"Cree a aquellos que buscan la verdad, duda de los que la han encontrado" (André Gide)
"No estoy de acuerdo con lo que dices, pero defendería con mi vida tu derecho a expresarlo" (Voltaire)

"La religión es algo verdadero para los pobres, falso para los sabios y útil para los dirigentes" (Lucio Anneo Séneca)
"Cualquier hombre puede caer en un error, pero solo los necios perseveran en él" (Marco Tulio Cicerón)
"Quien no haya sufrido como yo, que no me de consejos" (Sófocles)
"No juzguéis y no sereis juzgados" (Jesús de Nazaret)
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21/02/2009

Linda

Este invierno ha sido muy frio, y lo que es mucho peor para un motero, anormalmente lluvioso por esta zona, de modo que los que además de nuestro trabajo tenemos afición a las motos no hemos podido apenas salir con ellas. Y no por el frio, pues los moteros tenemos equipación necesaria y suficiente para combatirlo, sino por el agua y el viento que son mucho más peligrosos.

Casi todo el invierno he tenido abandonada a mi querida "Linda", la podeis ver en la foto. ¿Verdad que es una preciosidad? Esta mañana he ido a verla y me ha mirado con ojos tristones, reprochándome estos tres meses de abandono. A pesar de dormir en su cochera, estaba un poco sucia con algo de polvo acumulado. Pero como el tiempo ya va acompañando, esta mañana la he llevado al taller, donde le han dado un lavado en profundidad, y le han revisado los niveles, presion de neumáticos, en fin, la han puesto a punto. Ha salido de allí reluciente, limpia, sonriente, feliz, mirandome con sus ojos coquetos. Está guapisima, me he vuelto a enamorar de ella, pues es mi gran amor de los fines de semana.

Cuando la he acariciado y la he puesto en marcha ha vibrado con ese dulce sonar suyo tan caracteristico y tan sugerente que tanto me gusta. Me he dado un breve paseo por el pueblo y los alrededores, unos 15 kilometros mas o menos, muy poquito. La temperatura es agradable y el sol nos acompañaba en un cielo despejado. Me he sentido bien, feliz. Incluso me ha sugerido tener una nueva aventura conmigo, y no he podido resistirme a su insinuación, de modo que mañana domingo haré una salida con ella, una buena ruta; quizás vaya a Loja (a 135 km. aprox) o a la zona de Despeñaperros (a 120 km. aprox) como tantas veces, a dar un buen paseo, tomaremos un café, haré algunas fotografias de aquella zona (el paisaje es precioso), y creo que sobre la hora de comer estaremos de vuelta.

La primavera de los moteros…ha llegado.

Saludos.

20/02/2009

Un regalo para todos.

Os voy a hacer un regalo a todos con todo mi cariño. Siempre he opinado que uno de los mejores regalos que se puede hacer es un buen libro. Y de eso se trata, del texto de un clásico, un texto breve, que quiero compartir con todos vosotros. Y os propongo un juego: a continuación copio y pego el texto, pero el nombre del autor y el titulo de la obra solo constará al final. Si tenéis un poquito de tiempo, seguro que adivinaréis de quien se trata, o al menos, os lo barruntaréis.

Quizás muchos ya lo conozcais. Para los que no, solo os voy a dar una pequeña pista. Es un librito de consejos. Y es que no olvido a los grandes sabios que ya atravesaron por numerosas tribulaciones en esta vida y como se enfrentaron a ellas con sabiduría y coraje. En mi humilde opinión, esas enseñanzas son muy provechosas; al menos a mí siempre me ha resultado muy útil la lectura de este texto, y de vez en cuando lo releo y lo medito. Espero que os guste.

Bien, este es el texto. Por cierto, se trata del texto íntegro.

1. Nuestra vida se extiende mucho para quien sabe administrarla bien.
2. ¿Se atreve alguien a quejarse de la soberbia del otro cuando él mismo nunca tiene tiempo libre para sí?
3. Nada puede ejercitarse bien por un hombre ocupado, ni la elocuencia, ni las artes liberales, pues cuando un espíritu es distraído, no cobija nada muy elevado, sino que todo lo rechaza como si fuese inculcado a la fuerza.
4. A los hombres más poderosos, los que están situados en altos cargos, se les escapan palabras en las que anhelan el descanso, lo alaban, lo prefieren antes que a todos sus bienes.
5. Hay que suavizar todas las cosas y hay que sobrellevar todas con buen ánimo.
6. Aquel que dedica todo el tiempo a su propia utilidad, el que dirige cada día como si fuese el último, ni suspira por el mañana, no lo teme.
7. Debe conservarse con sumo cuidado lo que no se sabe cuando va a faltar.
8. El mayor impedimento para vivir es la espera, porque dependiendo del mañana se pierde el hoy.
9. Este camino de la vida, continuo y apresuradísimo, que, en vela o dormidos, recorremos al mismo paso, no es visible a los hombres ocupados sino hasta que han llegado al final.
10. Es propio de una mente segura y tranquila el recorrer todas las partes de su vida. Los espíritus de las personas ocupadas, como si estuviesen bajo un yugo, no pueden volver, ni mirar hacia atrás.
11. El tiempo presente sólo pertenece a los hombres ocupados, el cual es tan breve que no puede atraparse, y este mismo se les sustrae, turbados como están en sus muchas ocupaciones.
12. Hay que ser indulgentes con el espíritu, y hay que darle descanso una y otra vez.
13. Es ocioso aquel que tiene sentido para su ocio.
14. No son ociosos aquellos cuyos placeres encierran buena parte de trabajo.
15. De todos, sólo son ociosos quienes tienen tiempo libre para la sabiduría, pues no sólo defienden bien su vida: cualquier tiempo lo añaden al suyo.
16. La vida mas breve y mas llena de inquietudes es la de aquellos que olvidan el pasado, miran con indiferencia el presente, temen el futuro.
17. La vida de quienes preparan con un gran esfuerzo lo que poseerán con un esfuerzo mayor es desgraciadísima. Con gran trabajo consiguen las cosas que quieren, con ansiedad mantienen las que han conseguido, entretanto no hay ningún cálculo del tiempo, de ese que no va a tornar nunca más.
18. No esperes hasta que las circunstancias te dejen en libertad, sino sepárate tú mismo de ellas.
19. Es enemigo de la serenidad un compañero perturbado y que se lamenta de todo.
20. Hay que pensar cuánto más leve sea el dolor de no tener que el de perder, y comprenderemos que a la pobreza le corresponde un tormento menor en cuanto es menor la posibilidad de mermar.
21. Habituémonos a desprendernos de la pompa y a valorar la utilidad de las cosas, no sus adornos.
22. En todas partes es un vicio lo que es excesivo.
23. Da entrada a la razón en las dificultades: pueden ablandarse las circunstancias duras, dársele amplitud a las estrechas y las graves oprimir menos a quienes las soportan con elegancia.
24. No envidiemos a los que están situados por encima de nosotros: las cosas que parecían más excelsas se derrumbaron.
25. Quien tema a la muerte, no hará nunca nada por un hombre vivo, pero quien sepa que este hecho estaba pactado en el mismo momento en que fue concebido, vivirá según la ley de la naturaleza, y, a su vez, con la misma fortaleza de espíritu, se mantendrá firme para que ninguna cosa que le suceda sea inesperada.
26. Es más tolerable y más fácil no adquirir que perder.
27. Que no se apodere de nosotros la inconstancia, vicio en extremo enemigo de la serenidad.
28. Quien se dedica a muchas cosas, a menudo entrega a la suerte el dominio de sí mismo.
29. Es propio del hombre reírse de la vida antes que lamentarse.
30. Es mejor aceptar con tranquilidad las costumbres públicas y los defectos humanos, y que no se escapen involuntariamente ni la risa ni las lágrimas.
31. En tus males conviene que te conduzcas de tal modo que des al dolor sólo cuanto la naturaleza ordene, no cuanto ordene la costumbre.
32. No es grata y segura la vida de quienes viven siempre bajo una máscara.
33. Hay que mezclar y alternar estas cosas: la soledad y la compañía de la multitud.
34. No hay que tener la mente en la misma tensión constantemente.
35. Hay que dar un alivio a nuestros espíritus: tras haber descansado surgen los mejores y más vivos proyectos.
36. A través de las ocupaciones se pasa la vida.
37. Ante todas las cosas es necesario evaluarse a uno mismo, porque las más veces nos parece que podemos más de lo que en verdad podemos.
38. Los patrimonios, causa máxima de las aflicciones humanas.
39. La mejor medida del dinero es no caer en la pobreza ni alejarse demasiado de la pobreza.
40. ¡Qué tarde es comenzar a vivir cuando hay que abandonar la vida!

El titulo de la obra es este: “Consejos para una vida plena”. Su autor es Lucio Anneo Seneca. Parece mentira que se haya escrito esto hace dos mil años.

Saludos.

19/02/2009

La bondad de la tolerancia

No se si me equivoco, pero creo que estamos asistiendo a una progresiva radicalización de las actitudes sociales. Estoy hablando en general. Y son obvias las bondades de la tolerancia y su necesidad, ser dialogante y respetar el pensamiento del otro, aunque no lo compartamos. Todos los dias, en los medios de comunicación somos testigos de polemicas de este tipo en asuntos sociales, politicos, religiosos y otros, que han generado a lo largo de la historia infinidad de conflictos, algunas veces incluso virulentos; hasta se han sucedido guerras por posturas beligerantes e irreconciliables. Se me ocurren muchos ejemplos pero citaré solo algunos, y hablaré de las posturas mas extremas.

Por ejemplo, ahora que se está hablando tanto de la posible modificación de la actual Ley reguladora de la Interrupción del Embarazo, y ampliar sus supuestos. En los periódicos podemos ver y leer todos los dias posturas muy rígidas y opuestas. Los partidarios sostienen que la mujer debe decidir exclusivamente. “Nosotras parimos, nosotras decidimos”. Ante violaciones, enfermedades, exclusión social y otras circunstancias, las mujeres desean tener la libertad total de decidir. Sin embargo los adversarios a ello piensan que se está olvidando que un embarazo no es una enfermedad, pues aquí no se trata de extirparse un pólipo un mioma, ú otro tipo de tumor, sino que se trata de una nueva vida, que no tiene culpa de nada, y para la cual ha sido necesario el concurso de una segunda persona: el padre.

En tema religioso, la cuestión es aún más peliaguda. Los unos abogan por una sociedad con acuerdo a sus creencias religiosas, intentando obviamente que la sociedad las respete, pero a veces traspasan esa barrera e intentan también imponerlas. Y obviamente a los laicos les repugna lo anterior.

Son solo dos ejemplos muy gráficos, y he hablado de estos temas como podía haberlo hecho de otros. Y que conste que respeto profundamente la opinión individual que el individuo pueda tener, sea la que sea, y se trate del asunto de que se trate.

Pero es que, lo que más me preocupa, y mucho, es el fanatismo en la creencia de la propia idea; es decir, la negación recalcitrante de la idea contraria, y lo que es peor: el intento de imponer la creencia propia a la fuerza, mediante insultos, descalificaciones, silenciando la libertad de expresión, boicots de muchos tipos, y a veces con medios coactivos; quizás poco a poco se está perdiendo el sentido del respeto al modo de pensar de los demás. No se juzga a los demás por lo que son, por sus virtudes, valores personalidad o acciones: se les juzga por lo que piensan.

El otro dia me encuentro con una pintada en una ciudad: “Abortar es un crimen”. Y debajo otra en tinta de otro color: “Pues no lo hagas”. Y mas pintadas: “la TV destruye a la familia”. Debajo la contestación: “Pues no la veas”. Es como si dijera: si usted cree eso de la televisión, bien, no la vea: pero no impida que los demás usen su derecho a ver la televisión cuando, como y donde les apetezca. Y con la primera pintada, lo mismo. Creo que para defender la idea propia, en buena lid, no es necesario avasallar a la opinion contraria.

Quizás convendría desdramatizar un poco el tema, lo cual no significa tomárselo a la ligera, ni mucho menos; pues me parece lo suficientemente serio como para meditar en ello. Los grandes filósofos pensaban que a medida que vamos cumpliendo años y la vida va desfilando ante nosotros dándonos cada día más experiencia de las cosas, comprendemos que el saber, el conocimiento, es tan infinito, tan amplio y tan vasto, que nos sentimos cada vez más minúsculos. Por ello no comprendo a los que dicen defender “la” verdad (pues para ello ya deberían poseer todo el saber y haberla descubierto) y menos aún que intenten imponer su pensamiento al prójimo. En todo caso, será “su” verdad. Y otra cosa que me da mas miedo aún es que dichas corrientes de pensamiento se utilicen como arma electoral, sacrificándose asi la bondad intrínseca de una buena idea por un puñado de votos.

Tolerar el modo de pensar de los demás es respetarlos. Hablo del verdadero respeto a la libertad de pensamiento de cada uno, el que se escribe, y sobre todo, el que se practica. Por eso algunas veces…me da pánico leer los periódicos y ver “cómo está el patio”.

Saludos.
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18/02/2009

El viejo centurión (3ª Parte)

Los dos eran veteranos de guerra curtidos en muchas batallas y su piel estaba marcada de cicatrices. Tenian la misma edad y el objeto de su presencia allí era idéntico. Se alistaron juntos y coincidieron en diversas ocasiones. Luego, tras tomar rumbos distintos, al cabo de los años volvieron a reunirse dos años atrás, en la Batalla de Actium, y al año siguiente bajo las ardientes arenas del desierto egipcio, en la Batalla de Alejandría, a las órdenes de Octavio Augusto, que venció en ambas ocasiones a Marco Antonio.

Publio también estaba solo, pues nunca se había casado y no tenia familia alguna. De carácter inquieto, le era imposible echar raíces en un lugar determinado. Eterno viajero, había gozado de la compañía de infinidad de mujeres; y decía que eran algo tan sumamente bello y divino que le era muy difícil decidirse por ninguna. Sabía vivir bien la vida; se echaba los problemas a la espalda, y estos le resbalaban. Igualmente, era de ánimo noble y valiente, casi temerario; pero más alegre que Lucio, nuestro viejo Centurión, cuya historia conocía perfectamente.

-¿Te acuerdas de Actium? Tuviste mucha suerte, pocos han sobrevivido a un tajo como el que te llevaste.

-Los dioses me hicieron nacer otra vez -respondió Lucio, descubriéndose una profunda y larga cicatriz que le surcaba todo el pecho.

En aquella batalla, Lucio había dado lo mejor de sí. El ya era Centurión y como tal tenía un alto grado de responsabilidad para con sus hombres, siempre estaba dispuesto a sacrificarse para evitar una inútil perdida de legionarios, como todo buen centurión que se preciara de serlo. Aquella herida, y su heroica lucha en medio del fragor del combate, le valió el reconocimiento del propio Augusto, que directamente lo ascendió a Primipilus, o sea, el Centurión más importante y con más meritos de toda su Legión, con derecho a portar la espada al lado izquierdo, al revés que la tropa, convirtiéndose así el primer centurión de la 1ª Cohorte de su Legión, con voz y voto en los Consejos de Guerra. Aquello fue un gran honor para el viejo Centurión.

Pero no presumió de ello. Publio creyó percibir una sombra de tristeza en Lucio, pero prudentemente, no dijo nada, tiempo tendrían luego de hablar.

Había mucha vida en aquel Campamento. El ruido y el trasiego propio de la continua entrada y salida de convoyes con víveres y provisiones para los soldados se mezclaba con el propio del entrenamiento de los reclutas. Estos acababan de llegar, procedentes de hacer una marcha de 24 millas romanas (36 Km) cargados con todo el equipo, y habian tardado más de la cuenta: seis horas. Tenian mucho que mejorar, pues harían tres marchas de este tipo, al mes, durante el resto de su vida militar. Tras un breve descanso, continuaron con el entrenamiento. Apoyados ambos en la balaustrada, presenciaron con placer y simpatía como continuaba la instrucción de los jóvenes, aquello les gustaba. Publio no lo pudo evitar: se levantó, cogió una pesada jabalina, y, para comprobar su puntería, la lanzó hacia una estaca, que se hallaba a treinta metros. Dio en el blanco. Nuestro viejo Centurión no se lo pensó: lo imitó, con idéntico resultado.

Allí, en su mundo, se sentían respetados y reconocidos. Siguieron presenciando durante un buen rato el entrenamiento de los reclutas con las espadas de madera, aun no había llegado el momento de entregarles las auténticas. Tenían mucho que aprender. Publio, que se hallaba desarmado, de nuevo fue allá: se acercó a un recluta, el más alto y fuerte y que parecía más ágil que el resto y le pidió que lo atacara con la espada. Lucio, el viejo centurión, sonrió con ironía presenciando la escena y adivinando sin dificultad lo que iba a pasar. El instructor también presenciaba complacido. El recluta atacó lo mejor que pudo, con mucha idea; pero Publio lo esquivaba una y otra vez, hasta que en un rápido movimiento lo cogió por la muñeca y lo arrojó al suelo.

-Golpea así, de frente, no hagas arcos con la espada, le darás tiempo al enemigo, que te evitará y te tirara al suelo como yo, pero no tendrá piedad de ti. Levántate, serás un buen soldado.

Estuvieron alli hasta que terminó el entrenamiento. Y como el General no los recibiría hasta el día siguiente, al estar fuera, toda la tarde la pasaron en la mejor Taberna que habia en Tarraco. Pidieron comida en abundancia y dieron buena cuenta de las viandas. Tras de ello, bebieron en abundancia y conversaron muy largo y tendido, intercambiándose sus sucesos y recordando sus vivencias juntos y las batallas en las que habían tomado parte. Nuestro viejo centurión estaba feliz; pero su mirada, paulatinamente, volvió de nuevo a perderse a lo lejos recordando las dulces noches de amor que había pasado con Iulia, en Massalia (1), de donde ella era. Viendo que el ánimo del viejo centurión no mejoraba, Publio le riñó.

-Los dioses te castigarán si sigues así, Lucio. Deberías estar alegre, has vivido para llegar a recibir tu licenciamiento y tu paga y tienes la misma cara que un condenado. ¡Compórtate, recuerda que eres un soldado de Roma!

-He sido un soldado –matizó Lucio-. Me siento viejo, hermano.

-Te ríes de mi. Los reclutas de ahí fuera tardarán meses en poder tirar la jabalina como nosotros hemos hecho antes, y dices que te sientes viejo? ¿Tu, Lucio Druso Medulino, héroe veterano, a quien el propio Augusto besó en Actium hace dos años?

Publio miró fijamente a nuestro Centurión. Le cogió con las dos manos por los hombros, y le obligó a sostener la mirada. Percibió en sus ojos una infinita tristeza, adivinando pronto la causa de todo.

-¡Por todos los Dioses…! Recuerdo esa mirada. Es ella… ¿verdad? ¡Sabía que pasaría esto! Nunca he conocido a un soldado mas valiente que tu, pero tampoco he conocido a ningún hombre más tonto que tú. Pudo contigo lo que ningún enemigo ha podido en todos estos años. Y mira que te lo avisé, eres un soldado, la ley nos prohíbe casarnos con una mujer…¡pero, por Júpiter, nos deja tener muchas!. Te lo dije muchas veces, pero no me hiciste caso, te volviste loco con ella. ¿Recuerdas aquella noche, la de la gran nevada? ¿Recuerdas los quince días de arresto que te impusieron al llegar tarde al relevo de guardia por culpa de ella? No la has olvidado, ¿verdad?

-Ni un solo instante. Moriria antes, Publio. Esos ojos verdes…ni Venus los tiene igual. Me hubiera gustado ser un simple labrador, en vez de un soldado. Ahora no estaría solo, ni lo habría estado antes.

-Pero ahora la vida te sonríe, puedes comenzar de nuevo –repuso Publio, intentando animarlo-. Cuando acabemos aquí nos vamos a la Galia y te dejaré en sus brazos. Además, ahora puedes legalizar tu situación con ella.

-Marchó de allí hace tres años, no sé donde está. Y mis hijos tampoco.

Publio ignoraba esos dos detalles. Se puso serio. Guardó silencio durante unos minutos. Luego dijo:

-Comprendo. Bueno, tenemos la mejor red de espías que hay en el mundo conocido, y nuestros correos tienen caballos veloces. Y además, como vamos a Roma hemos de pasar forzosamente por Massalia. Me llevo bien con los volscos y con los ligures (2). La buscaremos.

-Pero tu tendrás también tus planes.

-¡Por Baco, claro que los tengo! Ya sabes que donde haya un buen par de pechos de mujer, estarán siempre mis planes. Estoy solo como tu, Lucio, y me aburriria estando todo el dia sin nada que hacer. Además, después de tantas guardias y vigilias nocturnas adoro a Morfeo, el Dios del sueño, hijo de Hipnos y de la noche… me encantará estar todo el día en sus brazos…

Y para rematar, dio un largo y prolongado bostezo, estirándose sin pudor alguno. El viejo centurión recuperó su sonrisa.

-El mismo Publio de siempre…debería de haberte dejado aquella vez en Pompeya, cuando te hirieron, viviendo como un Leno (3) en las Termas Suburbanas, cerca de la Puerta Marina, ¿recuerdas?

Ambos rieron. Siguieron hablando y bebiendo hasta muy tarde.

A la mañana siguiente terminaron de arreglar su situación y recibieron mejor trato del que esperaban. Los Legados de sus respectivas legiones ya habían enviado previamente un Correo al Centro de Reclutamiento, dándole precisas instrucciones, y destacando especialmente la impecable hoja de servicios de ambos soldados. Los dos recibieron su paga completa.

Pero ya no necesitaban ir a Roma para recoger su titulo de propiedad, las órdenes habían cambiado. Hacia dos años que el Senado enviaba estos títulos directamente a los Centros de Reclutamiento para los veteranos. El General le entregó a cada uno el suyo, firmado y sellado, junto con el salvoconducto especial propio de los veteranos. Desde ese instante ya no eran oficialmente soldados, sino meros ciudadanos; pero como regalo de honor se les permitió conservar todas sus armas y su indumentaria militar con derecho a portarlas y a vestirlas; incluso, si era su deseo, podrían intervenir en combate, pero nunca sin el permiso expreso de un Superior.

Cuando salían por la puerta, el General les dijo:

-Roma enaltece y protege a sus bravos hijos. Coged ambos un caballo nuevo, el que queráis, y dejaros aquí esos viejos pencos. ¡Salud!

Así lo hicieron. Ambos se cuadraron, saludaron y se despidieron.

Saludos.

(1) Marsella.
(2) Tribus galas del sur de Francia.
(3) El Leno era el encargado de mantener el orden en los prostíbulos y cobraba una comisión del servicio de la prostituta.
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17/02/2009

A su memoria.

DEDICADO A SU MEMORIA.

MI CARIÑO, MI COMPRENSIÓN, MI AFECTO Y TODO MI APOYO PARA LA FAMILIA DE MARTA DEL CASTILLO, A QUIENES TRANSMITO MI MAS SENTIDO PESAME EN ESTOS DUROS MOMENTOS.

PIDO QUE CAIGA TODO EL PESO DE LA LEY PARA LOS CULPABLES.

DESCANSE EN PAZ.

Saludos.
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16/02/2009

Querer es poder

“No nos atrevemos a emprender muchas cosas porque son difíciles, pero son difíciles porque no nos atrevemos a hacerlas” (Séneca).

Muchas veces hemos dudado de nuestra capacidad para hacer cosas o para afrontar algun reto.

Y cuando nos hemos puesto a ello, hemos comprendido que no eran tan inalcanzables como suponíamos.

Decian los viejos que “querer es poder”. Y creo que no les faltaba la razón. Porque, quizás nunca podamos coger la luna con los dedos: pero, si nos mentalizaramos, nos asombraríamos al descubrir la cantidad de cosas que somos capaces de hacer, y de retos que podemos superar. No deberiamos de sentirnos derrotados antes de hacer la experiencia.

Saludos.
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15/02/2009

El socarrón.

La socarronería se define como burla encubierta efectuada con astucia o disimulo, es decir, con ironía. Un socarrón es, en el fondo y en la forma, una persona que se burla de los demás. Se ríen inmisericordemente de la gente que hay a su alrededor, o de las indefensas victimas que ellos mismos eligen, que normalmente suelen ser buenas personas.

Cervantes nos define a uno de los mayores socarrones de la historia, el bachiller Sanson Carrasco. Dice de él: “Era el bachiller, aunque se llamaba Sansón, no muy grande de cuerpo, aunque muy gran socarrón; de color macilenta, pero de muy buen entendimiento; tendría hasta veinte y cuatro años, carirredondo, de nariz chata y de boca grande, señales todas de ser de condición maliciosa y amigo de donaires y de burlas”. Mas adelante lo define como “…perpetuo trástulo y regocijador de los patios de las escuelas salmanticenses”. Ahí es nada.

Cuando Cervantes los definió como personas “de condición maliciosa”, por algo sería. El propio Cervantes, al describirlo, se burla del socarrón.

Si, son burladores profesionales, y su propio comportamiento elimina el más mínimo atisbo de nobleza que pudiera haber en ellos: ningun noble corazón se burla de otro. Y encima suelen ser cobardes, por propia definición, pues como no se atreven a decir las cosas claramente con palabras llanas, tienen que estar ideando y maquinando continuamente su astucia y su disimulo.

Es fácil detectarlos, y actuan de diversas formas. Muchas veces lo hacen en solitario. Pero otras veces son esos “graciosillos ocurrentes” que todos hemos conocido alguna vez: andan siempre rodeados de su corte de eunucos mentales que aplauden sus presuntas gracias y siempre provocan la risa en su inteligentísima audiencia: ellos no tiran directamente la piedra, pero su gracia es coreada y aplaudida por todos, con lo cual el juego les sale completo. En esta sociedad nuestra, tan deficitaria de cultura, la gente no suele comentar el ultimo libro que ha leido (pues no se lee), pero, oh misterio, siempre sonríe con una buena burla socarrona. “¡Que graciosos y que listos que son, que barbaridad!” E incluso se quedan con la boca abierta, alabando el “ingenio de paja” del socarron. No les falta más que aplaudir.

El último socarrón famoso que conocí fue en Sevilla, en la Facultad de Derecho, cuando estudiaba la carrera. Era un tipo de un pueblo muy cercano a Sevilla. Durante un mes, el ascenso del socarrón fue fulgurante; pero bien pronto terminó solo como la una. Nunca me he enfrentado a ellos, pues jamás me he fiado de un individuo de esta naturaleza, y siempre he huido de su trato: mi silencio es mi mejor respuesta.

Me gusta el humor, el sano, fino y noble sentido del humor, el que no insulta ni desprestigia a nadie: el humor bueno, el blanco, el sano. Hay que ser alegre, es bueno reirse, hasta que te duela el estómago si es preciso; pero para ello no es necesario burlarse de nadie, como hacen estos sujetos. Y que conste que todos, alguna vez, hemos actuado con algo de socarroneria, el que este libre de pecado que tire la primera piedra; pero una persona normal no hace de la socarroneria su pauta normal de conducta.

Porque la socarronería, como actitud ante la vida, me parece muy corrosiva y perniciosa, pues he comprobado que en el fondo hace daño a quien la profesa, de modo que el propio socarrón, a la larga, es victima de su propia socarronería. Lo que sucede es que parecen no darse cuenta de ello, y si se dan cuenta les da igual.

Todos rien la gracia, pero ninguno piensa que la socarronería, en el fondo, solo es una BURLA hacia el prójimo, ninguno se detiene a pensar que el socarrón se está riendo y burlando del blanco de su ironía. Y siempre es censurable burlarse de los demás. Al propio socarrón no le gustaría que se burlaran de él, ¿verdad?

Si despojamos al comentario socarrón de su aparente astucia, y nos quedamos en lo que es (burla hacia otra persona), podremos ver en el socarrón muchas cosas reprensibles. No son personas de fiar. Y encima, pienso que muchos de ellos (he conocido ya a unos cuantos) tienen en su interior una profunda tristeza; quizás en el fondo tengan un pobre concepto de si mismos, que proyectan al exterior mediante sus continuas bufonadas.

Si, son inteligentes; pero no aportan nada; no crean nada; no construyen nada; solo destruyen a los demás. No suelen tener fe en la gente, no quieren a nadie, y por no quererse, a veces pienso que no se quieren ni ellos mismos; se han convertido en unos perpetuos espectadores ácidos, mordaces y tristes de la realidad, que en el fondo desconfian de la bondad del ser humano, lo cual demuestra que tampoco tienen la confianza en si mismos. Destruyen la ilusión, y muchas veces (y esto es peor), la reputación de una persona honrada.

Podrian usar su inteligencia para mejores fines. Podrían tener más confianza en el ser humano y ser de ánimo más generoso. Pues en el pecado llevan la penitencia, porque una persona que se burla y que se rie de los demás no creo que sea un compendio de virtudes o de valores morales.

Todo el mundo conoce a D. Quijote, hasta los que no han leido la novela. Pero ¿Quién conoce a Sanson Carrasco? Dudo que lo conozcan si no han leido la novela.

Saludos.
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14/02/2009

Galileo... ¡400 años despues!

En mi entrada Galileo (haced click), que publiqué el dia 27 de Mayo pasado, hablé brevemente de la historia del Proceso que la Iglesia inició contra Galileo Galilei en 1632. Son datos históricos, y muy fácilmente contrastables.

Después de una vida de estudio, tras haber sufrido algunos “avisos” previos por parte de la Inquisición, y ya con la edad de 68 años a sus espaldas Galileo se atrevió a publicar en Florencia su Diálogo de los Massimi sistemi, donde se burlaba implícitamente del geocentrismo de Ptolomeo. Aquello fué un verdadero escándalo porque el libro era abiertamente pro-copernicano; tanto, que el papa se alinea entonces rápidamente con la opinión de los adversarios de Galileo, que es entonces convocado de nuevo por la Inquisición (que esta vez iba en serio) el 1 de Octubre de 1632.

El proceso terminó con la conocida condena de Galileo. La ciencia es amordazada. Galileo permanece confinado en su residencia durante cinco años. Va perdiendo vista pero sigue trabajando hasta que se queda ciego definitivamente en 1.638. Galileo, entre tanto, ha recibido autorización para instalarse cerca del mar, en su casa de San Giorgio. Permanecerá allí hasta su muerte, rodeado de sus discípulos, trabajando en la astronomía y otras ciencias. Galileo muere en 1.642, a la edad de 78 años, ciego, pero con la mente lúcida, sabiendo que tenía toda la razón, y asi se demostraría muy poco después.

La Iglesia no reconoce su error y han de pasar siglos enteros para que ello suceda. Y asi, tienen que transcurrir 400 años, pues leo hoy en “El periodico” (haced click) lo siguiente: “El Vaticano ofrecerá una misa en memoria de Galileo Galilei”

Esta es la noticia:

Por primera vez después de 400 años, el Vaticano oficiará el domingo 15 de febrero una misa en memoria del astrónomo Galileo Galilei, en la basílica de Santa María de los Ángeles, en Roma.

Según la Federación Mundial de Científicos (WFS), la celebración será dirigida por el arzobispo Gianfranco Ravasi, presidente del Consejo Pontificio para la Cultura, y asistirán numerosos científicos, entre ellos un grupo de investigadores chinos que donarán una estatua en bronce de Galileo hecha por un artista de su país. Con este gesto, el Vaticano se une al Año de la Astronomía, convocado por Nacionas Unidas para conmemorar los 400 años de los primeros descubrimientos astronómicos. Galileo Galilei fue condenado por la Inquisición por adherirse a la teoría de Copérnico, que sostenía que era el Sol, y no la Tierra, el centro del universo, en contra de lo que se pensaba en su época.

El 31 de octubre de 1992, Juan Pablo II rehabilitó solemnemente la figura de Galileo y criticó los errores de los teólogos de la época que le condenaron, aunque no descalificó al tribunal que lo sentenció. El arzobispo Ravasi dijo recientemente que los tiempos "están maduros" para una nueva revisión de la figura de Galileo, "al que la iglesia desea honrar".

Cuatrocientos años son muchos años.

Añade dicha noticia que "con motivo de las actuales conmemoraciones, el Vaticano reeditará las actas del proceso al astrónomo", (pregunto: ¿serán las originales?), añadiendo ahora, a modo de excusa, que "el Papa Urbano VIII nunca firmó (¿?) la condena de la Inquisición a Galileo".

He de reconocer que estoy indignado. No soporto que nos tomen por tontos. Por supuesto, "mas vale tarde que nunca"; ¡Pero no tardísimo! Y en todo caso, si se hace tarde, QUE SE HAGA BIEN, y sin maquillar la historia de lo realmente sucedido. Personalmente considero como altamente indignante a dicha tardia, tendenciosa e insatisfactoria explicación; y además como un claro insulto a nuestra inteligencia y a la memoria histórica, real, de todo lo sucedido, pues olvidan, quizás maliciosamente, que el Papa tenia el absoluto mando y poder de toda la Iglesia, incluida la Inquisición. Y si es cierto, (cosa que dudo muy mucho) que no firmara dicha orden, su responsabilidad es clara de todos modos, si no por acción, por OMISION, puesto que consintió y permitió tamaña injusticia, como fue el amordazamiento de la ciencia y la destrucción de la vida de un hombre honrado.

¿Que el Papa Urbano nunca firmó? Entonces, ¿Quién condenó a Galileo? La Inquisición. Pero vamos a ver, ¿quien tenia el mando absoluto de la Inquisición? ¡Parece que nadie, ahora resulta que Galileo se condenó solo...!

Insisto en que cuatrocientos años son muchos años. Demasiados.

Y es que, según Ravasi, los tiempos "están maduros" para una nueva revisión de la figura de Galileo. ¡Que lentisimo proceso de maduración! Personalmente, la única respuesta que se me ocurre ante tan tardia e insatisfactoria "reparación" es la misma que ofreció el Emperador Tiberio a unos embajadores de Troya, que acudieron a Roma para darle el pésame por la muerte de su hijo. Pero como llegaron con tantisimo retraso, Tiberio contestó: “Y yo, a mi vez, os doy el pésame por la muerte de vuestro gloriosísimo ciudadano Héctor". ¡Al héroe de "La Ilíada" lo había matado Aquiles mil doscientos años antes!

Saludos.
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P.D. Hada Saltarina me hace este regalo, cuyo fondo es "compartir cariño".

Se lo agradezco sinceramente, y lo cuelgo aquí. Pero no me es posible seleccionar a nadie, asi que este premio cariñoso os lo brindo, oferto y entrego a TODOS vosotros.

Gracias por vuestra compañia y por vuestro afecto.-

13/02/2009

El viejo centurión (2ª Parte)

Poco después, entre los vapores del vino, con los ojos vidriosos y las manos en la cabeza, recordó a muchos de sus compañeros de armas que se habían alistado con el, hace ya tanto tiempo, y que le habían precedido en su viaje al Hades: Quinto Fabio, sextuplicarii de la Legio II Alaudae, o Alondra, que había fallecido en la batalla de Thapsus, en África acribillado por casi 30 flechas; Casio Claudio, de la Legio XII Fulminata, o Fulminante, fallecido en Armenia, nunca encontraron su cabeza; o Quinto Metelo, de la Legio VI Victrix, fiel a Augusto, que había fallecido en Actium; y tantos otros. Pero sobre todo, de quien más se acordaba era de su propio hermano de sangre, de su hermano mayor: Marco, que fue Mensajero de la Legio X Gemina, o Gemela, la favorita de Cesar, y que murió muy joven. No llegaria a cruzar el Rubicón. Cuando fue a dar una embajada al Rey de los Avernos, en la Galia, éstos lo trocearon y catapultaron sus restos desmembrados, uno a uno, hacia el Campamento Romano.

No obstante, sonrió con placer al recordar sus buenas vivencias juntos, cuando solo eran soldados; miró al cielo y pidió a los dioses que fueran misericordiosos con ellos: habían sido muy buenos legionarios. Se consoló un tanto, y pensó para si: “pronto nos veremos, hermanos y beberemos juntos, como hace tantos años.” Finalmente se fue a dormir, pero soñó de nuevo con ella.

Al dia siguiente se levantó muy temprano siguiendo su costumbre, pues apenas las primeras luces de la aurora habían comenzado a iluminar el horizonte. Solo la tabernera estaba despierta. Vistió su uniforme reglamentario, pagó el importe de su hospedaje, se dirigió a la cabelleriza y montando a su caballo tomó el camino de Tarraco.

Se sentía muy extraño, todo era nuevo para él y le llevaría su tiempo adaptarse a su nueva situación. Durante 25 años había recorrido todos los caminos de Europa pendiente de cada cima, de cada valle, enviando sin cesar a los exploradores para reconocer el terreno, sujeto a extremas medidas de vigilancia y a la rutina militar. Y ahora no: viajaba solo, ya no tenía tareas que hacer, y en aquella zona de Hispania todo estaba tranquilo. Le gustó contemplar el paisaje. No solo lo miraba: estaba aprendiendo a disfrutarlo, y como todo le parecía tan distinto se fijaba en detalles que siempre había ignorado.

Así, con buen ánimo, siguió su camino y se obligó a si mismo a no pensar en Iulia, ignorando lo que pronto le depararía el destino. Pero sus pensamientos no lo dejaban tranquilo: por un lado era ciudadano de Roma, un patriota que tenía fe de su pais y lo amaba, y lo había defendido con pasión, exponiendo muchas veces su propia vida. Pero por otro lado, y por primera vez en mucho tiempo, comenzó a sentirse como un ser humano, y no como un Centurión, jefe de legionarios. Era una extraña sensación. Luego consideró de nuevo su estado: habia dado su vida a la Legión, había estado entre la vida y la muerte en catorce ocasiones; y ahora Roma le pagaba con vejez, soledad, un buen puñado de monedas y con unas cuentas leguas de tier
ra. Pero no obstante se consoló: muchos se quedaron en el camino. En fin, su vida ahora era otra y tenía que aceptarlo.

Poco le faltaba para llegar al Acuartelamiento de Tarraco, cosa de 15 millas, cuando observó una gran polvareda. Se detuvo al borde del camino y esperó. Creyó divisar a lo lejos a varios aquiliferi, que portaban las Aguilas Imperiales. Ello significaba que una Legión venia de camino. Y así fue, pues no tardaron en aparecer los signifiers, vexillarius y demás portaestandartes de dicha Legión, cuyo emblema era un lobo con gemelos, lo cual le indujo a pensar que se trataba de la Legio VI Ferrata Fidelis. Y asi era. Un tribuno se adelantó y ambos se saludaron al estilo militar. Aquella Legión venia de la Germania Inferior y se dirigían a marchas forzadas a embarcar en el Puerto de Saguntum, único puerto operativo tras el vendaval de agua del pasado invierno, rumbo a Africa, las cosas se habían puesto mal allí otra vez con los mucsulami. Tras un nuevo saludo, el tribuno volvió a su legión.

Presenció el orden de marcha de la legión, que él tan bien conocía: primero llegaron las tropas auxiliares, después la vanguardia: el grueso de la legión. Eran soldados muy jóvenes, y muchos de ellos sangraban por los pies debido a la larga marcha. Luego divisó a los diez hombres de cada centuria que siempre transportaban los instrumentos necesarios para la construcción del campamento. Mas atrás el equipaje del General y de sus asistentes, detrás venia el General, con su guardia personal, quienes le saludaron con un breve movimiento de cabeza. Finalmente los oficiales superiores, como legados, tribunos y prefectos auxiliares. Unos 5000 hombres, en total.

El corazón del viejo centurión se inflamó de orgullo y de alegría, y se quedó erguido en su caballo, saludándolos con el brazo en alto, solemne, marcial, con gesto adusto. Sintió una gran nostalgia al ver a sus compañeros alejarse.

Por un momento creyó sentirse rejuvenecer y deseó irse con ellos. Pero fue solo un instante: pronto recordó su estado actual. Sus días de gloria ya habían pasado. Recordó el horror que les esperaba. Y les deseó suerte, de todo corazón. Muchos de ellos jamás volverían. Y aunque él siempre había despreciado a la muerte, pues había coqueteado de cerca con ella en muchísimas ocasiones, no pudo evitar sentir algo de pena hacia aquellos soldados, eran demasiado jóvenes, muchos de ellos no habrían cumplido aún los veinte años de edad.

Llegó a Tarraco y se dirigió directamente al Acuartelamiento. Al ver su uniforme y su rango, abrieron inmediatamente el portón y se dirigió al Puesto de Mando.

-Se presenta Lucio Druso Medulino, Centurión, Primipilus de la 1ª Cohorte de la Legion IX Hispana.

Casi al instante, un Suboficial acudió con presteza.

-¡Lucio! ¡Por Jupiter, eres tu, me dijeron que habías muerto en Germania!

-¡Publio! Y a mi que falleciste en Macedonia.

Olvidando el Protocolo, se fundieron en un abrazo.

-Tenemos mucho de que hablar, hermano.


Saludos.


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12/02/2009

Ultimas noticias del Manifiesto. Burgos.

Interrumpo brevemente mi ritmo normal publicacion de entradas, para dar cuenta de una noticia que me ha llenado de alegria. En su entrada de ayer, nuestro querido Pedro Ojeda nos dió la noticia. Estoy muy contento, y quiero compartirlo con vosotros.

Ya en su dia, La Palabra de Burgos, en su versión digital, inauguró El blog del lector con la publicación de nuestro Manifiesto, el pasado dia 30 de Enero, sumándose a nuestra iniciativa, recogida ya por miles y miles de bloggers en diferentes partes del mundo.

Hoy, 12 de Febrero, ¡...35.000 posters con el manifiesto se estan distribuyendo en todo Burgos!

Creo que es el primer medio escrito de comunicación, en formato tradicional, que se ha unido a nuestro proyecto, con entusiasmo y con alegría. Agradezco de todo corazón a Pablo Miguel Simón y al resto de directivos de dicho Diario la difusión de nuestro Manifiesto y les mando un cordial y entrañable saludo; asi como a todos los lectores burgaleses, y compañeros bloggers de allá.

NUESTRO NUEVO BLOG "MANIFIESTO POR LA SOLIDARIDAD".

Y por último, simplemente recordaros que pasado mañana, sabado, 14 de Febrero, nace nuestro BLOG DE LA SOLIDARIDAD, el nuevo BLOG, que recogerá todas las noticias, proyectos e iniciativas relacionadas con el Manifiesto.

La dirección es esta: http://www.manifiestoporlasolidaridad.blogspot.com/.

Aun no se puede acceder (estamos ultimando todos los detalles), pero, como ya os avisé en su dia, e insisto, a partir de primerisimas horas del dia 14 de Febrero (pasado mañana), se podrá leer libremente por todos. Bienvenidas y agradecidas serán vuestras visitas, consejos y sugerencias.

Os esperamos.

Un cordial saludo.

11/02/2009

¿Nunca acertarás?

Si eres rico/a, te dirán que has ganado el dinero por medios ilícitos. Si eres pobre que te acusarán de que eres un perezoso y que no quieres trabajar.

Si triunfas en el trabajo, que has sobornado a tus jefes o que tienes enchufe. Si no te va bien el trabajo, que no vales para nada.

Si vas a la Iglesia, que eres un beato. Si no vas, que eres un irreligioso y un ateo.

Si te divorcias, que te has cansado de el/ella. Si no te divorcias, que eres un/a adaptado.

Si eres gordo, que eres un glotón. Si eres flaco, que no tienes para comer.

Si tienes mucho carácter, que no se puede hablar contigo. Si eres mas bien callado y observador, que no tienes recursos.

Si callas, que eres tonto. Si no callas, que eres un hablador.

Si votas a la derecha, que eres un fascista. Si votas a la izquierda, que eres un comunista.

Si sales poco los fines de semana, que no sabes vivir. Si sales mas a menudo, que eres un juerguista.

Si tienes un coche de lujo, te diran “menudo coche tiene el …”. Si tienes un coche baratito te diran “menuda birria tiene el …”. Estas condenado de todos modos a ser un …

Si defiendes una causa noble, te dirán que no hables y que actúes. Si no defiendes esa causa noble, te dirán que eres un egoísta insensible, que no te acuerdas de los que sufren.

Si eres blanco, te diran que eres demasiado blanco. Si negro, que demasiado negro.

Y asi sucesivamente.

Recuerda la conversación que tuvo lugar un dia allá arriba, en el Olimpo de los hombres ilustres. Un buen dia se quejaba Shakespeare: “Podrás ser casto como el hielo y puro como la nieve, pero no escaparás de la calumnia”.

Cicerón le respondió:
“Hago mas caso del testimonio de mi conciencia que de todos los juicios que los hombres hagan de mi”.

Y mientras una voz de fondo, decia: "
Las inteligencias grandes discuten las ideas; las inteligencias medias, los sucesos; y las pequeñas, las personas".

Recuerda que sólo se tiran piedras al árbol cargado de frutos.

Saludos.

P.D. (Para mi joven y nueva lectora M.J.L.V., de 18 añitos, una belleza de criatura. Espero haberte ayudado.)
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10/02/2009

El buen humor de siempre.

Estaba en un error, lo reconozco. Pensaba que hay humoristas que pasan de moda y que su humor estaba desfasado para nuestra época actual. Imaginamos que nuestros niños de hoy no los entenderán. Apenas entienden a humoristas más modernos ¿Cómo van a entender el humor de una película rodada hace 60 años?

Viene esto a cuento porque todo el mundo recuerda a nuestros queridos Stan Laurel y Oliver Hardy, conocidos como “El gordo y el flaco”. Memorables. ¡Quien no ha visto una película de ellos, o al menos una secuencia! Cuando yo era pequeño me reia mucho con ellos. El gordo era el sabelotodo quisquilloso, que siempre se caía y estaba por el suelo. Por supuesto que era muy gracioso, pero mi preferido era el Flaco, siempre tan despistado, con esa cara de no enterarse de nada, sempiternos ojos de recién levantado con sueño y muy pocas luces. ¡Vaya dos! Os juro que una buena parte de las carcajadas de mi niñez se las debo a ellos.

El otro dia, cuando acudí a la Papeleria a comprar material de oficina que necesitaba, de pronto me encontré con ellos en un CD: “El gordo y el flaco en el Oeste”. He de reconocer que se me fueron los ojos. ¿Cuánto hacia que no veía una de sus películas? ¿Treinta años? ¿Mas? Puede ser. Miro el precio: 3 Euros. La oferta era demasiado irresistible, de modo que me traje la película para casa.

El argumento es sencillo. Resulta que ellos van al Oeste, a informar a una pobre chica que trabaja en un “Saloon” ( sí, con dos oes) de que su padre ha muerto y que le ha dejado una fortuna consistente en una riquísima mina de oro. Pero son tan tontos, y hablan tantísimo, que la dueña, ayudada de un truhan de tres al cuarto se hace pasar por la heredera y le quitan el testamento. Total, que al final todo sale bien, la chica recupera su fortuna y acaba todo.

La película durara cosa de 30 o 40 minutos, pero, insisto, y repito la palabra, para mi resultó memorable. La vi en el portátil, una noche, y me rei enormemente. Inolvidable la escena de los repetidos chapuzones del gordo en el rio; o del flaco comiéndose su propio sombrero, conminado a ello por el gordo, al final hasta le gusta y todo; cuando se rascaba la cabeza con la mano, riéndose; como daba fuego con el pulgar, y también la escena en la cual atan a la mula en una cuerda, y vemos que el gordo pesa tanto que la mula sube al piso superior como por arte de encantamiento. Y como esa unas cuantas más. Total, un desfile de escenas supergraciosas y simpáticas, que me hicieron recordar mis tiempos y me arrancaron una buena sonrisa.

Mi sorpresa adquirió proporciones gigantescas cuando el Sabado pasado, por la tarde, la vieron mis hijas, junto con otras tres amigas suyas, de su misma edad, diez años,y pude comprobar las enormes carcajadas de todos, hasta del pequeño. Les gustó.

Si, estaba en un error. Y es que… lo bueno nunca pasa de moda.

Saludos.
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09/02/2009

El viejo centurión.

Era de complexión fuerte y fibrosa, muy ágil de miembros y de movimientos y para el la Guerra y su Legión habían sido su vida. Ya tenia 43 años, pero a pesar de su edad, aún era capaz de recorrer 24 millas romanas en cinco horas, cargado con todo su equipo. Su puesto habia estado en la 4ª Centuria de la 1ª Cohorte de la Legio IX Hispana, que el divino Julio Cesar fundó. En Roma los Senadores gazmoños y afeminados vivian como los dioses; pero su vida, como soldado, habia sido muy dura y cada dia que habia visto amanecer había sido un auténtico regalo.

Por fin llegó el dia de su licenciamiento. Había servido a Roma durante 25 años de Servicio Militar. Y no se podía quejar: se dirigía a la Oficina de Reclutamiento, que estaba en Tarraco, donde obtendría su licenciamiento, y de allí a Roma, donde conseguiría su paga final, y su titulo de propiedad de una parcela de buena tierra en la Galia, como pago de sus servicios militares durante tantos años. Se lo tenia merecido.

Llegó a un mugriento y polvoriento burdel que se hallaba al borde del camino. Pidió comida, agua caliente y una mujer. Como era Centurión, y llevaba dinero, fue bien atendido. Al rato, algo más tranquilo ya, durmió una siesta y al levantarse, salió fuera, a sentarse en una piedra. Mientras mordisqueaba un tallito de hinojo, se deleitó en la contemplación del paisaje primaveral.

Pero esa sombra… volvió a cruzarse en su mente. Si, era ella. Y de pronto, su aparente alegría sufrió una estocada interna. Ahora, libre y desembarazado de su espada, de su casco y de sus obligaciones militares, tenia tiempo para pensar. Y se dio cuenta de que estaba solo, con una profunda tristeza, y sin ilusión. La guerra había destrozado su vida. Habia terminado harto de ver sangre, sudor, sufrimiento, muerte. Estaba saturado de ver el horror y el miedo de los soldados de la 2ª Cohorte, los más jóvenes, ante los primeros combates; estaba hastiado de ver a tanto bravo y noble adversario desparramar sus entrañas en el combate. Estaba aburrido de todo y de todos.

Aquel atardecer, sentado al borde del camino, justo al lado de aquel burdel barato rememoró su vida, intentando asi apartarla de su pensamiento. Le parecía un sueño. ¿Qué había sido de aquel joven imberbe e ilusionado, y lo que es peor, enamorado hasta los tuétanos de aquella mujer, que se alistó con 18 años en la legión?


Recordó mil batallas y diez mil anécdotas. Pero su mente, inevitablemente, volvió a pensar en ella, y comprendió la magnitud de su tragedia interna como nunca. Su dolor iba creciendo por momentos. La disciplina militar era durísima: los militares tenían prohibido casarse y tener hijos hasta después de cumplir el servicio militar y no había podido contraer matrimonio legalmente porque la Ley lo prohibia a los soldados. Pero, de modo clandestino, habia tenido mujer e hijos, una gala, Iulia, de la que se enamoró profundamente, y que le habia dado 2 hijos. Era guapisima, y muy inteligente. Durante las guardias habia sobornado muchas veces a sus superiores para que le dejaran pasar la noche fuera del campamento, con ella, en la aldea, que estaba cerca. Lo de sus hijos lo habia mantenido durante muchos años en riguroso secreto, como tantos y tantos otros militares, pero cuando se enteraron sus Superiores le recordaron el juramento de honor que todo militar hacia, y al cual estaba atado; asi como las consecuencias de su incumplimiento. Aquello debía de acabar.

Con deseo de ser fiel a su obligación como militar, habia luchado contra su corazón -su peor enemigo-, durante años, y se vió obligado a dejar a Iulia, a su gran amor, so pena de ser degradado con deshonor y acabar con sus huesos en la carcel. Y hacia ya tres años que no veía a Iulia, la ultima vez que pasó por su aldea le dijeron que marchó de allí con sus hijos, y que nadie había vuelto a saber de ella.

Y es que un militar no podía permitirse el lujo de tener sentimientos, pero el siempre los había tenido muy dentro, y estaba cansado de silenciarlos durante tantos años. Habia sido un militar muy valiente, pero noble, no se trataba del típico soldado miserable de la soldadesca, cruel y despiadado. Tenia bondad natural. Respetaba al enemigo valeroso y valiente. Ese grado de valentía y de coraje, pero también de nobleza, le ganó inmediatamente el cariño de sus superiores.

Se dio cuenta de que aquella cicatriz profunda e invisible, la del corazón, era la que más le dolia de todas las cicatrices que adornaban su cuerpo. A ella la había amado enormemente, con locura, con una pasión y un frenesí inenarrables, y hubiera preferido mil veces que ella se hubiera ido con otro hombre y lo hubiera dejado a él. Pero no: la vida le dejó al final la herida más profunda y dolorosa de todas, la que nunca se le cerraría: la de tener que abandonar un día aquello que más quería.

Se sentia cada vez peor. Ya anochecía y poca jornada podría hacer ya; además, su viejo caballo llevaba casi dos dias sin comer, y tenia que descansar. Volvió, pues, a entrar en el burdel. Pidió otra bota de vino. La tabernera lo miró con curiosidad; aquel no era sitio para todo un Centurión, sino solo para lo soldados rasos y pobres. Sin prestar atención alguna a su entorno, y deseando olvidar, bebió con ansia, en gran cantidad, en la mesa más mugrienta de todas, la del último rincón. Cuando se encontraba muy beodo ya, creyó divisar el rostro de Iulia, que se acercaba sonriente, pero solo era su imaginación. Ella no volvería. Y a la luz mortecina de aquel candil, nuestro bravo Centurión, el mas valiente de aquella Legión… comenzó a aprender a convivir con su pena.

Saludos.
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08/02/2009

Cambio de rumbo.

Tras este laborioso, largo y arduo mes que he dedicado al tema de nuestro Manifiesto por la Solidaridad, considero que ya ha llegado la hora de que este "Diario de Cornelivs" retome su hilo normal de publicaciones, como antes. Tenia pensado informaros la semana que viene, pero los comentarios que mis buenos amigos Pedro Ojeda y Maria me dejaron en mi entrada de ayer me han hecho pensar en anticiparos algo ya.

A partir de ahora, mi Diario retoma su ritmo normal de entradas. Porque este blog nació como un Diario personal. Considero que así debe de seguir siendo, y por lo tanto desde hoy procedo a cambiar el rumbo, y a dirigirme a la ruta que siempre he seguido.

En cuanto al Manifiesto por la Solidaridad, sabed que toma a partir de ahora un rumbo distinto. Os comunico que hace ya varios dias, hemos creado un nuevo Blog. Su titulo: “Manifiesto por la Solidaridad”.

Por supuesto, Cornelivs tambien estará en ese blog, pero no estaré solo. Seremos varios amigos bloggers, entusiasmados con la idea, que vamos a hacer muchas cosas. Y será un blog dedicado al Manifiesto por la Solidaridad, un blog especifico para ello. Y no solo porque asi se gestionará mejor nuestra labor, sino tambien porque así tendremos un blog que centralice las noticias sobre la marcha del Manifiesto, y que unificará y aunará todos los esfuerzos colectivos encaminados a que dicho Manifiesto pueda ayudar a conseguir el objetivo en él propuesto.

Tomad nota del enlace: http://manifiestoporlasolidaridad.blogspot.com/

Aún no es público (observaréis que os saldrá la inscripción "este blog solo admite a lectores invitados") porque estamos terminando de perfilar los detalles de diseño y de actuación.

Lo haremos público el proximo sabado, 14 de Febrero. De todos modos, he colocado un enlace en la parte superior derecha del blog, como podreis comprobar. Os esperamos alli.

Cornelivs ha vuelto, y seguirá con su diario. Con vuestro Diario.

Saludos.
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P.D. Recien enterado (22,27 horas) del fallecimiento del padre de nuestro amigo Pedro Estudillo ("Existir es resistir"), me apena profundamente dicha noticia. Aunque ya he hablado con él, le doy mi mas sincero pesame y le mando un fuerte abrazo, junto con mi cariño y mi animo. Un abrazo, amigo Pedro.

07/02/2009

Y ahora, ¿qué?

La respuesta es muy sencilla: A seguir trabajando.

Como ya dije en mi entrada anterior, la historia del Manifiesto es la historia de un sueño y de un desafio…hecho realidad, y compartido por miles de personas. Algo se ha movido dentro de nosotros y en Internet. Este grito solidario ha de continuar; no se ha de quedar en una mera publicación un dia determinado; ha de tener vocación de continuidad.

Seguimos...!

El Manifiesto nació con la idea de ser propagado, difundido por la red, para que el máximo numero de bloggers tuviera conocimiento del mismo y lo difundiera; se pretendia la concienciación de todos los lectores, la propagación del mismo; y en ello estamos.

Disculpad mi insistencia, pero sigo haciendo un llamamiento a los traductores. Necesitamos el maximo numero de traducciones posibles.

Ahora estamos al inicio del principio del comienzo de todo; el camino va a ser largo, y hay que tomárselo con paciencia, sin prisa, pero sin pausa. No se hizo Roma en un dia: pero al final, Roma se hizo. Primero hay que difundir y concienciar, y hemos de hacerlo bien; y aunque la difusión que esta teniendo en Internet es buena, hay que llegar a más medios. Hay que intentarlo.

Nuestro mensaje contiene una serie de pedimentos, y unos destinatarios muy concretos. Por ello, si queremos provocar un cambio, o ayudar a provocarlo, o si deseamos contribuir a arreglar la situación, tenemos que comenzar, inexcusablemente, por concienciar a la gente, por difundir, por extender; porque no se puede concienciar a alguien que no haya leido el mensaje.

Y por último, el mensaje tiene que llegar a su destino final: a ese “A quien nos dirigimos”, que consta en el Manifiesto.

Os llamamos a todos, todos seréis bienvenidos. Y sabemos que contamos con vosotros, porque esto es cosa de todos. Hemos de agrupar y aunar nuestros esfuerzos. Lo intentaremos.

La semana que viene os daré noticias
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Gracias por anticipado y... Saludos.
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