"Cree a aquellos que buscan la verdad, duda de los que la han encontrado" (André Gide)
"No estoy de acuerdo con lo que dices, pero defendería con mi vida tu derecho a expresarlo" (Voltaire)

"La religión es algo verdadero para los pobres, falso para los sabios y útil para los dirigentes" (Lucio Anneo Séneca)
"Cualquier hombre puede caer en un error, pero solo los necios perseveran en él" (Marco Tulio Cicerón)
"Quien no haya sufrido como yo, que no me de consejos" (Sófocles)
"No juzguéis y no sereis juzgados" (Jesús de Nazaret)
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26/05/2011

El mensaje

En nuestra relación con las personas hablamos y escuchamos; emitimos mensajes que los demás juzgan como creen oportuno, y los demás emiten mensajes que, igualmente, juzgamos quienes lo recibimos como consideramos oportuno. En este mundo frenético de la comunicación y de Internet hay muchos mensajes, pero muchos llegan adornados y distorsionados. Además, detecto que muchas personas no juzgan el mensaje considerando el mensaje en sí, sino más bien las circunstancias personales de quien lo emite. Es como si mezclásemos continente con contenido, muchas veces estamos mas pendientes de quien es el que habla que de lo que está hablando, o acaso ya de antemano estamos “predispuestos” a juzgar un mensaje mas por el que habla que por lo que habla. No leemos ciertos periodicos porque no son de nuestra ideologia, o reputamos como memeces todo lo que dicen sin haberlo leido antes; en la TV, cambiamos de canal si sale tal o cual escritor, porque nos cae mal, sin pararnos primero a ver lo que está diciendo, etc...

Curiosa manera ésta de deslegitimar, con la que no estoy de acuerdo en absoluto y me explico con un ejemplo. El Sr. Smith está hablando de, por ejemplo, austeridad o de humildad, y está haciendo un encendido elogio de estas virtudes. Es más, su discurso es más que bueno: es brillante por momentos. Abstractamente considerado lleva toda la razón del mundo, es algo deseable  la austeridad y la humildad, creo que todos estaremos de acuerdo en ello, y podemos aprender un montón de su discurso.

Lo malo es que todos conocemos al Sr. Smith, porque sabemos donde vive, y a pesar de lo que dice, lo cierto y verdad es que lleva una vida opulenta y además es muy orgulloso. Conclusión: todos desechamos el mensaje, casi preferimos ni oírlo, pues todos pensamos algo parecido a esto: “dice una cosa y hace otra”, “es un hipócrita”, “que predique con el ejemplo y se deje de monsergas”, etc. Lógico.

Acto seguido nos olvidamos del conferenciante pero cometemos un error, y ahí voy, porque nos olvidamos también de lo que estaba diciendo, y de la bondad intrínseca de lo que estaba postulando. Veamos. Puede que no sea la coherencia la mayor virtud del Sr. Smith, es obvio. Pero desechando al que habla, muchas veces excluimos inconscientemente lo que habla, cometiendo asi un error que nos puede privar en ocasiones  de aprender cosas nuevas. Rechazamos lo que habla, su mensaje, y el mensaje no tiene la culpa de que su portador sea un mentiroso hipócrita, o de que no sea de nuestro partido politico o de que tenga este o el otro defecto: puede tener razón a pesar de todo.

Si tras un detenido analisis (porque deberiamos de pararnos un poco tambien a examinar las cosas) lo que alguien dice es, en nuestra opinión, bueno y correcto, deberíamos de aceptarlo como bueno y correcto, hablo del mensaje en si mismo considerado, de la idea, de lo que dice. Otra cosa harto distinta es que el portador (en este caso el Sr. Smith, por seguir el ejemplo) sea un hipócrita incoherente. Pero olvidemos a la persona y quedémonos con la bondad intrínseca de su mensaje y lo que podemos aprender de ese mensaje: juzguemos al mensaje, no a la persona.

Ademas: nadie es perfecto. Recordemos a Mozart en la película “Amadeus”. Entrevistado con el emperador, Mozart le dice: “yo podré ser vulgar, pero os aseguro que mi musica no lo es”. Y llevaba razón.

Sigamos su discurso, aunque huyamos de su ejemplo. Bastante desgracia tiene ya el Sr. Smith diciendo una cosa brillante y comportándose del modo completamente contrario: revela que nada ha aprendido. Motivo mas que suficiente para que nosotros seamos coherentes y, desafiando a su ejemplo, hagamos lo que decimos, o pongamos por obra lo que juzgamos ser bueno.

Que un avaro predique la generosidad no le quita mérito alguno a la bondad de la virtud que pregona: la generosidad. El problema está en el avaro, no en la generosidad. Las ideas no tienen defectos, no asi los portadores de las ideas, que somos las personas, y que tenemos infinidad de ellos. Pero no señalemos los defectos ajenos para privarnos de la oportunidad de aprender de la bondad de una idea, sea cual sea el portador de la misma.

Saludos.

26 comentarios:

Rita dijo...

Estamos de acuerdo, es bastante difícil de separar al mensaje del mensajero, creo que es condición humana el hacerlo, si, debemos aprender
un abrazo

Pedro Ojeda Escudero dijo...

Comprendo el argumento principal y lo comparto, así como alguno de los matices. Sin embargo, querido amigo, es fundamental poner el mensaje en su contexto, porque si no puede resultar falso. Un precioso mensaje es ensuciado por la boca que lo pronuncia en demasiadas ocasiones. Así mismo, debe tenerse en cuenta la hipocresía, la deshonestidad, etc., de quien lo pronuncia. El mensaje, en sí mismo, no es válido. De hecho, basta con cambiarlo de boca, de pluma o de época para contrastarlo.

El Gaucho Santillán dijo...

Andas con razòn.

El problema es que el Dr Smith, COBRA para decir esas cosas.

Eso molesta. Un abrazo.

Hada Saltarina dijo...

Ya lo dijo Jesús en un momento determinado: "haced lo que digan pero no lo que hacen".

Un abrazo

Camino a Gaia dijo...

Supongo que todos tenemos cierta prevención contra el engaño. Puede que los hipócritas sean los que mas daño hacen a la virtud, quizás por eso sean los mas nombrados en el evangelio. Hay muchas virtudes que solo tienen sentido cuando hay reciprocidad. Entre humildad y sumisión, entre respeto y sometimiento existe una línea de división muy delgada, quien predica lo contrario de lo que hace, está pidiendo a los demás un comportamiento que no está dispuesto a corresponder.
Sin embargo coincido con tu planteamiento respecto al conocimiento, rechazamos argumentos con los que en el fondo estamos de acuerdo según de quien vengan y en el fondo hemos de reconocer que tan difícil es estar de acuerdo con alguien en todo, como estar en desacuerdo en todo. Y en ambos casos podemos aprender. Incluso mas de la persona con la que en principio no estamos de acuerdo puesto que al cuestionar nuestros argumentos nos estimula a mejorarlos.
Un abrazo

Natàlia Tàrraco dijo...

Amigo Cornelivs, debate abierto !salve de corazón!

Sin quitar que las ideas no me convenzan, cosa factible según libre opinión, resulta que con los múltiples datos, la historia a tomos y lomos, queda evidente que aquel que pregonó X, frecuentemente hizo Z. En algunos casos la distancia otorga prespectiva, sobretodo para visionar a sabios, pensantes...de épocas pasadas en su contexto.

Inventaron aquel concepto llamado ética. Gran invento en decadencia desde el minuto en que se inventó, pero !ahí está!

Para saber si el Sr. Smit Cicerón o Epicuro respondió a lo que dijo, tendría que haber conocido al señor Smit o a Séneca.
Por eso los pongo en solfa.
Se parecería la cosa al típico político capaz de citar al sabio o al poeta o, inventándose un oportuno sofisma, quedarse tan ancho, y luego, resulta que está metido hasta el cuello de...pongamos, corrupción.

Y ese pensar al ponerlo por escrito (en papiro, en Face, en versículo en Sura o periódico o cómic) o dicho de viva voz, o filmado, se expone al debate, a la duda, al aplauso, o a la ovación.

Todo es manipulable y por suerte, opinable.
Ideas, fuentes de incognitas y motor humano, ahora, ¿¿¿grandes hombres??? ¿LOS HOMBRES NO DEBEN RESPONDER A SUS IDEAS?

TE APLAUDO,HAS DISPENSADO UNAS GOTAS DE ACEITE A MIS LAS NEURONAS ALGO ATROFIADAS.
Un beso.

Myriam dijo...

No se... ¿un poquito de consecuencia en pensamiento, palabra y obra, sería algo imposible de conseguir/demandar/exigir/pedir? No daría ésto un poco más de credibilidad al SR Smith?

Mariluz GH dijo...

Yo prefiero la acción de una sola persona a la charlatanería de muchos señores Smith. No le doy valor a sus palabras si no hacen un mínimo por vivir lo que dicen... y eso lo aplico tanto a políticos como religiosos o filósofos...

Un interesantge artículo para reflexionar querido amigo. Es un placer tenerte otra vez 'dándonos caña' :)

dos abrazos

Alimontero dijo...

Hola amigo Cornelivs, "los Smiths" han existido siempre, ojo, pestaña y ceja...;-)

Un abrazo amigo querido,

Ali

El cuaderno de la mesa camilla dijo...

Hay un dicho sobre la mujer del César, que no si viene al caso. Los propagandistas modernos saben bien del valor de una imagen para que el mensaje llegue a su destino y produzca los efectos deseados.
Y un dato histórico: ¿el cristianismo sería lo que es si su iniciador no hubiera estado dispuesto a dar su vida por las ideas que defendía y, sobre todo, no hubiera sido consecuente y no la hubiera dado?
Me temo que no se puede desligar el mensaje del mensajero. Es más, creo que hay una relación dialéctica entre ellos, de modo que uno y otro se condicionan.
Un abrazo.
He regresado.

Paco Cuesta dijo...

Hemos de tener cuidado con los Sres. Smtih, en ocasiones predican sólo por el que dirán, lo que no están dispuestos a cumplir.

matrioska_verde dijo...

Tu discurso es excelente, Pablo y tienes parte de razón pero también coincido con lo que dice Pedro.

Es muy importante también que la persona que habla llegue a transmitir de verdad, a conectar con sus interlocutores. Debe ser creíble y para ser creíble, es bueno que sea coherente.

No sé, es difícil ofrecer una opinión porque hay muchos matices.

No obstante, me das que pensar y eso es bueno.

biquiños y buen finde.

Amig@mi@ dijo...

Estoy totalmente de acuerdo, amigo. Todos tenemos parcelitas, y que una esté seca no quiere decir que la otra no dé frutos.
Buena reflexión.
Un abrazo

genialsiempre dijo...

Bueno....sería discutible este razonamiento y digno de otro espacio. De momento me limito a dejar aqui mis dudas

genialsiempre dijo...

Se me olvidaba un buen refrán que viene que ni pintado "Hay que predicar con el ejemplo"

Gizela dijo...

Desde la antigüedad, hemos tenido problemas con separar el mensaje del mensajero...en ese entonces se exponían a perder la vida cuando debían llevar noticias infortunadas a los poderosos....hoy nos importan muchas veces más que el mensaje...
Besosssssssss

Neogeminis Mónica Frau dijo...

Soy de las que no acepta mensajes de bocas hipócritas. Lo reconozco. Sobre todo si sé de quién se trata antes de escuchar lo que va a decir. Para mi las palabras cobran sentido si quien las pronuncia lasrespalda con su sinceridad. Si ese es un defecto, jejejeje...lo asumo!

Un abrazo.

Abejita de la Vega dijo...

Tendríamos que hacer una prueba, leer noticias sin saber de qué periódico son.

Un abrazo, Pablo

La sonrisa de Hiperion dijo...

Amigo, por tu casa ando, echando un ratito.

Saludos y un abrazo.

Isabel Martínez Barquero dijo...

Es muy difícil desligar lo que escuchamos de quien lo emite, pues las palabras resultan huecas en boca de algunos, por mucho que en sí mismas sean verdaderas y llenas de sentido.
Como decía Don Antonio Machado, "desdeño las palabras de los tenores huecos y el coro de los grillos que cantan a la luna", y siguiendo con Don Antonio, conviene distinguir las voces de los ecos.
Un abrazo fuerte, estimado amigo.

Silvi (reikijai) dijo...

Es para tomar con pinzas... y a decir verdad tomo mis recaudos.Un dicho popular:"Por mas que la mona se vista de seda ... mona queda".Besos.

Marina dijo...

Pues es cierto compañero, pero es muy complicado aceptar un discurso de personas sin credibilidad ninguna parahacerle.
Un besín

JESUS y ENCARNA dijo...

Buenas noches Pablo, se me hace arto dificil no entender porque y en general nos empecinamos en no analizar como bien dices, creo que los conceptos emitidos merecen un analisis exaustivo, sencillo pero exaustivo, las palabras por si solas tienen dos vertientes y hay conceptos que pueden ser como adormideras en un Oasis.
Creo que el sr. Smitz, gustaba de adormecer las ansias de descubrir y experimentar la alegria del cariño y la union.
Austero y humilde he tenido que ser toda mi vida, que me vas a contar sr Smiz.
Tienes razon no hay que adornar ni distorsionar, hay que estar de pies en tierra y vivir la realidad.
La realidad, con permiso, pienso que hoy por hoy esta en la calle.
Saludos mu cordiales.
Jesus

María dijo...

Sin querer CORNELIUS,


aun cuando intentemos no prejuzgar y no dejarnos influenciar por el mensajero, casi nadie escapa de esa tentación... por otro lado tan humana.

Las palabras tienen vida propia, ajena al emisor, es cierto, pero ciertos mensajes en boca de determinadas personas resultan ofensivos a poca inteligencia y sensibilidad que tengamos... eso sí, es cierto el mensaje seguramente seguirá siendo bueno, pero escucharlo de quien viene, se hace en ocasiones penosísimo ;-) y si además cobra...buufff;-)



un besito CORNELISU.

Abel Jara Romero dijo...

Hey!!! Me encanta tu blog. Eres muy de mi tipo de escribir. Por eso me ha gustado y te sigo. Te invito a que sigas el mío. Espero que te guste y que si quieres me sigas. Porque yo también escribo porque me aparta de mi vida cotidiana. NO DEJES DE ESCRIBIR Y CREAR.
http://escritorsentimientos.blogspot.com/

PABLO JESUS GAMEZ RODRIGUEZ dijo...

Gracias por vuestros comentarios, queridos amigos y amigas.

Abrazos para todos.