Para el grupo de lectura del Quijote en
La Acequia.Comenzamos el año viendo en este
capitulo 30 como D. Quijote conoce a los duques. La primera vez que leí la novela, he de reconocerlo, terminé sintiendo una profunda animadversión hacia estos duques y aún me provocan el misma enojo hoy dia, pues van a burlarse de Sancho y de D. Quijote sin misericordia y sin reparo ni consideración alguna; van a reirse de nuestros protagonistas hasta hartarse. Para ello los duques están decididos a seguirle al humor a D. Quijote, tratándolo como a caballero andante los dias que con ellos estuviese. Los duques, que ya conocian a D. Quijote por haber leido la primera parte de la novela, lo van a convertir en su hazmerreír.
La manera que tienen de hablar, tanto el duque (alabando falsamente a Dulcinea) como la Duquesa (protegiendo a Sancho, al que llama “discreto”) ya me predisponen contra estos duques “
cuyo titulo no se sabe”, según Cervantes. Ni se sabe ni se sabrá, porque, salvo mejor opinión de los entendidos, Cervantes no lo declara.
Eso si, veremos que Sancho por fin alcanza su sueño de gobernar la insula tan deseada por él; y D. Quijote, después de tantos tropiezos con la dura realidad, va a sumergirse
"por fin" en el mundo fantástico y maravilloso de sus libros de caballerias, los duques lo van a montar todo muy bien, y lo tratarán como real y verdadero caballero andante, siguiéndole el juego durante bastante tiempo, como antes decia.
Sancho está a punto de abandonar a D. Quijote, pero la providencial aparición de los duques hace que se vuelva a su oficio de escudero, llevándole la embajada a la duquesa, la cual contesta, con evidente sorna y
cachondeo, que Sancho ha dado su embajada con ”
todas aquellas circunstancias que las tales embajadas piden”. Y Cervantes, demoledor, hace caer a D. Quijote y a Sancho al suelo; nos avisa con este hecho comico-humorístico, a modo de premonición de lo que va a pasar durante tantos y tantos capitulos.
Veremos las reacciones de D. Quijote; el comportamiento de Sancho; la crueldad de estos dos duques tan desalmados; en fin, el hilo trazado por Cervantes es maravilloso.
Pero, ojo, habrá sorpresas. Preparémonos para disfrutar.
Saludos