El ser humano es una criatura muy curiosa. Somos capaces de lo peor, pero tambien de lo mejor. Podemos verter hacia los demás nuestros mas oscuros deseos y dar rienda suelta a nuestros mas bajos y detestables instintos; pero también somos capaces de derramar infinito amor sobre los demás, estando realmente interesados en el bienestar ajeno. Podemos destruir y construir; matar y sanar. Podemos engendrar a seres como Hitler, Mussolini, Pol Pot o Stalin; pero tambien la raza humana ha sido capaz de engendrar a criaturas como Gandhi, Buda, Julio Cesar, Confucio, Jesucristo…
Tenemos en nuestras manos el dominio de nuestras acciones; somos dueños de nuestro destino, esto es, gozamos de libre albedrío; podemos elegir (no diré ya entre el bien y el mal, esta maniquea distinción cada vez me gusta menos) entre el egoísmo y la generosidad, entre el mirarnos siempre a nuestro propio ombligo o mirar a los demás. Y hay de todo: gente que quisiera captar para si hasta los rayos del sol no dejando escapar ninguno, y tambien otros que gozan (realmente gozan) al ver que su luz nos ilumina a todos.
¿Dónde esta la diferencia? ¿En la escala de valores individual? ¿Por que éste elige hacer la vida feliz a los demas, y aquel otro de mas allá opta por hacerse la vida feliz solo a si mismo, incluso aunque sea a costa del bienestar ajeno? ¿Qué es lo que lleva a uno y a otro a elegir tan distintos caminos? Ah, si, el libre albedrío de antes. Pero no es tan sencillo. ¿Qué otro factores influyen en esa decisión? ¿Personalidad? ¿Educación?
Pero que incautos podemos llegar a ser...porque al final de cuentas tendremos que partir de aquí, queramos o no, recordemoslo; y lo mejor de todo: nada -material- podremos llevarnos allá. Polvo eres…pero te empeñas en ignorarlo y en actuar como si fueras eterno. Y lo cierto es que esta vida es como un corto permiso de la mili, que decían los viejos.
Y luego, por otro lado, ésta maldita sociedad nos enseña a ser competitivos, a brillar más que el otro, a ganar más que el otro, a tener más que el otro, a muchos les hace gozar eso: porque piensan que asi son felices: acumulando bienes materiales, teniendo mejor coche que tu, mejor casa que tu, mejor mujer que tu; mejor reputación social que tu. Hasta cuando llegan a la tumba procuran lo mismo: tener mejor nicho que tú.
¡Menudo banquete para los gusanos…!
Que ciegos podemos llegar a ser. Incluso llamamos "tonto" o "desfasado" al que intenta hacer feliz a los demas, y hay que ser malvado -o acaso inconsciente- para ello: ni comemos ni dejamos. Pero tambien los hay que, ignorando comentarios u opiniones ignominiosas, optan por la caridad con el projimo. En mi opinion, eso es el amor: DAR. Con mayuscula.
Por lo que a mi respecta, cada vez comprendo mejor a aquel que dijo: hace falta mucho tiempo, mucho tiempo para aprender a vivir.
Que pena que cuando medio hemos aprendido el duro oficio de saber vivir…llega el momento de partir. ¡En fin, c’est la vie...!
Saludos.