"Cree a aquellos que buscan la verdad, duda de los que la han encontrado" (André Gide)
"No estoy de acuerdo con lo que dices, pero defendería con mi vida tu derecho a expresarlo" (Voltaire)

"La religión es algo verdadero para los pobres, falso para los sabios y útil para los dirigentes" (Lucio Anneo Séneca)
"Cualquier hombre puede caer en un error, pero solo los necios perseveran en él" (Marco Tulio Cicerón)
"Quien no haya sufrido como yo, que no me de consejos" (Sófocles)
"No juzguéis y no sereis juzgados" (Jesús de Nazaret)
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24/05/2010

Lo dijo él.

Estoy emocionado porque ha vuelto a suceder. Buscando en la red datos para otra entrada (sobre un tema completamente ajeno al que os voy a relatar), me he encontrado con esta auténtica joya literaria cuya existencia yo ignoraba. Este descubrimiento me ha proporcionado un inmenso placer. Se me han puesto los ojos como braseros cuando he comprobado la obra y su autor. ¡Que gusto! Este verano sera objeto de un concienzudo analisis por mi parte.

¿Jugamos? Bien, si os parece, leed estos parrafitos que he entresacado, y al final os indico obra, autor y fecha. ¿De acuerdo? Lo unico que os puedo decir es que es muy antiguo. Espero que os guste. Vamos para allá.

"Al despuntar la aurora, hazte estas consideraciones previas: me encontraré con un indiscreto, un ingrato, un insolente, un mentiroso, un envidioso, un insociable. Todo eso les acontece por ignorancia de los bienes y de los males. Pero yo, que he observado que la naturaleza del bien es lo bello, y que la del mal es lo vergonzoso, y que la naturaleza del pecador mismo es pariente de la mía, porque participa, no de la misma sangre o de la misma semilla, sino de la inteligencia y de una porción de la divinidad, no puedo recibir daño de ninguno de ellos, pues ninguno me cubrirá de vergüenza; ni puedo enfadarme con mi pariente ni odiarle. Pues hemos nacido para colaborar, al igual que los pies, las manos, los párpados, las hileras de dientes, superiores e inferiores. Obrar, pues, como adversarios los unos de los otros es contrario a la naturaleza. Y es actuar como adversario el hecho de manifestar indignación y repulsa.

Esto es todo lo que soy: un poco de carne, un breve hálito vital, y el guía interior. ¡Deja los libros! No te dejes distraer más; no te está permitido. Sino que, en la idea de que eres ya un moribundo, desprecia la carne: sangre y polvo, huesecillos, fino tejido de nervios, de diminutas venas y arterias. Mira también en qué consiste el hálito vital: viento, y no siempre el mismo, pues en todo momento se vomita y de nuevo se succiona. En tercer lugar, pues, te queda el guía interior. Reflexiona así: eres viejo; no consientas por más tiempo que éste sea esclavo, ni que siga aún zarandeado como marioneta por instintos egoístas, ni que se enoje todavía con el destino presente o recele del futuro.

Aunque debieras vivir tres mil años y otras tantas veces diez mil, no obstante recuerda que nadie pierde otra vida que la que vive, ni vive otra que la que pierde. En consecuencia, lo más largo y lo más corto confluyen en un mismo punto. El presente, en efecto, es igual para todos, lo que se pierde es también igual, y lo que se separa es, evidentemente, un simple instante. Luego ni el pasado ni el futuro se podría perder, porque lo que no se tiene, ¿cómo nos lo podría arrebatar alguien? Ten siempre presente, por tanto, esas dos cosas: una, que todo, desde siempre, se presenta de forma igual y describe los mismos círculos, y nada importa que se contemple lo mismo durante cien años, doscientos o un tiempo indefinido; la otra, que el que ha vivido más tiempo y el que morirá más prematuramente, sufren idéntica pérdida. Porque sólo se nos puede privar del presente, puesto que éste sólo posees, y lo que uno no posee, no lo puede perder.

Venera la facultad intelectiva. En ella radica todo, para que no se halle jamás en tu guía interior una opinión inconsecuente con la naturaleza y con la disposición del ser racional. Esta, en efecto, garantiza la ausencia de precipitación, la familiaridad con los hombres y la conformidad con los dioses.

Desecha, pues, todo lo demás y conserva sólo unos pocos preceptos. Y además recuerda que cada uno vive exclusivamente el presente, el instante fugaz. Lo restante, o se ha vivido o es incierto; insignificante es, por tanto, la vida de cada uno, e insignificante también el rinconcillo de la tierra donde vive. Pequeña es asimismo la fama póstuma, incluso la más prolongada, y ésta se da a través de una sucesión de hombrecillos que muy pronto morirán, que ni siquiera se conocen a sí mismos, ni tampoco al que murió tiempo ha..."

"Meditaciones"
Marco Aurelio, 26 de abril de 121 – 17 de marzo de 180.
Emperador de Roma.

Saludos.

17 comentarios:

Lidia M. Domes dijo...

Me has sorprendido!!!!

Interesante escrito, no por antiguo, menos sabio!!!

Un abrazo!

Lidia

Pedro Ojeda Escudero dijo...

Ojalá nuestros gobernantes de ahora pudieran escribir así...

María José dijo...

Cornelivs:
Las "Meditaciones" de Marco Aurelio son un ejemplo de filosofía política y jurídica que no queda en el pasado.

Un saludo.

mariajesusparadela dijo...

Si es que romanos y griegos ya lo han escrito todo.
Los demás, damos vueltas a lo que ellos vieron con clarividencia.

Manuel de la Rosa -tuccitano- dijo...

tenían mucho tiempo para escribir...y además lo hacían desde el corazón...ahora se escribe para ganar dinero...saludos

Rita dijo...

Sabio e interesante, cuanto tenemos que aprender de los romanos.....
un beso amigo

Neogeminis Mónica Frau dijo...

Interesante filosofía, sobretodo considerando cuándo y por quién fue escrito.

un abrazo!

Gabiprog dijo...

Pocas sabidurias caducan!

Alijodos dijo...

Cuanta sabiduria amigo mio cuanta sabiduria...

Marinel dijo...

Eso...¿qué podemos perder si solo tenemos el presente?
Y entonces...¿por qué nos empeñamos en despeñarnos?
¿Por qué aferrarse a tanto que en realidad no se tiene si ya fue, ni se tiene si ha de venir?
El instante en que te escribo esto,es lo único que se me podría arrebatar de morir ahora.
Es inmensa la sabiduría de algunos seres.De ellos hemos de aprender, y con saber algunas cosas y vivir nuestro presente,tenemos que disfrutar.
Todo eso y mucho más podría hablarse de este párrafo magistral de Marco Aurelio.
Besos.

Isabel Martínez Barquero dijo...

Tengo esas Meditaciones y son un auténtico lujo. Disfrútalas, amigo.
Un abrazo.

Anónimo dijo...

Tengo la sensación de que en realidad todo está meditado y pensado. Que nos inventamos excusas para seguir buscando lo que otros ya encontraron hace tiempo.
Una entrada llena de sabiduría.

Abrazos

Abuela Ciber dijo...

Espectacular.

Querido Amigo leerte es un bálsamo de aromas que impregnan acunando sentires que tenemos y que expresados por otros nos hacen valorarnos en nuestra pequeñez.

No me asombra la epoca en que se virtieron las palabras, siempre existen estos sentires, me agrada si descubrirlas, hecho que te agradezco hayas compartido.

Es una joya lo leido y me lo llevo para nutrir mis buenos momentos.

Cariños

Gizela dijo...

Interesantes los "parrafitos" que entresacaste.
Hya escritos y pensamientos, que trascienden los siglos
Un besote y linda semana.

Eastriver dijo...

Ahí está la sabiduría, alejada de grandes anaqueles. Cosa sencilla, íntima, de quien ha vivido mucho y comprende las sombras del otro lado.

Pame Recetas dijo...

Pequeña la fama póstuma, decía Marco Aurelio y lo seguimos leyendo. Qué maravilla!

Mariluz GH dijo...

Nihil novi sub sole, querido amigo... ¡gracias por tan magníficas reflexiones!...
creo que las buscaré también :)

dos abrazos y un beso