A veces pienso que la vida es como una pelicula. Al principio cuando llegas al cine te imaginas que la Sala es indescriptiblemente maravillosa, sin embargo, bien pronto abres los ojos y te vas dando cuenta de la realidad: las butacas no son muy cómodas, la pantalla es en blanco y negro, no en color, y ademas es mas pequeña de lo que te habias creido; la Sala, en cuestión, tampoco es muy grande, está mal iluminada, y de vez en cuando hasta crees percibir un desagradable olor a tabaco y a sudor de las personas que te rodean; y para colmo de males, el argumento de la pelicula no parece muy atrayente. Muy de cuando en cuando algun espectador sale de la Sala, pero la mayoria, con mayor o menor atención, sigue alli, firme, viendo la pelicula. No obstante, poco a poco te vas acostumbrando a la penumbra de la Sala, y la imagen de la pantalla se va volviendo más nitida, vas percibiendo los colores; los malos olores van desapareciendo; hasta te sientes cómodo en tu butaca y el argumento de la pelicula empieza a seducirte. En una palabra: quizás hayas tardado un poco en acostumbrarte, pero ahora es cuando (unos antes y otros despues) disfrutas de la pelicula de veras, y pasas unos minutos de autentica delicia, disfrutando. Pero, ¡ay! Cuando por fin has aprendido a gozar del espectáculo, te das cuenta de que el fin está cerca. That's the End.
¿Demasiado corta, verdad? Nos hemos quedado con ganas de mas... pero eso es todo, amigos. Espero que hayan disfrutado de la funcion. Bueno, lo siento por esa pareja de despistados que ha estado peleandose durante toda la pelicula, no se ha enterado del argumento, han ido al cine y han salido igual que han llegado. O lo mismo que esa otra pareja que se ha dedicado toda la pelicula a acaparar bolsas de palomitas, y refrescos, lo querian todo para ellos, querian cada uno poseer mas que el otro, quizás pensaban que la pelicula era eterna; no se daban cuenta de que, al final, todo se queda en la Sala, y que todos salimos igual que entramos: vacios, en cuanto a bienes materiales se refiere. Tambien me da pena de ese espectador que se ha pasado toda la pelicula durmiendo, no sabemos muy bien a que demonios a ido alli. Pero bueno, alla él. O ese otro espectador que al principio de la pelicula hablaba mucho contigo, incluso te comentaba los detalles, pero luego te ignora: parecia que era muy amigo tuyo, y luego si te vi no me acuerdo. En fin, "por sus hechos los conocereis"; y esto es cierto, que las palabras y los hechos...no siempre se ponen de acuerdo. Bueno, tampoco tiene mayor importancia, uno se encoge de hombros, y sigue su camino.
Yo ahora me encuentro en ese momento de la pelicula en el que estoy comprendiendo el "argumento" y, con sus mas y con sus menos, como cualquiera de nosotros, estoy empezando a pasarmelo digamos "bien". Al principio me incomodó la Sala del Cine, y la pantalla, y el argumento, y las butacas, y los malos olores, como a todos; sin embargo, poco a poco he aprendido a ver lo bueno de la pelicula, y estoy en ese momento en el cual, por fin, disfrutas. Y doy gracias a los Dioses inmortales por todo ello, y les ruego igualmente que me permitan disfrutar de este bello espectáculo, indudablemente bello por lo efímero que es, el maximo tiempo que pueda, ahora que, afortunadamente, soy consciente de su belleza. Y sobre todo: que me concedan el don de la coherencia, esto es, vivir conforme a los valores en los que creo: tener la bendita osadia de saber ponerlo en practica, y de enseñarlo a las personas que quiero.
Pero que tontos somos, a veces, los humanos: para dos ratos que estamos aqui, es curioso como nos gusta molestarnos los unos a los otros: envidias, criticas, peleas por futilidades, y malos rollos, en general, cuando era para que estuvieramos todos ayudandonos mutuamente, los unos a los otros. ¿Merece la pena estar peleando y perdernos el argumento de esta bella pelicula que es la vida? Yo creo que no. Por eso, como la pelicula es muy breve, quizás fuera bueno prestar atención y disfrutar de su argumento todo lo que se pueda, porque, ojo, todo lo que tiene inicio, por suerte o desgracia, tambien tiene su fin. Tarde o temprano esto se acaba.
Entramos desnudos a la Sala, y desnudos nos iremos. ¿A que hemos ido, pues al Cine? ¿A disfrutar de la pelicula, no es cierto? Pues eso. Es cuestion de tener claro el orden de prioridades. Que al final de la funcion, podamos decir: he reido, he llorado, he amado, he sufrido, he disfrutado; he tropezado muchas veces, pero me he levantado siempre y he seguido adelante. En una palabra: confieso que he vivido, como decia Pablo Neruda. La vida, la misma pelicula, es en si misma el mejor regalo.
Con mis mejores deseos, para tod@s mis familiares, amig@s y conocid@s: ¡Feliz Navidad!.
Pablo Jesús Gamez