Que si, que no estamos ciegos. Que todos sabemos como esta el mundo, este miserable e hipocrita mundo, tan injusto y tan desigual en el que vivimos, en el cual los ricachones se hartan mientras al lado existe gente comiendo de lo que pueden rescatar de los contenedores de basura; donde los Ayuntamientos, como decia ayer en mi post, se gastan millones en lucecitas navideñas mientras hay problemas más perentorios que resolver; donde se ataca a la virtud y se premia a la estulticia del tener y no del ser; donde... en fin, no quiero amargar a nadie, y menos en Navidad; epoca ésta en la que, desde siempre, me ha invadido una profundisíma sensación de tristeza, de nostalgia y de melancolía.
En mi mente existe un axioma que no se me borrará nunca, y que para mí es como si fuera ley de la fisica: "Es completamente injusto, inmoral y cuasi-criminal que en pleno Siglo XXI exista gente que pasa hambre en el mundo, y que muere por ello, y mas injusto y criminal aún resulta que los dueños del poder del mundo vivan tan tranquilos sin inmutarse por esta desgracia mundial, consintiendo diariamente este lento y silencioso genocidio mundial".
En las Navidades todo el mundo predica amor, generosidad, entrañables sentimientos; que si, que todo es muy bonito, la calle con las lucecitas de colores, altavoces con villancicos y demás parafernalia; pero al cruzar la esquina siempre nos encontramos con esos pobres desheredados que nada tienen, y muchos ni los miran, quizás para no sentirse mal.
¿Que te pasa Cornelivs? Tu, que pareces un luchador incansable, que siempres te sobrepones de tus flaquezas y de tus momentos tristes, que te sucede? Pues que la Navidad me recuerda la tragedia de la hambruna en el mundo. En realidad siempre lo tengo presente; pero en Navidades, la comprensión del problema me hace daño de un modo muy especial; porque todo el mundo predica en esta epoca unas virtudes que deberiamos de usar mas que nunca con los que nada tienen. Nosotros nos ajustaremos los cinturones como sea, unos mas y otros menos, pero hay por ahi mucha gente que no tiene cinturon alguno que ajustarse, porque esta completamente desnuda. Y si; veo la realidad, sé que es muy dificil (por no usar otro término) cambiar "esto".
.
¿Recordais la frase de Gramsci, que la semana pasada os dije, que es esta: "contra el pesimismo de la inteligencia, el optimismo de la voluntad"? ¿No será, Cornelivs, que la leiste al revés, como si dijeramos asi: "contra el optimismo de la voluntad, el pesimismo de la inteligencia"?
Y tambien a veces pienso que, en el fondo, una de dos: o no he asumido aún la triste realidad de este mundo, o es que me niego a asumirla y por ello no me quiero enterar de las cosas. Claro que tambien puede ser que me niegue a desprenderme de mi ilusión por creer que un mundo mejor es posible. (Por cierto, utilizo el verbo asumir como sinonimo de aceptar). Porque, si me entero demasiado de la dura realidad, quizás pueda acabar muerto de pena, como D. Quijote, cuando la realidad lo venció. No me entero...¿o es que no me quiero enterar porque creo, o me empeño en creer, porque necesito creerlo asi, que todo esto puede tener arreglo?
Si, mi mente es lógica. Lo que sucede es que a mi corazón le cuesta tanto, tantisimo, tanto trabajo aceptar esa lógica de lo inevitable...!
Y no solo que me cuesta mucho trabajo, sino que además me produce pánico, porque si pensamos que "esto", (es decir, este estado de cosas) es inevitable, puede que perdamos un poco nuestro sentido del compromiso para con los demas, puede que olvidemos nuestras obligaciones para con los mas necesitados, y que inevitablemente nos hagamos esta acomodaticia pregunta: "¿Para que me voy a calentar la cabeza si esto va a ser siempre igual?".
¡Oh, Dioses! ¿Donde estais?
Saludos
.