
Pues nada, chico, a descansar y a incorporarse paulatinamente a tu hobby que
es el running. Pero soy hombre de acción, y no me gusta pensarme mucho las
cosas, de modo que cuando tomo una decisión procuro ejecutarla rápidamente. El
viernes por la tarde hizo una tarde esplendida, parecía que el campo te
invitaba a darte un paseo; y recordé que en algún lugar guardaba mi bicicleta
de montaña. Ademas también recordé que el ciclismo esta muy recomendado para el
maratoniano que descansa, debido a que
el impacto de la musculatura contra el suelo, propio del running, en el
ciclismo no existe, y es una manera alternativa de que descanse el cuerpo sin
perder la forma. ¿Ah, si? Pues nada, dicho
y hecho: voy al trastero, cojo la bicicleta, la pongo a punto, y se me ocurre
una idea: ¿y si este domingo hago una ruta en bici? Definitivamente, sí.

Amanece hoy un poquito fresco, y me voy para
su casa. No llevo en la puerta ni dos minutos, cuando, puntual, asoma Juanjo,
sonriente. Alegres, salimos de Jódar y nos dirigimos por la carretera de Granada
hacia lo que en el Siglo XV fue frontera con el reino nazarí de Granada,
adentrándonos en tierra de moros hacia Belmez de la Moraleda, que es nuestro
destino, un pueblo ubicado a 20 Km de Jódar. Hoy toca una ruta cortita. Vamos tranquilos, conversando
animadamente, cuando viene un coche nos metemos en el arcen, y cuando se va
volvemos a rodar en paralelo. Y a mí me
invade una sensación de paz, de tranquilidad, de alegría. El campo está,
sencillamente precioso, un autentico
“collage” de belleza, una sinfonía de colores y de olores agradables e
inenarrables que te acaricia dulcemente el corazón. Que gusto, que alegría, que
dicha la de poder hacer unos cuantos kilómetros gozando de todo el paisaje, y
lo que es más importante, en compañía de un buen amigo. De modo que repecho a repecho, y bajada a
bajada, nos vamos acercando hasta el cruce, esta a tres kilómetros de la
población, y giramos hacia la derecha, buscando nuestro destino. Me avisa
Juanjo de que esos son los repechos mas complicados, y asi es, pero no pasa nada, cambiamos atrás a piñon
grande y poquito a poco llegamos al pueblo, donde una mujer muy amable, con mi
móvil, nos hace la primera foto que podéis
apreciar, y en la que veis a Juanjo con su maillot amarillo y casco blanco, y a
este humide blogger que os escribe a su lado.
Luego nos dirigimos al centro del pueblo,
donde en la plaza de la fuente donde nos hacemos las otras dos fotos que podéis
apreciar también, veis a Juanjo, y en la foto de abajo, quien suscribe.

Llegando a la partición, me noto alegre,
optimista, nada como salir al campo un domingo por la mañana, es algo que
aconsejo a todo el mundo. Es una vivencia acariciadora y benévola para el espíritu. Paz, alegría, luz, color, primavera…vida.
Gracias a los dioses que nos han permitido gozar de esta mañana.
Contabilizo: un total de 42 Km. Ha sido un
placer tu grata compañía, amigo Juanjo. Y ya sabes: espero que no sea la ultima
ruta ciclista que hagamos juntos.
Por cierto, quien me iba a decir a mi que,
cuatro tras publicar en este blog mio mis crónicas sobre ”Rutas Moteras” (ahí
podéis verme como era yo físicamente antes , cuando no hacia deporte y tenia
moto), cuatro años después iba a publicar otra crónica sobre “Rutas Ciclistas”.
Y no será la ultima, si los dioses quieren, y si tiempo no lo impide.
Saludos.