De vez en cuando la vida te da un respiro; los disgustos parecen silenciarse, los malos ratos parecen esfumarse, y los buenos momentos llegan e inundan tu corazón con la alegría y el placer de conocer a gente extraordinaria: estás entre amigos y amigas, estas con ellos. Y eres feliz. Eso ha sido lo que me ha sucedido a mi estos últimos días. Por ello, doy gracias a todos los dioses inmortales, que me han permitido gozar de momentos estupendos e inolvidables. Jamás imagine que me encontraría a tan buenísima gente reunida.
Conocerse por Internet está bien, pero hacerlo en persona, es mucho mejor porque el rostro es el espejo del alma, y hablando y conversando en persona el contacto mas directo (y por que no, también mas calido y mas fresco), te revela muy a las claras lo que Internet silencia. Quizas alguien tenia una imagen demasiado seria de mi (¿verdad queridas Abejita y Bipolar?), de ahí vuestra sorpresa al conocerme en persona. Bueno, lo que os quiero expresar a todos/as es que os he cogido un cariño inmenso, y reitero que para mí ha sido un inmenso honor y una tremenda alegría haberos conocido en persona.
Ha habido momentos maravillosos; las cortitas pero intensas tertulias en “El Espolon” (¿recuerdas tu sorpresa, querido Antonio, cuando comprobaste que se llamaba igual que vuestra revista cultural?), los paseos por Burgos, “la pista de patinaje”, como decía Antonio Aguilera, yo me cogía del brazo de Bipolar, o Myr, o de Asun, y por la noche del sábado del brazo del propio Pedro Ojeda, (¡es que no se caminar por el hielo como ellos!), la batalla a bolazos de nieve entre esa deliciosa criatura llamada Bipolar
-“mon amour” , "siempre nos quedará Burgos, querida"...;)- y yo, los inefables recuerdos de la camarera de buena delantera que pasó detrás mía y yo no me enteré de nada (gggrrrr..…), esas minifalderas nocturnas de la Plaza mayor (dioses...que atractivas, por cierto,
¡¿Cómo es posible que no tuvieran frio con esos 5 o 6 bajo cero?!) que ricos que estaban los “destornilladores” (Absolut & naranja), la magnífica olla podrida… por cierto, y hablando de todo un poco, alguien (he dicho
alguien y conste que no quiero señalar a nadie, jejej) me debe la friolera de veinte euros (20,00 Euros), gracias a nuestra cinéfila apuesta con El Padrino como pretexto. Por supuesto: no pienso cobrarla en metalico, sino en especie, he de volver por allá, no se cuándo pero volveré, y el cobro de dicha cantidad se me antoja como la excusa perfecta, gozaré enormemente cobrándomela con un buen vino de aquella tierra en la grata compañia de Pedro Ojeda.
Y hablando de vino, amigo Paco Cuesta: el tres más tres está DIVINO, y el 10 igualmente DIVINO. ¡Que vino más maravilloso que he descubierto gracias a ti! Gracias, amigo. Ahora siento pena: en vez de doce litros, tenia que haberte comprado veinticuatro o treinta y seis. Pero en fin, “aun hay sol en las bardas”, como decía nuestro amado Sancho Panza. Por favor, envíame por email tu teléfono, quiero hablar contigo, he de hacerte un “pedido” más en serio, cuantitativa y cualitativamente, este vino ha causado sensación aquí en mi tierra y quisiera estudiar contigo la posibilidad de haceros nuevos pedidos (los portes son cosa nuestra, pagamos nosotros).
El motivo de nuestra reunión: El Quijote. Extraordinario fin y remate de la
primera lectura colectiva virtual del Quijote en Internet. Fue un honor para mi enseñaros mi Quijote mecanografiado. Estuve todo el tiempo con una sensación extraña: ¿Quién había viajado a Burgos? ¿El hombre de 45 que soy, o ese niño de 14 que fui, y que lo mecanografió? Yo creo que ambos. Estuve todo el tiempo con un nudo en el estómago, alegría y emociones a partes iguales me inundaban por dentro. Pero fui muy feliz con todos ustedes.
Ya sabeis lo que el Quijote representa para mí, es algo que me ha impactado profundamente. Nuestro querido Pedro Ojeda me despejó muy amablemente dos viejas dudas mias: la verosimilitud del narrador Cide Hamete y su relación con Cervantes, y el por qué en la primera parte se queda D. Quijote con la espada en alto contra el vizcaíno hasta que aparecen los papeles que Cervantes encuentra en Alcalá de Toledo. Todo cobra un nuevo sentido para mi. Gracias de nuevo, querido Pedro. Ese niño ya creció, asi es; y gracias al Quijote ha conocido a gente extraordinaria. Vosotros.
Alguien de vosotros me dijo que exteriorizo muy bien mis sentimientos. ¡Si supierais que trabajo me esta costando redactar esto…! ¡Son tantos y tan buenos que no se como hacerlo, pugnan por salir, y se enredan unos con otros. Pero todo bien.
Y llega el tristísimo dia 5 de Diciembre de 2010, hay que regresar, la magia termina. A las 7,45 de la mañana, me di un rápido paseo por la puerta del Hotel “Corona de Castilla”, bajo un frio de justicia (para mi que soy del sur; aunque para vosotros cuatro bajo cero será poca cosa) en la C/ Madrid, 5, de Burgos, donde me alojé esas dos noches. Ya había sacado mi vehiculo de la cochera, pagado mi habitación, y colocado mi equipaje en el coche. Cuando yo daba ese paseo por la acera del Hotel, esperando a Antonio Aguilera (que se vino conmigo hasta Ubeda) , y a Merche Pallarés (que nos acompañó hasta Madrid capital), no fue grande mi sorpresa cuando comprobé que de mis ojos manaban algunas lágrimas, y no de frio precisamente. El niño de 14 años que fui no quería partir, y el adulto que soy tampoco. Pero no nos quedaba otra, la vida ha de continuar y cada uno ha de reintegrarse a sus ocupaciones.
Esa mañana de frio empecé a comprender, querida Myr (vino desde Israel, nada mas y nada menos), por qué estabas tan seria y triste la noche anterior…¡yo tampoco me quería ir, Myr! Y de pronto, la conocida frase de Garcia Márquez vino en mi ayuda: “No llores porque terminó, sonríe porque sucedió”. ¿Te acuerdas, querida? Y gracias por regalarme tu chapela vasco-argentina, que tantos ratos de frio burgalés me ha quitado de la cabeza (con esa chapela me veis en las fotos), pero gracias sobre todo y ante todo, por tu amistad. A todos gracias por vuestra amistad.
Esto no es una despedida, sino un “hasta pronto”. Antonio Aguilera me dio la clave, con esa muy oportuna cita: “Procura que el camino que hay entre tu casa y la de tu amigo no crezca la hierba”. Lleva razón. Por mi parte, no va a quedar. Y también se me amontonan otros destinos: Martos (Jaén), (preparate Manuel Tuccitano, que voy para alllá prontísimo, te juro que nos beberemos juntos una botella de las que le he comprado a nuestro amigo Paco Cuesta, verás que cosa…), Galicia yValencia, (que buenisima gente sois, amigos) Pamplona, Salamanca…
Y atención, mensaje para todos, he dicho TODOS/AS: aquí en el Sur, en un pueblo de Jaén llamado Jódar, teneis un amigo. Esta tierra es muy acogedora, y vivo solo a diez minutos de las ciudades monumentales de Ubeda y Baeza, las Salamancas de Andalucia son llamadas, son ciudades patrimonio de la humanidad. Que feliz me haríais si me visitarais alguna vez… y no son solo palabras, no son solo tópicos, que nunca me gustaron: es mi corazón el que os habla.
Y por cierto, terrible mi despiste: me dejé la cámara fotográfica, de modo que no tengo ninguna foto, las tres primeras que veis las he pedido prestadas a Abejita, y las otras me las ha mandado nuestro querido Pedro Ojeda (un abrazo, amigo, gracias). De modo que, por favor, os ruego que me enviéis algunas a mi correo, como sabeis es este: corneliusscipio.publius@gmail.com
Hasta pronto a todos, amigos y amigas. CORNELIVS OS QUIERE. Aunque esto ya lo sabéis.