"Cree a aquellos que buscan la verdad, duda de los que la han encontrado" (André Gide)
"No estoy de acuerdo con lo que dices, pero defendería con mi vida tu derecho a expresarlo" (Voltaire)

"La religión es algo verdadero para los pobres, falso para los sabios y útil para los dirigentes" (Lucio Anneo Séneca)
"Cualquier hombre puede caer en un error, pero solo los necios perseveran en él" (Marco Tulio Cicerón)
"Quien no haya sufrido como yo, que no me de consejos" (Sófocles)
"No juzguéis y no sereis juzgados" (Jesús de Nazaret)
. . .

29/09/2010

Alejandro Magno y el filósofo

Si se estudia la vida de los grandes personajes de la historia, enseguida nos daremos cuenta de que estos grandes héroes siempre se preocuparon más del ser, que del tener, lo cual es propio de la gente que, con altura de miras, dejaron su impronta en el mundo.

Todo el mundo conoce a Alejandro Magno, cuya vida no hace sino confirmar mis anteriores palabras. Mucho menos glorioso hubiera sido su paso por la historia si solo se hubiera dedicado a conquistar territorios y a acumular riquezas. Pero no, Alejandro hizo mucho mas: cambió el mundo, el cual ya no volvió a ser el mismo después de su muerte.

En la época en que Alejandro Magno había iniciado su gran hazaña, al unificar Grecia a través de grandes proezas militares con el potente ejército pasado por su difunto padre Filipo II, se hablaba de un filósofo radical en su forma de vivir. Despreciaba y criticaba a sus contemporáneos porque vivian sólo para conseguir lo que no tenían: riquezas. Se llamaba: Diógenes de Sinope.

Diógenes era un filósofo que caminaba descalzo durante todas las estaciones del año y que dormía en los pórticos de los templos envuelto únicamente en un su capa. Tenía por vivienda una tinaja. Sus únicas pertenencias eran: un manto, un zurrón, un báculo y un cuenco para beber. 

Pero hasta el cuenco le duró poco. Un día vio como un niño bebía agua con las manos en una fuente, y dijo: “Este muchacho me ha enseñado que todavía tengo cosas superfluas”. Acto seguido, tiró su cuenco.

En una ocasión apareció en pleno día por las calles de Atenas, con una lámpara en la mano diciendo: “Busco un hombre”. Y es que Diógenes iba apartando a los hombres que se cruzaban en su camino diciendo que solo tropezaba con escombros, lo que verdaderamente pretendía encontrar era un hombre honesto sobre la faz de la tierra. Parece ser que no lo encontró.

Aunque la mayoría de los habitantes de Atenas creían que Diógenes no era más que un pordiosero venido a menos que había perdido la cordura, algunas personas sentían una profunda admiración y respeto por Diógenes, quien se atrevía a vivir de acuerdo a sus ideales.

Fue tal la fama de este personaje que cierto día, hasta el mismisimo Alejandro Magno quiso conocerlo. Acercándose a él, Alejandro Magno, acompañado de su escolta encontró a Diógenes tomando el sol y al acercársele, proyectó su sombra sobre él. Alejandro le saludó y Diógenes rápidamente advirtió que éste estaba acompañado por su escolta, por lo que le preguntó si era un solo hombre o varios a la vez. Posteriormente, Diógenes le dijo a Alejandro que sólo si alguien se considera de más valor que los demás protege su vida utilizando la de otros.

Alejandro respondió que sabía defenderse solo, y le dijo también a Diógenes que él era un hombre muy poderoso y que cualquier cosa que quisiera se la concedería.

La respuesta de Diógenes, digna de ser meditada muy por extenso, fue pedirle a Alejandro que solo quería que se apartara de en medio pues le quitaba el sol. Los soldados, sorprendidos, le preguntaron a Alejandro si debían castigar a Diógenes por su atrevimiento, pero Alejandro no lo permitió, y les dijo:

"Este hombre es fiel a sus principios, os digo que si no fuera Alejandro, ¡me gustaría ser Diógenes!

Saludos.

22 comentarios:

MAJECARMU dijo...

Alejandro y Diógenes eran iguales ante la luz del sol y los dos lo sabían.Cada cual mostró su dignidad y Alejandro entendió la lección de humildad:Supo acercarse desde su vana grandeza material a la sencillez y grandeza de espíritu...!!
Mi felicitación y mi abrazo,amigo.
M.Jesús

El Gaucho Santillán dijo...

La vida de diògenes, puede resumirse en una frase:

"El màs rico, es aquel que menos necesita".

Excelente reseña.

un abrazo.

Pedro Ojeda Escudero dijo...

Hay algo que sorprende de aquellos grandes hombres: que buscaban la proximidad de los sabios.
Alejándolos, no hay grandeza posible.
Saludos.

Montserrat Llagostera Vilaró dijo...

BUENAS TARDES:

VI LA PELICULA ALEJANDRO MAGNO, ME GUSTÓ MUCHÍSIMO.
SI CREYERA EN LA REENCNACIÓN DIRIA, QUE EN OTRA VIDA FUISTE O UN FILÓSOFO O UN SOLDADO ROMANO.
SABES QUE ME SALIÓ A MI. UN DIA QUE HICE ESTE JUEGO, QUE FUI UN ERMITAÑO,QUE ESCRIBIA MUCHO, HACE MUCHOS SIGLOS JA, JA

UN ABRAZO, Montserrat

genialsiempre dijo...

Y eso que Diógenes no había visto "Los lunes al sol"...pero es que hay que ser sabio para saber que todo es vanal. Sabio o muy viejo...

Paco Cuesta dijo...

Difícil objetivo ser fiel a los principios.

Isabel Barceló Chico dijo...

Muy bien relatada esta anécdota que retrata perfectamente a ambos protagonistas. Sobre todo a Diógenes, absolutamente indiferente al poder que el otro representaba. Desafortunadamente, hay muchos diógenes a quienes arrollan continuamente personajillos que se creen alejandros y sólo son basura. Besos, querido amigo.
(Por cierto, el 13 de octubre presentaré mi novela "Dido reina de Cartago" en Granada. He puesto una invitación en la columna derecha de mi blog. Por favor, si conoces a alguien de por allí a quien le pudiera interesar, pásasela). Un abrazo.

Abuela Ciber dijo...

"""...Diógenes le dijo a Alejandro que sólo si alguien se considera de más valor que los demás protege su vida utilizando la de otros. """"

Espectacular cuantos, vanidosos "hombrecillos" actuales les vendira bien estas palabras no???

Cariños

Isabel Martínez Barquero dijo...

Me parece una estupenda entrada, querido Cornelivs. La cuentas con un texto limpio y elegante y tiene la virtud de refrescar nuestras nociones de historia y filosofía. Siempre me ha encantado la figura de Diógenes, lo que representa. Y Alejandro demostró en la anécdota su grandeza.
Gracias por el disfrute y un abrazo.

Pame Recetas dijo...

Qué linda entrada dedicada a dos Grandes, por eso se sigue hablando de ellos. Un abrazo

Andaya dijo...

No acabo de estar de acuerdo, Cornelius. Precisamente la trayectoria de Alejandro nos habla de un hombre insaciable, para el que nunca era bastante lo conseguido. No olvidemos que se creía hijo de un dios, y que se hizo proclamar faraón en egipto, donde fue venerado como tal. Más bien entiendo su respuesta a Diógenes como un alarde de Poder. Es como decir; "sino no fuera Yo- Alejandro el grande, el hijo de Zeus, al que nada le está prohibido-, quisiera ser Tú, Diógenes, el que tan poco necesitas". Él podía tenerlo todo, pero de no haber sido así, hubiera preferido no necesitar nada.
Y eso, mi querido amigo, implica un ego muy, pero que muy grande, y una bajísima tolerancia a la frustración.
En fin, seguramente me equivoque.
Bss

Abejita de la Vega dijo...

Hay pocos Alejandros pero Diógenes... todavía hay menos.

Rita dijo...

Me ha gustado mucho éste post, dos grandes hombres, cuanta enseñanza encierran ambos.....
un beso

Gabiprog dijo...

"El màs rico, es aquel que menos necesita".

Ya lo han dicho antes!!

Myriam dijo...

Porque los sabios vuelvan a iluminarnos con sus faroles...

Un abarzo

Javier. M. V. dijo...

Hoy, gracias a tu blog, aprendí algo nuevo sobre la vída de Alejandro y Diogenes y, por eso, debo agradecerte muy sinceramente.

Saludos.

Marinel dijo...

Grandes ambos.
De ahí la admiración de Alejandro hacia ese ser extraordinario,fuera de lo común.
Qué difícil adoptar esa forma de vida,qué impensable para nosotros,movidos siempre más por ideales materialistas que de otros.
Hermosa historia.
Un beso.

Mariluz GH dijo...

Los que hoy en día se creen Alejandro Magno, no dudan un segundo en aniquilar a aquellos otros, aprendices de Diógenes.

abrazos, amigo mío

Amig@mi@ dijo...

Precioso, nunca lo había escuchado.
gracias por compartir estas historias de la historia.
un abrazo

Silvia dijo...

AMIGO POETA: AYER VI EN CABLE LA PELICULA NUEVAMENTE DE ALEJANDRO MAGNO Y CHARLABA DE EL CON EL NOVIO DE MI HIJA MENOR..
Y HOY TE VISITO Y ENCUENTRO ESTE INTELGENTE Y BELLO POST..
ES UN PLACER LEERTE...
SEGURAMENTE MUCHOS QUEREMOS SER DIOGENES...
CON QUE POCO SERIAMOS FELICES...
AMIGO UN LUJO TU BLOG...GRACIAS POR COMPRATIR Y ENSEÑAR...
BESOTES.
SILVIA CLOUD

Circe La Hechicera dijo...

Querido Cornelivs, me encantan estas historias, me aportan, enriquecen y me hacen conocer la vida fascinante de estos hombres grandes que han trascendido en la humanidad. Estupendo!!!!!! Besossss

ibso dijo...

Dicen que la historia la escriben siempre los vencedores, por eso no me creo nada de este cuento.

Si existió Diógenes no creo que Alejandro hubiera tenido interés en conocerlo. Seguramente uno de sus historiadores inventó esta historia para hacer más humano a Alejandro, un ser humano que solo vivió para la guerra y la destrucción.

Si existió Diógenes, decir que tener principios sin objetivos en la vida, por muy firmes que sean, no sirven para nada. Vivir de forma austera no dará ningún fruto si no contagias a los demás los beneficios de ese estilo de vida, compartiendo lo poco o mucho que tienes con los demás. ¿No fue Diógenes un egoísta al tirar su cuenco al suelo en ves de regalarlo al niño que bebía con las manos?.

Como te dije cuando te conocí, no se me da muy bien la historia, así que, seguramente estaré equivocado.

Un saludo. Ibso.