
La historia del Manifiesto por la Solidaridad es la historia de un sueño y de un desafío hecho realidad. Surge en mi la idea a principios de Diciembre de 2008. Algo se movió dentro de mi en la noche del dia 11 de Diciembre, cuando tuve un sueño. Lo relato en la entrada que publiqué, que es esta: Solemne declaración de la ONU.
Digo cosas como ésta: “Indudablemente, si no lo arreglamos nosotros, o al menos contribuimos a ello, esto no lo va a arreglar nadie. Y como, afortunadamente, tenemos la posibilidad de usar Internet para difundir la idea, os comento lo que se me ha ocurrido. Me ha gustado tanto la idea de Moderato, que he pensado en redactar un manifiesto, una proclama, quizás algo parecido a lo que ya consigné en mi anterior entrada "Solemne declaración de la O.N.U." (12 de Diciembre), instando a los grandes poderes y gobernantes a tomar medidas inmediatas. Una declaración, por supuesto, PACIFICA y NO politica. No habrá en la misma ideologías politicas ni nada de eso: solo una llamada a la generosidad con los más favorecidos.Y se trata de que esta declaración la difundamos por este medio, no tiene por qué ser en estas Navidades, hagamoslo tranquilamente; y que llegue al mayor numero de bloggers posible. Un movimiento regional, nacional o incluso internacional: a ver si somos capaces de colapsar este mundo virtual, pidiendo solo una cosa: comida, vivienda y medicinas para esas pobres victimas indefensas que se mueren todos los dias. Incluso he pensado en traducirlo al inglés y a otros idiomas.”
La decisión está tomada, y lo hago constar asi en mi post Yo os propongo, el cual causa una reaccion determinante.
Durante los siguientes dias, redacto el Manifiesto. Cuando lo termino, le remito el texto a Pedro Ojeda, que revisa amablemente el borrador. El resultado de esta colaboración es el Manifiesto por la Solidaridad, en su primitiva redacción. Ha nacido el Manifiesto. Es el dia 3 de Enero de 2.009. Esta es la entrada de dicho dia, en la cual podreis comprobar la inicial redacción del texto.
26 de Enero. Ya solo quedan tres días para la publicación del texto. Ese día hago una entrada (Ya solo quedan tres dias), en la cual doy instrucciones para la publicación, y agradezco la colaboración de todos los bloggers.
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Un dia 12 de Diciembre de 2008, tuve un sueño, como antes he expresado. Mes y medio después, ese bello sueño seria compartido por decenas de miles de personas, en todo el mundo, que publicarían el Manifiesto por la Solidaridad.
Esto exige una serena reflexión.
Pienso de nuevo en Gramsci: “Contra el pesimismo de la inteligencia, el optimismo de la voluntad”. Desafiando las reglas de la “mera lógica”, y contra todo pronostico, decenas de miles de personas en el mundo se han unido a nuestro Manifiesto, despertando una corriente de alegria y de entusiasmo inenarrables. ¿Quién lo iba a decir? La mente, siempre fria y analitica, quizás al principio desechara esta idea como algo descabellado. Pero la fuerza de la voluntad, del corazón, lo ha hecho triunfar, al menos en difusión. Porque dentro de nosotros hay algo noble y bello, que nos impulsa a preocuparnos por nuestros semejantes, y a solidarizarnos con los necesitados. Y eso…no es un sueño.
Ya lo dije en mi entrada Reflexiones V, del 13 de Diciembre:
“¡Animo amigos! ¡Arriba los corazones! Tengamos esperanza. No seremos ilusos ni tontos por eso: ¡tenemos derecho a tener esperanza! ¡No dejemos que asesinen nuestras ilusiones!
…
Debemos de recordar el inmenso poder que el pueblo llano tiene. Podemos hacer mucho. ¡Si, se puede! Y ahora no estoy soñando, amigos, estoy plenamente despierto. Y que conste, insisto, que no estoy llamando a ninguna movilización politica, no, nada de eso: sabeis que la politica no me interesa. Pero creo que tenemos el derecho y hasta la obligación de exigirle más a estos politicos que nos gobiernan ahora, y a los que nos gobiernen en lo sucesivo, y ser más vigilantes de su gestión.
Estar más “encima” de ellos, no darles tanta rienda suelta.
También debemos de ser conscientes de que muchos políticos, a los que sin ningún rubor, insisto, califico como “asesinos de ilusiones”, persiguen eso: que vivamos siempre como vivimos ahora, es decir, el adocenamiento del pueblo, que les demos la espalda; que no nos interesemos por su gestión; que pensemos que “todos son iguales”; en definitiva, que “pasemos” de ellos, y que solo tengamos inquietudes politicas un dia cada cuatro años, es decir, el dia de las elecciones.
Reivindico nuestro derecho a ilusionarnos con cambiar el mundo, o al menos a mejorarlo; nuestro derecho a soñar, y a tener el noble y justo anhelo de que nuestros sueños se conviertan en realidad. Que ningún “asesino de ilusiones” mate nuestra ilusión. Es muy humano ilusionarse, ¿o no? Todos, en el fondo de nuestro corazón, disfrutamos con ese bello sueño que os conté ayer; pero también todos lo vemos como irrealizable, renunciando así a nuestra ilusión, a nuestra fe en mejorar las cosas, y a nuestro indiscutible derecho a exigirles a estos políticos un cambio.
¡Soñemos, ilusionémonos! No hace falta perder el sentido de la realidad para ello. Y sobre todo, luchemos por ponerlos en practica. Otros grandes hombres en la historia lo han conseguido, no renunciemos a nuestra posibilidad de hacer algo grande. Un solo hombre soñando no hace nada; pero cientos y miles de hombre soñando, y sobre todo, dispuestos a exigirles a los políticos que esos sueños se conviertan en realidad (y si no todo, en parte) podemos tener mucho peso. Mucho mas del que creemos.
Y asi ha sido. Hoy ese mensaje solidario…recorre el mundo. Y esto no ha hecho más que empezar.
No me canso de decirlo: gracias a todos. Y enhorabuena a todos. Vosotros lo habeis hecho posible.
Saludos.