Estaba buscando material para mi próxima entrada y me encontrado con esta foto. Mi corazón me ha dado un vuelco.
-¡Papá…! ¡Papá…!
¡Por un momento he pensado que era él...! ¿Cuándo se ha hecho esta foto? Espera…no, no es el. Solo es una fotografía, pero…esa silueta...¡se le parece tanto…!
Ya hace dos años y cuatro meses que se me fue, y el tiempo va poniendo las cosas en su sitio; el dolor incontenible del principio va dando lugar al recuerdo cariñoso, a la aceptación serena y tranquila de lo que, en el fondo, es la vida: un viaje hacia quien sabe donde.
Lo que no ha cambiado es lo muchísimo que lo echo de menos. ¡Dioses, cuanto le podría contar...! Ya tengo tres años más de los que él tenia cuando yo nací, y comprendo muchas cosas.
Sigo siendo su hijo, lo añoro, lo extraño terriblemente y lo echo muchísimo de menos. Y no lo idealizo, no; tenia sus cosas como todo el mundo, pero, joder, es que era muy buena persona conmigo.
¡Como me gustaría darle un beso y abrazarle fuerte…! Era mi padre.
Por eso, cuando he visto la foto me ha dado ese vuelco el corazón. Creía que era el… Y no he podido evitar que un par de lágrimas resbalen por mis ojos; es como si un rayo de luz se encendiera de pronto, iluminando la escena, pero luego se apaga de nuevo, sumergiéndote en la triste y anodina oscuridad.
Pero ahora algo ha cambiado: ya no me podrán quitar su recuerdo…lo llevaré siempre en mi corazón.
Saludos.
-¡Papá…! ¡Papá…!
¡Por un momento he pensado que era él...! ¿Cuándo se ha hecho esta foto? Espera…no, no es el. Solo es una fotografía, pero…esa silueta...¡se le parece tanto…!
Ya hace dos años y cuatro meses que se me fue, y el tiempo va poniendo las cosas en su sitio; el dolor incontenible del principio va dando lugar al recuerdo cariñoso, a la aceptación serena y tranquila de lo que, en el fondo, es la vida: un viaje hacia quien sabe donde.
Lo que no ha cambiado es lo muchísimo que lo echo de menos. ¡Dioses, cuanto le podría contar...! Ya tengo tres años más de los que él tenia cuando yo nací, y comprendo muchas cosas.
Sigo siendo su hijo, lo añoro, lo extraño terriblemente y lo echo muchísimo de menos. Y no lo idealizo, no; tenia sus cosas como todo el mundo, pero, joder, es que era muy buena persona conmigo.
¡Como me gustaría darle un beso y abrazarle fuerte…! Era mi padre.
Por eso, cuando he visto la foto me ha dado ese vuelco el corazón. Creía que era el… Y no he podido evitar que un par de lágrimas resbalen por mis ojos; es como si un rayo de luz se encendiera de pronto, iluminando la escena, pero luego se apaga de nuevo, sumergiéndote en la triste y anodina oscuridad.
Pero ahora algo ha cambiado: ya no me podrán quitar su recuerdo…lo llevaré siempre en mi corazón.
Saludos.