La vuelta.

Bueno, ya se acabó el puente. Todo bien, el viaje fue bueno. Pero el problema es que allí (en el pueblo de mis suegros) hace frio, pero mucho frio, siempre hay una diferencia de temperatura de 4-5 grados por debajo de aquí. Bueno, en verano es todo lo contrario.

Cada uno elige una terapia para recuperarse; en mi caso, lo mejor son las que yo llamo "curas de sueño". Normalmente no duermo más de 7 ú 8 horas, con lo cual eso de llegar allí, acostarte tranquilamente a las 11 de la noche y levantarte al dia siguiente a las 10 de la mañana o a la hora que bien te place es para mí un raro y extraño placer al que me dedico insistentemente en las vacaciones. Por supuesto, una buena siesta de una hora ú hora y media tambien contribuye bastante. La mente y el espiritu tambien necesitan reposo , al igual que el cuerpo.

He vuelto bastante mas relajado de lo que me fuí, y como suele decirse, con las "pilas recargadas"; no del todo, por supuesto, pero bastante mejor.

Lo mejor fue la noche del dia 6. Nos dejamos a los niños con mi suegros y mi mujer y yo nos fuimos a cenar los dos solitos por ahí, como en nuestra epoca de noviazgo, para despues tomarnos un par de chupitos de Disaronno en una conocida discoteca; pero, ¡ay! eso de perder la costumbre de salir hace estragos, de modo que a la hora de la Cenicienta, las 12 de la noche, estabamos ya durmiendo. Pero fué un rato delicioso, una conversación tranquila, sin el ajetreo de los niños ni el ritmo cotidiano de vida.

Por cierto ¡mi sorpresa ha sido mayúscula al leer vuestros comentarios a mi entrada anterior! La que dediqué a mi esposa con motivo de mi aniversario. Muchisimas GRACIAS a todos, no ya por los comentarios, que agradezco, sino sobre todo por estar ahí y por vuestra amistad.

Gracias a vosotros, esto de tener un blog es una delicia.

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Saludos!