Llevo varios dias bastante triste con lo que ha pasado en Japón, pais hacia cuya historia y cultura siento una gran simpatía, y a cuyos habitantes envio desde estas lineas un enorme y cariñoso abrazo virtual con todo mi ánimo y mis mejores deseos. Y es que cada vez que ocurre una tragedia o catástrofe natural, como ese fortísimo terremoto que hace poquitos días ha sacudido a ese gran pais, nos damos cuenta de que en muchas ocasiones los dioses parecen no tenernos demasiado cariño. Un terremoto así, según las estadísticas, no sucedía desde hace siglo y medio. No sé, pero me parece que la llamada “madre naturaleza” (bien o mal llamada así, aunque yo me inclino mas por lo segundo), ha alcanzado una edad tan avanzada que ya se le olvidan la mitad de las cosas y parece impropio que una madre -al menos una buena madre- actúe así con sus hijos.
Si, porque estos desastres naturales ocurren cada cierto tiempo. No había televisión ni radio cuando la lava del Vesubio se tragó las ciudades romanas de Pompeya y Herculano, y no obviamente no podemos comparar, pero desastres como el de Japón hacen que muchos de nosotros recordemos la fuerza terrible de la naturaleza, y nuestra indefensa condición de seres minúsculos a su merced, casi de intrusos en este pequeño planeta azul en el que habitamos; algo así como una especie de gusanos ó animalitos que, como cañas que agita el viento, y sin poder evitarlo, se hallan a merced de los acontecimientos y de las fuerzas naturales que son inmisericordes y que no respetan a nada ni a nadie, y que cuando suceden nos pillan completamente desprevenidos mientras que estábamos ocupados en nuestros pequeños asuntos.
Por si fuera poco nuestro tonto orgullo nos ciega una y otra vez. Y no escarmentamos. Quizás uno de los más estrepitosos “patinazos humanos” (permitidme esta expresión) sucedió cuando se hundió el Titanic. Cuando el barco, perla y orgullo de la marina británica, se disponía a hacer su primer (y único) viaje inaugural, rumbo a Estados Unidos, todo el mundo decía que era “el barco que no se podia hundir”; los papanatas publicaban grandilocuentes y fatuos titulares en los periódicos ingleses diciendo que era “imposible” que se hundiera dicho barco. Que listos... Pues "la primera en la frente", como suele decirse: al barquito le bastó chocar con un bloque de hielo en el mar para venirse al fondo y hundirse para siempre.
Los japoneses no: mucho más inteligentes y humildes, conocen los terremotos y los tsunamis, y sus edificios estan preparados. Gracias a ello el drama ha supuesto muchas menos vidas de las que habrian costado en otro sitio. Pero ahora otra sombra siniestra se cierne sobre ellos y están muy atemorizados porque hay algunas centrales nucleares dañadas y la tragedia amenaza con alcanzar proporciones dantescas. Ojalá que no; quieran los dioses ser misericordiosos con ellos y que la solidaridad internacional no sea solo una palabra.
Por ello, hoy, mi solidaridad y mi cariño se va para ese gran país que lo está pasando mal: Japón, el país del sol naciente. Les deseo, de todo corazón, que tengan fuerza y ánimo para superarlo, y que se recuperen lo antes posible de esta tragedia.
Saludos.
Saludos.
27 comentarios:
Nos duelen las desgracias de todo el mundo, pero a la Naturaleza le somos totalmente indiferentes, como especie y ya no digamos como individuos. Somos muchos.
y quine no se estremece ante tamaña catástrofe...lo que admiro es con el estoicismo y paciencia que aceptan el mal... eso ocurre aquí y encima nos matamos entre nosotros...un abrazo
Esta vez, la naturaleza ha golpeado con fuerza a Japón.
Esperemos que ahora, el ingenio humano pueda controlar el delicado estado de las centrales nucleares y que aprendamos de ello.
Un abrazo
Japón es un país al que quiero por muchas razones: sus artistas de cómic, animación, videojuegos y también (aunque en menos frecuencia) sus escritores me han hecho disfrutar enormemente lo que me ha llevado a simpatizar con su cultura y hasta a sentirme un poquito japonés. Por eso me cuesta mucho mirar para la tele estos días. Me cuesta con cualquier tragedia (cualquier lugar merece recibir solidaridad y apoyo), pero esto me toca especialmente por afinidad con el mundo japonés.
Yo no suelo creer en designios supraterrenales y tampoco creo que la madre tierra tome represalias contra la humanidad y sus malos hábitos. Creo que la Tierra va a lo suyo, tiene su propio "organismo" y a veces pasan estas cosas que por desgracia nos afectan a los que la habitamos. Sí creo que deberíamos cuidarla porque si seguimos estropeándola vamos a acabar con ella en pocos años.
Esperemos que se pueda controlar el peligro nuclear que amenaza a los japoneses. Quizá sea el momento de devolverle Japón un poco de lo que nos ha dado con su magnífica cultura, de alguna forma, quizá un acto benéfico que ayude a la gente más afectada y con menos medios. A ver si por la red podemos organizar algo.
Me alegro de compartir contigo admiración por el país del sol naciente.
Un abrazo
Eq
Estoy contigo, Cornelius.
El pueblo japonès lo superarà, pero es penoso.
Eso si, me pone mal ver como grupos ecologistas, tratan de llevar agua a su molino.
Que tiene que ver el calentamiento global, con las placas tectònicas?
Es insultante.
Un abrazo.
Mi solidaridad con el pueblo japonés,que nos está dando ejemplo de civismo,paciencia y coraje.
Ojalá la tierra se calme y las centrales nucleares no se pongan nerviosas.
Ojalá que los gobiernos reflexionen para cuidar mejor el planeta y repartir la riqueza equitativamente.Esta lección de humildad se debe aprovechar,porque no somos nada.La vida son dos días.
Mi gratitud por tu solidaridad y mi abrazo,amigo.
M.Jesús
Uno mis deseos paraa que tantas calamidades sean superadas pronto y con el menor daño posible
La natura madre que da y quita, la explotamos, la aniquilamos, y ella, imprevisible nos sorprende porque no somos nada, por más que lo creamos, aunque seamos el imperio del sol naciente, el más preparado.
Este desastre nos ha venido sin avisos, nos ha desplomado seguridades, pero creo, quiero creer que lo superarán, son tenaces, son disciplina, espero despues de llorar tantos muertos.
Yo CORNELIUS,
que me uno a ti, en esta especie de homenaje al sufrimiento del pueblo japonés, te voy a dejar algo en su honor:
ES UNA CANCIÓN DE CUNA GALESA "SUO GAN" QUE LES CANTA EL PORTAGONISTA DE UNA PELÍCULA PRECIOSA "EL IMPERIO DEL SOL" A UNOS KAMIKAZE JAPONESES ANTES DE SALIR PARA UNA MISIÓN
La película por si no la hubieras visto, que seguro que sí, es toda ella un preciosísimo canto a la superación y a la supervivencia. El que necesita entonar ahora el pueblo japonés para salir de esta tragedia. Y en cierto modo, todos.
Un abrazo grande para el pueblo japonés y para ti.
Feliz tarde.
Me uno a tus palabras solidarias, reflexiones y el cariño hacia Japón. Las últimas noticias son desoladoras Pablo, el número de víctimas no para de crecer y la sombra de la catástrofe nuclear continúa. Es momento de mirar al cielo y pedir humildemente el fin de esta tragedia.
Un abrazo mi Amigo.
He puesto la canción de María, para oír mientras leía. Un doble homenaje al pueblo japonés... una oración de cercanía en la distancia.
Dices bien, esperemos que el hombre consiga -ahora- arreglar los daños de las centrales nucleares y evitar catástrofes mayores.
dos abrazos para ti, amigo
Nuestra soberbia no tiene límites. Y nuestra estupidez tampoco: no aprendemos de nuestros errores ni nuestros desafíos. En fin, no se puede retar a una pistola jugando a la ruleta rusa.
Hola amigo Cornelius.
Buena entrada has hecho y con mucha soliraridad.
Desde que la Tierra existe siempre han habido catástrofes.
Ahora nos enteramos más y con más fuerza por medios de comunicación.
además las catástrofes ahora ya no son sólo naturales, sino provocados por algunos de los avances hechos por el hombre.
Besos, Montserrat
La tierra es tierra y no se la puede parar, es algo con lo que debemos contar, y aún así nos sobrecoge, cuando estalla, cuando grita, cuando por doquier rompe.
Espero que se recompongan con rapidez y espero que miremos allá donde aún no lo han podido hacer, por falta de medios y siguen en su lucha sin ser vistos ni oídos.
Un abrazo que se suma a tu pensamiento.
Suscribo tus palabras una a una amigo CORNELIVS. Terrible la tragedia y las imágenes que nos llegan, y admirable la entereza con que lo llevan.
Un abrazo, amigo.
Gracias por tu comentario:) ojalá no vaya a más la tragedia, un abrazo :)
Me uno a tu solidaridad y a tu energía positiva para con ellos. La naturaleza está enfadada, Cornelivs, no la disculpo pero son muchos miles de años de maltrato. Se está vengando de nosotros, los humanos sabelotodo.
¿Quién puede dejar de pensar en los japoneses en estos días?
biquiños,
Pobre gente, que tragedia...
Toda mi solidaridad para con ellos.
Saludos
La tierra se está hartando de nuestra avaricia. Estos desastres seguirán ocurriendo hasta que desaparezcamos todos de su faz. Todo mi apoyo moral y virtual a los japoneses. Besotes, M.
La tierra está en periodo de formación y en eso ninguna influencia tenemos. Si podemos aprender del pueblo japones
La naturaleza ha golpeado al pueblo japonés merece recibir solidaridad y apoyo.
Interesante su blog.
Un cordial saludo desde
Abstracción textos y Reflexión.
AMIGO : ME SOLIDARIZO CON ESTE POST..
JAPON ES UN EJEMPLO DE PUEBLO QUE SOBREVIVE A TODAS LAS DESGRACIAS..ESPERO PUEDAN SALIR ADELANTE.
BESOTES
SILVIA CLOUD
Querido Cornelivs, esto no ES SOLO JAPON... somos todos!!!
Todos estamos unidos, todo está unido! somos una red...parte de un Gran Sistema Universal... lo que le pasa a Japón también me pasa a mi, dentro de esta Humanidad...por favor integremos este concepto....
Me ha encantado tu entrada mi querido Pablo, porque sé que eres un hombre muy sensible y que además velas por la JUSTICIA en toda su expresiòn....
Tal como digo en mi última entrada de mi blog, nuestro "pensamiento benévolo" ayuda....imaginate que todos nos pongamos en actitud de enviarles un abrazo a cada uno de los que están sufriendo las angustias de una radiación nuclear....enviarles pensamientos amorosos, de contensión... es lo único que nosotros, como civiles y anónimos, podemos hacer por este maravilloso pueblo nipón....
Te quiero mucho Pablo,
Ali
Es horrible y sin quererlo tenemos una oportunidad de valorar lo realmente importante.
A todos nos duele.
Espero que se resuelva de la mejor manera.
Coincidimos en tema amigo, y esta vez por desgracia.
un abrazo
Al final todos somos 'peones' ante la tragedia...
Yo también siento gran simpatia por ese hermoso país y su gente porque yo viví por cinco años en Tokyo, yo me sentí muy decepcionado por la catastrofe que ellos tuvieron.
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