15/05/2010
14/05/2010
Noche de ronda
En este capitulo 49 Prosiguen las burlas a Sancho en la insula Barataria. El mayordomo del duque, aleccionado por éste, no cesa de preparar ocasiones en las que divertirse de Sancho. Pero Sancho no es D. Quijote, y “se las tenia tiesas a todos”, parece que quiere decir que hacia frente a todas las dificultades, o al menos lo intentaba. Se defendia “como gato panzarriba”, como suele decirse.
Recordemos que ya D. Quijote dijo de él: “Buen talento natural tienes”. Y lo demuestra Sancho, que poco a poco va comprendiendo la dureza del oficio del gobernar, asi como de las ingratitudes e impertinencias que han de soportar los gobernantes. Se sobrepone como puede al hambre que le está haciendo pasar el Dr. Pedro Recio:
“Negociante necio, negociante mentecato, no te apresures: espera sazón y coyuntura para negociar; no vengas a la hora del comer ni a la del dormir, que los jueces son de carne y de hueso y han de dar a la naturaleza lo que naturalmente les pide…”
Intenta mantener la compostura, y el Dr. Pedro Recio le promete dejarle cenar a su gusto, me lo imagino desesperado porque llegase la hora de la cena, y cuando esta llegó se abalanza sobre esas “manos cocidas de ternera algo entrada en días”, que me demuestra que la panda de desalmados que se burlan de él le dieron de comer lo peor que pudieron encontrar. Pobre Sancho.
A Sancho, que en mi opinión se da perfecta cuenta de todo pero calla por prudencia, no le gusta la broma, pero como tiene hambre come lo que le ponen; aunque advirtiendo a sus servidores que la próxima vez no le traigan baratijas, como las que acababa de comer, sino una buena “olla podrida”, o “poderida”, o sea, olla que comían los poderosos, la antepasada de nuestro cocido y de nuestro potaje; comida recia, sustanciosa, y de gente bien, lanzando un aviso a navegantes:
“…que yo se lo agradeceré y se lo pagaré algún día; y no se burle nadie conmigo, porque o somos o no somos: vivamos todos y comamos en buena paz compaña…”

Y viene la ronda nocturna. Ponen a Sancho a prueba con la escena del jugador fullero y tramposo que gana los 1000 reales y es perseguido por el mirón que le pide su propina y que se enfada porque en vez de 8 reales solo le da 4. La sensata contestación que da Sancho me hace aplaudir al noble gobernador: el jugador es un fullero y tramposo, con lo cual lo condena a que le de 100 reales al mirón que pedía su propina, y otros 30 a los pobres de la cárcel; y ese mirón (que no tiene oficio ni beneficio), lo destierra de la ínsula por holgazán. Condena al ganador fullero, por avaricioso, y al holgazán por holgazán. Ambos tienen su merecido. De paso, Cervantes se nos muestra no muy amigo del juego.
Aparece luego el muchacho tejedor de lanzas, que le sale “gracioso” al gobernador, el cual inicialmente se enoja con el, aunque luego le hace partir, advirtiéndole que no se burle de la justicia, porque encontrara quizás alguna que le de con la burla en los cascos, lo cual demuestra que Sancho sabe contener su ira y no caer en las tonterías que le proponen sus desalmados acompañantes.
Luego se encuentran con la bella moza, que sorprende hasta a los bellacos burladores: “… los consabidores de las burlas que se habían de hacer a Sancho fueron los que más se admiraron, porque aquel suceso y hallazgo no venía ordenado por ellos, y, así, estaban dudosos, esperando en qué pararía el caso”. Aquello no habia sido orquestado por los burladores, y cuenta Cervantes que solo eran dos hermanos (chico y chica) que deciden salir a dar una vuelta, dado que la chica no salía nunca a la calle, recluida en casa por su padre viudo. No pasa nada, ni nadie sufrió ningún desmán, con lo cual el propio gobernador los devuelve a su casa sin más.
El maestresala se enamora de la chica. Y Sancho piensa en el chico como futuro marido de su hija Sanchica. Pero no podrá ser. Cervantes no nos deja imaginarnos nada: “Con esto se acabó la ronda de aquella noche, y de allí a dos días el gobierno, con que se destroncaron y borraron todos sus designios, como se verá adelante.” Lo veremos.
Saludos.

13/05/2010
Aprendiendo a vivir

No es lo mismo saber que experimentar por ti mismo. ¿Verdad? ¡Qué ingenuo eras de joven! Eras muy temperamental y pensabas que todo estaba en los libros. Con el tiempo, solo con el tiempo, te diste cuenta de que no. Siempre preocupado por el futuro, atenazado por el pasado, y sin vivir plenamente el presente. ¡Craso error!
Por eso, dale las gracias a los dioses y a la madurez que asoma a tus puertas. Si, lo bueno que tiene cumplir años es que, poco a poco, con los años viene la sabiduría de la experiencia, y eso es algo que sabemos todos. Pero también los años te traen otra agradable sorpresa: aprendes a relajarte.
Si; aprendes a relajarte, y tambien a relativizar las cosas. Y eso para ti, Cornelivs, ha sido otro descubrimiento. Ese bástele a cada dia su afán, que tanto te enojaba de joven, ahora te sienta de maravilla; el saber apreciar el presente, ese instante mágico que se te escapa entre los dedos, cerrando el libro del pasado y despreocupándote de esa perniciosa ansiedad que el futuro te producía.
Si, aprendes a relajarte. Como los hombres de tu casa, los que ya se fueron, padre y abuelo. Sabían calmarse, tu te desesperabas pero su sosiego y saber estar te daba paz. Tu padre te decía: "el tiempo será tu mejor maestro". Llevaba razón.
Y es que…hace falta toda una vida para aprender a vivir (Seneca). La madurez trae sorpresas muy agradables. Sonrie y ten el ánimo dispuesto. Veras grandes cosas.
Saludos.
12/05/2010
Tiempos de crisis

¿Sabremos salir nosotros de la crisis que nos atenaza?
"El presupuesto debe equilibrarse, el Tesoro debe ser reaprovisionado, la deuda pública debe ser disminuida, la arrogancia de los funcionarios públicos debe ser moderada y controlada, y la ayuda a otros países debe eliminarse para que Roma no vaya a la bancarrota. La gente debe aprender nuevamente a trabajar, en lugar de vivir a costa del Estado."
Estas palabras fueron pronunciadas por Marco Tulio Cicerón, en Roma, concretamente en el año 55 a. C.
Saludos.

11/05/2010
Un comentario

"Palabras al viento.... ¿Hace cuantos siglos que el hombre camina por la tierra? Si en esas épocas antiguas donde las necesidades eran mínimas no se ha hecho nada de lo que usted pregona, ¿como espera que ahora donde el mundo materialista nos impone el modus operandi hagamos lo que Ud propone? El hombre es enemigo del hombre y quiere estar encima de los hombres y eso solo lo consigue con dinero y poder. Y todos los hombres a excepción de Ud lo quieren. Miremos la pobreza, bandera de lucha de los izquierdistas, lula, chavez, correa, morales, etc ¿que estan haciendo para combatirla? NADA y sabe por qué no hacen nada, porque los pobres es el sosten de su poder. Si se acaban los pobres, ellos pierden poder. Y esos pobres ayer, hoy querran ser millonarios y no dudaran un segundo en atropellar a los menos afortunados. Este mundo no cambiara nunca, por mas folletos que escriban personas ciegas y sordos que no conocen el mundo en el que viven. Esa es mi palabra. un abrazo.
El comentario de tauromaquico -a quien envio desde aquí un saludo- , educado y respetuoso, es un autentico aldabonazo a la puerta de la realidad: eltauromaquico lleva mucha razón. De vez en cuando, un despertar a la realidad no viene mal, todo lo contrario: conoce uno mejor el sitio en el que está.
Pero discrepo de tauromaquico en varias cosas: el Manifiesto, el articulo de Myr y los escritos de tantas y tantas perosnas no son folletos escritos por personas ciegas y sordas que no conocen el mundo en el que viven. No. Constituyen escritos que contienen una declaración de principios ética, desde un llamamiento al cambio de este estado de cosas tan injusto que parte del conocimiento de este injusto -reitero- estado de cosas: tenemos los ojos y los oidos abiertos, y vemos lo que vemos, pero no nos gusta lo que vemos porque es es una desigualdad injusta e intrinsecamente perversa.
Es muy difícil que cambie esto, y ahí tauromaquico lleva razón. Cunde el desencanto y la desesperanza: siente uno que fallan las fuerzas.
Pero esa es la principal arma de los poderosos: el desencanto.
No se si cambiaremos el mundo; pero coño, ¡merece la pena morir intentandolo, bastante pesimismo apático hay ya repartido por ahí...! Nuestra apatia hará mas fuerte esa injusticia, si no es que nos convierte en complices de ella...
¿O no?
Saludos.

Suscribirse a:
Entradas (Atom)