No juego a competir. No juego a correr en una carrera hacia ningun lado en la cual el pistoletazo de salida me pilló despistado, pues aún no lo he oido. No juego a “pasar un buen rato”. No juego a que me aplaudan. No quiero alabanzas ni lisonjeos. No quiero adulaciones vanas. No quiero palmaditas en la espalda. No quiero falsedades ni hipocresías. No quiero malos rollos.
-Entonces, ¿que quieres?
-¡Oh, despistado!, tendré que decirtelo otra vez? Lee bien y mira bien. Quiero honestidad y verdad. Recuerda que no pido nada que yo no dé.
Y si aun no lo has entendido, echale un vistazo al Libro del Eclesiastés:
“Vanidad de vanidades, vanidad de vanidades; todo es vanidad. ¿Que provecho saca el hombre de todo por cuanto se afana bajo el sol?
Pasa una generación y viene otra, pero la tierra es siempre la misma. Sale el sol, se pone el sol, y corre con el afan de llegar a su lugar, de donde vuelve a nacer. Gira el viento al mediodia, gira al norte, va siempre dando vueltas y retorna a sus giros. Los rios van todos al mar y la mar no se llena; allá de donde vinieron tornan de nuevo para volver de nuevo. Todo trabaja más de cuanto el hombre puede ponderar, y no se sacia el ojo de ver ni el oido de oir. Lo que fue eso será. Lo que ya se hizo, eso es lo que se hará; no se hace nada nuevo bajo el sol. Una cosa de la que dicen: “Mira esto, es nuevo”, aún esa fue ya en los siglos anteriores a nosotros; no hay memoria de lo que precedió ni de lo que sucederá habrá memoria en los que serán después”.
Miré todo cuanto se hace bajo el sol, y vi que todo era vanidad y apacentarse de viento.
Y dije para mi: “Heme aquí engrandecido y crecido en sabiduría, más que cuantos antes de mi fueron en Jerusalén y hay en mi mente mucha ciencia y sabiduría”. Di, pues, mi mente a conocer la sabiduría y a entender la locura y los desvarios, y vi que tambien esto era vanidad y apacentarse de viento, porque donde hay mucha ciencia tambien hay mucha molestia; y creciendo el saber crece el dolor”.
Dije en mi corazón: “Ea, probemos la alegria, a gozar de los placeres”. Pero tambien esto es vanidad. Dije de la risa: “Es locura”; y de la alegria: “¿De que sirve?
-Entonces, ¿que quieres?
-¡Oh, despistado!, tendré que decirtelo otra vez? Lee bien y mira bien. Quiero honestidad y verdad. Recuerda que no pido nada que yo no dé.
Y si aun no lo has entendido, echale un vistazo al Libro del Eclesiastés:
“Vanidad de vanidades, vanidad de vanidades; todo es vanidad. ¿Que provecho saca el hombre de todo por cuanto se afana bajo el sol?
Pasa una generación y viene otra, pero la tierra es siempre la misma. Sale el sol, se pone el sol, y corre con el afan de llegar a su lugar, de donde vuelve a nacer. Gira el viento al mediodia, gira al norte, va siempre dando vueltas y retorna a sus giros. Los rios van todos al mar y la mar no se llena; allá de donde vinieron tornan de nuevo para volver de nuevo. Todo trabaja más de cuanto el hombre puede ponderar, y no se sacia el ojo de ver ni el oido de oir. Lo que fue eso será. Lo que ya se hizo, eso es lo que se hará; no se hace nada nuevo bajo el sol. Una cosa de la que dicen: “Mira esto, es nuevo”, aún esa fue ya en los siglos anteriores a nosotros; no hay memoria de lo que precedió ni de lo que sucederá habrá memoria en los que serán después”.
Miré todo cuanto se hace bajo el sol, y vi que todo era vanidad y apacentarse de viento.
Y dije para mi: “Heme aquí engrandecido y crecido en sabiduría, más que cuantos antes de mi fueron en Jerusalén y hay en mi mente mucha ciencia y sabiduría”. Di, pues, mi mente a conocer la sabiduría y a entender la locura y los desvarios, y vi que tambien esto era vanidad y apacentarse de viento, porque donde hay mucha ciencia tambien hay mucha molestia; y creciendo el saber crece el dolor”.
Dije en mi corazón: “Ea, probemos la alegria, a gozar de los placeres”. Pero tambien esto es vanidad. Dije de la risa: “Es locura”; y de la alegria: “¿De que sirve?
…
Y dije en mi corazón: “Tambien yo tendré la misma suerte del necio; ¿por qué, pues, hacerme sabio, que provecho sacaré de ello?” Y vi que tambien esto es vanidad, porque del sabio, como del necio, no se hará eterna memoria, sino que todo, pasado algun tiempo, pronto se olvida. Muere, pues, el sabio igual que el necio."
Saludos.
Y dije en mi corazón: “Tambien yo tendré la misma suerte del necio; ¿por qué, pues, hacerme sabio, que provecho sacaré de ello?” Y vi que tambien esto es vanidad, porque del sabio, como del necio, no se hará eterna memoria, sino que todo, pasado algun tiempo, pronto se olvida. Muere, pues, el sabio igual que el necio."
Saludos.
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15 comentarios:
hola
saludos
orale
me gusto tu escrito
tiene toda la razon
en este mundo todo es vanidad
byE
saludos y besos desde durango mexico
"No basta decir la verdad, más conviene mostrar la causa de la falsedad" Aristóteles.
"La habilidad mata la sabiduría, esta es una de las pocas cosas ciertas y tristes" Chesterton
En eso ando, al menos intentandolo conmigo misma...que es por donde mejor se puede comenzar todo...
Un abrazo
Es verdad eso de la vanidad. Ser sabio sería aburridisimo, y necio algo de ignorante.
Un saludo desde Uruguay.
PD. Sobre tu post anterior, te diré que soy una piscis que también un día venció su timidez.
Otro PD. y lo de la moto acepto!!!!!!!!!!
Las máscaras tampoco son mi fuerte, las uso lo indispensable, casi siempre para ocultar mi timidez...
Y eso tiene perdón.
Habrá algo en este mundo más bonito que la humildad????
besos
hola amigo
me encanta que mensions a Jerusalen.
Y el sabio un sabio com tu, no se muere si deja todo por escrito, como maimonides, y tantos otros..
No podemso cambiar mucho, pero si es cierto que mi corazón esta en tus pensamientos.
un abrazo fuerte
fiel a tus palabras
No soy nada, no quiero nada, solo que me acaricie el sol con sus rayos y sentir la brisa del mar en mi cara...
No somos nada, tan solo vanidad...
Me encanta leer tus reflexiones, tus textos son hermosos.
Besos, amigo y feliz día
Estimado amigo, es tu prosa poética la que me imnotiza. La historia entra por mis venas al leerte sin darme cuenta. Es tu humildad la que te conducirá lejos.
Un abrazo
Ayer estuve por tres horas en el aeropuerto esperando mi vuelo para regresar a casa. Viendo la gente en su afán, no pude menos que preguntarme, en mi silencio ajeno, porque tanto correr por la vida, con horarios, plazos por vencerse, preocupaciones. Vamos todos al mismo lugar. Entonces, solo por un momento, si tuvo lógica eso de que, estamos en la antesala de la verdadera vida. Solo por un segundo, porque despues tuve que luchar con migración, maletas, pasaporte, formularios, despegue, aterrizaje, migración otra vez, formularios otra vez, líneas, y se me olvidó todo aquello que había meditado en mi silencio. Un beso ENORMEMENTE Preocupado.
Que lindo...
Honestidad y verdad, que dificil se hace cada vez más encontrarla..la verdadera, no lo que anda por ahi..disfrazado.
Precioso lo del Libro de Eclesíastés.
Feliz domingo y lindo inicio de semana
Un abrazo
Gizz
Hola Cornelivs:
Entro a tu blog para saludarte ojearle pero aún no he tenido tiempo de leer tus posts, porque he llegado de viaje ya que he estado fuera tres días en Portugal, pero quería saludarte, es la primera visita que hago, después de ojear mi blog, me apetecía venir aquí, pero tengo que decirte que necesito tiempo para leer tus posts, y comentar, porque estoy un poco perdida y ahora no puedo leerlos porque tengo mucho que hacer, pero al ojear tu blog he visto que has puesto un post a la amistad bloguera muy interesante, y con ganas me quedo de leerlo pero ahora no puedo, ya lo haré cuando tenga todo recogido, ahora sólo te saludo.
Un beso.
Estamos en todo el derecho de pedir honestidad y verdad; pero sólo en la medida en que nosotros tambien lo hagamos.
En cuanto a las vanidades, creo que depende de la evolución y del valor que cada persona de a su escala de valores básicos. Con una bien férrea, creo que la vanidad tiene poca cabida por ser hija de una necia llamada soberbia.
Me gustó esta entrada
Un beso
AVE DE ESTINFALO: Si no todo, casi todo. Saludos.
HAIDÉE: Estamos entendidos.
Bien por Aristóteles.
Lo de Chesterton... ya es mas discutible.
Un beso.
VANE: ¡Te cojo la palabra en lo de la moto! Un saludo.
AMIG@ MI@: para mi no hay nada mas bonito que eso. Coincido contigo. Un beso.
HUERFANO PIANO: Muchas gracias, amiga, eres muy amable conmigo. Yo solo soy un aprendiz de la vida.
Por cierto, te envié un email a tu cuenta de correo, ¿lo has recibido? Tengo una información que creo que te gustaré enormemente... UN ABRAZO.
DIANNA: Eres muy amable, ¡hago lo que puedo! Un beso.
DAMIAN: Muchisimas gracias por tus inmerecidos elogios a este humilde diario que tambien es tu casa. ¡Bienvenido! Espero verte con frecuencia. Tengo localizado tu blog, y a la mayor brevedad voy a hacerle una visita en p rofundidad. Un cordial saludo.
ERICAROL: Yo muchas veces he tenido ese mismo pensamiento. Pero, ¡sabes que? En esos momentos lo mejor que puedo hacer es "dejarme llevar por la vida". Solo eso. Te mando un beso enormemente reconfortante.
GIZELA: Siempre me llegan tus comentarios al corazón. Tambien te deseo una feliz semana! Un abrazo.
MARIA: ¡Bienvenida de nuevo! Espero que te lo hayas pasado bien en este puente por tierras portuguesas. Ok, cuando tengas tiempo comentamos los ultimos posts, de acuerdo? Un beso.
OTEABA AUER: Y a mí me ha gustado mucho más tu frase de que la vanidad "es hija de una necia llamada soberbia". Asi es. Un beso.
Hola! es verdad pues la vanidad es creerse que uno es de lo mejor.. y bueno mientras esa vanidad no sea muy grande no viene mal para intentar superarse ,porque para creerse algo hay que serlo en parte.. Si nos miramos a un espejo nos da un reflejo fiel de lo que somos por mucho que llevemos puestas las gafas de la subjetividad, siempre veremos en parte esa verdad.
Una pizca de vanidad para intentar progresar no está mal pues hay que tener buena opinión de si mismo ,para creer en nosotros mismos..
Besos
Si, Esther; pero no quiero confundir la necesaria autoestima con el pernicioso orgullo. Para mi no es lo mismo.
Un beso.
Yo también soy de los que mandan mensajes embotellados. Créeme, alguno ya ha llegado y apenas he comenzado en esto de ser blogerista. Así que tío, sigue con tus mensajes, aunque la botella sea botellín o botellón.
Saludos cordiales.
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