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"Quien no haya sufrido como yo, que no me de consejos" (Sófocles)
"No juzguéis y no sereis juzgados" (Jesús de Nazaret)
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15/11/2009

Sensaciones

Aquel desasosiego no lo dejaba tranquilo. Sentado en aquel sillón tan cómodo al lado de la chimenea contemplando el crepitar de las llamas, aquella tarde meditó sobre ello, quizás así intentaba espantar esa sensación y de paso adivinar la causa. Era como un gélido frio que se instalaba en su pecho. Fuera hacia frio, no quería salir.

¿Que buscaba? ¿Quizás la inmortalidad? ¿Le gustaría acaso hacer algo para ser digno de ser recordado su paso por este mundo? No exactamente. ¿Quería dinero, fama, poder, sexo desenfrenado, mujeres, aplauso, reconocimiento? Bueno, aquello era algo muy tentador, pero tampoco había buscado estas cosas con demasiado ahínco.

¿Y esa sombra que se ha cruzado por la ventana? Parecía un niño… ¡Bah! Imaginaciones. Un escalofrío recorrió su espalda; pero trató de relajarse. ¡Oh, dioses! No, otra vez no. En la otra habitación, su mujer y los niños jugaban y veían una película infantil en la televisión, comiendo palomitas de maíz.

Su nerviosismo interior no cesaba, y sintió deseo de dar un paseo, pero no quiso salir con ese frio tan invernal que hacia fuera. De modo que siguió pensando, intentando apartar de su ánimo esa triste e incómoda sensación. Con su familia le iba bien, era feliz con su esposa y con sus hijos; y en el trabajo no se podía quejar. Entonces, ¿que le sucedía?

Empezó a sentirse mal, de modo que, a pesar del frio, decidió salir fuera. Se asomó a la ventana y al divisar su propio reflejo en el cristal, lo vió, comprendiendo perfectamente todo lo que le sucedía: era de nuevo aquel niño. Tras meses de ausencia había vuelto, le llamaba y le contemplaba con sus ojos muy abiertos, tristes y llorosos. Acababa de llorar intensamente y decía que su madre había muerto.

Pero aquello no podía ser posible: ella estaba en su casa, viendo la televisión. Y de pronto nuestro protagonista comprendió... y palideció.

Seguía haciendo mucho frio.

Saludos.

35 comentarios:

Anónimo dijo...

ese sentirse vacío, vanitas vanitatis, del que hablas al principio lo tengo yo últimamente también

Rita dijo...

Conozco esa sensaciónes, nuestro niño siempre vuelve, siempre está ahí, un beso amigo y feliz domingo

Neogeminis Mónica Frau dijo...

Es el niño que fuiste el que está triste?????? quizás él no te entienda, quizás insista en pretender que las cosas fueran como él las veía en aquel entonces pero eso no quiere decir que estuviera acertado. Quizás aquel niño tuviera que acercarse un poco hasta vos en el hoy para lograr entender y aceptar.

Me quedo pensando!

Saludos!!!

Silvi (reikijai) dijo...

...Si regreso temprano del Sanatorio,me conecto.Pero dejalo, escucha;no esta triste.Algo te viene a decir.Dejalo entrar.Te dejo algo que me gusto...aqui estoy
Cuidate.Un fuerte...fuerte abrazo de oso.Besitos.Silvi.
El niño interior
A veces nos invade una sensación de tristeza que no logramos controlar.
Percibimos que el instante mágico de aquel día pasó y que nada hicimos. Entonces la vida esconde su magia y su arte.
Tenemos que escuchar al niño que fuimos un día y que todavía existe dentro de nosotros. Ese niño entiende de momentos mágicos. Podemos reprimir su llanto, pero no podemos acallar su voz. Ese niño que fuimos un día continúa presente.
Bienaventurados los pequeños, porque de ellos es el Reino de los Cielos.
Si no nacemos de nuevo, si no volvemos a mirar la vida con la inocencia y el entusiasmo de la infancia, no tiene sentido seguir viviendo.
Existen muchas maneras de suicidarse. Los que tratan de matar el cuerpo ofenden la ley de Dios. Los que tratan de matar el alma también ofenden la ley de Dios, aunque su crimen sea menos visible a los ojos del hombre.
Prestemos atención a lo que nos dice el niño que tenemos guardado en el pecho. No nos avergoncemos por causa de él. No dejemos que sufra miedo, porque está solo y casi nunca se le escucha.
Permitamos que tome un poco las riendas de nuestra existencia. Ese niño sabe que un día es diferente a otro.
Hagamos que se vuelva a sentir amado. Hagamos que se sienta bien, aunque eso signifique obrar de una manera a la que no estamos acostumbrados, aunque parezca estupidez a los ojos de los demás.
Recuerden que la sabiduría de los hombres es locura ante Dios. Si escuchamos al niño que tenemos en el alma, nuestros ojos volverán a brillar.
Si no perdemos el contacto con ese niño, no perderemos el contacto con la vida... Paulo Coelho

Merche Pallarés dijo...

En la vejez es un gustazo volver a la niñez. Esas sensaciones de vacio, tristeza, te aseguro que pasan con los años si has tenido una vida plena. Besotes, M.

Isabel dijo...

Creo que todos hemos vivido alguna vez esa sensación, porque "el niño", lo llevaremos siempre dentro. Un beso

Juan Duque Oliva dijo...

Me dejas con los pelos de punta cada vez que vuelve ese niño.

Un abrazo compañero y ánimo

Merchi dijo...

QUE BUEEENOOOO, me dejas con los bellos de punta,

Amig@mi@ dijo...

¡De nuevo???
Pues ten cuidado no se convierta en obsesión.
Un abrazo y, llévata bien con él.

Pedro Ojeda Escudero dijo...

hay fríos, querido Cornelivs, que no se quitan nunca
Un abrazo.

Juan Navarro dijo...

Cuando se hace repaso, siempre aparece un fantasma que quizá conviene convertir en amigo.
Un abrazo.

€_r_i_K dijo...

De él fué de quién comprendí, que algún día tiraría de sus "sensaciones", para poder tener la sensación de que aún queda camino...


ABrazos Amigo....

Martine dijo...

"Bonjour tristesse, bonjour les souvenirs"

¿Por qué el niño(la niña) que fuimos siempre traen a nuestra memoria momentos amargos, si no todos lo fueron? Te entiendo, Pablo...
Bisou!

genialsiempre dijo...

No hay nada como recurrir al niño que fuimos para entender muchas cosas, por lo tanto no veo de que asustarse por ello. Änimo y a reflexionar-

José María

Antonio Aguilera dijo...

Siento amigo Cornelivs, que esa herida sangrante, sea difìcil de cicatrizar.

Es bueno volver a la niñez porque en ella hay grandes enseñanzas.
Algunas personas no tenemos mucha dificultad en ello, porque somos niños eternamente: èste piropo que me echaron en una ocasiòn es el mejor de mi vida.
Creo que a tì te pasa igual; pero debes de apartar algunos demonios de enmedio. Muchos no estamos libres de ellos, aunque los hay de distinto color.

Un fuerte abrazo

Asterio Sorribes Andres dijo...

Espejo del tiempo y distinta edad en la mirada

Me gustó

Un saludo

decodificador de la tere dijo...

no se que decir, esa sensación es muy chocante.
pero lo bueno que tiene el vacio, es que puede ser llenado.
llenate de ese niño, muchas veces nos va a mostrar las cosas de una forma muy cruda, que nos va a doler, pero todo es para llenar nuestra alma.
que estes bien
un gran abrazo

loose dijo...

Y ese niño nos acompañará siempre, porque lo llevamos muy adentro...

Un besito.

Carmen Conde Sedemiuqse dijo...

Parece como si un adulto no dejase crecer a ese niño viviendo los dos en paralelo en el mismo lugar pero con distintos "ahoras".... quizás pueda romper las barreras del hielo y recibir ese abrazo tan anhelado. Solo debe saber que el abrazo, cariño, amor....es él mismo, el mismo es quien se tiene que amar, si no se ama ,jamás se creerá amado.

Besitos y amor
je

Manuel de la Rosa -tuccitano- dijo...

A veces las sensaciones son tan reales...que se convierten en eso..realidad..saludos y buena semana

Gabiprog dijo...

Nublado o escampa... y no hablamos del tiempo. Aunque sabemos que también hay alternancia!

Un abrazo.

GerardoA dijo...

estimado cornelivs, pasé a dejarte un abrazo. me encontré con esta entrada sorpresa del ingenio humano, que te acompaña. no sé si realmente se trata de lo que dicen los blogistas anteriores, del niño interior, o si más bien nos asaltan en nuestro subconciente los temores de lo que esta por venir y que lo sospechamos pero evadimos. es como despertar de una gran pesadilla. kadosh. G.A.

Le Fay ʚïɞ dijo...

comprender el vacìo y el frio a la vez... me encanto q retomaras al niño q hace tiempo me robo los penamientos al leerte...
un beso grande!!

Laura dijo...

Quizá alguien que quiso ser y no fué... quien sabe. La sombra y el frío juntos. Y la tristeza...

MAJECARMU dijo...

Precioso y sugerente escrito..
El niño interior quiere salir,recordar,sentir,jugar..!!
Escuchémosle Corneliws, él nos dará el equilibrio,la paz y el apoyo a la madurez que se perfila en el horizonte..!

Hemos de encontrar el equilibrio entre el niño y el hombre para vivir plenamente.

Mi felicitación por tu entrañable escrito.
M.Jésús

La Gata Coqueta dijo...

Cuando ese niño regresa con los recuerdos debajo del brazo, es que no estamos de acuerdo con el entorno y las circunstancias que nos rodean.

Y queremos aquellos tiempos cuando eramos inocentes sin ninguna responsabilidad a nuestras espaldas y nuestros padres nos cuidaban y mimaban.
Y hoy nosotros entregamos parte de nosotros mismos y a veces sin ser correspondidos ni comprendidos, creo que aun hay una gran diferencia... y muchos más etc. etc.

Una feliz semana llena de alegrías, por lo menos intentemoslo...

Un abrazo de afectos floridos.

Marí

Anónimo dijo...

Es una sensación fuerte que paraliza a cualquiera. Es buena esta historia. Un gusto leerte y un fuerte abrazo.

Mariluz GH dijo...

Querido Cornelivs tienes un don especial:
sabes y puedes contactar con tu yo infantil, ése que te manteniene unido a tus raíces, a tu inocencia... no lo apartes de ti porque él te enseñará a convivir con tus propios hijos. Y no te niegues las lágrimas, ellas no te hacen menos hombre sino más persona ¡¡y tú eres una gran persona!!

un cálido abrazo, amigo mío, de esos que te aligeran el alma y refrescan la frente

Mª Antonia dijo...

Querido Cornelivs:
¡Cuánta sensibilidad rezuman tus relatos!
De estas "sensaciones" que nos has regalado intuyo que estás al lado de los más débiles. Haces tuyas sus penas y sus alegrías. Por mucho frío que siga haciendo fuera, siempre encuentras el momento para salir a su encuentro, para tenderles tu mano.
¿Ando muy descaminada?

Un abrazo fuerte.

PABLO JESUS GAMEZ RODRIGUEZ dijo...

GRACIAS A TODOS, AMIGOS Y AMIGAS.


UN ABRAZO Y BESOS PARA TODOS Y TODAS.

El Ente dijo...

Un abrazo a ese niño, y un abrazo a ese hombre grande grande que eres tú

Myriam dijo...

Llego tarde y perdona, pero ya sabes... se me acumuló el trabajo después de la buena vida que me di este último tiempo viajando.

Si el niño, tiene frío o quiere llorar, arrópalo, abrázalo, dale de tu calor de adulto y deja que se desahogue y llore: le va a hacer bien.

Besos

Silvia dijo...

hola!por qué será que nuestro niño nunca nos deja del todo...
a veces daría cualquier cosa por volver aunque más no sea un instante a ser la niña feliz que fuí.......(cada tanto ella me visita)
besotes.
silvia cloud

Anónimo dijo...

Uff ese niño...y ese palidecer...me han dejado helado. Espero haber entendido mal el mensaje.
Abrazos

Belkis dijo...

Hay sensaciones que impactan que son fiel reflejo de algún vacío que se ha quedado por ahí en algún recóndito lugar de nuestra inconsciencia, pero que emerge por momentos. Lo bueno es que dura poco y todo vuelve a la normalidad.
Abrazos