengo la suerte de que físicamente estoy  entero, al menos eso creo.

Gracias sean dadas a todos los dioses.

Saludos

06/07/2012

Nacer de nuevo (la verdadera revolución), y II.

Internet tiene muy buenas cosas: una de ellas el encontrarte a muy buenos amigos, a los que quiero bien,  como por ejemplo Pedro Ojeda (a quien mando un cordialísimo saludo y abrazo desde estas líneas),  con quien tuve la suerte de compartir aquella inolvidable ("y digna de felice recordación") velada quijotesca. Su comentario a mi entrada anterior da pie a esta entrada. Directamente al grano: el mundo quizás no nos ofrezca muchos motivos para ser buenos; pero creo que merece la pena intentarlo de todos modos. Aunque nos llamen ingenuos, aunque nos llamen ilusos. ¡Hemos de de intentarlo…! Intentaré explicarme.

Sé lo que es el mundo tan bien como cualquiera puede saberlo, porque la tierra ya ha dado 47 vueltas alrededor del sol desde que vine a este mundo: por esa misma razón esa ingenuidad recuperada (bendita sea), vale para mi su peso en oro. Si ser ingenuo o iluso es intentar construir un mundo mejor, bendita ingenuidad o ilusión; sobre todo, cuando esa ingenuidad se ha recuperado  después de llevarte ya más de trece mil azotes en las espaldas, y no fingidos como los de Sancho, sino reales; y si no en la piel, en el corazón, que son los mas dolorosos. Y si, también conozco la opinión de Shopenhauer “(El mundo como voluntad y representación”), pero hoy hablaremos en un lenguaje mas coloquial; ademas, de Shopenhauer ya hablé en otra entrada.

Pregunta, mi querido y muy apreciado Pedro Ojeda, y asi os lo pregunto a todos, haciéndolo con la intención de plantear un sano debate entre todos: si no recuperamos nuestra ingenuidad, al menos en parte -en el sentido que voy a expresar en esta entrada- ¿en qué basaremos nuestra esperanza? ¿En la bondad del ser humano? ¿En su capacidad para hacer el bien? ¿En que el mundo un buen dia despertará de su ceguera materialista? ¿No es eso ser un poco ingenuo tambien? Entonces, ¿en qué basamos nuestra esperanza?

Todos tendemos a protegernos de las agresiones externas, algo consustancial con el  instinto de protección de todo ser humano; pero lo que sucede –pienso-  es que el fragor del mundo  no solamente despierta nuestros instintos de autoprotección, sino que nos impide también ser generosos con los demás, lo cual ya no es tan correcto, en mi humilde opinión. Si el mundo no es generoso, ¿por qué voy a serlo yo?

Segunda pregunta que os hago: ¿No estaremos confundiendo ser ingenuo con ser incauto? Entiendo que no es lo mismo, el ingenuo es persona candorosa, sin doblez; por el contrario, ser incauto es no tener cautela, es la persona que no adopta precauciones.  Yo estoy hablando de lo primero, no de lo segundo: se puede ser ingenuo en el mas noble e inteligente sentido de la palabra, pero no incauto, porque ser incauto es ir directamente a precipicio.  Insisto: dejemos algo claro,  una cosa es intentar hacer el bien y otra, harto diferente, es hacer el idiota.  Y yo estoy hablando de lo primero, no de lo segundo.  No se si me explico. Necesitamos un nuevo renacimiento ético, no porque el mundo nos de motivos para hacerlo, ni seguridad de hacer el bien sin lesionarnos,  sino porque necesitamos hacerlo… ¡ para dar ejemplo…! El que ama solo a los que le aman ya ha recibido su recompensa. Lo bueno es amar incluso a quien no conoces. Es una batalla valiente, ya lo creo,  pues muchas veces nos herirán, una y otra vez caeremos…pero hemos de seguir adelante. Si no, fijaros en los grandes héroes de la historia: Cristo, Buda, Confucio, Moises, Teresa de Calcuta, Nelson Mandela, y todos los grandes hombres y mujeres que han hecho el bien.  Tercera pregunta que os hago, amigos Pedro Ojeda y todos: ¿todos ellos han sido ingenuos, han sido tontos? ¿O mas bien tienen el aprecio y el reconocimiento del mundo por su comportamiento? ¿Merece la pena imitarlos?

Se puede conseguir: estoy convencido. Si, hemos de recuperar la inocencia, con todo lo difícil y aparentemente pueril  que pueda sonar. Al menos intentarlo... Os juro que no se como expresarme. Como antes os decía, es comprensible perder la  inocencia como medio de protegernos de las agresiones externas, pero quizás se nos pasó por alto que un exceso de autoprotección nos  priva a nosotros mismos  de nuestra oportunidad para ayudar a los demás: estoy tan dolido con el mundo, y conozco tanto a la gente  que no me fio ya ni de mi sombra. Y es lógico este mecanismo de defensa, pero así estoy condenando a justos por pecadores: me estoy cerrando a mi mismo mi posibilidad de ayudar a los demás, porque  hay aun mucha, muchísima gente buena por ahí, en el mas noble e inteligente sentido de la palabra.

En la entrada anterior hablaba de Jesús de Nazaret. Forzosamente he de volver a hacerlo en esta, a propósito de una de sus frases más conocidas: “Sed prudentes como serpientes y sencillos como palomas”. Fijaros que conceptos tan aparentemente antagónicos. Pues se puede hacer.  Claro que se puede. Pero nadie dijo que nacer de nuevo fuera cosa fácil. Es como si dijeramos: se que el mundo es lo que es, pero creo en un mundo mejor, y esa creencia es mi modo de intentar cambiarlo: el hecho de que el mundo sea lo que es no me va a impedir amar (intentarlo, al menos)  a mis semejantes. Lo contrario es algo asi como dar patente de corso a mi egoismo, justificandolo en la maldad del mundo, no encuentro las palabras adecuadas, no se si me explico, me queda la duda.  Hay que luchar contra la inercia, es la lucha de la voluntad contra la inteligencia, recordemos a Gramsci. (“Frente al pesimismo de la inteligencia, el optimismo de la voluntad”).

En cuanto a mi opinión personal sobre la frase de Jesús, podéis consultarla en mi entrada “Jesús de Nazaret dixit”, que publiqué en este blog mío el día 14 de Septiembre de 2009. En dicha entrada, en la cual (seguro) creo que me expresé mejor de lo que lo estoy haciendo hoy, os decía esto:

Mateo 10:16 "He aquí, yo os envío como a ovejas en medio de lobos: sed pues prudentes como serpientes, y sencillos como palomas."
Siempre he sido -y lo sigo siendo en la actualidad- un gran devorador de los textos religiosos, como todo buen escéptico que se precie. Tratándose del catolicismo, he leído, releído, meditado y rumiado durante años y décadas muchísimos textos, y como no, la Biblia, con un objetivo: buscar la verdad. Y no desespero en esa búsqueda, pues me da paz seguir mi propia senda. Para poneros en antecedentes, podéis consultar la entrada que publiqué el dia 13 de Julio de 2008 ("El hijo de la duda" ), en la cual narro más profundamente lo que pienso sobre la materia.

Hoy es fiesta local en mi localidad, se celebra la fiesta religiosa en honor al Cristo de la Misericordia, patrón de la ciudad. Es un crucificado. Hace un ratito lo he visto pasar en procesión. Y ello me ha dado pie para la redacción de esta entrada.

 Jesucristo dijo muchisimas cosas. La frase que encabeza este post es una de sus frases más famosas y quizás una de las que más me ha influido, junto con las diatribas que lanzó contra los fariseos.

 “Sed prudentes como serpientes y sencillos como palomas”. ¿Qué quiso decir? Indudablemente, la frase da para mucho, pues encierra toda una filosofía de vida. Cuando a los 18 años de edad sufrí la crisis religiosa, merced a la cual pasé de creyente a lo que soy ahora -un escéptico buscador de la verdad que es respetuoso con creyentes, con no creyentes y con cualquier forma de pensar-, permítaseme esta licencia, formateé mi disco duro mental despojándolo de todo postulado religioso, menos esa frase, porque para mi no se trataba de un postulado religioso, sino un estilo de vida: estaba tan incrustada en mi interior, y se acomodaba tan bien a mi personalidad y a mi modo de ser, que se quedó dentro de mi. Es una de mis columnas.

 Es interminable la lista de literatos y de pensadores que han interpretado esa frase. Pero yo me guío por mi propia interpretación personal. Para mí contiene una llamada a la prudencia y a la buena fe; dos extremos prima facie aparentemente incompatibles. De un lado, si soy prudente, desconfío, luego no soy generoso porque no me atrevo a ser bueno con los demás; y de otro lado, si soy generoso y bueno con la gente, entonces soy un incauto, luego no soy prudente.

 ¿Entonces? Pues que pienso que esta contradicción es mas aparente que real.

 Os envío como a ovejas en medio de lobos. Ya decía Maquiavelo que los hombres, por lo general, son malos, “a no ser que la necesidad los obligue a ser buenos”. Es cierto que el mundo es una selva en la cual prima el tener sobre el ser, el hedonismo, la búsqueda egoísta de placeres y todos los males que ya sabemos. La generosidad y el hacer felices a los demás está, por desgracia, pasado de moda, y al que sigue esa línea de conducta lo pueden llamar de todo menos bonito. Bueno, eso debe de importarnos un bledo: si somos felices haciendo felices a los demás que nos llamen como les de la gana.

 Prudentes como serpientes. Naturalmente, y creo que es una llamada a la protección personal. Se puede ser bueno, pero no tonto, es decir, hay que abrir los ojos, para no caer en los huecos del camino, para no dejarse engañar por la pedantería vacua de los que presumen de santos, que no cesan de engañar al prójimo incauto con sus ostensibles gestos vacios de moral alguna; hay que huir de los astutos que pueden abusar de tu confianza o traicionarte. Hay que protegerse, y si, hay que tener ojos hasta en la espalda. Pero seria bueno que cuando lo hiciéramos lo meditáramos antes, de modo que no actuáramos por simple imitación sino por convicción personal. Jamás me ha gustado el refrán “allí donde fueres haz lo que vieres”, porque hace que la singularidad del individuo -a veces valiosisima- se diluya en la triste masa.

Sencillos como palomas. A pesar de los lobos. ¡Si! Esto es lo mejor de todo, porque el hecho de que seamos prudentes y adoptemos precauciones no ha de impedirnos hacer el bien, ni justificar nuestro egoísmo, sino que hemos de actuar dando el corazón a los demás.

Si algo no te gusta, no lo critiques: cámbialo, dice Ludwig, y lleva toda la razón. Si te encuentras con un egoísta, cárgatelo siendo generoso con el; si te encuentras con un soberbio, sé tu mas humilde aún de lo que eres. Si te encuentras con un avaricioso: dale el doble o el triple. Y asi sucesivamente.

 Y no por ansia de gloria o temor de infierno o pena alguna: ya somos mayorcitos para esas puerilidades. Es una cuestión de filosofía práctica: sembrar siempre, sin prejuzgar a los demás: el terreno donde vas a sembrar. ¡tu que sabes si es bueno o malo! ¡Siembra de todos modos! ¡Concedámosles el beneficio de la duda!

 Y sobre todo: si al conocer a una persona te das cuenta de los fallos que tiene, recuerda que tu también tienes los tuyos.

 Si, como buen observador, al mirarlo/la a los ojos tú detectas que su actitud es mezquina, o falsa, o que no te dice toda la verdad, o que no te puedes fiar mucho de esa persona, o, en general, has notado algo extraño que a ti “no te cuadra”, no por ello abandones la senda del bien: dale, se generoso con ella, hazla feliz. Porque quizás con el ejemplo tuyo…esa persona en el fondo se esté animando a ser mejor persona de lo que es. Quizás viendote...se esté animando a imitarte un poco. Recordemos que el amor puede con todo, y el ejemplo es la mejor manera de predicar: “operibus credite et non verbis”.

Y si al final te traiciona, en ella estará el oprobio, no en ti: tu sí podrás dormir a pierna suelta. Porque dar amor no es cosa de tontos incautos o de cobardes...¡sino de valientes que se atreven a ello! ¡Alguien tiene que hacerlo...!

 Saludos.

 Cornelivs.
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04/07/2012

Nacer de nuevo: la verdadera revolución (1ª Parte)

Os propongo que nazcáis de nuevo, que nazcamos todos de nuevo. Lo habéis leído bien: nacer de nuevo. Si, eso mismo, desnudarnos de nuestro ropaje lleno de prejuicios y materialismo, y renacer al mundo de los sentimientos éticos, poniéndonos encima de la cabeza una corona: la de la coherencia. Fijaros que difícil: os estoy proponiendo que hagamos bandera de nuestros principios éticos,  y luego que tengamos la valentía de ser coherentes,  ponerlos en practica…¡en medio de un mundo de lobos!. Que si, que la mayoría dira que es una acto de locura o de irresponsabilidad: yo digo que es un acto de valentía, de tener agallas. Además, el mundo siempre ha sido eso: un mundo de lobos. Jesus de Nazaret, que predicó mejor que nadie la senda del amor, ya lo dijo hace dos mil años: “Mirad que os envio como a ovejas en medio de lobos”, esa frase ya tiene veinte siglos. Y el mundo lo crucificó por el único delito de ser  bueno.

Toda la anterior introducción viene a cuento porque  dos comentarios a mi entrada anterior me obligan, queridos amigos y amigas, a hacer esta entrada: Natalia y Rita, a ambas les mando un enorme abrazo con todo mi cariño. Recordaréis que en la anterior hablaba de mi gremio, de  los Abogados en general, y destacaba la necesidad de ser honrado y sincero.  Natalia Tarracó me dice que esas virtudes ya no venden, introduciendo un ayyy doloroso, entiendo que a modo de lamento critico contra este consumismo que nos invade. Rita me dice igual: que de las experiencias que conoce pocas han sido las favorables, porque la sinceridad se lleva mal con el dinero. Yo creo que ambas llevan razón.

Pero por esa misma razón, tenemos que insistir en esa senda de la honradez: ¡seamos valientes! No tenemos que dejar que el mundo nos devore: mantengamos incólumes nuestros valores éticos y nuestro esfuerzo por ponerlos en   practica.  
El mundo no me puede a mi: soy yo el que le puede al mundo. Traducido: quizás la sociedad no nos deje ser coherentes, o al menos, no nos lo ponga fácil a la hora de intentar “ser” buenos (que si, que he leído a Maquiavelo muchas veces); pero hemos de intentarlo. ¡No nos queda otra!
Si callar es consentir, y el mundo esta lleno de injusticias: no calles: grita. No he de callar, por supuesto que no, pienso denunciar toda injusticia que conozca, por pequeña que sea, le joda a quien le joda. Y el desánimo es corrosivo, porque hace que pierdas las ganas de luchar.
Si, querida Natalia: no vende la horadez. Llevas toda la razón. Pero no podemos dejarnos llevar por el desánimo. Y si, querida Rita: la sinceridad se lleva mal con el dinero. Dimelo a mi, que he perdido muchas oportunidades de ganar mucho dinero por ser sincero: pero para mi hay una joya de enorme valor: dormir con la conciencia tranquila todas las noches. Opté no ser rico, sino por intentar ayudar; no ejercer la abogacía para enriquecerme, sino para intentar vivir dignamente de esta hermosa profesión, procurando que los Tribunales cumplan el “suum cuique tribuere et ne neminem laedere”, que decían mis adorados romanos: dar a cada  uno lo suyo y no perjudicar a nadie.
Prohibido perder la esperanza. Se que es muy difícil; pero si dejamos que el desánimo nos invada, si nos dejamos llevar por el mundo…¡estamos perdidos! Ademas, bastante desaprensivo suelto hay por ahí como para que yo engrose el numero, siendo uno mas. ¡Seamos distintos, para variar…! ¡Tengamos la valentía de decir la verdad!
Además, otra cosa: siempre nos fijamos en lo mal que están las cosas, en el materialismo imperante, en la  degeneración moral imperante, etc. Pero, puñetas, ¿por qué no nos fijamos en la cantidad de hombres y mujeres, en esos cientos y miles de héroes anónimos que, completamente ignorados, y en total silencio muchas veces,  hacen todos los días obras buenas para con el prójimo?  
Además, tenemos el tonto complejo de que no podemos cambiar las cosas: ¡si que podemos…! Complicado es ejercer de bueno en este mundo: pero eso no es nada nuevo. Y se que ahora estamos muy mal con la dichosa crisis que han engendrado unos y parido otros, y cuyas causas todos conocemos. Pero en el fondo, a la gente le chifla la verdad. Y siempre se puede hacer algo. Estoy completamente convencido: cada uno en su pequeña esfera, en su ámbito, como buenamente pueda. Y por supuesto: no dejando que los poderosos se salgan con la suya. ¡¡¡Si hay que indignarse, se indigna uno…!!! Lo que sea, menos dejarse llevar por el derrotismo.
Recordad a Gandhi, uno de mis héroes: “lo que yo haga será insignificante, pero es muy importante que yo lo haga”. Naturalmente que si.
Ademas, creo que es un modo de vivir. Pienso que el mundo está completamente desorientado, porque debería de recordar más a menudo algo elemental: que todo lo que empieza, ha de acabar forzosamente. No estaremos aquí para siempre. Os pondré una parábola muy sencilla que a mi siempre me ha servido muchisimo. Imaginaros que el mundo es como el patio de un centro recreativo: los niños van allí a jugar, y hay muchos juguetes. Entran a las 9 y salen a las 14,00 horas. A todos los niños se les deja completa libertad para que cojan y usen los juguetes que quieran, para que disfruten o para que hagan lo que quieran. Pero se les advierte que todo deberán de dejarlo a las 14,00 horas, porque el Centro cierra a esa hora.
Y esa es la vida: muchos niños están todo el rato atesorando juguetes, intentando apoderarse de la mayor cantidad de juguetes, e impiden que los otros niños los toquen. Sufren, porque no juegan y tampoco dejan jugar a los demás, se les olvida que no podran llevarse los juguetes a casa, sino que tendran que dejarselos  allí, porque el centro cierra a las 14,00 horas.
Otros niños, por el contrario, eligen uno o varios juguetes y se dedican a lo que han ido:   A divertirse, a pasarlo bien.¡A jugar!
Y tu, querido amigo lector: ¿Qué eliges?
Seamos verdaderamente revolucionarios y tengamos la valentía de poner en practica nuestros principios éticos. Si no nos gusta que nos engañen, no engañemos; si no nos gusta que nos estafen, no estafemos;  si nos gusta que nos ayuden, ayudemos a los demás; y asi sucesivamente. El que es facil; el cómo, ya es otra cosa, pero lo dejo para otra entrada.
¡Seamos felices intentándolo, al menos; y que el mundo diga lo que le de la realísima gana…!
Permitidme, por ultimo, que termine con cuatro frases que todos recordareis, (y los rotulo en estos colores como guiño a "la roja", que tanto nos ha hecho disfrutar los ultimos dias):
Tu debes ser el cambio que quieres ver en el mundo. Gandhi.
No ves el mundo tal como es, sino tal como eres. Talmud.
Un cobarde es incapaz de mostrar amor, hacerlo está reservado a los valientes. Gandhi.,
Nada ha cambiado, sólo yo he cambiado, por lo tanto, todo ha cambiado. Marcel Proust.
Saludos.

Cornelivs.

27/06/2012

¿A quien buscaría?


Alguna vez me he hecho a mi mismo esta pregunta: llevo ya veinte años ejerciendo la abogacía. Pero si yo no fuera Abogado y necesitara uno, ¿a quien buscaría? Obviamente buscaría al mejor, pero qué duda cabe de que tal búsqueda es difícil, pues el cliente es lego en temas jurídicos y no puede juzgar sobre cuál es el mejor con criterios objetivos: ha de guiarse por la experiencia ajena, la cual no conduce  nunca a puerto seguro. Por ello, no buscaría al mejor ó al que más éxito tuviera, pues muchas veces el éxito  es una casualidad, o acaso una tremenda injusticia.

Yo buscaría al más sano de corazón, al mas sincero, es decir,  a aquel que me dijera la verdad, a aquel que no me engañase prometiéndome el oro y el moro, porque todos sabemos que quien decide finalmente es el Juez.  Me interesaría por el abogado  que me informara desde el primer momento de las posibilidades reales, he dicho reales, de éxito o fracaso de mi pretensión, coste aproximado del asunto (lo más exacto posible), y que, en definitiva, cumpliera el código deontológico, y disculpad por mi insistencia: que me fuera sincero.

¿Desde cuándo la bondad y la sinceridad son cualidades incompatibles con la eficacia?  Abramos los ojos. Se puede ser sincero y ser igualmente  un profesional eficaz. En mi opinion, el mejor no es el mas pillo, ni el que más chalanea con unos y con otros, sino el que mejor argumenta, el que mejor sabe (o puede) convencer al Juez, claro está, con los medios de prueba que tenga en la mano.

Estoy firmemente convencido de que  se puede perdonar un error, todos nos equivocamos al fin y al cabo, pero perdonar una mentira me parece mas difícil, y máxime si proviene de un profesional que ha de ser honesto, porque coloca al cliente en una posición muy difícil. El cliente no sabe donde va: el abogado si, por eso su obligación de ser honesto y sincero adquiere especial relevancia. Lo que sucede es que en muchas ocasiones la honorabilidad de todo un gremio es puesta en tela de juicio por  las fechorías que comete un sector de ese gremio.

Entiendo que se puede hacer una abogacía basada en principios éticos, en la confianza y sobre todo: en la verdad, en la sinceridad con el cliente: si veo el asunto, lo veo, y si no lo veo, pues mire usted, no lo veo. Y punto. No disminuyamos nuestra propia importancia, pero tampoco la magnifiquemos: que no somos dioses, sino simples personas con conocimientos jurídicos que tratan de solucionar (mejor, contribuir a solucionar) los problemas ajenos.

Trabaja lo mejor que puedas/sepas y duerme tranquilo: que sea lo que el Juez decida.  Ya sabes que tu obligación no es de resultados, sino de medios. Y en tu quehacer diario, un consejo, compañero: procura no equivocarte, pero si cometes un error, reconócelo, y aprende de ese error: se honrado. Aprende de Cicerón, fijate en la frase que tengo en la cabecera de este blog. Pero sobre todo, y por favor, no engañes, hombre, no  engañes al cliente. Por todos los dioses.

 Saludos.