Poco a poco la odisea de Valencia
va quedando atrás, pero me ha dejado un
sabor de boca estupendo, y ahora entreno
con alegría, sabiendo que las lesiones me han respetado, y que físicamente he
terminado entero. Ese crono de 4,02,15
de tiempo real me ha devuelto la alegría de correr sin presión, sin agobios,
libre como un pájaro. Esta sana afición
al deporte me ha hecho reconfortarme en medio de momentos tristes, me ha dado
alegría cuando la pena me invadía, y me ha relajado cuando las preocupaciones y
el estrés de mi profesión me acosaban, y lo que es mejor: me ha dado fuerza ante los avatares y los duros reveses de la vida y sus cosas. De modo que,
físicamente, estoy fuerte, con mis 50 años cumplidos: mejor que nunca. Y de animo: estupendo.
¿Y la mente? Bueno, esa es otra
historia. Mucho trabajo en el Despacho:
juicios, escritos, recursos, imprevistos que solucionar, en fin, lo que es la Abogacía.
Me desconecto un poco del running y continúo ejerciendo mi profesión con mas fe
y alegría que nunca. Mucho volumen de trabajo, la profesión me envuelve, y
Valencia va quedando atrás en el tiempo, pero procuro, cinco días a la semana,
no olvidarme de mi querida afición. Y
es que tengo dos amores: la abogacía, que es mi profesión, es como si fuera mi
esposa, lo principal de mi vida. Pero también tengo otro amor: el running, que
es como si fuera mi amante, que, por cierto, no me ha dado mas que
satisfacciones, como antes he tenido ocasión de expresar.
Abogacia y deporte…vaya mezcla
mas rara, al menos para la inmensa mayoría de la gente, a primera vista, puede
parecer que son dos mundos antagonistas.
Pero un examen más detenido de la cuestión muestra que esta contradicción es
más aparente que real: cuando una cosa te interesa, sacas tiempo, ya lo creo
que si. Quienes dicen que no tienen tiempo para algo, son las personas que no
tienen interés por practicar ese algo, y esa excusa de “no tengo tiempo”, queda
muy bien, pero no hay quien se la crea. Es como si dices que no tienes tiempo
para echar gasolina, porque estas muy ocupado conduciendo. Bueno, si
verdaderamente te interesa algo, sacas tiempo de donde sea, ya lo creo, siempre
que tengas claro tu prioridad, y que una afición es eso, simplemente, una
afición, que te puede ayudar a vivir mejor, y a conseguir tus objetivos
principales, no a quitarte tiempo. Los abogados
hemos de tener tiempo para atender a los
clientes, estudiarnos los asuntos; hacer los escritos, ir y venir a los
Juzgados y a los organismos oficiales, y en fin, tu profesión te pide su
tiempo. Pero ese pequeño diablillo escondido del running…también pide su
tiempo. Y una cosa no quita la otra, ni
esto tiene por qué estorbar a aquello, al contrario, es un complemento
perfecto. Es una terapia, es una ayuda. ¿Cuánta gente, de todo tipo, clase y
condición practica yoga, o va al
gimnasio, o acude a algún Centro especializado a hacer meditación? Pues eso. Y todo
es cuestión de organizarse, yo lo he conseguido y me va bien, el truco está en
distinguir el invierno del verano: en verano hace calor y huyes del sol, de
modo que sales a correr a las 7,00 de la mañana y a las 8,00 ú 8,30 ya lo
tienes hecho: tienes todo el día para trabajar.
Y en invierno al revés: con el frio, buscas el sol, de modo que, para
mí, una hora prudente y buena para salir
a correr oscila entre las 13,30 y las 14,00 horas. Puedes hacer tu hora ú hora y media
corriendo tan ricamente. Despues llegas a casa, te duchas, comes un poquito
tarde (sobre las 15,00 horas aproximadamente), y… a currar. Y obvio: sabados, domingos y días
de fiesta aprovechas para entrenar más. Logicamente, adaptas tus días de entreno a tu calendario
judicial.
.
.
Otra cosa es la fuerza de
voluntad que has de tener cuando, a lo mejor, resulta que un dia has tenido una
mañana horrible en los Juzgados y llegas a casa con la cabeza echando humo y, encima de los encimas, te espera una
“serenata” de 15 Km., a un ritmo, pongamos medio, de 5,15 o 5,20/Km. o 4 series
de 3000 metros, por ejemplo. Bueno, pues se hacen. El truco está en la palabra
EQUILIBRIO, en su doble acepción: primero, no dar a las cosas mas importancia
de las que tienen, y no olvidar tus prioridades; y en segundo lugar, equilibrio
cuerpo-mente. La mente está cansada, pero el cuerpo está fresco, de modo que
hay que equilibrar las dos cosas. Y se consigue, ya lo creo. Con disciplina,
fuerza de voluntad y un poquito de ese
ingrediente mágico: pasión, entrega y entusiasmo con lo que haces. Un amigo me dijo que el deporte, cuando se
consolida en ti esa afición, es un “estilo de vida”. Y es verdad. En mi caso,
empecé a correr tarde, con 47 años, y no voy a conseguir jamás, ni lo pretendo, subirme a un pódium;
pero esa sana afición al deporte, desde luego que si, te hace feliz, es un
estilo de vida. Ya lo creo. Es un complemento perfecto para tu vida diaria.
Llega Navidad, los polvorones,
mantecados, ojito con el anís y los dulces.
Y sí, mantengo mi forma, y mi mente guarda su equilibrio. Y en esto que
llega la carrera de San Antón, de Jaén, el 16 de Enero, que acierta a ser
Viernes. Nos vamos los amigos del Club
Atletismo Jódar para allá. Frio y lluvia, 7000 corredores, hacemos los 10
kilómetros en la capital del Santo Reino. A mi me sale en 49,26, lo cual
teniendo en cuenta el agua, viento y frio, no esta nada mal. Pero me quedo con ganas de mas: en fin, eso
es bueno, las lesiones me están respetando, estoy fuerte, y con ganas de
correr.
Y por cierto, ahora que no nos
escucha nadie: en el horizonte ya se divisa el mes de Abril, y el 26 de Abril
de 2015 tiene lugar la Maratón de Madrid. ¿Vas a
ir este año, Cornelius? Ya no tengo dudas, como otros años, de modo que ni me
lo pienso. Naturalmente que si, también
este año iré para allá, mientras el
cuerpo aguante y el tiempo o los
dioses inmortales no me lo impidan. Terminada la carrera de Jaén, ese mismo
domingo hago la inscripción. Y el lunes
siguiente, dia 19 de Enero, comienzo mi
entrenamiento especial de 14 semanas rumbo a la Maraton madrileña , con 4-5 dias de entrenamiento a la
semana. Solo soy un humilde corredor, uno más entre los miles de aficionados al
running, enamorado de las carreras de fondo: medias maratones y maratones, pero eso es lo que siento por la maratón: una pasión inenarrable. La maratón es un
esfuerzo sobrehumano, 42 kilómetros, una odisea física y mental, una aventura indescriptible
que tiene una chispa de epica, de bendición, de maldición, placer, dolor, emoción, sudor, lagrimas, y felicidad todo
junto. No se puede explicar, pero te
hace feliz… ¡te sientes vivo…! Esto es
una locura…bueno, bendita locura si te hace feliz.
Un amigo
mio, también runner, dijo que la maratón es como una mujer, no hay que entenderlas, hay que quererlas. Bueno, veamos lo que nos depara
el destino.
Saludos.