"Cree a aquellos que buscan la verdad, duda de los que la han encontrado" (André Gide)
"No estoy de acuerdo con lo que dices, pero defendería con mi vida tu derecho a expresarlo" (Voltaire)

"La religión es algo verdadero para los pobres, falso para los sabios y útil para los dirigentes" (Lucio Anneo Séneca)
"Cualquier hombre puede caer en un error, pero solo los necios perseveran en él" (Marco Tulio Cicerón)
"Quien no haya sufrido como yo, que no me de consejos" (Sófocles)
"No juzguéis y no sereis juzgados" (Jesús de Nazaret)
. . .

06/05/2010

Encuentros en la tercera fase

Para el grupo de lectura del Quijote en La Acequia.

Prosigue en este capitulo 48 de la 2ª Parte la fina ironía de Cervantes, que empieza describiéndonos la soledad y la tristeza de D. Quijote, vendado el rostro aún como consecuencia de los arañazos gatunos.

Las circunstancias en las que se produce el encuentro nocturno entre D. Quijote y la dueña, y la magnifica descripción que hace Cervantes de todo ello, hace disfrutar al lector, sencillamente. Me saldrían pelos en la lengua antes de expresar la admiración que este humilde lector siente hacia el genio cervantino. D. Quijote piensa que primero es un fantasma lo que se acerca; y luego, cuando ve quien es, piensa que trae "recado" ("terceria" dice Cervantes) de alguien, es decir, que trae una misiva amorosa de alguna chica. Cervantes nos hace reír y sonreír una y otra vez, con este relato intemporal en el que reconocemos fácilmente las emociones humanas de todas las epocas: cambia el tiempo, la tecnología y la ciencia avanza, pero el corazón humano sigue siendo el mismo.

Asi es; pues vemos a D. Quijote hablando en alta voz de su fidelidad hacia Dulcinea, sin duda pretende que se le oiga y, de paso, desengañar a quien venga a verlo con intenciones “libidinescas”. Pero ya es tarde, porque la dueña abre la puerta, y tras los iniciales y mutuos recelos, vemos que la dueña se sienta en la silla y D. Quijote se mete en la cama, embozado hasta los ojos.

Cide Hamete Benengeli daria cualquier cosa por verlos asi cogidos, y no me extraña. Pero yo daria cualquier cosa por ver a D. Quijote un poquitin antes: cuando se pone de pie al acercarse Dª Rodriguez con la "galocha" en la cabeza "...en el cual traje parecía la más extraordinaria fantasma que se pudiera pensar".

D. Quijote piensa en voz alta, mientras que Dª Rodriguez va a buscar una vela. Hombre, al fin y al cabo, D. Quijote trata de dominar sus impetus amorosos. "¿Y quién sabe si esta soledad, esta ocasión y este silencio despertará mis deseos que duermen, y harán que al cabo de mis años venga a caer donde nunca he tropezado? Y en casos semejantes mejor es huir que esperar la batalla. Pero yo no debo de estar en mi juicio, pues tales disparates digo y pienso, que no es posible que una dueña toquiblanca, larga y antojuna pueda mover ni levantar pensamiento lascivo en el más desalmado pecho del mundo." Delicioso.

Y vienen mas ironias, porque Dª Rodríguez, (creo que es la misma dueña a quien Sancho encomendó tuviera cuidado con su rucio apenas llegado al castillo de los duques), va a buscar a D. Quijote a contarle su desgracia: la dueña le cuenta su vida, tiene una hija que ha sido engañada por un labrador rico, que le dio palabra de matrimonio y luego, una vez gozados de los encantos de la chica, se arrepiente, no queriéndose casar.

Pretende Dª Rodríguez que D. Quijote fuerce al tal labrador a que cumpla su palabra y se case con su hija.

Para desgracia de Dª Rodríguez, el duque no le quiere ayudar, pues el padre del tal labrador es rico, y le presta dinero al duque, como “fiador de sus trampas”, de modo que con el duque –que no quiere enojar a su generoso benefactor- no puede contar para nada, viendose la dueña obligada a recurrir al estrafalario y arañado caballero andante manchego.

La historia de la dueña parece, a mi al menos me da la impresión, que es real; se mezcla la realidad con la ficción, es maravilloso todo: una dueña real, con un problema real, pide ayuda, a la desesperada, a un caballero andante de novela: la dueña no pretende burlarse esta vez de D. Quijote. Es como si se mezclaran realidad y ficción. Cervantes sabe, magistralmente, mantener ese clima durante toda la novela.

Finalmente, para encumbrar aun más a su hija, dice la dueña que a Altisidora le huele el aliento y que es demasiado desenvuelta; y revela el secreto de las fuentes en las piernas de la duquesa. Casi inmediatamente, vemos que los encantadores se lian a palos y mamporrazos con la dueña y con D. Quijote.

Esta visto que hay muchos encantadores (o acaso encantadoras) sueltos por la noche en el castillo de los duques.

Saludos.

05/05/2010

Llegó la primavera

Quince horas. Comienzo a correr mis 8,5 Km. diarios, a ritmo de footing. Domingos descanso. Ahora los recorro en 49-51 minutos, según el día, pues no todas las tardes está uno igual, ni el tiempo tampoco. Y cada dia recorto más el tiempo. Me viene bien el deporte, esto de estar en forma y haber conseguido aguantar UN AÑO, repito, un añito sin llevarme un cigarro a la boca, (porque quiero que sepas, querido/a amigo/a blogger que me lees, que sigo sin fumar), me ha venido de perlas. Peso recién duchadito y arregladito: 80 kg. La fotografía es de esta misma tarde, aunque estoy sin afeitar.

Fisicamente me siento fuerte, me siento bien. Ya no hago dieta, como y bebo de todo, aunque claro, con la moderación precisa. Ahora es cuestión de mantenimiento.

Y ha sucedido esta tarde. Cuando subía por la cuesta que lleva por el camino del Paso hasta los invernaderos la primavera me ha golpeado dulcemente, de improviso, sin darme yo cuenta. Claro, he estado tan ocupado con mi instrospectiva de los últimos días, que ni me había percatado de ello. ¡Que maravilla...! Si, ahi están un año más. Tras el frío de ayer, hoy una calida brisa me ha acompañado, el sol me ha caldeado agradablemente la piel y el canto de los pájaros (pardillos, verdecillos y fundamentalmente mis adorados jilgueros –colorines, como los llamamos por aquí-) me ha hecho sentirme bien, sentirme vivo. El paisaje de la hierba verde, mezclado con el verde del mar de olivos me ha reconfortado. He corrido con ganas, con fuerzas, he tenido buenas vibraciones.

Bendita primavera. Ya era hora.

Saludos.


04/05/2010

"Como deciamos ayer..."

No se si vuelvo mas sabio o mas ignorante, pero desde luego, si con más experiencia. Los acontecimientos de las últimas semanas y las circunstancias familiares por las que he atravesado me han hecho comprender que no es conveniente ni aconsejable tomar decisiones con la mente caliente. Ya llegará mi hora. Porque cuando el viento sopla y hace frio, y el agua te cala hasta los huesos no es momento de coger el arado: es mejor guarecerse a cubierto, aceptar lo inevitable, y esperar a mejor ocasión.

Esto es lo que, usando un símil, me ha acontecido. Gracias a todos los dioses mi vida va por buen camino, esposa e hijos me acompañan y gozo de paz y de salud; y también tengo otro gran tesoro: amigos, entre los cuales estáis vosotros. La vida quizás sea demasiado complicada como para tomársela siempre en serio, no se de quien será esta frase, pero he aprendido que es cierta.

Quizás no era el momento, quizás los elementos confabularon contra mi haciéndome creer que había llegado el momento de tomar una decisión y, cual Alonso Quijano, confundí a los rebaños con ejércitos de Miramamolín: quizás fui yo mismo quien me presionaba y me compelía a correr hacia adelante, buscando una salida a un problema que no era tal problema, o al menos, tras una serena meditación, he comprendido que no tenia la consistencia que yo pensaba. Pensar con alteración no es pensar: con la quietud necesaria, ya es otra cosa. Serenidad de ánimo ante todo: he ahí la gran lección que has aprendido, Cornelivs, porque no puedes cambiar las cosas, pero si tu actitud hacia ellas.

También estaba cansado y necesitaba reflexionar. La vida me había golpeado en un lugar extremadamente sensible y Cornelivs estaba de rodillas. Bueno, el caso es que heme aquí, de nuevo, levantado, y siempre hacia adelante; pero con una lección más aprendida: pasar pagina es bueno. Mi corazón se negaba a hacerlo, mi espiritu sentimental y melancolico me lo impedia; pero ya me he autotorturado demasiado con esa historia. Pasa página, Cornelivs, pasa página. Y a otra cosa, mariposa, que decian los viejos. Bueno, pasada queda la página.

¡Sonrie, Cornelivs. Goza de un nuevo amanecer…!

Ah, y otra cosa. Gracias, de todo corazón, a todos y a todas. Por vuestro apoyo y animos; por vuestra presencia. Os juro que os he sentido muy cerca.

Gracias amigos y amigas. ¡Estoy encantado de estar de vuelta con vosotros!

Saludos.

20/04/2010

Sigo aquí, amigos.

Desde que abrí este blog, Abril de 2008, no había estado tanto tiempo sin actualizar con nuevas entradas. Estoy bien, queridos amigos y amigas, no os preocupéis. De todo corazón os agradezco vuestro interés y buenos deseos de que me encuentre bien. Creedme: estoy bien. Últimamente se ha producido un incremento de trabajo que me ha tenido apartado de la blogosfera.

No, no voy a cerrar mi blog, ni muchísimo menos, no se me ha pasado por el pensamiento; además, me he acostumbrado a vuestra compañía y a vuestro cariño y estoy la mar de agusto con todos/as vosotros/as. Pero mi interior esta en pleno proceso de búsqueda, como ya dije en mi ultima entrada. Y hay momentos en la vida en los que uno debe de tomar una decisión, y asumir las consecuencias de lo que decida. Y ahora es uno de esos momentos. Las causas…las explicaré en otro momento, no ahora; pero os lo prometo, lo explicaré en su momento oportuno.

Dentro de mi alma hay ahora una mar arbolada que he de calmar y no precipitarme. Soy enemigo de las prisas, por definición, y como muchas veces he actuado demasiado impulsivamente, quizás con los años estoy aprendiendo a tomar decisiones tras una calmada reflexión; en ese estado estoy ahora. Incertidumbre, inquietud…

Aunque si veo que, finalmente, llueve demasiado, sopla el viento y los elementos no son los mas adecuados…quizás aplace la toma de decisiones para cuando pase la tormenta interior, y luzca un poco de sol que me permita ver algo mejor.

Volveré muy pronto, queridos amigos y amigas. Os lo prometo.

Cornelivs os quiere…y os añora entrañablemente a todos y a todas. Gracias…de todo corazón.

Hasta muy prontito.

07/04/2010

La búsqueda

Me fui de vacaciones, descansé en semana santa, volví y heme aquí de nuevo. He estado fuera de la blogosfera durante todo este tiempo, necesitaba meditar y apartarme al máximo del mundanal ruido. Disculpadme, amigos y amigas, si estos días he estado apartado de todo y de todos. Os he echado de menos pero, insisto, he preferido guardar silencio para serenarme y ordenar mis ideas.

Es como si mi vida estuviera atravesando una encrucijada ante la que se abren diversos caminos, hay que serenarse y no perder el Norte nunca. Pero ¿dónde hallarlo?

Por ello, creo que en muchas ocasiones, refugiarse en el silencio es la mejor forma de oír las voces de tu interior; esas voces que, naturalmente, salen de dentro, de tu alma; pero que a veces son silenciadas por las conveniencias de este mundo, los oscuros intereses, los diabólicos manejos de los poderosos, nuestra indecisión o mil y una causas más, y a veces incluso en contra de tu voluntad.

También están esos falsos ídolos que te pueden confundir con sus vanos destellos; por un momento te encandilan, pero luego se quedan…en nada.

Silencio…

Escucha tu voz interior, óyela, préstale atención. Aíslate de todo y de todos, y de toda clase de estímulos, serénate, relájate, y piensa en tu voz interior. ¿Qué te dice, que te susurra?

Y no te engañes, Cornelivs; trata de ser sincero: primero contigo mismo.

Espero no confundir el camino.

Saludos.



26/03/2010

Recuerda

Nada nuevo hay bajo el sol, amigo Cornelivs. Las dudas que tienes, los problemas que te agobian, las incertidumbres que, a veces, te carcomen por dentro, son viejos conocidos del ser humano. Quizás tu experiencia en el mundo sea unica, quizás tambien tus circunstancias sean unicas; pero al fin y al cabo eres un hombre, como tantos otros, y el espiritu del hombre siempre ha sido el mismo a lo largo de la historia.

¿Que no me cres? Lee estas frases de los sabios antiguos.

Queremos ser más felices que los demás, y eso es dificilísimo, porque siempre les imaginamos mucho más felices de lo que son en realidad (Montesquieu, en la imagen)

El hombre justo no es aquel que no comete ninguna injusticia, si no el que pudiendo ser injusto no quiere serlo. Menandro de Atenas. (Dramaturgo griego).

El hombre más desgraciado es el que con más ardor desea la felicidad. Bión de Abdera. (Matemático griego)

La felicidad humana generalmente no se logra con grandes golpes de suerte, que pueden ocurrir pocas veces, sino con pequeñas cosas que ocurren todos los días. (Benjamin Franklin)

¿No te resulta familiar? Nada nuevo hay bajo el sol, recuérdalo. Si, ya lo se; ya se que no te consuela, demasiado bien te conozco y siempre piensas que "mal de muchos consuelo de tontos". No te consuela el hecho de que éstos sean viejos problemas conocidos del ser humano. A ti te duele tu propio dolor, claro que si.

Pero no te queda otra...

Saludos.

25/03/2010

Sabios consejos de un presunto loco

Para el grupo de lectura del Quijote en La Acequia.

Recuerdo perfectamente mi emoción y mi sorpresa cuando, allá por el año 1.977, leí por primera vez este capitulo 42 del Quijote. A esas alturas yo ya sentía gran devoción hacia D. Quijote, pero cuando leí este capitulo, y el siguiente, mi devoción llegó hasta el extremo de la adoración. Definitivamente D. Quijote era mi ídolo.

Asi era. Bueno, corrijo: asi es. Alonso Quijano ofrece a Sancho una serie de consejos, tan sensatos, tan ponderados, tan inteligentes, y tan llenos de sabiduría, de sentido común y de lógica que cualquiera podría preguntarse cómo era posible que un loco como D.Quijote hablara y pensara así. Cervantes mismo se lo preguntó -y perdóname, querido Pedro Ojeda, por adelantar la primera frase del siguiente capitulo-:

“Quien oyera el pasado razonamiento de don Quijote que no le tuviera por persona muy cuerda y mejor intencionada? Pero, como muchas veces en el progreso desta grande historia queda dicho, solamente disparaba en tocándole en la caballería, y en los demás discursos mostraba tener claro y desenfadado entendimiento, de manera que a cada paso desacreditaban sus obras su juicio, y su juicio sus obras…”

Ahora, mucho tiempo después, y con 45 años muy bien cumplidos, prosigue mi adoración y devoción hacia D. Quijote; pero fundamentalmente hacia su autor, hacia D. Miguel de Cervantes, que se atreve a poner en boca de un “presunto” loco unos consejos que revelan claramente el cómo gobernar con sabiduría, honradez, y ética. Cervantes se delata a si mismo: posee una educación y una formación clásica, humanista, integra, honrada, leal y legal, uno de los mejores intelectos que al mundo dio la España imperial del XVII; no está de acuerdo con la filosofía que impregna el actuar cotidiano de los gobernantes (no se si llamarlos “gerifaltes”) de su época, de modo que se atreve a poner en boca de un pobre hidalgo loco por los libros de caballerias unos sabios y reales consejos.

Poco puedo añadir yo, humilde lector de esta inmortal obra, a este capitulo. ¿Me ciega la pasión por Cervantes y su obra? Es muy posible que si. ¿Mi viejo cariño hacia D. Quijote? Seguro. Pero sé que cuento con una atenuante muy cualificada: esta novela es una de las mejores novelas de toda la historia de la literatura, estudiada, comentada, analizada y discutida hasta el paroxismo por los grandes de la literatura.

De modo que Cornelivs callará aquí, y dejará que el inmortal maestro, Cervantes, nos haga disfrutar. “Podráse” decir del mismo mil cosas, y efectuarse de este capitulo diez mil análisis: pero el mejor análisis de este capítulo es el capitulo mismo.

Y no faltando voces mas autorizadas que la tuya, como la de nuestro propio maestro, “maese Pedro”, al decir de nuestro querido Antonio Aguilera…cállate Cornelivs. Lee el capitulo... y…¡disfruta!

Saludos

24/03/2010

Al salir de la cárcel

"Al salir de la cárcel" es el titulo con el cual suele ser conocida la poesia que hoy traigo aquí. Parece que el titulo proviene del hecho de que su autor, Fray Luis de León (1.527/1.591), la dejó escrita en la pared de la celda en la que fue encerrado por la inquisición.

Ya la conocia desde los tiempos de mi mocedad; pero hace pocas semanas la "redescubrí", y me llegó especialmente dentro su mensaje.

Hoy la comparto con todos vosotros. Dice así:

Aqui la envidia y la mentira
me tuvieron encerrado.
Dichoso el humilde estado
del sabio que se retira
de aqueste mundo malvado,
y con pobre mesa y casa,
en el campo deleitoso
con solo Dios se compasa
y a solas su vida pasa,
ni envidiado ni envidioso.

Saludos.



22/03/2010

Retazos de una breve conversación.

-Todos estamos solos.

-Que no hombre, que no. Tu no estas solo: tienes familia, amigos, conocidos, no te puedes quejar.

-No me has oido, amigo. He dicho que todos estamos solos.

-No entiendo.


-Pues es fácil. Ademas, con el tiempo ya no quiero que nadie me de la razón; solo que me comprendan. Aunque no estén de acuerdo. Comprender no es lo mismo que compartir, pero me gusta mas. Y recuerda: muchas veces con intentarlo, es suficiente.

-Y que tiene que ver eso con la soledad?

-Tu mismo: si no me quieres escuchar, no lo hagas.

Saludos.


19/03/2010

Fin y remate de Clavileño

Para el grupo de lectura del Quijote en La Acequia.

Finalmente, en este capitulo 41, los estúpidos duques consiguen su objetivo: que Sancho y D. quijote se moten sobre Clavileño y “viajen” por los aires, soportando vientos y casi llegando a tocar el sol.

Pobre D. Quijote y Sancho; nuestros inmortales personajes, inolvidables, imperecederos e inmortales, protagonistas de una de las novelas más famosas de todos los tiempos (D. Quijote de la Mancha), montan sobre un caballo de madera, para intentar remediar un disparate con otro disparate: pelearse con un encantador, a fin de que unas malditas dueñas se libren de sus barbas.

¡Me da un no se qué verlos asi, como bufones normales, divirtiendo a estos odiosos duques…! Con razón Cervantes -sabio Cervantes- nunca dijo quienes eran ni dio su titulo: seguro que lo hizo adrede, para castigarlos con el peor castigo posible, el anonimato. Que se jodan, y yo que me alegro. Todo serán conjeturas: pero nadie sabe, supo, ni sabrá nunca el titulo de estos duques. Se lo tienen merecido. Además, su chabacanería, su poca educación, su malicia, su estulticia y su poca inteligencia los hacen acreedores de lo que tendrán luego: el anonimato.

Otra cosa distinta, es el por qué estos duques me inspiran tanta antipatia; bien se que solo son personajes de ficción, como todos los que intervienen en nuestra inmortal novela. Pero entonces… ¿Cuál es la causa de la profunda antipatia que Cornelivs siente hacia estos duques? No adelantemos acontecimientos: tiempo habrá para dar cumplida respuesta a esta pregunta. Todo tiene su causa, y pronto lo veremos. En todo caso, la causa hunde sus raices en la noche de los tiempos, raices profundas, cuando un niño de doce años cabalgaba con D. Quijote.

Volvamos al capitulo. Nuestros protagonistas brillan a gran altura, para mayor descrédito y menosprecio de los duques; Sancho aparece al natural, tiene mucho miedo, D. Quijote lo ve muy pusilánime, y el propio D. Quijote tiene que esforzarse mucho para que esa pusilanimidad no le hiciera algunas cosquillas en el ánimo. Pero incluso en esos momentos tan tensos encuentra Cervantes motivo para hacernos sonreír, le coge D. Quijote a Sancho las manos y le pide que antes de partir se de unos cuantos azotes. Obviamente, Sancho contesta diciendo que no es el lugar ni momento propicio, pero Cervantes ha conseguido arrancarnos de nuevo otra sonrisa.

El final es estupendo: Sancho comienza a mentir, dice haber visto la tierra y el cielo, haberse detenido a jugar con las cabrillas (parece ser que se refiere a las Pléyades) y da otros datos inverosímiles. Sancho miente, conscientemente, y asi lo revela D. Quijote: “o Sancho miente, o Sancho sueña”.

Claro. Sancho ha tenido buenos maestros en ese arte: los propios duques. Sancho…¡parece, por fin, haberles cogido el pulso! Por cierto, con lo de "cabrón" y "cuernos" ¿creo notar cierta antipatia visceral entre el duque y Sancho, o es que me lo parece?

Saludos.

17/03/2010

¿Libertad? de expresión.

Cuando era pequeño me importaba más lo que se decía que la categoría de la persona que lo decía. Me explico: mi mente analizaba y estudiaba lo que se decía, independientemente de la categoría social, humana o política de quien hablara, y si lo veía correcto le daba la razón, no haciéndolo en caso contrario.

A veces dábase el caso de que una persona humilde decía lo que sentía y yo estaba de acuerdo; y también me encontraba a veces con el caso del rico poderoso que, hablando disparates, encontraba siempre a su corte de fieles aduladores que, cual coro de gallinas cluecas, aplaudían estúpidamente sus “presuntas” gracias, o cualquier cosa que dijera.

Me acuerdo del caso de aquel ricachón, huérfano de educación y de buenas maneras, que solo por ser rico pensaba que era de otra materia distinta a la nuestra. Recuerdo perfectamente la escena, yo tenía unos quince años aproximados, debía de estar cursando 1º de BUP o así: hablando un día de política con los míos mostraba su malestar porque su voto valía lo mismo que el de un parado.

-¡Como va a valer lo mismo mi voto, el mio, que el de un parado! ¡Esto es injusto!

-Porque todos son iguales, eso es la grandeza de la democracia –tercié yo-.

-Callate, niño, que esto son cosas de mayores –me dijeron los mios, y me fulminaron con la mirada.

Obedecí y guardé silencio. Pero es que aquello me rebelaba. Pensaba: ¡pero si solo es un idiota con dinero!.

Y es que con el tiempo aprendes o, mejor, te “fuerzan” a aprender a darle la razón, no a quien la tiene, sino a quien la merece o a quien conviene dársela. Oscuros juegos, absurdos juegos, estúpidos juegos, inútiles juegos, que no hacen mas que esconder la verdad y taparla debajo de la mesa: como si la verdad, como si la luz pudiera contenerse. ¡Que estupidez!

La libertad es una conquista más difícil de lo que parece. ¿Libertad de expresión? Bendito aquel, lo repito por si alguien no lo entiende, bendito aquel que puede decir siempre lo que siente en cada momento. Porque, ¿verdaderamente somos libres? ¿Esta sociedad nos deja ser libres para decir lo que sentimos? ¿O más bien vivimos en una sociedad que nos obliga a decir “que borrachera tiene el cabrón”, si eres pobre, o “que malito está el señor”, si eras rico? ¡Cuando nos liberaremos de los absurdos prejuicios! O como sucedía con el famoso cuento de Andersen, “El traje nuevo del emperador”, nadie tenia agallas para decir la verdad, y al final tuvo que ser ¡un niño! -benditos niños- quien se atrevió a decir la verdad: “¡Pero si no lleva nada puesto!”

Y luego cometemos otro error: analizamos antes a la persona que a la idea, es decir, a quien dice algo que a lo que dice. Tenemos ese vicio, ese defecto, que le vamos a hacer; y la tragedia es que miles de buenas ideas (y a veces luminosas ideas) han sido sepultadas en el abismo de lo ignorado porque la sociedad ha juzgado más al autor de la idea -o su vida personal- que a la propia idea misma. Que pena. Que ceguera mas espantosa: se nos olvida que nadie es perfecto y que cualquiera tiene derecho a tener una buena idea.

En fin, así va el mundo.

15/03/2010

La sombra

Siempre hacía las cosas porque era conveniente para sus intereses, no porque le apeteciera. El interés era su norte. Jamás dió paso en su mente a la espontaneidad: todo obedeció a un plan meticulosamente calculado, con una frialdad que daba miedo.

Cuando los suyos le daban cariño, lo administraba para sus inconfesables planes. Al final, después de tanto ruido, teatro y estúpida vanagloria, se demostró que solo el dinero la movía: el vil metal. En ese momento te caíste del pedestal: yo te tenía por alguien mucho más inteligente o de miras más elevadas. Pero no, me equivoqué: te juzgué demasiado bien, te sobrevaloré en exceso, no me di cuenta de la mezquindad que te inundaba.

Que pena que jamás hayas disfrutado de una mirada de amor; que jamás hayas gozado de una puesta de sol; que jamás hayas tenido la oportunidad de fundirte en un abrazo de placer con el ser amado.

Que lástima que no hayas comprendido que estamos aquí para partir, que nadie es eterno, y que solo somos poseedores temporales de bienes materiales. Y el caso es que si bien tus palabras revelan una cosa, tus hechos muestran todo lo contrario, eres una persona tan apegada a lo material que intuyo que te va a costar mucho trabajo partir de aquí.

Que tragedia, el tener que estar actuando siempre lejos de la bendita espontaneidad, y siempre por alguna causa o finalidad, teniendo que buscar y hallar explicaciones para todo.

Que pena que los demás sientan respeto hacia ti, pero no amor ni cariño.

Que terrible maldición, que nunca hayas sentido en tu interior la necesidad de hacer felices a los demás.

Que pena...que solo seas una sombra.

12/03/2010

¡Despierta!

De todo se cansa uno en la vida, como fingir una y otra vez ser despistado y no enterarte de las cosas a fin de no herir la susceptibilidad de esa persona; de concederle siempre el beneficio de la duda cuando sus hechos la condenan; de esperar un cambio y/o fruto que nunca acaba de llegar.

La gente le da de lado pero tu sigues confiando en ella, porque ves en sus ojos esa chispa de nobleza que te induce a no perder la esperanza de que llegue a ser la gran persona que puede llegar a ser. O mejor: que pudo llegar a ser. Habla en pasado.

¿O todo es un espejismo? ¡¿No es acaso tu deseo de verlo lo que te hace creer ver lo que no hay, ni nunca hubo, oh tragedia?!

¡Despierta de una vez! Ya tiene tantos años... ¡Dioses! ¿Qué quieres ya con eso? La realidad es la realidad y duele terriblemente el comprenderlo pero no queda otra. Por ello, algunas veces te gustaría ser un enajenado, a fin de no ser consciente de lo dramática e insoportablemente dolorosa que resulta esta existencia a veces.

¿Pero quien te dijo a tí que vivir era fácil? Que los dioses te protejan...

Saludos.

11/03/2010

Clavileño el Alígero

Para el grupo de lectura del Quijote en La Acequia

Ya dije en capítulos anteriores que Cervantes parece recrearse narrando las aventuras y desventuras de nuestros protagonistas en esta segunda parte. Al fin y al cabo, el Quijote es una novela. Parecen confirmarmelo estas primeras palabras de este capitulo 40: “¡Oh don Quijote dichoso! ¡Oh Dulcinea famosa! ¡Oh Sancho Panza gracioso! Todos juntos y cada uno de por sí viváis siglos infinitos, para gusto y general pasatiempo de los vivientes…” porque ya sabemos que en esta segunda parte el novelista siente hacia sus personajes un cariño mucho más profundo y sincero que el que sentía por ellos en la primera parte.

Sancho se muestra muy asombrado con la malas obras de Malambruno para con las dueñas, ¡mira que barbarlas a todas…! Lo que pasa es que me parece muy irónico esto de las barbas, siempre que en el Quijote se ha hablado de barbas o de pelar las barbas ha sido con ironía, en situaciones jocosas y/o cuasi jocosas, con lo cual el colmo de los colmos es que D. Quijote y Sancho tengan que montarse en un caballo de madera para ir lejos a pelearse con Malambruno, y exponerse a muchos peligros, para remediar a unas cuentas dueñas, con el “cariño” que Sancho les tiene a las dueñas y a la madre que las parió a todas ellas.

Insisto en que estos duques tan estúpidos han montado mucho mejor el guion de este teatrillo cómico-burlesco en esta ocasión que en las burlas anteriores. Todo tenía que ser muy creíble, tiene que morder el anzuelo como sea, de modo que hábilmente recurren a un caballo de madera: Clavileño el Alígero, del cual D. Quijote ya hablaba en el capitulo 49 de la primera parte, y cree que existió ese caballo, famoso por haber sido montado por aquel no menos famoso Pierres, amigo de Merlin. Además, como los duques habían leído la primera parte, no tendría nada de particular que, meditando y diseñando el guion de la burla, echasen mano de este caballo.

Sancho tan pusilánime como siempre. Que yo no me monto yo en ese chisme, y punto. Incluso, muy hábilmente por su parte, insinúa que está dispuesto a azotarse antes de montarse en el caballo: persigue con esto que D. Quijote lo oiga y lo apoye, claro, para D. Quijote se entiende que lo primordial es el desencanto de su bella dama antes que la “dermatitis” de las dueñas.

Como la tentativa no le sale bien, desfoga su odio hacia las dueñas: para salvar a dueñas no, le importa un bledo si todas están barbadas. Pero no cuenta Sancho con este actor: el Trifaldi hace tan bien su papel que mueve el corazón de Sancho, que se enternece y está dispuesto a llegar a donde sea para ayudar a estas menesterosas mujeres: ¡aunque se trate de dueñas!

Saludos.

10/03/2010

Querido Diario

Bueno, querido Diario mío, ahora estamos solos tu y yo. Me ves con un brillo especial en la mirada, en esta noche estrellada, porque son las 23,15 nuestra hora bruja. Cuando todos los míos duermen, sabes que yo, Cornelivs, me desvisto de mi armadura y de mi casco romano, abandono el campo de combate de la vida diaria cotidiana y desnudo mi alma, ahora solo soy un ser humano más. Mi mundo interior de emociones y sentimientos de desborda, se desparrama –casi literalmente hablando- por el teclado. Mi mente, libre por un ratito de los problemas y preocupaciones cotidianas, se expande y escribe. También es cierto que la soledad abunda y, creo que todos alguna vez nos sentimos un poco solos, en mi caso esa eterna compañera, soledad, que siempre esta conmigo. Que te voy a decir yo a ti. Quizás escribiendo aquí nos sintamos acompañados, consolados.

Esa es una de las razones por las que te creé. Además, eres como una luz encendida al mundo, que le grita a todo pulmón que aquí hay una persona con una experiencia personal que contar. Que aquí hay un amigo.

Sabes ya muchas cosas de mi, pero te quedan muchísimas más aún por conocer. Y el caso es que no te he mentido jamás: pero tampoco te lo he contado todo, querido Diario, pues con determinados asuntos y vivencias he tenido que ser cauto: la presencia de tanto público frenaba mi espontaneidad y mi sinceridad. Por ello a partir de ahora hablaré contigo poco a poco, sin prisa, con naturalidad, con tranquilidad, con la misma suavidad con la cual mana el agua de una fuente en una soleada mañana de primavera.

Naciste como un Diario personal, como un medio en el cual yo plasmaba mis emociones y sentimientos, y ahora vuelves a ser lo que eras. Y estoy feliz por ello. Fíjate, incluso te estoy hablando como si tuvieras existencia autónoma e independiente a la mía, como si se me hubiera olvidado que yo soy tu autor y tu eres mi obra. Pues no lo he olvidado. Pero, insisto, sabes ya tantas cosas de mí que casi te considero como algo distinto a mí. Se que estás conmigo.

Esta noche, mi tormenta interior brama con la serenidad y la calma del que sabe que ha vuelto a su lado ese intimo amigo que era su soporte y su confidente. Se que te tengo y que estarás ahí. Tenemos tiempo…y no se, quizás estés llamado a vivir más que yo.

Saludos.