Os digo que éste bajó a su casa justificado y aquél no. Porque todo el que se ensalce, será humillado; y el que se humille, será ensalzado."
Esto dijo Jesús de Nazaret a algunos que se tenían por justos y despreciaban a los demás. Podéis comprobarlo en el Evangelio de Lucas. Capitulo 18. Es uno de los pasajes que más me ha hecho reflexionar desde que lo lei por primera vez hace ya tantos años. Se me quedó grabado a sangre y fuego; y desde entonces no ceso, una y otra vez, de contemplar escenas y situaciones que me lo recuerdan. Asi es. Hoy he presenciado una escena algo parecida a la que relata el pasaje que antes he transcrito; pero como la cosa no iba conmigo y yo estaba en un segundo plano, de mero espectador, he optado por no intervenir.
Siempre me ha llamado muchísimo la atención la sincera y noble oración de ese publicano del pasaje, hacia el cual he sentido una profunda simpatía desde la primera vez que lo lei. Estaba tan arrepentido y se sentía tan mal que ni siquiera se atrevía a alzar los ojos...conmovedor.
Si ese pasaje se escribió hace dos mil años… ¿Cómo es que, generación tras generación, el ser humano no aprende la lección? ¿Aun no lo hemos comprendido? ¡Oh Dioses…! ¡Sabéis que confío en el ser humano, tengo fe en las personas: pero es que a veces me lo poneis muy difícil, pues nos topamos con situaciones que hacen que nos cueste mucho trabajo…! A veces no sabes si es que confías porque si, o porque quieres o necesitas confiar. Contemplas sin cesar a personas que presumen de esto, de lo otro y de lo de más allá, hasta de ser virtuosos y cuando los oyes hablar cinco minutos te das cuenta de que todo es corteza, fachada, nada hay auténtico.
Recuerda Cornelivs: la virtud, la verdadera virtud, es muda. No lo olvides.
Saludos