"Cree a aquellos que buscan la verdad, duda de los que la han encontrado" (André Gide)
"No estoy de acuerdo con lo que dices, pero defendería con mi vida tu derecho a expresarlo" (Voltaire)

"La religión es algo verdadero para los pobres, falso para los sabios y útil para los dirigentes" (Lucio Anneo Séneca)
"Cualquier hombre puede caer en un error, pero solo los necios perseveran en él" (Marco Tulio Cicerón)
"Quien no haya sufrido como yo, que no me de consejos" (Sófocles)
"No juzguéis y no sereis juzgados" (Jesús de Nazaret)
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29/11/2008

El Juez juzgado.

Estan los animos un poco caldeados con el asunto del Juicio contra el Juez Ferrin Calamita. Según el diario ABC (haced clidk) el ex magistrado de Familia Fernando Ferrín Calamita, al que el Tribunal Superior de Justicia de la Región (TSJ) juzga por el presunto retardo malicioso de la adopción de un niña solicitada por una mujer lesbiana, dijo en la primera sesión del juicio que "siempre velé por el interés de la menor". Ferrín Calamita, para quien el fiscal solicita 18 años de inhabilitación y multa por un delito de prevaricación, añadió que nunca se movió por criterios ideológicos.

Me imagino que la prensa sensacionalista, siempre ávida de noticias de este tipo, estará haciendo su “agosto” con este tema.



Mi opinión personal es apelar a la prudencia a fin de no sacar conclusiones precipitadas. Es necesario estudiar el asunto de modo serio y riguroso, y ver todos los datos, tener la máxima información posible de los detalles y de las circunstancias de esta historia, a fin de no causar un linchamiento mediático a una persona que quizás sea declarada culpable, pero que también, por qué no, puede ser declarada inocente.

Es la Justicia la que tiene que juzgarlo, no nosotros, aunque obvio es que cada uno tiene derecho a tener la opinión que libremente desee.

En cuanto al problema general, no ya referido al caso del Juez Ferrin, sino a los numerosos casos de parecidos a éste que de vez en cuando salen a la luz, es bueno recordar el tenor del articulo 117.1 de nuestra Constitución: "La justicia emana del pueblo y se administra en nombre del Rey por Jueces y Magistrados integrantes del poder judicial, independientes, inamovibles, responsables y sometidos únicamente al imperio de la ley.”

Está claro que los jueces, como todos los ciudadanos, también estan sometidos al imperio de la Ley. La misión de los jueces esta en "el ejercicio de la potestad jurisdiccional en todo tipo de procesos, juzgando y haciendo ejecutar lo juzgado” (Art. 117.3 de la Constitución), esto es, en APLICAR la Ley tal cual es, asépticamente, que para eso es norma promulgada por el Estado. Un juez podrá tener sus propias visiones y opiniones sobre una Ley (subjetivas y muy personales suyas, y por supuesto, plenamente respetables como cualquier otra opinion), pero la Ley es la Ley y hay que aplicarla. Y la ley no es el objeto del juicio: el objeto del juicio es impartir Justicia con la Ley promulgada y vigente, bajo cuyo imperio todos estamos.

Saludos.

27/11/2008

El cambio

¿Qué podemos hacer todos y cada uno de nosotros para cambiar el mundo? Ante semejante pregunta, muchas personas responderán esto: nada. Claro que no. Yo solo soy un individuo, y el mundo es inmenso, esta compuesto por miles de millones de personas. ¿Qué peso especifico tengo yo? Ninguno, soy un grano de arena en medio del desierto. ¿Qué voy a poder hacer yo solo frente al mundo? Nada. Anda, Cornelivs, no sueñes, olvídate, y vive. “Esto no hay quien lo cambie”.

Bueno, vamos a ver. Creo que nos falta imaginación, meditación y finalmente esfuerzo, y por este orden. Si meditáramos un poco, nos daríamos cuenta de que todos podemos hacer muchas cosas, empezando por el que escribe; podríamos descubrir que la pregunta que hago al principio puede tener una respuesta positiva. Y no estoy soñando: no lo veo difícil. Al menos en teoría.

En el post de ayer os hablaba de Oskar Schindler. Era un hombre solo. Solo uno. Pero fijaros lo que hizo. Salvó a muchísimas personas jugándose el pellejo; y como él, otros héroes anónimos también han hecho muchas cosas loables a lo largo de la historia. Pregunto: si ellos fueron capaces de hacerlo, ¿por qué nosotros no? Que yo sepa, estamos hechos del mismo material, tenemos la misma carga genética y las mismas aptitudes y capacidades. Por supuesto, no se trata de que nos convirtamos ahora en Schindlers, en Nakis, en Teresas de Calcuta o en Gandhis (ojalá). Pero no; sin llegar tan lejos, podemos empezar observando nuestra propia actitud, en la mayor parte de las ocasiones nuestro proceder es simplemente, éste: los alabamos, somos conscientes del gran ejemplo de generosidad que dieron al mundo, les ponemos una medalla, acaso les hacemos una estatua, e incluso puede que nos emocionemos; pero luego volvemos a nuestro pasotismo y a nuestro “laissez faire, laissez passer”. No se mueve nadie.

He meditado algunas veces sobre esta cuestión. Quizás esta apatia colectiva se debe a que casi todo el mundo parte de una base errónea, que podríamos resumir en el siguiente aforismo, lleno de derrotismo: “Yo soy bueno, pero el mundo es malo. ¿qué puedo hacer yo ante eso?”. Me parece un grave error, basado en una poca confianza en nosotros mismos, y también en una escasa comprensión de la sociedad. Vamos a ver: si yo pienso eso se me está olvidando que yo formo parte del mundo también, yo también soy el mundo. Si el mundo es malo, entonces algo de parte de culpa tendré yo también ¿o no? Porque es obvio que yo tambien formo parte de ese mundo que estoy criticando: y el mundo está formado por miles o millones de personas que tienen las mismas aspiraciones, inquietudes, placeres y sufrimientos que los mios.

Algunas veces creo que con el ritmo tan estresante de vida que llevamos, el poco tiempo que tenemos para nada y los numerosos estimulos visuales, acusticos, propagandisticos y comerciales, cuya invasión sufrimos a diario, nos falta tiempo para encerrarnos un poquito, solo un poquito, en nosotros mismos y meditar quienes somos. No hace falta convertirse en filósofo, no, creo que es más sencillo. Estamos casi enajenados y medio hipnotizados ante tanto bombardeo de los medios; nos sentamos a ver la “caja tonta” contemplando sin cesar estímulos visuales que no requieren esfuerzo intelectual alguno. Despues de un dia de trabajo nos apetece relajarnos y no pensar en nada. Obvio. Indudablemente, la televisión es un enemigo poderoso. Te seduce, y con el tiempo prefieres ver la TV antes que leer. Y poco a poco, el individuo se va diluyendo en la masa, perdiendo la conciencia de su propia individualidad, de su unicidad, de su propio yo. Habrá muchas personas; pero no hay nadie mas en este mundo que sea como tu o como el de más allá: cada uno de nosotros somos UNICOS.

Parece que ahora no somos más que una masa enorme compuesta de millones de almas, que se agitan para un lado y para otro, como las cañas cuando las agita el viento. Pero ese "ser consciente de uno mismo", de tu propia y especifica singularidad que te distingue del grupo en el cual estás incardinado, es algo necesario y extraordinario. Personalmente pienso que es el individuo el que ha de hacer el esfuerzo personal para saber identificar su YO especifico, singular y único, en medio de su grupo.

Por ejemplo, algunas veces me he preguntado: ¿Quién soy yo? ¿Un numero, un simple ciudadano, uno mas en la lista? ¿Una gota de agua en medio del mar? No, perdone usted, yo soy yo. Un ser humano, mas bueno o mas malo, mas listo o mas tonto, pero yo. Creo que deberíamos de recordarlo, recuperar nuestro “sentido individual de nuestra propia humanidad” (no sé como expresarlo¸ entendedme lo que quiero decir), porque pienso que no somos solamente personas que todos los dias comen, beben y duermen, y que por las tardes han de ver forzosamente la telenovela de turno, o que cada semana han de ver el programa “Salsa Rosa” y enterarse de los cotilleos de los famosos para poder dormir a gusto y bien enteraditos. No. Y que conste que no critico a quien lo haga, cada uno es muy dueño de hacer lo que quiera; pero creo que somos algo más que eso, y hemos de darnos cuenta de ello. Y ese pequeño “esfuerzo” intelectual requiere privarse alguna vez de la tele, del paseo, o de la copita en el bar con los amigos. Solo es meditar de vez en cuando. ¿Estamos dispuestos a hacerlo?

El mundo juzga por “bueno” o por malo” tal o cual cosa, o tal o cual idea. Deberiamos de tomarnos el trabajo de pensar: “¿Y yo, que pienso de eso?” Puede que nuestra opinión no coincida con la general: si es asi, lo mas seguro es que la nuestra sea la correcta; porque, los millones de personas que dicen algo, ¿lo han pensado antes? ¿Seguro que si?

Quizás este problema trae de la mano otro problema aún mayor: nuestra autoestima como seres unicos, está muy baja. Me explico. Como no pensamos en nosotros mismos, se nos olvida nuestro potencial: ya no recordamos de lo que somos capaces cada uno de nosotros. ¡Y podemos hacer mucho! Históricamente el individuo tenia el valor natural, es decir, la virtud que es el sentimiento de las propias fuerzas. Ahora el individuo aislado no tiene confianza más que en la multitud, en su grupo, no en si mismo. Y creo que eso anula nuestra autoconfianza en nuestra capacidad de cambiar nuestro entorno. Todos queremos cambiar el mundo, pero o no nos atrevemos, o no sabemos como hacerlo, o bien nos parece una entelequia imposible. Y el caso es que el ser humano tiene tendencia natural al bien. A los hechos me remito, y me centro en un mundo concreto: en este mundo blogger tan maravilloso que compartimos. Cuando alguno de nosotros tiene un problema, ¿verdad que le llueven los comentarios de animo y de apoyo? ¿Verdad que sentimos ese instinto de ser solidarios? Entonces, ¿por qué no lo llevamos a la practica? Y no solo en el mundo blogger, tambien en muchos otros aspectos y sectores. Y si encima nos da miedo hacer el bien, por miedo a la incomprensión, a que se rian de nosotros o a que nos hagan daño, entonces...apaga y vamonos.

Por ello, esa apatia nos conduce a la falta de compromisos. Nos falta compromiso. El mundo se cambia con acciones. Líbrenme los dioses de decirle a nadie lo que ha de hacer, pero creo que ese cambio podría traducirse en asumir compromisos concretos, y luego estar dispuestos a cumplirlos. Defino “asumir compromisos” como el firme propósito de una persona de hacer algo, de realizar actos concretos para intentar cambiar el mundo insuflándole valores éticos, a través del entorno que lo rodea, que es lo más inmediato que tiene.

Una persona puede hacer mucho más de lo que cree. P. ej. Cuando en una conversación se está criticando sin rigor a alguien, siguiendo el viejo refrán de “cuando el rio suena, agua lleva”, no estaria mal que alguien se atreviera a partir una lanza a favor de esa persona, argumentando que no es bueno juzgar a una persona que está ausente y que no se puede defender; o quizás manifestando claramente que todo el mundo es inocente mientras no se demuestre lo contrario. Si asi he conseguido que dos personas piensen en esa misma linea, ya he conseguido algo. Es solo un ejemplo. Y como ese, miles.

Dicen que el primer paso para solucionar un problema consiste en estudiar y examinar atentamente cual es ese problema. Y pienso que ese es el principio: quizás fuera bueno que empezásemos por ahí. Por ello, yo creo que no cambiará el mundo jamás, hasta que no cambie antes el individuo.

Tengamos fe en eso: no renunciemos a nuestra posibilidad de hacer algo grande.

Me queda la duda de haber sabido expresar adecuadamente mis ideas. Y quizás me llameis iluso o soñador, y a lo mejor estoy llegando demasiado lejos; pero os hago esta pregunta: el que pierde la fe en la posibilidad de cambiar el mundo, ¿no será que ha perdido tambien parte de su fe en si mismo, no será que ha perdido parte de su fe en su capacidad de cambiarse a si mismo?

Saludos.

25/11/2008

"Quien salva una vida, salva al mundo entero".

Pocos, muy pocos momentos en la historia del cine me han emocionado tanto como el contemplado en el video que podeis apreciar. Es la secuencia final de “La lista de Schindler”.




Todos conocen la historia real de lo que sucedió. Oscar Schindler, un afamado hombre de negocios, y miembro del partido nazi, se hace rico con la guerra. Poco a poco comprende y toma conciencia del terrible holocausto, con lo cual va cambiando de actitud. Al final, inspirado por el BIEN, se gasta toda su fortuna en intentar salvar al máximo número de judíos posible. Mil cien personas vivirán gracias a él. Solo es un ser humano. Solo uno. Pero es consciente de la tragedia de lo que ha sucedido. Entiende el terrible e inenarrable drama que ha desencadenado la locura humana, una locura que quieran los dioses que no vuelva jamás a repetirse. Incluso se siente responsable y desafiando a las autoridades militares, consigue salvar al máximo número de judíos. Es un hombre bueno.

Intenta aguantar el tipo como puede pero en esta escena final, se derrumba, literalmente, llorando como un niño pequeño. Llora de rabia, de impotencia, de dolor. Incluso querría haber salvado más vidas. Ver a un hombre hecho y derecho llorando desconsoladamente, y por la causa por la que llora…es algo dramático, digno de reflexión y, por supuesto, de alabanza. Realmente es impresionante.

In memoriam Oscar Schindler, un hombre bueno. Que los dioses lo bendigan.

Saludos.

24/11/2008

Granada, 1.491.

He de suponer que todo buen aficionado a la historia estará hoy de enhorabuena, porque traigo un documento excepcional. Es una copia escaneada de una vieja fotografia del manuscrito original de la Capitulacion de Granada.

¿De qué va la pelicula? Nada mas y nada menos que de una copia del documento que Fernando e Isabel, Reyes Católicos, firmaron en el Real de Granada, cuando esta ciudad cayó en manos cristianas. Así se puso fin a la conquista de Granada. Se escribió hace 517 años, nada mas y nada menos. Un mes y pico después, concretamente el dia 2 de Enero de 1.492, los Reyes Católicos entrarían en Granada, tomando posesión de la ciudad. Si haceis click sobre la imagen, podreis apreciarla mejor, con todos los detalles. Podeis igualmente apreciar la firma de los Reyes Católicos. ¡Como me gustan estas cosas!

La traducción, en castellano antiguo, es la siguiente:

"Nos el Rey e la Reyna de Castilla, de León, de Aragón, de Secilia, etc., por la presente seguramos e prometemos de tener e guardar e cunplir todo lo contenido en esta capitulación, en lo que nos toca e yncunbe, realmente e con efecto, a los plazos e términos e segund e en la manera que en esta capitulación se contiene, e cada cosa e parte dello, syn fraude alguno. E por seguridad dello mandamos dar la presente firmada en nuestros nonbres e sellada con nuestro sello. Fecha en el nuestro real de la vega de Granada, a veynte e cinco dias del mes de Nouienbre, año de mill e quatrocientos e nouenta e un años."
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Saludos.
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23/11/2008

¡Animo...!

¡¡¡Que Viva España!!! España ha ganado la Copa Davis. Ya es nuestra tercera Ensaladera de Plata. Felicito a nuestros héroes, y estoy contento, feliz y emocionado con el triunfo de mi patria. Pero tengo dentro de mi un "revoltijo" extraño de sensaciones. Me explico: es cierto que, hablando en general, cuando en cualquier deporte juega España con un pais extranjero, como español que soy, siempre deseo que gane mi país, España, la tierra que me vió nacer. Es obvio.

Pero esta vez no considero que hayamos jugado contra un pais extranjero, no; sino contra un querido pais hermano: Argentina, en el cual, además, tenemos algunos amigos entrañables. El maldito destino nos tuvo que cruzar en la final y solo uno podia ganar.

Argentina lo tenia todo para ganar: buenos jugadores, ha hecho un muy buen trabajo, esforzado, duro, digno de aplauso. ¡Llegaron a la final, nada menos! Y por su fuera poco, tenian el “factor campo”. Jugábamos en su casa. Además España empezó perdiendo, y en el partido de esta tarde la cosa se nos ha puesto muy cuesta arriba con dos sets en contra. La oleada de ilusión que esta Copa Davis ha generado allí ha sido realmente increíble, creo que todo el pais se ha movilizado animando a la escuadra de bravos jugadores capitaneados por Del Potro. Pero no pudo ser. Uno tenia que ganar. La Ensaladera ha vuelto a nuestra tierra, a España, cruzando el mar.

Por ello estoy triste por ese hermano que ha caído, con honor, en esta batalla deportiva. Me imagino la desilusión y tristeza que reinará por allá. ¡No os desanimeis!. Os mando un fuerte abrazo y mi todo mi buen ánimo. Allí hay jugadores de mucha, muchisima calidad para ganar la Copa Davis, y no una, sino muchas. Y estoy seguro: Argentina ganará la Copa Davis. Ojalá. Os lo merecéis.

¡Animo, Argentina!
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Saludos.
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