Esa es una pregunta muy difícil de responder. Aqui os expondré mi punto de vista personal, y os contaré mi experiencia personal en el
running, al cual tantos ratos de
felicidad le debo, y ojala siga asi muchos años; y es que mientras mas corro y
más conozco esto, más respeto le tengo a este bendito
deporte. En Madrid, dentro de dos meses,
correré mi décima maratón, y poco a poco, voy comprendiendo lo que es ser maratoniano.
Aspiro, un buen dia, a merecer ese
nombre, porque para mi ser maratoniano no solo consiste simplemente en correr 42 kilómetros, sino que es mucho más...
De modo que sientate, amigo/a mio/a, y tomate tu tiempo, que
esto nos va a dar para un rato.
Muy brevemente te cuento mis antecedentes, lo cual será
rápido, no te voy a cansar mucho, y pronto
entraremos en materia. Tengo 52 años. Mido 1,83. Con 44 años, pesaba 114 Kg,
fumaba tres cajetillas de tabaco rubio al dia, y no tenia ningún tipo de
control sobre comidas y bebidas. Talla
de pantalón: era la 56, lo recuerdo perfectamente. Jamas había hecho deporte,
repito en mayúsculas, JAMAS HABIA HECHO DEPORTE, hasta me suspendieron la
gimnasia en el Colegio cuando tenia 17 años, de lo perezoso que era. Asi iba mi vida hasta que llegó el dia D: 14 de Mayo de 2009, el medico me dio un susto
enorme (merced a mis ulceras de estomago, colesterol, problemas con la
diabetes, tensión por las nubes, piedras en la vesicula, etc.. me asfixiaba andando), me dijo que me iba a
morir, y ese miedo fue el punto de inflexión.Dejé el tabaco y las malas costumbres, y ya con 44 años empecé a andar todos los días, primero 30
minutos, y asi poco a poco hasta llegar a una hora. Ya había adelgazado
bastante, y recuperado fuelle pulmonar, cuando una mañana, sin darme cuenta, me
di cuenta de que llevaba casi dos kilómetros trotando y que no me cansaba: aquello
me gustó. Ahí cambió todo. A la semana siguiente probé con 3 Km, a la siguiente
con 4, y asi sucesivamente… Mi primera carrera fue la San Anton, de Jaén, una
10 km, en Enero de 2011, ya con 46 años.
Fin de la introducción.
Y por cierto, esto que escribo va dirigido a
corredores y a no corredores, a todo el mundo, asi que todos son bienvenidos; aunque obviamente, mis
compañeros de fatiga, los que corren como yo, me comprenderan mucho mejor.
¿Qué es ser maratoniano? Intentaré plasmar mi punto de vista personal. Lo primero es que ser
maratoniano, para mi, es una bendición y una alegria, darle
gracias a Dios todos los días porque, en vez de ser la persona enferma y
semi-invalida que era yo, ahora soy una persona sana.
Luego, es un orgullo, una alegria permanente, es emocionarte cada vez que entras en meta, si, pero tambien mucho más... es un estilo de vida, que va mas alla del simple
deporte. Es una filosofía, es un desafio, una bendita locura , es una expiación: es ser fuerte de carácter,
es desafiar a los elementos; es
rehacerte cuando estás cansado y no puedes mas; es decirte una y mil veces que “no hay dolor”. Tambien es saber parar cuando algo te duele,
y escuchar a tu cuerpo, pero eso se va aprendiendo con el tiempo.
Ser maratoniano es tener una
voluntad de hierro, y ser deportista,
pero no masoquista: beber cerveza y vino con moderación, que la moderación es
la madre de la sabiduría.
Es levantarte un domingo a las 9 de la mañana
y gozar haciéndote 2 horas, primero suave, y terminar los últimos 4 o 5 km, a
ritmo mas vivo, primero con pulsometro, y luego, cuando vas aprendiendo, libre,
como un pájaro, sin reloj, dejándote llevar por tus sensaciones, gozando en medio de la naturaleza, y sintiendote uno con tu entorno.
Ser maratoniano es correr por el
simple placer de correr, no buscar nada, no perseguir nada, solo te gusta
correr y disfrutas haciéndolo, lo siento, no tengo palabras.
Ser maratoniano no es buscar pódiums
ni medallas ni premios, y felicito de todo corazón a quien lo consigue. No, para
mi, ser maratoniano es ser uno mas entre un millón, de los trece mil y pico que
salimos en Madrid, llegar en el puesto seis mil o siete mil, pero orgulloso,
radiante, feliz, con agua en los ojos, con una sensación de felicidad completa:
has ganado, porque has corrido tu solo contra tu objetivo, y ese objetivo lo has conseguido. Ser
maratoniano es llegar a meta, después de correr 42.195 metros, dando saltitos
de alegría (saltos no puedes, jejej), y decir: ¡No será la ultima…!
Porque ser maratoniano no solo es valorar al compañero que vuela, sino tambien respetar y apreciar al compañero/a que se pone un dorsal no para buscar marca, sino con la ilusion de poder terminar.
Ser maratoniano es emocionarse cuando te rebasa un viejecete, con
muchos mas años que yo, y que corre también mas que yo, y decirle: ole los tios
valientes, y alegrarme sinceramente, se me cae la baba cuando los veo.
Ser maratoniano es no tener miedo al sufrimiento inevitable que llega cuando se aproxima el kilometro 30...
Ser maratoniano, también es un
poco de estrategia y tener ganas de estar sano y tener una vida activa, corres dos
tres maratones al año, pero la maratón en si es el premio final, la
guinda del pastel; lo importante es que cada maratón te obliga a entrenar mínimo
de tres meses, y así te “obligas” tu a ti mismo a correr, y me explico: en mi
caso particular, ser maratoniano es tener
a raya a ese individuo perezoso que vive dentro de mi, y que suspendió la
gimnasia con 17 años, y tenerlo firme y hacerlo sudar. Por eso, en mi caso,
ser maratoniano es levantarse un dia que
esta lloviendo, o tienes otras inclemencias meteorológicas, cuando menos te
apetece correr, y si te tocaba hacer 10 kilometros, obligarte a ti mismo a
hacer 11 o 12, desafiando a los elementos a todos: agua, frio, calor, etc… con
excepción del viento, que te frena, y cuando terminas darte una ducha, tomarte
un cervezón frio, y estas satisfecho, otra batalla más. Cada dia es una batalla.
Ser maratoniano no es dejarte
llevar exclusivamente por el deporte, no, que en la vida hay muchas mas cosas que correr; es darle a cada cosa lo suyo, y ser
prudente, que el dia tiene 24 horas y hay tiempo para todo, si te organizas bien. Ser maratoniano es sacar tiempo de donde no
lo tienes, es saberse organizar: es compatibilizar tu vida laboral con tu
afición de correr. Es levantarte a las 7 de la mañana, irte al Bufete, sacar
adelante tu trabajo, hacer tu juicio, o el trabajo que sea, y cuando son (en mi caso) las 14,00 horas, o la hora que puedas, y tienes la
cabeza como un auténtico bombo, quitarte la corbata, ponerte los cortos, e irte
a correr: es una liberación, un placer, un relax: no piensas en nada, solo en
correr…como decía Pietro Mennea: no pienses, corre…
Ser maratoniano es tener paciencia con el soberano enfado de tu
mujer, cuando le dices que, después de correr Sevilla, el 19 de Febrero pasado,
te has apuntado a Madrid, el próximo 23 de Abril, dos maratones en dos meses…
Ser maratoniano exige tener mas
cabeza de lo que parece: es tener a raya los pensamientos negativos, es tener
miedo a los 42 km y saber sobreponerse: es ser valientes, es tener fuerza de
voluntad. Es tener muy claro esta verdad: solo el que tiene miedo es valiente,
sin miedo no hay valentía.
Ser maratoniano es ser amigo y
compañero: fue frenar en seco en Sevilla
y volverte a por mi compañero que se quedaba atrás, acompañarlo, y entrar en
meta juntos.
En Madrid fue llegar
a meta alegre y feliz, y cuando me entero de que mi compañero y amigo, en su
primer maratón, (y que llegó una hora antes que yo) ha conseguido su objetivo
de 2,56, ponerme llorar de emoción,
abrazarlo, y besarlo, olé los tios valientes, os juro que me alegre por él mas
que por mi.
Es emocionarte cuando veo a mi
hijo de 11 años, en Valencia, en el
kilometro 30, esperándome con una pancarta “animo papi”, y un platano en la
mano, y darle siete besos.
Es tener una voluntad de hierro
cuando las cosas se ponen feas. Y por cierto, ser maratoniano me ha ayudado tambien a tener caracter y fuerza de voluntad para afrontar las dificultades que tiene esa maratón de maratones, que es la vida.
Ser maratoniano es un modo de
hacer amigos: un bendito habito que te mantiene en forma, y que te hace valorar
muchas cosas.
Ser maratoniano es, también, ser una persona
normal, que tiene los problemas que cualquier persona normal puede tener, y que
a veces, y por eso, corriendo, llora cuando nadie lo ve.
Ser maratoniano es llevar 10
maratones y tener cada vez más respeto a este bendito deporte, no me cansare de
decirlo. Es saber perder, sin darle demasiadas vueltas a la cabeza; es estudiar
en que ha consistido el fallo de tal o cual maratón, aprender de ese fallo, y
tener la lección aprendida para la siguiente.
Ser maratoniano es tantas cosas…que
resumiría en una: ser maratoniano es ser feliz con una aficcion sana, como es
el running, con la cual no le hacemos daño a nadie, que no te da de comer, y
que encima te cuesta dinero en pulsometros, zapatillas y camisetas, pero que nos da algo que no tiene precio: juventud,
vitalidad, salud y alegria.
Es ser feliz con la moderación
que te va dando la experiencia, maratón a maratón vas aprendiendo, ya lo creo
que si, pasas de la euforia inicial, a la sabiduría que te va dando la
experiencia, pero gozas igual.
Y por último y termino, y
perdonadme por lo pesado del articulo, es rogarle a Dios todos los días que no
te mande ninguna lesión, y que te permita disfrutar de esta afición el máximo
tiempo posible.
Finalizo con palabras de Jose A. Alvarez Flores, con el cual coincido, que dice que no es lo mismo ser maratoniano que corredor de maratones: "Ser maratoniano implica unos valores, la fuerza de voluntad, el
sacrificio, el afán de superación, la lucha y superación de las
adversidades, el compañerismo, el respeto y admiración hacia el resto de
los corredores, que trascienden lo meramente deportivo y se extrapolan
al mundo laboral, social y familiar."
Todo esto, y mucho mas, es para mi ser maratoniano.
Un abrazo para todos.
Pablo Jesus Gamez.