GAIVS IVLIVS CAESAR (2ª Parte)

Estoy gratamente sorprendido con mis amigos de este humilde blog, pues jamas pensé que mi post sobre Julio Cesar despertaría vuestro interés. Por ello, tras efectuar unos pequeños e insignificantes retoques en la 1ª parte, para una mejor comprensión, os brindo a todos esta segunda y última entrega.
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En la primera parte dejamos a Julio Cesar a punto de cruzar el Rubicón, que era la frontera Norte de Italia; la cual, de ser cruzada significaría una sola cosa, y César es quien se lo remarca a sus soldados: "Todavía podemos retroceder, pero si cruzamos este puentecillo, todo habrán de decidirlo las armas". Una vez cruzado el río ya no habría marcha atrás, y se generaría una situación que solo se resolvería con la aniquilación de uno de los bandos: o Cesar o Pompeyo.
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Cesar cruzó el Rubicón, y pronuncia sus famosas palabras: “Alea iacta est” (la suerte está echada), dandose asi inicio a la Guerra Civil entre Pompeyo y Cesar. El apoyo con el que contaba César por toda Italia era general, no solo el pueblo sino que además los caballeros, empresarios y ricos apoyaban a éste general como si fuera un salvador. Los historiadores clásicos son efusivos al explicarnos como incluso éstos "abrían sus puertas ante César". Mientras la marcha de César avanzaba con firmeza por toda Italia, siendo Ariminium una de las primeras ciudades en quedar bajo su poder, en Roma se vivia un autentico caos, con decenas de miles de refugiados que llegaban de todos lados de Italia a refugiarse tras las murallas de la ciudad.
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Cuando Cesar cruzó el Rubicón, inspiró en Roma el mismo terror que Anibal después de la batalla de Cannas. Podeis ver mi post:
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http://cornelivs.blogspot.com/2008/05/terror-para-roma.html.
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Pompeyo, quien solo era apoyado por los senadores optimates y un puñado de hombres ricos, se enfrentaba a una situación cada vez más incontenible. Pompeyo, trastornado, no vió desde el primer momento de la guerra más solución que la desesperada: ceder y huir; salió de Roma, dejando el tesoro publico; no pudo detener a Cesar; abandonó parte de sus tropas, abandonó Italia y pasó el mar, en un repliegue estratégico fuera de Roma, con la inteligente intención de hacer la guerra lejos de Italia, donde Cesar era fuerte, y asi privar a César de sus fuentes de suministro.
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César lograría dominar toda Italia sin problema alguno, aproximadamente dos meses le llevaría tomar el control de esta, y fue un control fácil de alcanzar y sin apenas derramamiento de sangre. Las tropas dejadas atrás por los pompeyanos, abandonadas debido a la huida veloz donde no solo dejaron hombres sino que un cuantioso tesoro en Roma, el tesoro público, se unirían a César y pasarían a formar parte de su ejército. Roma es tomada sin lucha alguna y César entra triunfalmente allí, donde es declarado dictador (palabra que no tenia entonces las connotaciones de hoy, era una especie de "salvador de Roma" en momentos dificiles), pero César no queriendo generar ningún tipo de rencor en la población, decide renunciar rápidamente a este título para simplemente ser declarado Cónsul.
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Cesar era, sencillamente, extraordinario. Montesquieu dice de él lo siguiente: “…se habla mucho de la buena suerte de Cesar; pero éste hombre extraordinario tenia tan grandes cualidades, sin ningun defecto, aunque si muchos vicios, que todo ejercito mandado por él tenia que vencer, y a cualquier republica en que hubiese nacido la habría dominado”.
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César luego de pacificar Italia no partió inmediatamente en búsqueda de Pompeyo ya que este se encontraba en Epiro, donde estaba reagrupado, contaba con la influencia y logística necesaria como para construir una tropa formidable. Es por esto por lo que César comienza a concentrarse en armar un ejército que le pueda hacer frente a Pompeyo, invadiendo los focos pompeyanos más débiles, como el caso de Hispania. Dominar Hispania no le fue difícil ya que esta región no tenía un buen comando, en palabras de César: "Estoy por conocer un ejército sin un líder, y luego encontraré un líder sin un ejército".
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Julio Cesar contaba con 10 legiones (50.000 hombres) y 10 mil unidades de caballería galas; pero Pompeyo lo superaba, porque lo esperaba con un formidable ejército de 11 legiones (55.000 hombres) miles de unidades auxiliares, 7 mil jinetes y el apoyo logistico de una flota de miles de navíos.
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A lo largo de la guerra Cesar tendría traspiés como el Dyrrachium, donde se vio obligado a retirarse. Pero poco después, en la fastuosa batalla de Farsalia, aniquilaria a las tropas Pompeyanas. César habia ganado la guerra Civil.
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Sobre la batalla de Farsalia, podeis apreciar el genio militar de Julio Cesar viendo mi post:
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http://cornelivs.blogspot.com/2008/04/vientos-de-guerra-farsalia.html.
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Por último, pasare de puntillas sobre la muerte del gran heroe, pues no me gusta repetirme, y si lo deseais, podeis pinchad tambien sobre mi post:
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http://cornelivs.blogspot.com/2008/06/tu-quoque-brute-fili-mi.html.
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Jamás Roma volvió a tener un general tan extraordinario como Julio Cesar (cuya estrategia militar luego estudiaron figuras como Carlos V o Napoleón); el hombre que ocasionó la muerte de la Republica de Roma (que habia durado unos 400 años), e inauguró una nuera era: el Principado, la epoca imperial.
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Saludos.

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