
Todos los amigos que seguis mi blog y teneis la paciencia de leerme sabréis ya de sobra que Lucio Anneo Séneca es uno de mis autores favoritos. En mi opinión fue el más grande filosofo que Roma ha dado al mundo. Sus obras (los siete libros de la sabiduría, también conocidos como “Tratados Morales”, y también sus “Epistolas a Lucilio”, y otras obras), son únicas e irrepetibles, obras inmortales en las cuales posteriormente se basaron e inspiraron cientos de escritores y de filósofos. Son joyas literarias intemporales, pertenecen al pensamiento humano de todos los tiempos y muchos de sus postulados siguen siendo plenamente aplicables en la actualidad, en mi humilde opinión; nos enseñan muchas cosas, como por ejemplo cómo hacer frente con gallardía y coraje a las dificultades de la vida, y como es bueno tener valores humanos.
.
Seneca fue el instructor, maestro y preceptor del Emperador Nerón. Sobre su muerte, yo siempre habia sabido lo que sabe todo el mundo: que Nerón dio la orden a Seneca para que se suicidara; pero no sabia nada más. Y aunque conozco bien su obra, nunca me habia preocupado por sus ultimos momentos.
.
Y he aquí lo que me ha sucedido: cuando estaba preparando el post de hoy, me encontrado sin querer en Internet con un auténtico diamante: Los últimos momentos de la vida del gran filósofo, relatados nada mas y nada menos que por el historiador romano Cornelivs Tacitvs, conocido como TACITO (falleció alrededor del año 120 d.C, ya en el Siglo II), una fuente sumamente fidedigna y de primerisima calidad. Sinceramente, cuando he descubierto este texto, he experimentado algo asi como una especie de “orgasmo animico”, o un “orgasmo literario”, no se como describirlo; que placer tan inconmensurable. El fragmento en cuestión, de este texto que Tácito escribió hace casi dos mil años, es este, cita literal:
.
<<…Nerón mandó entrar a un centurión para que le notificase a Séneca que debía de morir. Sin dejarse turbar, pide Séneca su testamento y ante la negativa del centurión, se vuelve hacia sus amigos, diciendo que, “puesto que se le prohibía agradecer sus servicios, les deja al menos el único bien que le restaba, pero el más hermoso de todos: la imagen de su vida. Si guardaban su recuerdo hallarían en el renombre de la virtud la recompensa de su constante amistad”. Y como llorasen, Séneca les habló primero con sencillez; después, con tono más severo, les reprendió y aconsejó firmeza. Les preguntaba “qué había sido de sus lecciones de prudencia, dónde estaban los principios que habían meditado durante tantos años contra la fatalidad. Porque, en fin, ¿quién no conocía la crueldad de Nerón? Al martirio de su madre y de su hermano no le restaba más que ordenar también la muerte del hombre que le había educado e instruido”.
.
Después de estas exhortaciones, que parecían dirigirse a todos, instintivamente estrechó a su mujer en sus brazos, un poco enternecido, a pesar de la fortaleza de su espíritu, le rogó y suplicó que moderase su dolor y no lo hiciere perpetuo, sino que, en la contemplación de una vida consagrada a la virtud, encontrase el consuelo de la pérdida de su esposo. Pero Paulina aseguró que también ella estaba decidida a morir y reclamó el brazo del verdugo. Entonces Séneca no se opuso a su gloria; además temía que su mujer quedase expuesta al oprobio, una mujer por quien sentía un sin igual afecto: “Yo te he mostrado, dijo, los encantos de la vida; tú prefieres el honor de morir; no me opondré a tal ejemplo; sea igual entre nosotros la constancia de un fin tan generoso, pero en él tú consigues la mayor gloria.”
.
Después de estas palabras se cortaron, a un tiempo, las venas de los brazos. Séneca, cuyo cuerpo débil por su ancianidad y delgado por la abstinencia dejaba muy lentamente escapar la sangre, se abrió también las venas de las piernas y rodillas. Fatigado por el dolor, temiendo que su sufrimiento abatiese el valor de su esposa y también por no alterarse al presenciar los tormentos de ella, la persuadió a retirarse a otro aposento. Entonces, echando mano de su elocuencia aún en sus últimos momentos, llamó a sus secretarios y les dictó varias cosas.
.
Pero Nerón no tenía resentimiento alguno contra Paulina y, temiendo hacer más odiosa su crueldad, ordenó que se impidiese la muerte de la esposa de Séneca. Por orden de los soldados, sus libertos y esclavos le vendaron las heridas y detuvieron la sangre. No se sabe si ella se dio cuenta de esto; pues como el vulgo se inclina siempre a pensar lo peor, no faltó quienes creyeron que mientras temió la ira de Nerón, deseó la gloría de acompañar a su marido, pero que después, con mejores esperanzas, se dejó vencer por la dulzura de la vida. Solamente vivió algunos años guardando el recuerdo de su marido y mostrando en su rostro y en sus descoloridos miembros que la vida languidecía en ella.
.
Viendo Séneca que se prolongaba el dolor de la agonía rogó a Eustacio Anneo, en quien veía un amigo fiel y un hábil médico, que le sacase el veneno que ya tenía preparado (era el que daban los atenienses a los condenados a muerte), y cuando se lo trajeron lo tomó sin que le produjera efecto, pues sus miembros estaban fríos y en su cuerpo no obraba el veneno. Ordenó, a continuación, que le introdujesen en la sala de baños calientes y, rociando con el agua a los presentes, dijo que ofrecía aquella libación a Júpiter libertador. Por fin, entrando en el baño, lo sofocó el vapor. Su cuerpo fue incinerado sin ceremonia alguna. Así lo había prescrito en su testamento cuando, siendo rico y poderoso, pensaba en sus últimos momentos.>>
.
Saludos.
P.D. Alas de mi libertad me otorga el premio brillante weblog, cuya foto veis a la izquierda. No sé que decir, perdonareis que sea pesado, pero esto es solo un diario personal, un modo de desahogo al escribir, narrando emociones, vivencias y sentimientos que normalmente en mi trabajo no puedo exteriorizar.
Sé perfectamente que la unica causa de este premio estriba en el buen corazón y la benevolencia que conmigo tiene nuestra querida amiga Alas de mi libertad. Ella me lo ofrece con todo el cariño, y asi lo recojo yo tambien, con todo mi cariño.
.
Ahora parece ser que soy yo el que tiene que dar una lista de nominados, o premiados, un minimo de 7. Podeis comprobar que en mi blog, en la izquierda, aparece la lista de "Diarios Amigos", ahí estais todos vosotros, todos.
.
Bien, pues atención, redoble de tambor... chan ta ta chan.....
.
MIS NOMINADOS PARA ESTE PREMIO SON: (MEJOR, "SOIS").
TODOS VOSOTROS, LA LISTA ENTERA. Vosotros sí que os los merecéis.
UN ABRAZO.