"Cree a aquellos que buscan la verdad, duda de los que la han encontrado" (André Gide)
"No estoy de acuerdo con lo que dices, pero defendería con mi vida tu derecho a expresarlo" (Voltaire)

"La religión es algo verdadero para los pobres, falso para los sabios y útil para los dirigentes" (Lucio Anneo Séneca)
"Cualquier hombre puede caer en un error, pero solo los necios perseveran en él" (Marco Tulio Cicerón)
"Quien no haya sufrido como yo, que no me de consejos" (Sófocles)
"No juzguéis y no sereis juzgados" (Jesús de Nazaret)
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18/06/2025

El mejor consejo que puedo darte

Mi consejo es que este verano, siempre que puedas, nades contra corriente y me explico: no sigas la senda de la mayoría, no busques fuera de ti, sino dentro de ti; no busques fuera de ti  cosas como dinero, poder,  belleza, fama, éxito, y demás cosas efímeras y caducas que el tiempo se lleva. Mas bien busca  las respuestas dentro de ti, quiérete a ti misma un poco, y veras como te encuentras con una muy grata sorpresa que, poco a poco, irás descubriendo.

Mira, para este verano yo te voy a proponer que hagamos un viaje por el mundo de la filosofía, vamos a ir nada mas y nada menos que a la antigua Roma, donde -estoy seguro de ello- te vas a deleitar con las inmortales obras que escribió un autentico e inolvidable genio, cuyo nombre completo era  Lucio Anneo Séneca,  y  que es recordado como uno  de los  mayores filósofos estoicos que Roma dio al mundo, este inmortal cordobés (si, nació en Cordoba, en la entonces Hispania)  murió  en Roma en el año 65 d.C., hace justo ahora 1.960 años. Sin embargo, el milagro es que sus palabras permanecen actuales en el tiempo. 

En ningun sitio encontraras mejores consejos que en las obras de Séneca, y precisamente ese es el mejor consejo que te puedo dar: que leas sus obras.  Lee, relee, medita, piensa y repiensa sus sabias palabras: son una luz en medio de la oscuridad de la vida.  Sois muy jovenes, teneis toda la vida por delante, y ahora el mundo es otro: estan de moda los "influencers", las redes sociales y demas  galerias de personajes de este tipo, se prefiere una vana conversacion antes que cultivar la riqueza interior; y hasta parece que nos da miedo estar a solas con nosotros mismos, de modo que esto quizas os parezca muy extraño, pero fijaros, despues de dos mil años la gente sigue leyendo a Seneca: ¿Por que? Pues por algo será, y os invito a que lo descubrais por vosotros mismos.  Quizás hayais pensado muchas veces que la vida es injusta, que es una tragedia que pasen cosas malas a las personas buenas, y que si Dios existiera no permitiria mas de cuatro cosas. Si, y no solo vosotros lo ha pensado: todos alguna vez hemos pensado eso y de hecho Seneca ya lo hizo. Con él hallareis consuelo, todo el que lo lee es como el que navega en la oscuridad de la noche y encuentra la luz  que lo guia. 

¿No me crees? ¡Compruebalo por ti mism@! Por ejemplo, si lees “De la divina providencia”,  te encontraras párrafos como estos:

“¿Por qué el destino acosa a los buenos con dificultades? Porque es propio del buen general enviar a los soldados valientes a las misiones más arriesgadas. Los cuerpos fuertes aceptan el trabajo; los débiles, se quejan. El sabio se alegra de los desafíos, y aun en medio de los peligros exclama: '¿Era esto todo?'.”

“No te equivoques: los dioses tratan con mayor severidad a quienes aman. Les forjan con trabajos, los ejercitan con dificultades, los preparan para sí.”

“¿Crees que los dioses se comportan mal contigo porque te dan la oportunidad de mostrar de qué estás hecho?”

“¿Por qué sufren los buenos? Porque no han aprendido aún a ser verdaderamente buenos si no se prueban en la adversidad. Piensas que es injusto que los hombres justos padezcan. Pero observa cuánto ganan en fuerza de alma, cuánto en grandeza, cuánto en firmeza. Nadie puede conocerse a sí mismo sin haber sido puesto a prueba.”

“¿Crees que alguien sería valiente sin peligro, generoso sin necesidad, paciente sin dolor? Dios trata con rigor a los buenos: los endurece, los hace suyos. Aquellos a quienes ama de verdad, los forma con el hierro del sufrimiento, como se forja una espada: se la golpea, se la dobla, se la calienta, se la templa. Así se hace fuerte.”

“Tú, que te quejas de tu destino, ¿no entiendes que no has sido abandonado, sino distinguido? El sabio acepta lo que viene y no se lamenta. Si es pobre, lo lleva con dignidad. Si sufre, lo convierte en virtud. Si muere, lo hace con serenidad. Porque sabe que nada le puede ser quitado realmente mientras conserve su espíritu recto.”

Si te cansas de esta temática, puedes leer obro libro suyo, titulado “De la vida feliz”, donde te encontraras perlas como estas:

“Todos los hombres, hermano Galión, quieren vivir felizmente, pero andan a ciegas cuando se trata de saber qué es eso que buscan. No es fácil alcanzar la vida feliz si no se sabe dónde está. Quien camina sin saber el camino, más se aleja cuanto más deprisa avanza.”

“Así pues, lo primero que debemos establecer es en qué consiste la vida feliz. A mi juicio, consiste en la paz de ánimo, en la firmeza del juicio, en la elevación del espíritu que sabe valorar todo según su verdadero mérito. La felicidad no proviene del azar, ni de los bienes exteriores, sino de una vida conforme a la virtud.”

“Virtud es vivir en conformidad con la razón. Ser virtuoso es ser libre, dueño de sí mismo, valiente frente a la adversidad, generoso en la prosperidad, y justo en todo momento. Virtud es no temer a la muerte, no dejarse dominar por los placeres, no desear lo que no depende de uno.”

“¿Quieres saber quién es verdaderamente feliz? Aquel que no se deja esclavizar por ningún deseo, que se ríe del miedo, que no se abruma con las penas, que no se exalta con los éxitos, y que mantiene su alma en equilibrio, como un templo inviolable.”

“Muchos buscan la felicidad en los placeres del cuerpo, en el lujo, en el reconocimiento público. Pero esos placeres son fugaces, y pronto se vuelven cadenas. El placer no es un guía fiable: se arrastra, no conduce. La virtud, en cambio, camina con firmeza, sin mirar atrás, sin depender de nadie.”

“No niego que el placer pueda acompañar al sabio, como la sombra acompaña al cuerpo; pero no es su objetivo. La vida feliz no consiste en buscar el placer, sino en despreciar la necesidad de él.”

“El sabio prefiere ser bueno antes que parecerlo. Vive conforme a su conciencia, no al juicio de los demás. Su gozo está en su interior, no en lo que el mundo aplaude.”

“Así pues, si quieres ser feliz, desprecia lo que muchos desean, y cultiva lo que pocos valoran: la rectitud de alma, la independencia interior, la armonía contigo mismo.”

Quizas llegue un momento en el que notes que tu animo está intranquilo o con algo de ansiedad, o que estas preocupada por cualquier otra cuestion que te aflige. Quizás notes consuelo con estas palabras de otro libro suyo, y fíjate que titulo tiene: “De la tranquilidad del animo”. Aquí Séneca nos invita a emprender un viaje hacia el interior de nosotros mismos, donde reside la verdadera fuente de serenidad. Lejos de buscar la paz en la riqueza, los honores o los placeres efímeros, el sabio debe cultivar una estabilidad interna que no dependa de los vaivenes del destino ni de las opiniones ajenas. La tranquilidad del alma, según Séneca, nace de la vida racional, del dominio de las pasiones, y de una aceptación serena de aquello que no podemos cambiar. 

Frente a las inquietudes, la tristeza o la inconstancia que a menudo atormentan el ánimo humano, la filosofía aparece como un remedio capaz de guiar al espíritu hacia la armonía. No se trata de aislarse del mundo, sino de aprender a vivir en él sin ser arrastrado por su ruido ni por sus exigencias. Así, quien actúa con moderación, cultiva la virtud y se contenta con lo que la razón le dicta, alcanza esa rara pero profunda paz que no necesita de aplausos externos, porque nace de una conciencia en calma y de un alma que se basta a sí misma. Mira sus palabras:

“Nada hay más hermoso ni más agradable para el hombre que una mente tranquila y apacible, libre de pasiones violentas y de turbaciones. Porque el alma que no se altera, que no se inquieta por los azares de la fortuna ni por las desgracias que la alcanzan, esa alma es verdaderamente libre y dueña de sí misma. De nada debe temer, porque todo lo que sucede, sucede conforme a la razón del universo, y lo que nos parece adverso, forma parte del orden natural de las cosas. No es la fortuna ni la circunstancia la que perturba nuestra paz, sino el juicio que hacemos sobre ellas. Por eso, la sabiduría consiste en aprender a distinguir lo que depende de nosotros y lo que no, y a no dejar que las cosas externas gobiernen nuestra tranquilidad interior.”

"Es absurdo perturbarse por lo que no está en nuestro poder y dejarse llevar por la cólera, el miedo o la tristeza. Pues ninguna de estas pasiones mejora la situación, sino que únicamente nos roba la serenidad. La verdadera libertad reside en mantener la calma del alma frente a la adversidad, sin permitir que los acontecimientos externos la desvíen de su curso. Por eso, es propio del sabio aprender a dominar sus juicios y deseos, reconociendo que muchas veces sufrimos no por lo que sucede, sino por la interpretación que hacemos de ello."

"No es la fortuna ni la adversidad lo que hace que el ánimo se turbe, sino el modo en que la mente juzga los acontecimientos. Porque todo lo que sucede está sometido a la razón universal, y nada ocurre sin un orden determinado. El sabio, por tanto, no se deja arrastrar por la cólera ni la tristeza ante las desgracias, sino que las acepta con serenidad, comprendiendo que son parte del curso natural de la vida. La mente apacible es aquella que, sin ser insensible, no se deja dominar por las pasiones ni por los deseos desmedidos. Esta tranquilidad es la verdadera libertad, pues quien la posee no depende de nada externo para su felicidad. El camino para alcanzarla es la filosofía, que enseña a distinguir lo que está en nuestro poder —como nuestros juicios, deseos y aversiones— de lo que no lo está, como las opiniones ajenas, la fama o la riqueza. En esto consiste la verdadera fortaleza: en aprender a vivir conforme a la razón, manteniendo el equilibrio del alma ante cualquier circunstancia."

Y para cuando vayas cumpliendo mas años, te daras cuenta de que la vida es muy breve. Notaras que los días y las semanas pasan mas rápidamente de lo que tu quisieras. Bueno, aquí encontraras consuelo: en su libro “De la brevedad de la vida”.  El mensaje esencial de De la brevedad de la vida de Séneca es que la vida es suficientemente larga si se sabe aprovechar bien el tiempo, pero la mayoría de las personas la desperdician en ocupaciones inútiles, distracciones y preocupaciones banales. Séneca sostiene que no es que la vida sea corta, sino que no sabemos vivirla con conciencia y sabiduría. Por eso, recomienda vivir de forma reflexiva, centrarse en el presente y dedicar el tiempo a cultivar el alma y la mente, para así alcanzar una existencia plena y significativa.

Séneca comienza señalando que la vida no es realmente corta, sino que muchas personas sienten que no les alcanza el tiempo porque lo malgastan. La mayoría viven como si fueran a vivir para siempre, desperdiciando sus días en actividades triviales, preocupaciones innecesarias y en buscar placeres efímeros. Otros, en cambio, se dedican a la ambición desmedida, al poder o a la fama, olvidando que todo eso no llena el alma ni da verdadera felicidad.

El filósofo insiste en que solo aquellos que viven con atención, con conciencia de la brevedad y finitud de la vida, pueden realmente disfrutarla. La vida debe ser empleada en la reflexión, en la filosofía y en el cultivo interior, en lugar de dejarse arrastrar por el ruido y la prisa del mundo.

Para Séneca, el tiempo es el recurso más valioso que poseemos, y perderlo es equivalente a perder la vida. Por eso, la clave está en aprovechar el presente, vivir el momento con intensidad y propósito, y no aplazar lo importante para un futuro incierto.

En resumen: no es que la vida sea corta, sino que la mayoría no la vive bien; vivir plenamente es saber administrar el tiempo con sabiduría y dedicación a lo que realmente importa.

Veamos sus palabras:

“No es que la vida sea corta, sino que nosotros perdemos mucho tiempo. La vida es lo suficientemente larga, y una cantidad generosa se nos ha otorgado para la realización de las cosas más grandes, si toda ella se empleara bien. Pero cuando la vida se malgasta en cuidados inútiles, cuando no se dedica tiempo a sí mismo, cuando no se hace nada propio sino que se busca en otras personas, cuando se pierden años en la vana esperanza del futuro y se dilapidan los momentos en la pereza, al final llega la muerte y nos encontramos sin haber vivido realmente.”

“Es verdad que la vida nos es concedida en propiedad, pero vivimos como si solo fuéramos sus arrendatarios, o peor aún, como si la hubiéramos tomado prestada para devolverla sin haberla disfrutado. Todo el tiempo que no se dedica a uno mismo, que no se consagra al cultivo del alma, es tiempo robado y perdido. Y sin embargo, la mayoría prefieren vivir bajo la tiranía de ocupaciones ajenas, esclavos de la rutina, entregados a los caprichos de otros, y se quejan luego de que la vida se les escapa.”

“Quienes no tienen tiempo para sí mismos son esclavos. No es que tengan poco tiempo, sino que pierden mucho. La vida se nos ha dado en plenitud, pero la malgastamos. ¿Qué es más injusto que quejarnos de la brevedad de la vida cuando nosotros mismos la acortamos con nuestra negligencia?”

“Ninguna persona es rica en tiempo, pero muchos son pobres en uso del tiempo. La mayoría pasan la vida como si tuvieran una cantidad infinita, y sin embargo, el tiempo que más se desperdicia es aquel que creemos tener en abundancia.”

“Dedica tiempo a tu propia formación, a tu alma y a la reflexión. Porque vivir sin filosofar es estar siempre a mitad de camino hacia la verdadera vida. Sólo quien aprende a valorarse y a cultivar su mente vive realmente.”

Hay otra joya de Séneca: sus "Cartas a Lucilio". Pero esta inmensa o grandiosa obra, merece comentario en otra entrada.

En resumen, a mi modo de ver  la paz espiritual que todo ser humano busca,  es como un edificio con tres columnas fundamentales; una de ellas es el estoicismo de Seneca y de Marco Aurelio; la otra columna es la sabiduria milenaria del budismo tibetano -maravilloso, otro dia hablarmos de esto si quieres-; y la tercera, como no, antes ahora y siempre, el mensaje original de Jesus de Nazaret; pero el mensaje original, no el mensaje trastocado e institucionalizado que proviene del Concilio de Nicea desde el año 325: hablo del mensaje primitivo y original de Jesús. 

Son tres solumnas, pero el edificio es el mismo: un unico y mismo conjunto de pensamiento.

Pero por hoy ya es bastante.  Sal, tomate unas cervezas y pasatelo bien.

Un abrazo y hasta pronto.

Pablo J. Gamez Rodriguez.

18/05/2020

Sobre el sentimiento de "lo español"



Ser o sentirse español no tiene nada que ver con la ideología política que cada cual tenga, ni con las derechas, ni con las izquierdas, así que, querido lector, te animo a que sigas leyendo sin prejuicio alguno, hasta el final.  Siento  sana envidia (si es que ésta puede ser sana) de los norteamericanos en algunos aspectos, pero fundamentalmente en uno concreto: en el amor que sienten por su país.  Alli hay dos partidos: el Republicano, mas de derechas o conservador,  y el Demócrata, quizás mas a la izquierda , digamoslo asi salvando las distancias,   y cada uno, obviamente, tiene su ideología; sin embargo, cuando un americano ve su enseña nacional, la bandera con las barras y las estrellas, se olvidan de sus diferencias y todos se cuadran como si fueran uno solo. ¿Por qué en España,  en nuestro gran pais,  no podemos tener ese sentimiento?

Reivindico ese sentimiento aquí también.  Ser español, o sentirse español, para mi y para muchísimos ciudadanos es una alegría permanente, y además, un gran orgullo. Yo presumo de ser español, y lo digo alto y claro: presumo de mi patria, de mi tierra, de mis amigos y de mi gente;  de mis costumbres;  de aquellos y aquellas que lucharon  por este pedazo de tierra  que nos vio nacer y que  algún día nos vera morir.   Ser español es recordar nuestra historia  (nuestra gran historia) y lo repito, estar orgulloso de ella sin avergonzarse de nada; durante dos siglos España fue dueña del mundo, y ahí esta nuestro legado histórico y la inmensa contribución que España brindó al mundo; desde los reyes godos, pasando por Rodrigo Diaz de Vivar, el Cid Campeador, hasta los Reyes Catolicos, pasando por la gesta de Colon y el descubrimiento de America, la posterior  guerra de independencia contra el invasor francés (guerra que ganó el gran pueblo español),  y asi llegamos, tras atravesar una dictadura, al perdón, al abrazo fraterno de 1978, que nos condujo afortunadamente hasta la democracia el dia de hoy.  ¿Qué ha habido luces y sombras en nuestra historia? Puede ser, como en cualquier otro país (ninguno es una excepción); pero España tiene una gloriosa y maravillosa historia, y pocos pueden presumir de ella. Generaciones enteras de españoles y españolas, hombres y mujeres valientes,  han  dado su vida por nuestro país, por nuestra nación, por nuestra patria, si prefieres, por su gente, por su modo de vida y por sus costumbres; y han dado la vida igualmente por nuestra bandera, y  por ello merecen siempre ser recordados; ellos forjaron el sentimiento de “lo español”: bendito sentimiento que nos une a todos.

Ser español es darse un abrazo de concordia, tras la guerra Civil de 1936, guerra de hermano contra hermano;  es  tambien   la desgracia de haber tenido que marchar de aquí, en 1939, y no haber podido volver a España hasta la democracia; es, como Machado,  ser enterrado en Colliure, sin haber podido ver de nuevo el sol de su infancia; es haber vivido 30 o 40 años en Alemania, en Mexico, o en otro país, y acordarse a cada instante, a cada hora, con lagrimas en los ojos, de la tierra que te vio nacer, repito, independientemente de la ideología que cada uno tenga. Esto tambien es ser español; y a mucha honra.

Nuestra bandera NO pertenece a ningún partido político: es de todos, cualquiera que sea su ideología, derecha o izquierda, que mas da;  todos somos españoles.  Si miramos para atrás, pertenece a todos,  a aquellos que sufrieron la persecución republicana, y  a aquellos que padecieron despues la posterior represión.  La bandera española, la rojigualda, que por cierto, no inventó Franco, sino que lleva siendo la enseña nacional desde que asi lo estableciera Carlos III en 1.785, representa a todos los españoles: a todos los que, tras los luctuosos días de Mayo de 1.808 lucharon contra las tropas francesas para procurar nuestra independencia;  a Calvo Sotelo  y a Antonio Machado; a Ramiro de Maeztu y a Federico Garcia Lorca…a todos.

Ser español es ser muy afortunado.  La bandera española es de todos. Parece que se nos ha olvidado.

¿Qué si presumo de ser  español? Por supuesto, y nada ni nadie debería de quitarnos la legitima satisfaccion que podemos sentir de nuestra gran nación, ni el  orgullo que en mi caso concreto – y aquí que cada uno ponga lo suyo-, siento  por mi pueblo, por la sangre que corre por mis venas,  por  mi familia, por mis ancestros; por mi tierra y  mi  gente, y, hablando ya en general por todas las generaciones de hombres y mujeres valientes que ya se fueron,  de cualquier estatus político y social, y que tantas fatigas, penas y dificultades tuvieron que vencer, y que tantas lagrimas y a veces sangre tuvieron que derramar, y a los que tanto trabajo les costó dejarnos una democracia en la que, afortunadamente, todos vivimos en paz;  y que, ojala, podamos y sepamos dejar a nuestros hijos y a nuestros nietos. 

Ser español es luchar por la unidad de nuestro gran pais,  luchar por preservar  nuestras variopintas tradiones y costumbres;  y tener igualmente en cuenta que dentro de nuestro hermoso país, unido, hay muchas variantes y peculiaridades regionales;  cada uno tiene su patria chica; ser español también es ser de  Galicia, de Aragón, de Cataluña, de La Rioja, de Valencia, de Euskadi,  de Navarra,  de Castilla, de  Andalucia, etc, mi cariño y respeto para todas ellas.  En mi caso, Andalucía, y dentro de ella, Jaén, ese “mar de olivos” que me vio nacer y algún día me dirá su ultimo adiós.  Pero todo es España.

Por ello siento malestar cuando veo a algunos que denigran o intentan denigrar a  nuestro hermoso sentir patrio, y al patriota lo critican o desprecian, llamandolo “patriotero”, intentando quizás  avergonzarlo,  o  excluirlo, asociándolo inmediatamente con las derechas: si llevas una bandera española te dicen que eres un facha; y eso es un grandísimo error, porque la bandera es de todos,  como también resulta impresentable, pueril  y absurdo el comportamiento de algunos “políticos” , como algun presidente de alguna CCAA, que dijo recientemnte que la bandera española no vale para nada, o a aquellos vicepresidentes que dicen -o decian- que no pueden pronunciar la palabra España, o como aquellas presentadoras radiotelevisivas que dicen que no pueden decir “buenos días España”, como si se avergonzaran de ser de aquí, o de haber nacido aquí;  como si fueran apátridas (personas que no tienen nacionalidad), como si no hubieran nacido en ningun sitio, como si ser español fuera un oprobio o una ofensa.  Y los españoles ya estamos cansados de tanta tontería. ¿Por qué no devuelven el DNI si tan mal les sienta ser español? Pues, no, miren ustedes, ser español o española  no es una cuestión de ideología política (insisto y reitero en que la bandera es de todos),  sino un motivo de  legitimo orgullo y alegría.

Ante semejantes ataques hacia el sentimiento de lo que es o representa algo español,  siendo sincero,  siento pena y lastima por ellos, porque se pierden  un motivo de permanente alegría que  es sentir el cobijo de tu segunda madre: la madre patria , tu país, tu nación, llámalo como quieras.  Quizás el origen de ese sentimiento hostil hacia lo español pueda deberse al hecho de que bajo la dictadura se hizo un uso demasiado exclusivo y abusivo de la bandera española, de modo que ahora a quien lleve una bandera española se le llama “fascista”, o, automáticamente, se le considera de derechas o se le desacredita, y eso querido lector,   es un  craso error; pues tan español era Calvo Sotelo como Federico Garcia Lorca; tan español era Adolfo Suarez como Julio Anguita.  Franco solo fue un episodio en la historia, pero nuestra bandera es mucho mas que eso, y mucho mas antigua:  nació 150 años antes que la dictadura, y afortunadamente, ya en democracia, medio siglo despues, aqui sigue, con nosotros. 

Cualquier partido politico tiene derecho a usar la bandera española, como hacen los democratas y republicanos americanos: ved que piensan distinto, pero todos usan la misma bandera. Lógico.  Los partidos de izquierdas tambien tienen derecho a usar nuestra enseña, que es de todos, y les animo a que lo hagan; lo que no me vale es alegar que no se sienten representados por nuestra enseña nacional, so pretexto de que los partidos de derechas la usan: ¡ pues que la usen ellos tambien, porque la bandera tambien es suya! El hecho de que algunas personas, o alguna corriente politica con la que no estemos de acuerdo use la bandera, no nos da legitimidad alguna para abandonarla o dejar de sentirnos representados por ella: la bandera tambien es mia, tuya, de todos. Vuelvo a poner el ejemplo de los norteamericanos: democratas y republicanos opinan de modo muy diferente, pero TODOS usan la misma bandera. Ojala aqui hicieramos lo mismo.

Y desde luego, lo que no es admisible bajo ningun concepto es que nadie use los pretextos anteriores, ú otros, para que nos acomplejen por nuestra bandera, como parece que algunos pretenden:  ¡Es como si quisieran acomplejarnos por ser españoles! ¿O acaso pretenden diluir el sentimiento de lo español? Pues bien,  no lo van a conseguir. No nos avergonzamos de ser españoles, ni de las generaciones pasadas  de españoles y españolas que lucharon por dejarnos este bello país, y esta hermosa democracia en la cual nuestra conveniencia en paz y armonía es un valor añadido.  ¿Qué tendrá que ver la nacionalidad, tu patria, el lugar donde naciste, con la ideología de cada uno?  Mirad a los norteamericanos; y Estados Unidos no existía aun como pais cuando España ya era dueña del mundo. ¿Por qué vamos a ser nosotros menos?

Querido ciudadano/a compatriota que me lees: cualquiera que sea tu ideología, derecha, izquierda,  da igual, por favor, que nadie te quite tu orgullo de ser español o española, con todo lo que eso representa.

Todos los países tienen su días nacional, todos presumen de su bandera, y en ningun sitio, salvo aquí, he visto a nadie quemando su bandera. ¿Por qué vamos a ser nosotros menos que nadie?

Algunos políticos se muestran injustificadamente intranquilos o nerviosos ante el tema de las banderas; y yo, desde estas líneas, les digo que este sentimiento es mucho mas; trasciende nuestra bandera; parece que les molesta el sentimiento de lo español, y eso es NO querer a tu país.  Dicen que primero hay que luchar por otras cosas, antes que por el tema de las “banderitas”,  y me parece muy bien, pero no se enteran (porque o no quieren o no pueden), que una cosa no quita la otra, y que se puede luchar, por ejemplo, por la igualdad y por las conquistas sociales, al mismo tiempo que por defender la esencia de lo español, como sentimiento de identidad nacional: hay tiempo para todo, claro, si hay ganas.  Y a ver si se enteran de una vez: que ser español no es ser un simple patriotero barato, es mucho más, es estar orgulloso de tu tierra  y reitero, de todos  los que ya se fueron y tanto trabajaron y sufrieron en su vida para dejarte el grandísimo placer de poder decir que eres español y vives en España: el mejor país del mundo, porque su gente es maravillosa, a pesar de nuestros políticos.

Y si, termino repitiéndolo de nuevo, por si alguno de estos políticos que tenemos no se ha enterado todavía;  que ser español es una alegría, un gozo permanente, cualquiera que sea tu ideología, derecha o izquierdas, eso es igual, todos somos españoles. ¿Qué si podemos presumir de ser españoles? Por supuesto que si; y luego, que cada uno vote a quien le de la gana.

Y no solo eso, sino que debemos de proteger nuestra bandera, y exigir de nuestros políticos que lo hagan. 

Si  haceis click en este enlace:

Vereis que Alemania va a sancionar con pena de prisión la quema de cualquier bandera, incluyendo la española, por ser un delito de odio y me parece perfecto que lo hagan. Esto merece reflexión; es una pena que la bandera española se proteja más fuera que dentro; me apena  que un alemán proteja la bandera española más que un propio  español… no lo puedo entender; como tampoco puedo entender que en España se pretenda mostrar tolerencia hacia  los ultrajes a nuestra bandera,  cuando allende nuestras fronteras  se protege nuestra enseña nacional.  Para mi la bandera no es solo una bandera; es un símbolo de nuestra identidad nacional, de nuestra unión como país, como nación; y recuerda a tanta persona buena y trabajadora, de cualquier ideología, que sufrió y murió porque nosotros viviéramos ahora en democracia, como vivimos afortunadamente, en un régimen que consagra la igualdad para todos los españoles, independientemente de su ideología.

 El que quema una bandera española te ofende a ti,  a mi,  a todos.  A ver si toman buena nota los políticos, y se lo repito por si alguno sigue sin enterarse:  ser español es una alegría y un motivo de orgullo permanente que NOS PERTENECE A TODOS LOS CIUDADANOS Y CIUDADANAS de este gran pais que es España.

Pablo J. Gamez Rodriguez
Abogado. Colegiado num. 1574 del I.C.A. de Jaén.

20/04/2020

Libertad de Expresion (2ª Parte)


En una entrada anterior,  que podéis leer haciendo clic en este enlace,  hablaba de la libertad de expresión y del derecho constitucional que todo ciudadano tiene a expresar libremente sus ideas, respetando, por supuesto, la idea contraria. Yo nunca he medido a las personas por su ideologia, sino por sus valores humanos. Tengo muchos y buenos amigos, de todas las ideologías, y estoy orgulloso de ser su amigo. 

Decia Gandhi que “lo peor de la gente mala es el silencio de la gente buena”, y creo que llevaba razón. Llega un momento en el que se cansa uno de ser prudente,  de callar, y de comulgar con ruedas de molino;  a fuerza de tanto aguantar tanta presión mediática, tanta desinformación en la televisión, y tantas cosas que estamos viendo,   la prudencia  se desborda, y da paso a la justa indignación, al cabreo y al enojo; y llega un momento en el que hay que dejar de guardar silencio, y  hablar fuerte y claro,   no puede uno estar inmerso en el silencio de los corderos eternamente, viendo y aguantando como el Gobierno, un dia si y otro también, parece insultar de modo reiterado  la inteligencia de los españoles, o por decirlo claro, a que nos sigan tomando por tontos, y ademas por lo que estoy viendo, parece que solo nos enteramos de la mitad de la mitad de lo que verdaderamente esta sucediendo  (p. ej. caso del Covid 19).

Voy a ir directamente al grano. El Articulo 20 de nuestra Constitución dice asi:  “Se reconocen y protegen los derechos: a) A expresar y difundir libremente los pensamientos, ideas y opiniones mediante la palabra, el escrito o cualquier otro medio de reproducción. (…) El ejercicio de estos derechos no puede restringirse mediante ningún tipo de censura previa.

Por si alguien se ha olvidado, recordaré que la Constitución es una norma de obligado cumplimiento para todos los españoles, repito para TODOS (desde el Rey y el Presidente del Gobierno hasta el ultimo ciudadano). Cuando Pedro Sanchez tomo posesión de su cargo, y lo mismo hicieron los ministros, prometieron guardar y hacer guardar la Constitución.  

Bien, pues el derecho a la libertad de expresion, es decir, el derecho que todos tenemos a manifestar libremente nuestras opiniones, incluido el derecho a la critica,  está reconocido en la Constitución. Y además, el derecho a la libertad de expresión es un derecho absolutamente intocable e inviolable.  

Me sorprende muchísimo, entonces, que ayer, el Jefe de Estado Mayor de la Guardia Civil,  en la Moncloa, en la foto de arriba  (y esto no es un bulo porque todos pudimos ver el VIDEO en la televisión),   a propósito de la persecución de los bulos en las redes sociales dijo claramente que una de las líneas de actuación de la Guardia Civil es  (son palabras textuales) minimizar ese clima contrario a la gestión de la crisis por parte del gobierno”.  ¿Que ha querido decir? ¡Ahí es nada! Ante tal dislate,  de modo inmediato se intentó salvar la situación como se pudo, y algun miembro del Gobierno se apresuró a decir que dichas desafortunadas palabras solo habían sido un “lapsus”.

El asunto es  grave.  Los ciudadanos  no debemos tolerar ni consentir con nuestro silencio ni el mas mínimo ataque a nuestra libertad de expresión, que es un derecho fundamental constitucional. Se acabó el silencio. Llega un momento en el que hay que hablar, valientemente, sin miedo, pues si callamos estamos contribuyendo con ese silencio cómplice a la labor de los que parecen querer dinamitar nuestra Constitucion, la cual, recordemos, nos ha brindado el periodo de mayor paz y prosperidad de nuestra historia.  Y quiero dejarle a mis hijos un mundo mejor del que yo he encontrado, y esa es mi gran responsabilidad para con ellos.

Asi las cosas, esa desafortunada  frase del Sr. Santiago  parece un  intolerable  ataque  a la libertad de expresión que consagra nuestra Constitución, al tiempo que ha hecho que se enciendan todas las alarmas de muchisimas personas.   Se  plantean dos opciones, o dos hipótesis: ¿Ha sido un lapsus o iba en serio?

Cabe la hipotesis de que  verdaderamente fuera un lapsus, como dijo Marlaska. Como "errare humanum, est", yo quisiera concederle el beneficio de la duda, lo que sucede es que, sinceramente, me cuesta trabajo creerlo, porque el Sr. Santiago -y puede que yo esté equivocado-  parecía que estaba leyendo, y un lapsus se puede cometer cuando uno habla improvisando, no cuando lee un texto ya escrito. De todos modos, si verdaderamente ha sido un lapsus, o un error,  cosa que puede ser, pienso que un alto cargo no puede permitirse un patinazo tan grave como este, y quizás deberian de depurarse las responsabilidades pertinentes. La libertad de expresión es constitucionalmente sagrada, intocable e inviolable en democracia, y quien no lo entienda así,  que se vaya a su casa. 

No quiero pensar ni por un instante en que esto no fuera solo un lapsus, sino algo mas..., aunque lo que si es cierto es que el Gobierno parece llevar algun tiempo intentando silenciar o desacreditar a la oposicion y a los medios de comunicacion independientes. En todo caso, lo que no seria admisible bajo ningun concepto -no creo que sea el caso, pero uno ya no sabe que pensar-  es  prometer guardar la Constitución cuando se toma posesión del cargo, y luego vulnerar el articulo 20 de la Constitucion introduciendo la censura  en los comentarios que los ciudadanos, libre y espontáneamente, hacen en las Redes Sociales.  No creo que sea eso lo sucedido, insisto;  pero la alarma ya ha saltado, y creo que todos modos los ciudadanos  hemos de estar  alerta,  porque esta bien perseguir los bulos y lograr una información veraz; pero en democracia hemos de evitar que nadie tenga la  tentación de  aprovechar la lucha contra los bulos  para dejar sin efecto la  libertad de expresión que afortunadamente impera en nuestra Constitución, y que tantos  años (de sangre, sudor y lágrimas de nuestros padres y abuelos)  nos ha costado conseguir.

Como ciudadanos libres  debemos defender nuestra Constitución y no tolerar ni el mas minimo ataque la misma,  y en consecuencia, reivindicar nuestro legitimo derecho  A EXPRESARNOS LIBREMENTE,  obviamente respetando a los demas, pero  sin  miedo alguno, sin temor a represalias.   Mucha gente tiene miedo a hablar, o a expresarse libremente, y eso es algo que como ciudadanos no podemos consentir, y menos en un estado democrático como es España.  Hemos de hablar y pronunciarnos con libertad, hemos de poder expresar libremente nuestros pensamientos e ideas y opiniones, repito, libremente, sin miedo ni coacción alguna, y sin censura previa. Asi se estableció en la Constitución. 

¡Merece la pena! Una vez, Ernesto Che Guevara,  dijo  aquello de que “prefería morir de pie antes que vivir de rodillas”.  Llevaba razón. ¿O es que preferimos dejarle a nuestros hijos y nietos una sociedad en la que nadie pueda hablar ni expresar  libremente sus ideas, sin miedo a represalias?

Saludos.

Pablo J. Gamez Rodriguez.

26/03/2020

La renuncia

Hace pocos días conocimos por los medios de comunicación la noticia de que la Casa del Rey dio a luz un comunicado en el cual Felipe VI renunciaba a la herencia "que personalmente le pudiera corresponder" de su padre, el emérito rey Juan Carlos, por los motivos que todo el mundo conoce. 

 La Monarquia siempre ha defendido el deber de todos los españoles, desde el primero hasta el último, de actuar con escrupuloso sometimiento a la Ley y al Derecho, cumpliendo el principio de legalidad; pero curiosamente, la renuncia de Felipe VI a la herencia de su padre no tiene efecto legal ni jurídico, y me explico. A bastantes de los que llevamos ya muchos años de experiencia en el mundo de las Leyes, el documento de la “presunta” renuncia nos ha sorprendido, primeramente desde el punto de vista formal porque es un documento impropio de cualquier jurista que se precie, redactado con una dudosa técnica jurídica; y fundamentalmente, desde el punto de vista material, porque dicho documento conculca la Ley al contener una renuncia imposible en el Derecho español, donde eso no se puede hacer. Nuestra legislación es muy nitida: el Código Civil recoge de forma tajante que no es posible renunciar a una herencia hasta que no tiene lugar el fallecimiento de la persona que lega. El artículo 991 del Código Civil, deja claro que el anuncio hecho por Felipe VI es únicamente simbólico y carente de efectos legales, pues establece textualmente que "nadie podrá aceptar ni repudiar (la herencia) sin estar cierto de la muerte de la persona a quien haya de heredar y de su derecho a la herencia"; e igualmente no cumple con el artículo 816 del Código Civil, que también se refiere a esta cuestión, y que dice que "toda renuncia o transacción sobre la legítima futura entre el que la debe y sus herederos forzosos es nula ". Con lo cual es harto evidente que la Ley priva a dicha renuncia de valor y efecto jurídico. Ademas, el articulo 990 del C.c. impone que la aceptación o repudiación de la herencia han de ser totales, nunca parciales: o se acepta todo, o se repudia todo. Pero lo que esta claro, es que esa renuncia o repudiación, para que sea valida, debe de hacerse en el momento en que la Ley permite hacerlo, y nunca antes, esto es: solo cuando muere la persona cuya herencia se va a renunciar o repudiar. 

 Confieso mi perplejidad, porque no me cabe duda de que el Rey ha de contar, lógicamente, con el consejo de los mejores asesores legales, de modo que la pregunta salta por si sola: ¿Cómo es posible que Felipe VI formalice una renuncia que carece de valor y efecto juridico segun nuestras Leyes?   O ¿Que motivos reales ha tenido para actuar de esta forma?

Por lo que veo por ahi, las opiniones están muy encontradas. 

Mucha gente piensa que el anuncio era conveniente, dado que el Rey se ha preocupado siempre por preservar esa imagen de limpieza, que quiere dotar a la Corona, y desea mantener las dudas y suspicacias lo mas lejos posible; ha retirado la asignación al anterior Rey, el emérito D. Juan Carlos, y se preocupa por apartar de si toda imagen que sean incompatible con la integridad legal y moral que ha de tener la Corona. Esa ha sido su trayectoria cuando, p. ej., algunos otros miembros de la Familia Real han dado que hablar a los periodicos y a los medios. Ademas, ante el acoso mediático a la Monarquía, el Rey está haciendo un denodado y loable esfuerzo por salvaguardar la imagen de honestidad y ejemplaridad propia de la institución a cuya cabeza se encuentra. 

Por el contrario, tambien hay mucha gente que manifiesta sus dudas: si la intencion de Felipe VI era preservar la integridad y honorabilidad de la Corona  podia haber hecho las cosas mejor de otra manera sin necesidad de recurrir a tan extraña renuncia, pues en nuestro Derecho hay medios suficientes y adecuados para ello; ese documento parece un brindis al sol de cara a la galería.   Teniendo Felipe VI los mejores asesores legales, es completamente incomprensible como otorga un documento de tal naturaleza, con una renuncia que según nuestra Ley es nula, dado que  como antes se ha dicho  en España es imposible renunciar validamente a la herencia de alguien mientras ese “alguien”   este vivo; y si se hace (como D. Felipe ha hecho ahora) la renuncia es nula, no tiene efectos legales, y recordemos que todos, desde el primero hasta el ultimo ciudadano, incluido el Rey, están sometidos a la Ley, cuya ignorancia no exime de su cumplimiento. Resumiendo: Felipe VI solo podra renunciar válidamente a la herencia de su padre una vez que acontezca el fallecimiento de éste, esto es incontestable, de modo que ¿a qué viene este  comunicado?

¿O acaso hay otra razones?

En fin, opiniones hay para los gustos, de modo que,  en definitiva, ¿Qué pensar?  Hoy vivimos en la sociedad de la información, y el pueblo español sabe discernir perfectamente lo bueno de lo que no lo es tanto, de modo que  “tu, lector, pues eres discreto, juzga lo que mas puesto en razón estuviere”. 

Pablo J. Gamez.

07/06/2018

Constitucion de 1978 y modelo de Estado: ¿aporia imposible?


Cuando yo estudiaba la Carrera de Derecho (hace ya muchísimas lunas, que dirían los indios norteamericanos), concretamente en 1º de Carrera, año 1983,  Facultad de Derecho de la Universidad de Sevilla, tuve la fortuna de asistir a las clases de Derecho Político que magistralmente impartía nuestro catedrático, y luego Rector,   Javier Perez Royo,  uno de los hombres mas inteligentes que he conocido, guardo muy grato recuerdo de él.  La Constitución de 1.978 llevaba vigente solo cinco años y los alumnos  de 1º  éramos críos de 18 años. En clase debatíamos sobre el modelo de estado que había instaurado la –entonces- reciente  Constitución.  ¿Federal? ¿Unitario? Eran los dos modelos entonces vigentes  en la mayoría de los países, y mas conocidos, y el nuevo modelo español era algo nuevo: un nuevo tipo, el estado  de las autonomías.  Era algo asi como un invento, y no sabíamos muy bien como funcionaría… Para que lo comprendiéramos nos puso un dia un ejemplo, grafico pero esclarecedor,  de que el estado unitario era como una manzana, y  el estado federal era como un racimo de uvas.  Cuando le preguntamos con que fruta compararíamos el recién nacido  estado de las autonomías, nos dijo en una ocasión, con alguna duda, que era algo asi como una naranja… aparentemente unitaria, como un todo, pero compuesta de diferentes gajos, como los de la  naranja, que serían las diferentes autonomías.-

Bien es cierto que la Constitución de 1978 nos ha brindado o ha contribuido a brindarnos el periodo de mayor paz y prosperidad que ha conocido España en toda su historia, goce de derechos y libertades fundamentales,  la lucha por la igualdad de genero,  tranquilidad, paz, prosperidad, y etc muy largo… yo me hice hombre, comencé a trabajar, me case, tuve hijos, y he llegado a la mitad de la cincuentena bajo la vigencia de la Constitucion,  Norma Fundamental del Estado. Y no concibo nuestro sistema legal  sin esa Norma fundamental.

Un aporía es una paradoja o dificultad lógica insuperable. Y, salvo que alguien me demuestre que estoy en un error  y me lo aclare  (cosa que agradecería muy sinceramente) la Constitucion “parece” tener esa aporía, pues de un lado proclama la unidad indisoluble de España, pero por otro lado reconoce y garantiza el derecho a la autonomía de las “nacionalidades” que la integran.  Aparentemente proclama como realidades  dos modelos incompatibles. Proclama la unidad, lo cual en principio parece entrar en contradicción con la diversidad autonómica; pero  al mismo tiempo, garantiza la diversidad autonómica, lo cual  puede suponer la muerte del estado unitario. ¿En que quedamos? Que si, que fue un simple esbozo y los Estatutos de Autonomía vendrían después. Pero, ¿acertó o fracasó ese modelo?

Aquello dio mucho que hablar. ¿Funcionará esto? Preguntábamos sin cesar los alumnos en la Facultad.

El tiempo ha demostrado que en su aplicación práctica, ese modelo ya ha generado algunos problemas.  La Constitución  podía haber diseñado otro modelo; o acaso también nos podríamos preguntar si con políticos de calibre (¿Dónde están? ¿Dónde han estado?)  que de veras hubieran sabido mantener incólumes dichos dos principios (la unidad se entiende sin perjuicio de la diversidad, y la diversidad sin perjuicio de la unidad),   todo habría ido bien o mejor de lo que ha ido.

¿Problemas prácticos que han aparecido con el tiempo? Muchos, como la dispersión normativa, diecisiete parlamentos autonómicos dictando normas diferentes sobre las mismas materias, como educación, etc…; de otro lado, el enorme gasto en infraestructuras  y personal que ello conlleva; por supuesto, muchas comunidades Autónomas interpretan o enseñan la  historia a su manera… la historia que enseñan en alguna CCAA puede no coincidir con la que se enseña en otra.  Y asi sucesivamente.

En definitiva,  lo que echo de menos en la Constitución  de 1978 es algún mecanismo que fragüe la Unidad del Estado,  algún mecanismo vertebrador de lo español (sin beligerancia, y con todo el respeto a todas las comunidades autónomas), que hubiera sabido fraguar simultáneamente el amor a nuestro país y el amor a nuestra comunidad,  sin ponerlos en conflicto, en contradicción o en lucha… algún mecanismo o sistema que preservase la pureza de la unidad, y al mismo tiempo la pureza de la diversidad, sin poner en conflicto la una con la otra, si es que tal cosa es posible.  En una palabra, se añora en la Constitución de 1978 un mecanismo claro, y taxativo que hubiera marcado los limites:  ¿hasta donde puede llegar la diversidad, sin que resulte amenazada la unidad?  En esto, me parece que la Constitución es  y ha sido manifiestamente mejorable.

Y también nuestros gobernantes son/han sido manifiestamente mejorables, hablo en abstracto, pues entiendo que en muchas ocasiones  no han estado a la altura, no anticipándose a los acontecimientos, no habiendo sabido calibrar y valorar el peligro de la  deriva secesionista que lenta pero inexorablemente se iba abriendo paso, no habiendo sabido o querido detectar ese peligro que amenaza la unidad nacional, por intereses no se de que tipo. ¿Por qué no se ha puesto  remedio,  por que no se anticiparon, poniendo coto a todo mensaje de odio o animadversión?  Salvando las distancias, cuando un padre observa que uno de sus hijos pequeños habla mal del otro, o no esta agusto en casa,  ha de intentar poner coto a ello inmediatamente, ha de tener capacidad de reacción, adaptarse, suavizar el ambiente,  todos  son hermanos, y ha de procurar por todos los medios que  se lleven bien. Si cuando son niños el padre no interviene a tiempo, y lo deja todo como esta…luego será tarde, cuando sean mayores esos niños, ya no tendrá solución el problema. Es solo un ejemplo.  

Dicho sea con ánimo constructivo,  el tiempo todo lo muda, todo lo cambia, y hay que saber adaptarse a las circunstancias. Hay que tener cintura para maniobrar,  y capacidad de reacción. Nada es inmutable, y la Constitución no vino del Cielo, como las Tablas de la Ley que según el Genesis  Yavé dio a Moises en el Sinai: la Constitución es un obra humana,  la redactaron personas,  y por tanto, ante las dificultades que su aplicación practica puede generar con el paso de los años, puede ser perfectamente modificada por las personas para adaptarse a las nuevas circunstancias,  caso de que se aprecie la necesidad de hacerlo. Y  no pasaría  absolutamente nada.  Alguien dijo que en España no sabíamos modificar Constituciones, sino suprimirlas y cambiarlas por otras nuevas: y que razón han llevado hasta ahora. Pues, bien, ojala ahora se equivoquen en sus pronósticos: una reforma constitucional puede abordarse con decisión y responsabilidad, con criterio, sabiendo muy bien que hay que reformar (que muchos políticos de cierto sector no lo saben),   pero sin el miedo recalcitrante que otro sector parece tener cada vez que se habla de este tema: si algo no funciona se mejora, o se modifica, o se cambia. Y aquí no pasa nada.  Ejemplo: las enmiendas a la Constitucion de los EE.UU.

A nuestros gobernantes hace mucho tiempo que los veo despistados.  Entre el pánico de unos a abordar la reforma constitucional, y la inseguridad de otros que quieren abordar dicha reforma sin saber que quieren cambiar ni como,  apañados vamos.

Creo que en España cabemos todos, y podemos estar muy bien, de hecho asi ha sido hasta ahora. Pero  me preocupa mucho lo que sucede ahora, porque el futuro no lo veo claro. Recordemos de nuevo lo que le pasó a Pompeyo con Cesar: Pompeyo creía que Cesar no se atrevería a cruzar el Rubicón (nadie lo había hecho hasta entonces, y solo por esa razón, según Montesquieu, Pompeyo pensó que no se atrevería a cruzarlo), y Cesar lo hizo; y en segundo lugar, infravaloró las legiones de Cesar, porque eran inferiores en número, olvidando que estaban muy  experimentadas en combate (venían de haber conquistado las Galias…), y Cesar, finalmente, ganó la guerra Civil con Pompeyo.

¿Paralelismos  con los personajes políticos actuales? Son muy fáciles de hacer… a poco que el avezado lector se lo proponga.

Miro con preocupación  los tiempos que se avecinan. Hay un dicho de los ingleses  que parece estar de moda,  lamentablemente, que  dice en algunas ocasiones, para que algo se empiece a arreglar, primero…hay que esperar a que termine de romperse del todo. Sin embargo, me parece un error fatal de cálculo, porque primero y antes que nada, lo principal que hay que hacer es  intentar prevenir, me gusta más la  anticipación, y el dicho español: más vale prevenir que curar.  Si finalmente no se puede arreglar, que se estropee, pero que no sea por nuestra desidia o porque no hemos intentado (al menos) evitar el desastre. Voto por ello, si es que aún estamos a tiempo.

Aquí si hemos fallado en algo. Todos. Y no se si ello obedece a defecto insuperable (aporia) del propio modelo constitucional, (no se puede sostener una cosa y la inversa al mismo tiempo), o a su aplicación práctica, o bien error/desidia/que se yó, de los políticos encargados de darle cumplimiento.  Que entre todos lo mataron, y el solo se murió.

Cordiales saludos

Pablo J. Gamez Rodriguez.

26/05/2018

Apatía colectiva

Llevo mas de tres años escribiendo solo sobre deporte, y no me lo reprochéis; tal y como está el mundo, la vida y sus cosas, el deporte, ademas del trabajo y de mi familia,  es de las pocas actividades placenteras que, por ahora, no me han reportado mas que satisfacciones. Hoy, sin embargo, hablaré de otras cosas, centrandome en los pensamientos que se agolpan en mi mente, tras las últimas noticias que se ofrecen por los medios de comunicación. Llevo mucho tiempo pensando que, o esto es una broma, o de pronto he abierto los ojos y me encuentro en una ciudad, pais, planeta, ccompletamente distinto al que yo recordaba, todo lo veo al reves, y lo que es peor, parece haber una epidemia de  increible apatia colectiva ante lo que esta sucediendo: parece que nada le impora nada a nadie. Es increible... y aunque ya tengo 53 años, y en principio, se supone que no deberia ya de sorprenderme por nada, confieso  humildemente que aun no he perdido mi capacidad de asombro, aunque tambien puede ser que me esté volviendo un poco  sensible con el paso del tiempo. Pero esto me da que pensar.  Para muestra, varios ejemplos:

El otro dia, tomando cafe por la mañana temprano coincido con un conocido (ha trabajado toda su vida en el sector bancario), y cuando leo en el periodico que cierto politico ha sido sorprendido usando tarjetas black y gastando su importe en prostíbulos, la reaccion de dicho conocido me dejó atónito, pues en vez de criticar abiertamente y con ética dicho comportamiento, su respuesta fue: "eso le pasa por idiota, que hubiera pagado en metalico, y asi no le hubieran pillado".  No me lo explico. Y lo peor de todo es que lo dijo en serio.   Yo pensaba que conocia a esa persona, pero estaba equivocado...todos dias se aprende.

Tema de la soberania y unidad de España. Yo jamas he tenido problema alguno con ser andaluz y español, y estoy muy orgulloso de ambas cosas,  presumo de mi doble condicion de andaluz y español,   me siento sinceramente comprometido con la defensa de la unidad de nuestro rico y variopinto país.  Creo que aqui cabemos todos. Yo creia que la unidad de España era algo intocable: "indisoluble unidad de la nacion española, patria comun e indivisible de todos los españoles", segun  la Constitucion de 1.978 como uno de sus fundamentos;  no obstante,  observo que a la mayor parte de la gente con la cual he comentado el tema,  lo que esta sucediendo en alguna comunidad autónoma no le alarma, sino que le resulta indiferente,  "se lo trae al pairo", como vulgarmente suele decirse.  España parece desmembrarse de modo lento pero inexorable, y nadie parece estar excesivamente preocupada. Y a nivel politico, añoro más capacidad de reaccion en nuestro gobierno, que en mi opinion esta cometiendo dos errores  (entre otros muchos),  no se si porque piensan que no sucederá lo que parece inevitable  (este fue el primer error de Pompeyo con Cesar, que pensaba que Cesar no cruzaria el Rubicon), o porque han infravalorado  la gravedad de lo que esta pasando (segundo y mortal error de Pompeyo con Cesar, error mortal de necesidad, y asi le fue a Pompeyo). ¿Se repetirá la historia? Tampoco  me lo explico. 

Desgracias, calamidades, noticias sobre violencia de género... antes era muy grande el eco social que tales noticias provocaban.  Ahora ese siolencio colectivo, esa apatia colectiva, es la unica ola de respuesta que tales noticias provocan o parecen provocar.  O no vemos, o no queremos ver... Por supuesto hay algunas excepciones, como la ola de indignación que ha generado el asunto de la Sentencia de "la manada", pero no hay regla sin excepción.  Ignoro que nos está pasando. En todo caso, recuerdo aquella frase: "lo peor de la gente mala es el silencio de la gente buena".

No me gusta lo que veo, porque o he fallado, o hemos fallado, o estamos fallando todos. Son numerosas las causas de lo que esta pasando, y hay voces muy autorizadas por ahi, que llevan advirtiendo del peligro que conlleva esta deriva durante mucho  tiempo y nadie parece haberles hecho demasiado caso; asi luego pasa lo que pasa. Lo que si veo muy claro es una cosa: al igual que el padre de familia ha de educar e inculcar valores a sus hijos,  asi tambien las personas que detentan el poder politico han de hacer todo lo posible por intentar inculcar en la sociedad valores, repito, valores humanos, como por ejemplo valores éticos, algo que no veo desde hace un monton de tiempo, asi como sentido de la responsabilidad y del compromiso, a fin de, cada uno en su entorno, intentar hacer algo por llevar esto de la mejor manera posible.

Y se nos olvida algo importante: es muy nocivo ese individualismo recalcitrante que nos atenaza a todos, hemos de hacer lo posible por mejorar nuestras relaciones con nuestro entorno, no ya por etica, sino tambien por nosotros mismos, siempra bien y recogeras bien,  porque somos personas, seres humanos, y las personas, la raza humana,  esta hecha para convivir los unos con los otros de la mejor manera posible en una mutua interdependencia, colaborando y ayudandonos los unos a los otros, y  no a palos, como esos dos hermanos que se daban de golpes en el famoso cuadro de Goya.

En fin, vivimos en el siglo XXI, la era de la luz, de internet y de los móviles, de las tablets y de instagram...   Y cuando repaso todo lo que acabo de escribir, me ha entrado una terrible duda: no se si publicarlo, o tirarlo a la papelera, pues me siento como un curioso y nostalgico escritor del siglo XIX... pero en fin, por mi que no quede.

Pablo J. Gámez




12/06/2014

Monumento a la coherencia

La clase politica, y me refiero ahora a los representantes del pueblo en las altas instituciones del Estado, han de estar siempre atentos a lo que sucede en la sociedad, a los cambios que se van produciendo en ésta, y a los nuevos deseos y anhelos que se manifiestan cen el pueblo con el devenir de los tiempos, asi como, fundamental, han saber adaptarse a las nuevas circunstancias, proponiendo soluciones nuevas para problemas y situaciones nuevas. Asi las cosas, la aprobación ayer a toda prisa  en el Congreso de los Diputados de la Ley Organica que consagra y legitima a la Monarquia (abdicacion de Juan Carlos I y entronización del futuro Felipe VI), me muestra varias cosas: de un lado, la  grave miopia politica de los principales partidos (gobierno  popular y oposición socialista),  que no saben , o lo que es peor, no quieren oir lo que sucede en la sociedad, al tiempo que me muestra, muy al vivo, el miedo, o acaso pánico de nuestros principales partidos politicos a oir el clamor popular que se ha desatado en España, reclamando un debate sobre la forma politica del Estado; pues sigo insistiendo en que si la soberania emana del pueblo, el pueblo debe de decidir. Entiendo que el consenso que se logró en 1.978, y que trajo afortunadamente la democracia a este país, ha sido superado por las nuevas circunstancias, tal y como dije en mi anterior entrada.  Por eso, lo que sucedió ayer, en el Parlamento, no me sorprende; y he de añadir que como ciudadano me siento traicionado, pues el proceso se ha llevado a efecto con unas prisas inconcebibles y de espaldas a la ciudadania: el gobierno ya conocia la decisión de Juan Carlos de abdicar, y lo han efectuado todo de espaldas al pueblo,  con miedo al pueblo,  usurpando la soberania que emana del pueblo, y desoyendo las voces y necesidades del pueblo; anunciándolo en el momento justo, en el último momento; hay que reconocer que lo han planificado exhaustivamente.
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La actitud de Rajoy ya me la esperaba ("la forma politica del estado no forma parte del orden del dia", dijo ayer), actitud que era más que predecible, y que por supuesto, no comparto. Entiendo que hemos perdido una magnifica oportunidad para devolverle al pueblo su soberania mediante un debate serio, honesto y abierto sobre tal cuestión, como reclamé en mi anterior entrada. Una reflexión serena, sin prisas y sin miedos.
Monarquia y Republica son dos formas de gobierno opuestas e incompatibles, por definición.  O se es monarquico, o se es republicano.  Por ello me ha sorprendido enormemente, lo confieso, la actitud de Rubalcaba:
"Los socialistas seguimos sin ocultar nuestra preferencia republicana, pero nos seguimos sintiendo compatibles con la monarquía parlamentaria".

Todo un ejemplo de coherencia...incalificable; eso si que no me lo esperaba.  ¿como puede ser? O eres una cosa o eres otra.   Porque coherencia es la concordancia entre lo que se piensa y lo que se hace, es decir, concordancia entre tus principios y tu actuar, cosa que no ha demostrado Rubalcaba precisamente.  Si siendo republicano eres compatible con la monarquia...una de dos: o eres mas monarquico de lo que dices, o no eres tan republicano como te proclamas.
En fin,  el pueblo es sabio, y yo  creo que se merece otros dirigentes distintos a estos.





03/06/2014

Monarquía y Constitución

Voy a reflexionar en voz alta a la luz de los últimos acontecimientos que se han desencadenado como consecuencia de la abdicación del Rey Juan Carlos I, y  el debate que se ha suscitado por enésima vez sobre el mantenimiento de la Monarquía como forma de gobierno en una Europa en la que la Monarquía es una institución minoritaria: la mayoría de los países que conforman la Unión Europea son Repúblicas.  Veo los periódicos y los telediarios, y contemplo manifestaciones en muchas calles de nuestro país, pidiendo república,  y/o  solicitando un referéndum sobre tal cuestión;  y también escenas más esperpénticas, como la de  algún dirigente político despistado pidiendo que elijamos entre “democracia o Monarquía”,  ú otros  pidiendo que determinados partidos apoyen o dejen de apoyar la sucesión (sin dar motivos ni explicaciones para ello), y otros dislates semejantes.
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Y yo creo que se impone hacer una reflexión serena.
La Monarquía prestó en su día un gran servicio a este país, liderando la transición, y colaborando de modo muy principal al establecimiento de la democracia y de la libertad en nuestro país. España salía de una dictadura, y la reconciliación de las dos Españas, bajo la batuta de Juan Carlos I y Adolfo Suarez, y la magnífica energía, fortaleza y determinación del Rey frente a los golpistas el 23 F, fue el logro que, definitivamente en mi opinión, consagró la Monarquía en España, y la hizo venerable y respetada dentro y fuera de nuestras fronteras, y se gano el aprecio y el cariño de mucha gente.   Y  hay que ser agradecido, pues de ser bien nacido es ser agradecido, como suele decirse; de modo que a Dios lo que es de Dios, y al César lo que es del César.
No obstante, el tiempo no se detiene, todo evoluciona, la sociedad ha cambiado muchísimo, la España de la transición queda ya muy atrás, y afortunadamente este país se ha acostumbrado a vivir en libertad, y quieran los dioses que siga siempre así.  Pero la juventud del siglo XXI no comprende muy bien el ius sanguinis y todo lo que ello representa. Los jóvenes viven en democracia porque han nacido en democracia,   y así  desean seguir, lo cual me parece lógico y natural. La generación que vivió su juventud bajo el “Rey que trajo la democracia” ha dado paso a otra generación distinta, de una España muy distinta: la generación que siempre ha vivido en democracia porque no ha conocido otra forma de gobierno, la generación  que vive bajo una crisis terrible, en una España que parece disgregarse territorialmente, y en la cual no parece estar muy claro el papel de la Monarquía, ni la posible modificación o reforma de nuestra Carta Magna.
Yo creo que no se puede vivir de las rentas, el papel  (importantísimo, encomiable y digno de alabanza, insisto) que el Rey protagonizó en nuestra transición, su valor y determinación cuando se enfrentó al golpe del 23 F, siendo un magnifico activo para la Monarquía, no puede convertirse en caudal  inagotable que legitime dicha institución en el tiempo: las cosas han cambiado, España es otra sociedad distinta, la sociedad evoluciona, y sociedades diferentes reclaman respuestas y soluciones también diferentes. Y con el paso de los años, la Monarquía, en mi opinión, se ha ido desinflando, como la rueda de una bicicleta que pierde aire, poquito a poco. 
Y en cuanto al prestigio social,   la mujer de Cesar deber de ser buena, y parecerlo”, dicen que dijo Cesar; de modo que resulta obvio que la Monarquía, en consecuencia,  que se dice tuteladora de los altos  valores,  tenia que haber tenido una honorabilidad fuera de toda duda, y liderar la nobleza y altura de miras que la institución dice representar.  Pero, humano al fin y al cabo, el Rey ha cometido varios errores (elefantes en Botswana y otros) al tiempo que miembros de su familia han sido salpicados por problemas con la Justicia. Cierto que pidió perdón, y eso le honra; pero ahí están esos errores,  la sociedad los detecta y no olvida,  y no han ayudado a la Institucion precisamente, antes al contrario:  han contribuido, en mi opinión a azuzar el debate sobre Monarquia si o no.  En todo caso, tales defectos NO se pueden consentir, y la Institucion Monarquica, si desea prolongarse en el tiempo, ha de ser buena, y parecerlo tambien, ha de dar ejemplo a todos los españoles, ha de ser mejor que todos y dar ejemplo de integridad moral, insisto.   Y estos escándalos, intolerables, han dañado muy seriamente la imagen de la Corona.
Al mismo tiempo, la Monarquía  no es un elemento o requisito sine qua non para vivir en democracia,  es manifiestamente prescindible y sustituible; véase caso de Estados Unidos, Francia, Italia, Alemania, Portugal, Irlanda,  y la inmensa mayoría de los países democráticos de la Union Europea: todos son repúblicas y son estados democráticos avanzados.
Pero si es asi, ¿Que opción tenemos? Decía antes que la sociedad evoluciona, y que sociedades diferentes reclaman respuestas diferentes. La Constitución de 1.978 yo la llamo la Constitución de la transición y del consenso, por lo que antes he expuesto: había que apaciguar a las dos Españas, y acostumbrarnos a vivir en libertad. Cumplió su papel, un gran papel, por supuesto; pero no olvidemos que la Constitución no es inmutable.  Recordemos todos que la Constitución fue redactada por seres humanos, no dioses; por la misma razón, hemos de tener la flexibilidad mental de poder y saber reformarla cuando sea necesario. Y sentirnos capaces para ello. Y no pasaría nada. Absolutamente nada. En España la palabra “reformista” causa temor, pánico irracional y no puedo comprenderlo: si los legisladores de 1.978 fueron inteligentes y sabios para solucionar los problemas de la España de la época, ¿Por qué no vamos a ser capaces nosotros, bueno, nuestros políticos, de reformar la Constitución para intentar solucionar los problemas de hoy, a saber, una posible redefinición de los papeles de la Monarquia, y la organización territorial del Estado, entre otros?
A enfermedad vieja, medicina vieja; pero  a enfermedad nueva, medicina nueva. En definitiva: soluciones nuevas para problemas nuevos. Lo que no es admisible es lo que parecen hacer los políticos actuales, salvese el que pueda, insisto;  intentar solucionar un problema actual con recetas que funcionaron hace 40 años, o con un texto que es hijo de una época pretérita,  eso demuestra una miopía política más que preocupante: Estados Unidos, Inglaterra y otros países, han  sido inteligentes y han sabido reformar y modificar sus Constituciones, adaptándolas a los tiempos, a medida que pasaban las décadas, y ahí están.
Si se modifica la Constitución no pasa nada. La Constitución no es algo divino ni inmutable: fue redactada por personas, no por dioses. De modo que, de miedo nada. Aunque, país de contradicciones al fin y al cabo, en España por el contrario no las modificamos: las tiramos a la basura y hacemos una nueva.  Vease el historial constitucional de España en el siglo XIX.
En consecuencia, reclamo un debate, serio, abierto y honesto, y repito las tres palabras, serio, abierto y honesto, sobre el papel de la Monarquía en el Siglo XXI, hacia una posible redefinición de sus funciones a la vista de la sociedad actual,  y sobre la (en mi opinión) necesaria modificación de la Constitución,  pues me parece llegado el momento para ello y son problemas que están, en mi opinión, íntimamente entrelazados, porque no debemos de olvidar que la Constitución  regula la organización territorial del Estado, esto es,  el Estado de las Autonomias, y las reivindicaciones territoriales de alguna que otra Comunidad Autónoma  constituyen un  nuevo dilema que merece una solución nueva; al mismo tiempo, la Constitución proclama a la Monarquía como forma de gobierno, en un momento histórico (1978) determinado, y es preciso ver si esa institución ha sabido adaptarse a los nuevos tiempos, y si es o no es necesario, que yo creo que si, promover un debate sobre su mantenimiento, y en caso afirmativo, indagar si seria preciso una posible redefinición de sus funciones.
Si la soberanía emana del pueblo, el pueblo debe de decidir como solucionar un problema de hoy, que no estaba en 1978.  Ahora bien, ¿tienen nuestros políticos la altura de miras, sagacidad, inteligencia y valentía  suficiente para ello, como la que  tuvo el legislador de 1978?