"Cree a aquellos que buscan la verdad, duda de los que la han encontrado" (André Gide)
"No estoy de acuerdo con lo que dices, pero defendería con mi vida tu derecho a expresarlo" (Voltaire)

"La religión es algo verdadero para los pobres, falso para los sabios y útil para los dirigentes" (Lucio Anneo Séneca)
"Cualquier hombre puede caer en un error, pero solo los necios perseveran en él" (Marco Tulio Cicerón)
"Quien no haya sufrido como yo, que no me de consejos" (Sófocles)
"No juzguéis y no sereis juzgados" (Jesús de Nazaret)
. . .

05/01/2010

Un breve consejo

Me pides opinión. Bien, héla aquí.

Se bueno, o al menos intenta todos los dias ser bueno; pero no necesariamente tonto, porque de lo primero a lo segundo va un abismo. Abre bien los ojos, y sobre todo actúa con una escala de valores ética.

Se tu mismo en toda ocasión, le joda a quien le joda.

Tambien me preguntas sobre si alguna vez te ves obligado a hacerte el tonto. Medítalo bien previamente. A mi no me gusta mucho, la verdad: prefiero la espontaneidad y la sinceridad. No lo hagas como norma general, porque al final el personal, que no es tonto, termina por calarte y desconfiarán de ti. Si tienes que hacerlo, hazlo esporádicamente y siempre que sea por alguna razón poderosa: porque sea muy conveniente hacerlo en un momento dado, acaso porque asi vas a conseguir una ayuda que, de otro modo, no conseguirías; o acaso para no herir el exceso de orgullo y de sensibilidad de la persona a la que te diriges o por cualquier otra causa importante que tu consideres. Y "guardate las diez de últimas". Pero no abuses.

Recuerda que, como dice el refrán, “en esta vida hay tontos listos y listos tontos”. Pero no finjas algo que tu no seas.

Saludos.

23 comentarios:

genialsiempre dijo...

Ciertamente, a veces hay que pasar por tonto con el fin de no herir al prójimo o para no darse por enterado de lo absurdo, pero bueno es no reincidir en esta actitud, pues tiene tendencia a absorver las personalidades y acaba uno tonto del culo, que es la peor clase de tontuna que existe.

José María

Mariluz GH dijo...

Ave, Cornelivs... Gran consejo.
Mi madre -que era sabia, como todas las madres- siempre me dijo:"que no sepan que sabes" y ciertamente, me ha servido en muchas ocasiones en las que callar no significa otorgar ni ignorancia sino prudencia y -por qué no- autodefensa.

Abrazos cálidos

J. G. dijo...

No sé, no estoy seguro, desde que salgo de casa mi vida es una auténtica actuación para soportarla bien.
Eso sí, no confundir la t con la b.

Saludos.

Juan Navarro dijo...

Bueno en el sentido machadiano, e íntegro, honesto, uno mismo, en definitiva, para no engañarnos a nostros mismos, sobre todo. Bien. Seguramente es lo justamente necesario.
Un abrazo.

Isabel Martínez Barquero dijo...

Una brillante reflexión, Cornelivs. Es luminosa como una luz en la oscuridad de la noche. Y muy acertada.
¡Qué gran persona eres, chaval!

Manuel de la Rosa -tuccitano- dijo...

Son buenos deseos...pero desgraciadamente la mayoría de las veces hemos de interpretar situaciones que nos gusten o no...se bueno, limpia los zapatos y acuéstate pronto...pro si te traen cositas los de oriente....un abrazo

Unknown dijo...

Ojala que ciertos consejos se enseñaran en el colegio. Creceríamos siendo mejores personas.
Un abrazo amigo.

mariajesusparadela dijo...

No es fácil, no...con los tiempos que corren.

Fernando Manero dijo...

Verdades como puños, consejos que valen lo que pesan. Nada de hacerse el tonto, porque suscita confianza y desprecio, cuando no el riesgo de quedarse con el sambenito para siempre. Todo depende de quien se tenga delante, aunque por lo general todo se resume en dos tipos de actitudes: una, la sincera, la honesta, la coherente con lo que uno piensa; otra, cuando el de enfrente no interesa, la larga cambiada. ¿Sabes a lo que me refiero, verdad, campeón?. Como los buenos toreros. O de frente, o al quite. Cualquier cosa menos pasar por gilipollas.

Pedro Ojeda Escudero dijo...

Ésa es la clave: ser uno mismo. Pero con todas las consecuencias. Un abrazo, amigo.

Isabel dijo...

A veces, no queda mas remedio que pasar por tonto, eso, o quedar en manos de algún "listo". Que te traigan muchas cositas los reyes. Un beso

Isabel Huete dijo...

La experiencia me ha enseñado que no hacerse la tonta en muchas ocasiones perjudica. No sé hacerme la tonta, a lo más que llego es a callarme o a hacer que no he oído.
Hay personas que necesitan patológicamente que los demás nos hagamos los tontos porque si no no se sienten nadie, y eso debe de ser algo terrible.
Una bonita reflexión.
Besazos.

Myriam dijo...

Crecí en lugares en los que, la mejor forma para sobrevivir era callar. Y aprendí a callar muy bien.
Pero no perdí mi NOrte, a sabiendas de que nadie podia vencer mi mente.
Mi espíritu jamás se doblegó, jamás.

Un abrazo

Capitán Tormentas dijo...

Un saludo caballero, llegue aquí a través del blog de Jan.
Por desgracia Cornelius, en este país está de moda ser tonto. Se hace música y televisión para tontos, literatura de tontos y para tontos, cine de tontos, incluso hay tontos del culo de éxito. Porque en el fondo la aspiración del tonto del haba, -para ejemplo la clase política de este país- es el éxito, con lo cual lo que alcanzan con el tiempo y el reconocimiento público es el estupidez extrema, que no deja de ser una interesante y enorme tontería.

Oteaba Auer dijo...

Estoy de completamente de acuerdo. Es cuestión de saber poner los límites y muchyas personas no se atreven por miedo a la crítica que se pueda hacer de ellos, es decir, les importa más el que dirán que ser fieles a sus valores éticos o a sus querencias. No es fácil acturar sin hacerlo de cara a la galería; sin embargo creo que es posible.
Un abrazo

La sonrisa de Hiperion dijo...

No siempre es fácil ser uno mismo... pero habrá que intentarlo, no?

Saludos y un abrazo enorme.

MA dijo...

Hola Cornrlivs, no me gustan los tontos listos ni los listos tontos . Hay que ser uno mismo, y no aparentar lo que no eres es donde esta lo bueno de cada uno y su esencia.

Un abrazo de amistad de MA .

Neogeminis Mónica Frau dijo...

Por lo general me contengo antes de estallar pero me cuesta aparentar lo que no siento. Creo que soy auténtica...o eso trato!
Gracias por el consejo.

marbu dijo...

Brillante consejo. No es fácil, según con quien, pero me gusta ser honesta.
Un beso

josman dijo...

Camina plácidamente entre el ruido y las prisas,

y recuerda que la paz puede encontrarse en el silencio.

Mantén buenas relaciones con todos

en tanto te sea posible, pero sin transigir.

Di tu verdad tranquila y claramente;

Y escucha a los demás,

incluso al torpe y al ignorante.

Ellos también tienen su historia.

sacado del "desiderata"

feliz año, cornelius

Miguel Ángel Velasco Serrano dijo...

A mí nunca me han hecho esa petición. Pero si alguien me la solicitara, esta sería más o menos mi respuesta:

“Trata a los demás como quieres ser tratado por ellos”

Este precepto se conoce como la regla de oro, una ley interior de nuestra conciencia expresada de distintas maneras. En la religión hindú, dice así un texto también muy antiguo: “Esta es la suma del deber: no hagas a otros lo que te causaría dolor que te hicieran a ti” (Mahabharata 5:1517). También antes de Cristo, Buda había dicho: “Un estado que para mí no es agradable ni gustoso, ¿cómo podría yo infligirlo a otro?” (Samyutta Nikaya, v. 353); “No dañes a otros con aquello que tú mismo considerarías un daño” (Udana-Varga 5:18). Y Confucio: “No hagas a los demás lo que no quieres que te hagan a ti” (Analectas 15:23); “No impongas a otros lo que tú mismo no deseas” (Doctrina del Medio 13.3); “Esfuérzate en tratar a los demás como querrías ser tratado” (Mencio VII.A.4). Y Zoroastro: “Sólo es bueno el carácter que se abstiene de hacer a otro lo que no es bueno para sí mismo” (Dadistan-i-dinik 94:5).

Por su parte el judaísmo nos presenta varias formulaciones de la “regla de oro”, como estas frases bíblicas que encontramos en el Antiguo Testamento: “Amarás a tu prójimo como a ti mismo” (Levítico 19, 18); “Lo que no quieras para ti, no lo hagas a nadie" (Tobías 4, 15); o como esta máxima del Talmud: “Lo que para ti es odioso, no se lo hagas a tu prójimo. Esta es la ley, todo el resto es comentario” (Talmud, Shabbat 31ª).

Y Jesús dice en los Evangelios “cuanto queráis que os hagan los hombres, hacédselo vosotros a ellos, porque ésta es la ley y los profetas” (Mateo 7, 12), o “tratad a los demás como queréis ser tratados por ellos” (Lucas 6, 31).

Pero Jesús lleva esto a un listón máximo: ”Sed compasivos como compasivo lo es vuestro Padre” (Lucas 6, 36)

Y para no extenderme, San Agustín, en frase que se ha hecho ya famosa, concluye: “Ama y haz lo que quieras. Si callas, callarás con amor; si gritas, gritarás con amor; si corriges, corregirás con amor; si perdonas, perdonarás con amor. Si tienes el amor arraigado en ti, ninguna otra cosa sino amor serán tus frutos.”

Saludos en el día de reyes, a punto de expirar.

Asun dijo...

Totalmente de acuerdo. Hay veces en que es conveniente y hasta necesario hacerse un poco el tonto,pero que sea sólo en ocasiones.
Mejor ser uno mismo pese a quien pese.

Belkis dijo...

Autenticidad y sinceridad ante todo. Creo que es un buen consejo a seguir.
Un cariñoso saludo Cornelivs