Basilio le dice a Quiteria que conforme a la
santa ley que profesan, viviendo el, ella no podría tomar esposo. Me pregunto: ¿es que se habían casado antes de modo clandestino? ¿No? Entonces ¿Qué tipo de santa ley impedía que Quiteria ahora tomara nuevo esposo? Porque santa ley es la religiosa, no cabe duda. Además, téngase en cuenta que el suicidio era causa de condenación eterna, y aqui vemos que el suicida, Basilio, piensa antes en el amor de Quiteria que en la salvación de su alma. En mi opinión es extraña, pero que
muy extraña la actitud del cura.
Tras su discurso, Basilio escenifica su triste final, haciéndose el “haraquiri”, ya que se mete un estoque entre pecho y espalda en presencia de todos.
Esto es muy raro, repito. Veamos. Quieren sacarle el estoque del cuerpo, pero el cura los detiene inmediatamente,
por miedo (?) a que muriese en el acto.
Luego Basilio, agonizando, pide la mano de Quiteria a fin de cumplir su deseo de fallecer como su esposo. Ante ello, nuestro D. Quijote, con elegantes razones y como todo un caballero, interviene a favor del moribundo: total, para lo que le queda ya de vida al pobre Basilio, Camacho
quedaría tan honrado recibiendo a Quiteria viuda del valeroso Basilio lo mismo que si la recibiera del lado de su padre.
Inicialmente ella no contesta a la petición del moribundo, haciéndose “la dura”, quizás porque la galería había de quedar segura de que no hay ninguna treta preparada. Pero el cura interviene de nuevo (ay, ese cura…) instándola a que acepte los deseos del herido, con prisas porque se muere, y entonces ella se entrega libre y voluntariamente a él convirtiéndose en su esposa, “
al parecer” triste y pesarosa, Cervantes con la partícula “al parecer” nos da otra pista. ¿Quiteria fingía? Quizás es que tenía que actuar convincentemente ante el auditorio, claro que si. Pero Basilio, para darle pleno valor al consentimiento de Quiteria le insta a que sea sincera (
"que no es razón que en un trance como este me engañes") y ella responde sinceramente: que se entrega a él libremente, por su libre voluntad. El matrimonio ya es un hecho.
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Sancho, que no es tonto, si notó algo: “
para estar herido, mucho habla este mancebo”. Y así fue efectivamente, pues apenas echada la bendición del cura y convertidos Basilio y Quiteria en marido y mujer, Basilio se pone en pie, mostrando al respetable publico su astucia.
Puedo estar equivocado, naturalmente. Pero me apostaría un par de buenas rondas de cervezas fresquitas a que todo estaba preparado, y apuesto también a que lo tenían trazado los dos siendo el cura cómplice de ambos (Basilio y Quiteria) quizas querían evitar una posible bigamia si antes ya había habido algun matrimonio clandestino entre ambos -esto es solo una hipótesis-. Pero fijaros como se opone el cura a que le saquen el estoque al principio, se habría descubierto todo el pastel. Y no me vale la explicación clásica de que en aquel tiempo se creia que por la herida se salia el alma, de modo que no era conveniente sacar el acero del cuerpo. No me entra. Y no soy el único, sino que también los asistentes piensan asi. Vemos que Cervantes dice que “…
antes oyendo decir que aquel casamiento, por haber sido engañoso, no había de ser valedero, dijo que ella le confirmaba de nuevo, de lo cual coligieron todos que de consentimiento y sabiduría de los dos se había trazado aquel caso”.
Los ánimos se caldean entre los partidarios de Basilio y de Camacho; y D. Quijote muestra su valor, prudencia y sagacidad. En el capitulo anterior dije que hablaba como hijo de su época, en alusión a la jurisdicción de los padres de casar a sus hijas al margen del criterio de éstas; pero ahora vemos que defiende al amor, o mas bien, las estratagemas que tienden a conseguir un fin licito, recordemos que nos dice que “
así como en la guerra es cosa lícita y acostumbrada usar de ardides y estratagemas para vencer al enemigo, -lo cual demuestra además que para él todo ha sido una treta-
así en las contiendas y competencias amorosas se tienen por buenos los embustes y marañas que se hacen para conseguir el fin que se desea, como no sean en menoscabo y deshonra de la cosa amada.”
También muestra algo de altruismo, sentimiento y nobles miras, lo cual no hace sino engrandecerlo aún más: ¡D. Quijote tiene corazón…! Pues dice que Basilio no tiene mas que esta oveja (Quiteria), quizás en alusión al episodio biblico del Rey David, y lo defiende. D. Quijote está magistral, defiende al amor y al pobre frente al poderoso. Ejerce de verdadero caballero andante, defensor de menesterosos. Ahora si que eres grande, D. Quijote. Se muestra hasta magnánimo: “
Camacho es rico y podrá comprar su gusto cuando, donde y como quisiere. Basilio no tiene más desta oveja, y no se la ha de quitar alguno, por poderoso que sea, que a los dos que Dios junta no podrá separar el hombre, y el que lo intentare, primero ha de pasar por la punta desta lanza.” D. Quijote evita el enfrentamiento emtre ambos bandos.
¡Olé, olé y olé por D. Quijote...! Pero bueno, ¿no estaba loco? ¡Dioses, que locura...! Y por cierto, mientras tanto Sancho sigue tan poco espiritual como siempre, se acogió a sus tinajas y a su olorosa espuma como si estuviera en suelo “sagrado”, recordemos que a quien estaba en suelo sagrado nadie podia hacerle daño, y para Sancho una buena olla es algo “sagrado”, enésima y maravillosa ironía de Cervantes. O sea, a comer se ha dicho, que no es cuestión de desaprovechar tanto manjar. ¡Que bárbaro…!
Entonces ¿en qué quedamos? ¿Hubo engaño de los novios a todos los asistentes o no? ¿Fue todo una “traza comunicada” entre ellos, es decir, lo tenian preparado de antemano?
¡Sras. y Sres., hagan sus apuestas...!
Saludos.