Llevo 15 años ejerciendo la profesión. Hay muchas paginas en Internet que hablan, “in abstractum”, con un lenguaje frio, aséptico, pero lejano a nuestra profesion, de lo que es ser o sentirse abogado. He leido muchas de ellas y a mi no me gustan en absoluto, pues hablan de esta profesión mia desde fuera.
Para mi los abogados cumplimos una funcion social muy necesaria. Hemos estudiado una carrera y conocemos las Leyes, siendo poseedores de una ciencia juridica, teorica y practica, que ponemos al servicio de la sociedad, de todo aquel que tiene un problema, civil, penal, administrativo o de otro orden; y sin distinción de clases ú orientaciones. Vivimos en un Estado de Derecho, con un conjunto de Leyes que regulan las relaciones entre los ciudadanos, y las de éstos con las distintas Administraciones. Cuando un individuo es lesionado o necesita saber cuales son sus derechos, el Abogado es la primera persona a la que acude: éste le informará pormenorizadamente de cuales son sus derechos; a que puede aspirar, y qué puede temer. Tambien conocemos la practica de los Tribunales, y sabemos como funcionan y lo que sucede entre bastidores.
La relación entre el Abogado y el cliente es una relación de confianza; cada uno tiene que confiar en el otro. “Al medico, al abogado y al cura la verdad pura”, se ha dicho siempre. Y creo que así debe de ser. Si una de las partes pierde la confianza en el otro…mejor dejarlo.
Ulpiano decia que la Justicia consiste en el “suum cuique tribuere et ne neminem laedere”, esto es, darle a cada uno lo suyo y no perjudicar a nadie. En mi opinión ahí empieza y termina la función de la Justicia.
Nuestra obligación para con el cliente es de medios, NO de resultados. Me explico. El Abogado está obligado a hacer su trabajo lo mejor que pueda, a romperse los sesos buscando la solución (si la hay), y luego con su tecnica juridica pelearlo ante los Tribunales. Pero él no decide. Siempre hay dos abogados con tesis distintas, y en medio esta el Juez, que es quien tiene la última palabra; forzosamente uno de los dos abogados ha de ganar, y el otro perder. Por eso intento hacer mi trabajo lo más escrupulosamente que puedo, todos los argumentos legales y de jurisprudencia que tenga un caso se los ofrezco al Juez, y luego que decida él. Por eso me hice Abogado y no Juez, pues no podria soportar la presión de decidir, ni la posibilidad de causar un perjuicio a una persona por un error judicial.
Topicos: muchos, y además injustos. El famoso de la vaca, dos se estan peleando por la vaca, y los abogados sonrien maliciosamente frotándose las manos, diciendo, tranquilo, al final la vaca será nuestra. Ese topico es tan incierto como calumnioso. El Abogado cobra por su trabajo sus honorarios conforme al Baremo Orientador de su Colegio, y si es decente, antes de interponer el pleito ha de informar a su cliente del costo aproximado de su trabajo, el resultado previsible del mismo, y el margen de beneficio que al cliente le va a quedar, para que éste decida. Algunos no informan al cliente de tal cuestión al principio: yo sí lo hago, pues me gusta ser transparente.
Otro topico: tambien se nos acusa de defender a los delincuentes, sabiendo que lo son. Bueno vamos a ver: a quien dice eso se le está olvidando que el Abogado ha de defender, no juzgar, y menos prejuzgar, pues eso es cuestión del Juez. Todo el mundo tiene derecho de defensa; si no volveríamos a la Edad Media. El derecho a la presunción de inocencia, además de una garantia constitucional, ha sido un magnifico logro que hemos tardado siglos en conquistar; a todo el mundo se le presume inocente mientras no se demuestre lo contrario, ya quedan muy atrás los tiempos medievales en los cuales a los “presuntos” delincuentes se les linchaba o se les quemaba en la plaza sin juicio previo. Lo que pasa es que la sociedad ya juzga por anticipado al “presunto” delincuente, y no me parece justo. La presunción de inocencia es para mí; pero yo a ti ya te he juzgado y te he condenado. Pues no, mire usted. Si es culpable lo mas seguro es que la justicia lo condene, pero no sin antes someterle a un juicio previo, y sin garantizarle su defensa, todo el mundo tiene ese derecho.
Ahí, cada Abogado hace lo que prefiere. Unos cogen el asunto, otros no. Depende también de las circunstancias: no es lo mismo defender a un, por ejemplo, violador profesional, o un delincuente reincidente (eso jamás lo he hecho yo), que a una persona buena que ha tenido un mal momento, o un arrebato ú obcecación y ha cometido una tontería. Además, otra cosa distinta es que el cliente me haya engañado, y se haya presentado con piel de cordero, eso es otra cosa; pero conscientemente, sabiendo yo que ha cometido el delito, de entrada no. Y no tengo nada contra los Abogados que los defienden, pues tambien tienen que comer, y además todo el mundo tiene derecho de defensa. Pero yo siempre he cuidado de coger los asuntos en los cuales la verdad material estaba de parte de mi cliente; es decir, he cogido solo los asuntos (unos faciles y otros muy difíciles) en los cuales el cliente, “objetivamente”, tenia razón, casos en los cuales la ETICA ha sido mi luz de guia, y en los cuales el ganarlo era cuestión de conciencia.
Y sobre todo una cosa: al cliente hay que decirle siempre la verdad, ser franco y honesto con él. No es justo ni honrado mentirle, ni crearle falsas expectativas de éxito para provocar un pleito (que tu, de antemano, sabes que está condenado al fracaso) y luego cobrarle la minuta. Eso es ser miserable.
Y que conste que he perdido muchas oportunidades de ganar buen dinero con los otros asuntos, pero siempre me he negado a ello: prefiero dormir a gusto por las noches, además, me chifla la verdad de las cosas. El hecho de que haya algún que otro famoso Abogado en la cárcel, y todos sabemos cual es, no significa que todos seamos así. Cada Abogado es, a fin de cuentas, un ser humano, una persona, con su escala de valores y él elige el camino que ha de seguir, y consecuentemente, asume su responsabilidad. Yo me incliné por ejercer siempre a la luz de la ética. Y no me arrepiento de ello.
Los momentos más duros de soledad son por las noches: es difícil desconectar. Yo siempre digo que “te acuestas con tu mujer y con los cien fantasmas que pululan por tu mente”, que no son sino los asuntos que llevas. Otros compañeros mios, con mas veteranía que yo, me confiesan que a ellos les pasa lo mismo. Y es que si eres responsable has de buscar una solución, pues los intereses de tu cliente están en tus manos, tienes que ser muy consciente de ello. Estas agobiado con un asunto, buscándole soluciones, vias de salida; te encuentras solo y nadie te puede ayudar. Tu solo contra la Ley, y has de buscar la salida y romperte los sesos, como antes he dicho. Tienes que estudiar. Y en muchas ocasiones en los momentos mas inesperados se te enciende la bombilla, y no seria la primera vez que las 2 o las 4 de la madrugada me he levantado como una bala y he acudido a mi ordenador a consignar ese dato o esa idea que muchas veces me ha hecho ganar un asunto.
Cuando por fin lo tienes claro, plásmalo en el papel y llévalo al Juzgado. Finalmente la eterna pregunta: ¿me dará la razón el Juez o me la quitará?
Y luego la famosa vox populi. Si ganas el pleito era porque “estaba ganado”, era muy facil. Si lo pierdes es que eres muy malo. No, perdone usted: el juicio no está ganado hasta que el Juez dicta Sentencia, y existe el error judicial y el capitulo de los imponderables; los jueces también son humanos y cometen errores. Y además, yo solo conozco la versión de mi cliente; y muchas veces la versión del adversario tambien tiene peso, y el Juez ha de valorar las dos. Bueno, eso con el tiempo se asume.
Por eso mi profesión me hace disfrutar; pues gozo, sinceramente, tratando de que se imparta Justicia, en el sentido de que cada uno tenga lo que es suyo, lo que la Ley dice que le corresponde. Si a Fulanito su vecino le quitó un patio con 84 m2, disfruté cuando presenté la demanda en el Juzgado ejercitando la acción reivindicatoria, ganando el pleito, y consiguiendo que se le restituyera esa superficie que era suya; cuando Menganito fue acusado injustamente de violación, disfruté defendiendolo ante la Audiencia Provincial y luego ante el Tribunal Supremo, que lo absolvió libremente; y además se demostró que verdaderamente era inocente; ahora su acusadora está en la carcel, por acusación y denuncia falsa, solo pretendia sacarle dinero. Cuando Zetanito tuvo un accidente laboral que le incapacitó para trabajar, y el Instituto Nacional de la Seguridad Social solo le concedió una Incapacidad Permanente Total (que tiene derecho a cobrar el 55 % de su base reguladora), gocé presentando la demanda en reclamación de la I.P.Absoluta para todo tipo de profesión, arte ú oficio, pues, con dictamenes médicos en la mano, demostré que habia quedado con una salud tan maltrecha que le incapacitaba para todo tipo de profesión ú arte. Hoy cobra el 100 % de su base reguladora. O cuando esa chica, victima de malos tratos por parte de su esposo, acudió a mi Despacho me encantó redactar la demanda de divorcio. Ahora, ya divorciada, ha rehecho su vida y todas las Navidades me manda dos cartones de Marlboro con una amable nota, y sus hijos me llaman por teléfono alguna vez. Este fue uno de mis primeros asuntos.
Claro, también hay asuntos perdidos, que afortunadamente son los menos. Pero al menos me queda la tranquilidad de conciencia de pensar que, aunque el Juez no me haya dado la razón en alguna ocasión, he hecho todo lo posible porque la persona que se merezca una respuesta de la Ley, la obtenga.
Cuando éramos pequeños el maestro nos decía que el medico procuraba curar las enfermedades y el Abogado procuraba arreglar los problemas. Me gusta intentar “curar” los problemas. Me llena. Al dia de hoy no me puedo quejar. Mañana…que sea lo que los Dioses quieran.
Saludos.
Para mi los abogados cumplimos una funcion social muy necesaria. Hemos estudiado una carrera y conocemos las Leyes, siendo poseedores de una ciencia juridica, teorica y practica, que ponemos al servicio de la sociedad, de todo aquel que tiene un problema, civil, penal, administrativo o de otro orden; y sin distinción de clases ú orientaciones. Vivimos en un Estado de Derecho, con un conjunto de Leyes que regulan las relaciones entre los ciudadanos, y las de éstos con las distintas Administraciones. Cuando un individuo es lesionado o necesita saber cuales son sus derechos, el Abogado es la primera persona a la que acude: éste le informará pormenorizadamente de cuales son sus derechos; a que puede aspirar, y qué puede temer. Tambien conocemos la practica de los Tribunales, y sabemos como funcionan y lo que sucede entre bastidores.
La relación entre el Abogado y el cliente es una relación de confianza; cada uno tiene que confiar en el otro. “Al medico, al abogado y al cura la verdad pura”, se ha dicho siempre. Y creo que así debe de ser. Si una de las partes pierde la confianza en el otro…mejor dejarlo.
Ulpiano decia que la Justicia consiste en el “suum cuique tribuere et ne neminem laedere”, esto es, darle a cada uno lo suyo y no perjudicar a nadie. En mi opinión ahí empieza y termina la función de la Justicia.
Nuestra obligación para con el cliente es de medios, NO de resultados. Me explico. El Abogado está obligado a hacer su trabajo lo mejor que pueda, a romperse los sesos buscando la solución (si la hay), y luego con su tecnica juridica pelearlo ante los Tribunales. Pero él no decide. Siempre hay dos abogados con tesis distintas, y en medio esta el Juez, que es quien tiene la última palabra; forzosamente uno de los dos abogados ha de ganar, y el otro perder. Por eso intento hacer mi trabajo lo más escrupulosamente que puedo, todos los argumentos legales y de jurisprudencia que tenga un caso se los ofrezco al Juez, y luego que decida él. Por eso me hice Abogado y no Juez, pues no podria soportar la presión de decidir, ni la posibilidad de causar un perjuicio a una persona por un error judicial.
Topicos: muchos, y además injustos. El famoso de la vaca, dos se estan peleando por la vaca, y los abogados sonrien maliciosamente frotándose las manos, diciendo, tranquilo, al final la vaca será nuestra. Ese topico es tan incierto como calumnioso. El Abogado cobra por su trabajo sus honorarios conforme al Baremo Orientador de su Colegio, y si es decente, antes de interponer el pleito ha de informar a su cliente del costo aproximado de su trabajo, el resultado previsible del mismo, y el margen de beneficio que al cliente le va a quedar, para que éste decida. Algunos no informan al cliente de tal cuestión al principio: yo sí lo hago, pues me gusta ser transparente.
Otro topico: tambien se nos acusa de defender a los delincuentes, sabiendo que lo son. Bueno vamos a ver: a quien dice eso se le está olvidando que el Abogado ha de defender, no juzgar, y menos prejuzgar, pues eso es cuestión del Juez. Todo el mundo tiene derecho de defensa; si no volveríamos a la Edad Media. El derecho a la presunción de inocencia, además de una garantia constitucional, ha sido un magnifico logro que hemos tardado siglos en conquistar; a todo el mundo se le presume inocente mientras no se demuestre lo contrario, ya quedan muy atrás los tiempos medievales en los cuales a los “presuntos” delincuentes se les linchaba o se les quemaba en la plaza sin juicio previo. Lo que pasa es que la sociedad ya juzga por anticipado al “presunto” delincuente, y no me parece justo. La presunción de inocencia es para mí; pero yo a ti ya te he juzgado y te he condenado. Pues no, mire usted. Si es culpable lo mas seguro es que la justicia lo condene, pero no sin antes someterle a un juicio previo, y sin garantizarle su defensa, todo el mundo tiene ese derecho.
Ahí, cada Abogado hace lo que prefiere. Unos cogen el asunto, otros no. Depende también de las circunstancias: no es lo mismo defender a un, por ejemplo, violador profesional, o un delincuente reincidente (eso jamás lo he hecho yo), que a una persona buena que ha tenido un mal momento, o un arrebato ú obcecación y ha cometido una tontería. Además, otra cosa distinta es que el cliente me haya engañado, y se haya presentado con piel de cordero, eso es otra cosa; pero conscientemente, sabiendo yo que ha cometido el delito, de entrada no. Y no tengo nada contra los Abogados que los defienden, pues tambien tienen que comer, y además todo el mundo tiene derecho de defensa. Pero yo siempre he cuidado de coger los asuntos en los cuales la verdad material estaba de parte de mi cliente; es decir, he cogido solo los asuntos (unos faciles y otros muy difíciles) en los cuales el cliente, “objetivamente”, tenia razón, casos en los cuales la ETICA ha sido mi luz de guia, y en los cuales el ganarlo era cuestión de conciencia.
Y sobre todo una cosa: al cliente hay que decirle siempre la verdad, ser franco y honesto con él. No es justo ni honrado mentirle, ni crearle falsas expectativas de éxito para provocar un pleito (que tu, de antemano, sabes que está condenado al fracaso) y luego cobrarle la minuta. Eso es ser miserable.
Y que conste que he perdido muchas oportunidades de ganar buen dinero con los otros asuntos, pero siempre me he negado a ello: prefiero dormir a gusto por las noches, además, me chifla la verdad de las cosas. El hecho de que haya algún que otro famoso Abogado en la cárcel, y todos sabemos cual es, no significa que todos seamos así. Cada Abogado es, a fin de cuentas, un ser humano, una persona, con su escala de valores y él elige el camino que ha de seguir, y consecuentemente, asume su responsabilidad. Yo me incliné por ejercer siempre a la luz de la ética. Y no me arrepiento de ello.
Los momentos más duros de soledad son por las noches: es difícil desconectar. Yo siempre digo que “te acuestas con tu mujer y con los cien fantasmas que pululan por tu mente”, que no son sino los asuntos que llevas. Otros compañeros mios, con mas veteranía que yo, me confiesan que a ellos les pasa lo mismo. Y es que si eres responsable has de buscar una solución, pues los intereses de tu cliente están en tus manos, tienes que ser muy consciente de ello. Estas agobiado con un asunto, buscándole soluciones, vias de salida; te encuentras solo y nadie te puede ayudar. Tu solo contra la Ley, y has de buscar la salida y romperte los sesos, como antes he dicho. Tienes que estudiar. Y en muchas ocasiones en los momentos mas inesperados se te enciende la bombilla, y no seria la primera vez que las 2 o las 4 de la madrugada me he levantado como una bala y he acudido a mi ordenador a consignar ese dato o esa idea que muchas veces me ha hecho ganar un asunto.
Cuando por fin lo tienes claro, plásmalo en el papel y llévalo al Juzgado. Finalmente la eterna pregunta: ¿me dará la razón el Juez o me la quitará?
Y luego la famosa vox populi. Si ganas el pleito era porque “estaba ganado”, era muy facil. Si lo pierdes es que eres muy malo. No, perdone usted: el juicio no está ganado hasta que el Juez dicta Sentencia, y existe el error judicial y el capitulo de los imponderables; los jueces también son humanos y cometen errores. Y además, yo solo conozco la versión de mi cliente; y muchas veces la versión del adversario tambien tiene peso, y el Juez ha de valorar las dos. Bueno, eso con el tiempo se asume.
Por eso mi profesión me hace disfrutar; pues gozo, sinceramente, tratando de que se imparta Justicia, en el sentido de que cada uno tenga lo que es suyo, lo que la Ley dice que le corresponde. Si a Fulanito su vecino le quitó un patio con 84 m2, disfruté cuando presenté la demanda en el Juzgado ejercitando la acción reivindicatoria, ganando el pleito, y consiguiendo que se le restituyera esa superficie que era suya; cuando Menganito fue acusado injustamente de violación, disfruté defendiendolo ante la Audiencia Provincial y luego ante el Tribunal Supremo, que lo absolvió libremente; y además se demostró que verdaderamente era inocente; ahora su acusadora está en la carcel, por acusación y denuncia falsa, solo pretendia sacarle dinero. Cuando Zetanito tuvo un accidente laboral que le incapacitó para trabajar, y el Instituto Nacional de la Seguridad Social solo le concedió una Incapacidad Permanente Total (que tiene derecho a cobrar el 55 % de su base reguladora), gocé presentando la demanda en reclamación de la I.P.Absoluta para todo tipo de profesión, arte ú oficio, pues, con dictamenes médicos en la mano, demostré que habia quedado con una salud tan maltrecha que le incapacitaba para todo tipo de profesión ú arte. Hoy cobra el 100 % de su base reguladora. O cuando esa chica, victima de malos tratos por parte de su esposo, acudió a mi Despacho me encantó redactar la demanda de divorcio. Ahora, ya divorciada, ha rehecho su vida y todas las Navidades me manda dos cartones de Marlboro con una amable nota, y sus hijos me llaman por teléfono alguna vez. Este fue uno de mis primeros asuntos.
Claro, también hay asuntos perdidos, que afortunadamente son los menos. Pero al menos me queda la tranquilidad de conciencia de pensar que, aunque el Juez no me haya dado la razón en alguna ocasión, he hecho todo lo posible porque la persona que se merezca una respuesta de la Ley, la obtenga.
Cuando éramos pequeños el maestro nos decía que el medico procuraba curar las enfermedades y el Abogado procuraba arreglar los problemas. Me gusta intentar “curar” los problemas. Me llena. Al dia de hoy no me puedo quejar. Mañana…que sea lo que los Dioses quieran.
Saludos.
.
P.D.) Nuestra amiga Maria, de Mi Pluma de Cristal, me concedió ayer el premio BLOG ESTRELLA. Lo mejor que tienen estos premios es la buena intención con la que se hacen, y éste lo agradezco especialmente, dada la sensibilidad y el calor humano que tiene nuestra María. Gracias preciosa, un beso enorme, lo recojo con todo mi cariño. Ya lo he colgado en la columna de la izquierda. Aunque el mejor premio ya lo he recibido de sobra, y es el calor y la afecto que me ofrecéis, con vuestra infinita paciencia para leerme. Gracias a todos.
.