"Cree a aquellos que buscan la verdad, duda de los que la han encontrado" (André Gide)
"No estoy de acuerdo con lo que dices, pero defendería con mi vida tu derecho a expresarlo" (Voltaire)

"La religión es algo verdadero para los pobres, falso para los sabios y útil para los dirigentes" (Lucio Anneo Séneca)
"Cualquier hombre puede caer en un error, pero solo los necios perseveran en él" (Marco Tulio Cicerón)
"Quien no haya sufrido como yo, que no me de consejos" (Sófocles)
"No juzguéis y no sereis juzgados" (Jesús de Nazaret)
. . .

10/09/2010

Hombre afortunado.

He cometido un error muy común…he sido víctima de un deseo nada original.

Como tantos y tantos otros, muchas veces he soñado con tener mucho dinero, muchas posesiones, muchos bienes. En definitiva: con ser muy rico.

¡Ciego de mí! No me daba cuenta de que ya era rico. Y mucho. Inmensamente rico. Tu eres mi riqueza, amor mío. Eres lo mejor que me ha pasado en mi vida.

Teniendote a ti, y a tu infinita paciencia para conmigo, nada me falta.

Saludos.

El regreso a casa

Los jueves, Quijote.

Para el grupo de lectura del Quijote en LA ACEQUIA.

-"
¡Aquí fue Troya! ¡Aquí mi desdicha, y no mi cobardía, se llevó mis alcanzadas glorias, aquí usó la fortuna conmigo de sus vueltas y revueltas, aquí se escurecieron mis hazañas, aquí finalmente cayó mi ventura para jamás levantarse!"

Y así será. D. Quijote jamás volverá a ejercer el noble oficio de las armas. La lectura de estas palabras me sigue conmoviendo hoy dia casi tanto como la primera vez que leí la novela, si bien ahora creo entender a D. Quijote mejor que antes, porque me voy acercando a su edad (“frisaba la edad de nuestro hidalgo con los cincuenta años”), y ya tiene uno algo de experiencia de la vida como para entender más de una cosa. Me gusta meterme en el pellejo de los personajes de la novela, en el mundo de sus sentimientos y de sus motivaciones personales, que me ha fascinado siempre y en el cual me desenvuelvo muy agusto; me gusta narrar mis impresiones personales, muchas de ellas seguramente no las compartiréis, otras quizás si; pero es lo que a mí me dice el corazón, mi opinión personal, desde la perspectiva de mi tiempo: la actualidad. Otra cosa es la crítica literaria en si, la profesional: esta la dejo a los entendidos.

Cuando yo era joven los ultimos capitulos del Quijote perdieron para mi su sabor: todo se terminaba y D. Quijote vencido ya no era el mismo. Terminé mi trabajo casi maquinalmente, sin ilusión, ya lo dije la entrada anterior. Pero en esta lectura colectiva que estamos haciendo con Pedro Ojeda, le estoy sacando un sabor muy especial a estos últimos capítulos de la obra, capítulos que, en honor a la verdad, jamás me llamaron demasiado la atención, con excepción del último capitulo, el maravilloso y grandioso acto final de la obra.

Indudablemente, D. Quijote está moralmente hundido, no está “ni para dar migas a un gato”. Cuando se le expone el problema del gordo y del flaco, responde dejando la cuestión a Sancho. Y es obvio el sentido común del ex gobernador baratario: que el gordo se “...monde, entresaque, pula y atilde, y saque seis arrobas de sus carnes”. (A este gordo me lo traía yo a correr conmigo mis 10 km. diarios y en dos meses se lo devolvía a Sancho preparado para la carrera).

Sancho es ahora, que curioso, el paño de lágrimas de D. Quijote. Calma e intenta animar a su amo, mostrando una sagacidad impropia del escudero (“no se quien te lo enseña”, dice D. Quijote). Se me ocurre pensar que como el Sancho de Avellaneda era borracho, glotón y no tenia gracia alguna, quizás Cervantes para marcar diferencias con el otro Sancho adorna al nuestro de estas virtudes; puede ser; aunque no lo se. Todo esto me sabe como a guiso recalentado: no olvidemos que la primera parte Cervantes dijo de Sancho que tenia “muy poca sal en la mollera”. ¿Entonces?

Con la anécdota de las armas, el socarrón de Sancho vuelve a meterse con Rocinante. Ya sabíamos que este “jamelgo” no era sino un saco de huesos; pero eso de decir que “si no fuera por la falta que para el camino nos había de hacer Rocinante, también fuera bien dejarle colgado”, aparte de provocarme una sana risa (genial Sancho) me parece un “gravisimo” ;) insulto de Sancho hacia la dignidad del caballo de nuestro héroe; Sancho no se calla ni bajo del agua. Obviamente, D. Quijote responde muy en su lugar.

En cuanto a lo de Tosilos, más de lo mismo: para D. Quijote todo es obra de los encantadores. Me acuerdo de Andrés, el muchacho de la primera parte a quien su amo golpeaba diciéndole: “la lengua queda y los ojos listos”. Mal final tuvo el pobre. Aquí sucede algo parecido. Pero nótese como Cervantes pasa por este suceso como de puntillas: quizás no le interese tanto lo que pasó con este lacayo Tosilos y la hija de la dueñisima, ahora presta más atención a nuestros heroes, a sus sentimientos: quizás no tanto a los sucesos.

Lo que sí está claro es que a D. Quijote le han quitado el ideal de su vida: la caballería. Nunca lo superará.

No se olvide que el final, inexorable final, se está acercando. Y por eso hay algo que me gusta: ese ambiente de tristeza, de melancolía que rodeará estos ultimos capitulos de la novela, es como el final de toda aventura humana: todo comienza y todo termina. La novela se está terminando: ya no hay caballero andante ni escudero andado. Ahora hay dos personas que vuelven a su pueblo, desengañados de tantas cosas…y Cervantes, siempre magistral Cervantes, está rematando su obra maestra poco a poco, con sagacidad, con maestría, con una elegancia inimitable: el final de la obra está siendo precioso.

Si, poco a poco, estamos asistiendo al final de la inmortal novela. Que curioso, y que paradójico: cuando se pone el sol el cielo adquiere una tonalidad preciosa, quizás mas bella que nunca. No puedo olvidar a Holderling:

"En los juveniles dias, a la mañana sentia regocijo
por la tarde lloraba
y ahora, mientras más viejo soy, dudando empiezo el dia
aunque no obstante, sagrado y apacible es para mi su fin".

Saludos

09/09/2010

Estatuas

Dicen los teólogos y los metafísicos que el ser hunano se compone de cuerpo y de alma, o bien de físico y de mente; llamadlo como queráis.

Pero el mundo está de tal modo -o nos obliga a vivir de tal manera- que más que vivir, vegetamos. Parecemos estar condenados a la repetición diaria de los mismos actos, que realizamos casi mecánicamente, como patrones de conducta frios.

Pues, ¿que decir de nuestra capacidad de reacción ante la mentira, ante la injusticia, ante el corrosivo y tóxico fundamentalismo religioso que parece incrementarse dia a dia, ante las terribles e injustas desigualdades económicas y sociales que existen entre el norte y el sur en pleno S. XXI?

¿Somos sensibles ante el dolor ajeno?

¿Verdaderamente tenemos vida interior?

Parecemos estatuas. Bueno, por lo menos de ellas quedará su cuerpo, como recuerdo eterno de un instante. De nosotros...ni eso.

Y es que en muchas ocasiones el ser humano, navio diseñado para hacer grandes viajes y singladuras, se conforma con estar siempre varado, o como mucho, con cortos trayectos de rada en rada...

Saludos.

08/09/2010

Risa y llanto

Ha sido una breve conversación esta mañana, en el “Faustino”, tomandome un café con un compañero Procurador. Entre pleito y pleito ha salido el tema: ¿Qué es mas fácil, hacer reir o hacer llorar? Obvio: provocar el llanto. Ambos hemos coincidido, mas o menos tenemos la misma idea.

Cualquiera puede hacer llorar, solo contando alguna desgracia personal, alguna frustración, algun mal paso de los que todos hemos dado, es fácil arrancar las lágrimas o, al menos, provocar que alguien llegue a sentirse compungido.

Pero hacer reir…eso ya es otra cosa mas difícil, porque requiere inteligencia y sentido del humor. En una palabra: hay que valer para ello. Reconozco humildemente que jamás he tenido gracia para el chiste: fue un don (como tantos otros) que el cielo no me quiso conceder. Por eso admiro a los grandes humoristas (y no voy a citar a ninguno porque la lista sería interminable), a quienes tantos ratos de sana risa debemos.

Y también en esta querida blogosfera nuestra hay muchos compañeros bloggers que son autenticos genios del humor: cada vez que visito sus blogs tengo un rato de risa garantizado. Hay muchos, y que nadie se me ofenda si solo cito a dos, como botón de muestra: Rampy ( autor del blog El Rincón de Rampael) y Markos (autor del blog Si no lo escribo reviento).

Desde estas lineas les mando un cariñoso y fuerte abrazo a ambos: necesitamos a gente sana, como ellos, que nos hagan reir y olvidarnos, aunque sea momentáneamente, de los problemas cotidianos.

Veamos. Rampy es un genio del humor. En mi opinión vale muchisimo: tiene arte, simpatia, es muy gracioso y sabe serlo; he tenido la suerte de charlar telefónicamente con él y es alguien extraordinario; pero como me gusta que juzgueis por vosotros mismos, echadle un vistazo a su blog y lo comprenderéis. Siempre me divierto mucho con sus entradas. Y otro auténtico genio del humor, otro “figura” es Markos, que en ocasiones me ha provocado auténticos ataques de risa: la última vez -hace pocos dias- os lo juro, me dolia el estómago de la risa y a punto estuve, literalmente hablando, casi de mearme: la culpa, bendita culpa, esta entrada suya que todo buen amante del humor podrá disfrutar. A mi, al menos, me encantó. Por cierto, os encontrareis mi comentario y su contestación. Yo le daba las gracias por el rato de risa que habia pasado; y el me contestó que se alegraba enormemente de que me riera, porque “siempre me notaba muy serio”. Y lleva razón.

Los dioses se lo paguen.

Saludos.

07/09/2010

Aburridos (2ª Parte). Aclaración.

Como veo que el post anterior ha despertado alguna que otra molestia, y mas de una suspicacia (véase comentario de J.G., o el ultimo de Montserrat Sala), cosa que no comprendo en absoluto, me ha parecido conveniente redactar este post aclaratorio.

Como ya le dije a nuestro amigo J.G. en la contestación a su comentario, este post no va dirigido ni a él, ni a nadie de la blogosfera. Aparte de ello, no conozco personalmente a nadie de mis comentaristas, ni detalles sobre su vida, que a mi no me interesa en absoluto; con lo cual no se si estan casados/as, solteros/as, separados/as, ni me importa, ni conozco si llevan vida aburrida, o divertida, ni me importa, con lo cual no soy yo quien para atacar a nadie, ni decirles si su vida es aburrida o menos aburrida, cuando no conozco nada de la misma, ni me importa, insisto.

Dicho esto, lo repito de nuevo: el post tenia un destinatario muy concreto, a quien conozco muy bien, y desde hace muchos años: una persona de carne y hueso, que no tiene blog ni pertenece, que yo sepa, a este mundillo de la blogosfera. Escribe en primera persona, y de vez en cuando publica algo. No hace mas que presumir de que escribe estupendamente, y siempre tiene un coro de fieles aduladores a su alrededor.

Como se que me lee de vez en cuando, a el, y solo a él, iba dirigido ese post, y no a nadie de la blogosfera, insisto, y mucho menos a nuestro amigo J.G, por quien siento gran afecto, a quien mando un cordial saludo, y cuyo blog sigo con asiduidad, y que, por cierto, en mi humilde opinión, escribe millones de veces mejor que el verdadero destinatario del post de ayer, y por supuesto, mucho mejor que yo, que nunca he presumido de escritor, pues nunca lo he sido: solo un mero relatador de sentimientos y opiniones personales.

Lamento, insisto, la confusión; pero si alguien se ha sentido ofendido, yo no tengo la culpa.

En cuanto al comentario de Montserrat Sala, a quien envio un cordial saludo, tampoco termino de entenderlo; pues, si hubiera seguido desde el principio mi blog, ya sabria que yo no presumo de ser un dios del olimpo, como socarronamente parece insinuar, sino un simple ser humano con un monton de defectos y alguna que otra virtud oculta (quizas tan oculta que haya que rebuscar a conciencia por ahí dentro). Al propio tiempo, me acusa (y cito palabras textuales de su propio comentario) de que con toda “…corrección nos has llamado a unos cuantos, presumidos, pueblerinos, incultos, y no sé cuantas cosas más”, lo que demuestra que no me conoce, porque jamás mi intención ha sido ofender ni molestar a nadie de la blogosfera; aparte de que estoy muy liado últimamente y no suelo visitar su blog, con lo cual puedo juzgarla aún menos: apenas la conozco. De todos modos agradezco su comentario.

Insisto. Lamento la confusión, pero el tema no tenia que ver con vosotros. Pero para eso esta también el blog, para aclara las cosas ¿o no? Aunque también éste es uno de los inconvenientes de un blog: escribes con buena fe, o contra una persona determinada, como ayer, y resulta que se molestan personas a las que aprecio y que nada tienen que ver con la película.

¿Tendré que pensar mejor lo que escribo o como lo escribo? ¿O quizas tenga que pensar seriamente en dejar de escribir en mi blog? Asi se ahorra uno el tener que dar luego explicaciones. Porque si no puede uno escribir libremente en su blog sin que alguien se sienta ofendido, quizas es que ha llegado el momento de dejarlo.

Termino con esta frase, que seguro todos conoceis:

“Amigo, si te he ofendido, dime en qué; y si no, ¿por qué me maltratas?” (Jesús de Nazaret)

Saludos.

Aburridos

Hay gente que tiene una vida tan anodina y tan aburrida que necesita inventarse una realidad novelada, para sobrellevar lo insoportable de su propio tedio. Y es fácil detectarlos. Presumen de saber escribir, hasta se ponen etiqueta y todo. Pero no construyen nada, incluso parecen disfrutar haciendo caer a los demas.

Lastima: les sucede como a los imitadores y a los imitados. Los imitados seran recordados, pero ¿quien recordará a los imitadores?

Por si fuera poco, no se dan cuenta de que su resentimeinto se ve desde lejos; y su estúpido complejo de superioridad esconde una intima y dolorosa frustración.

En fin, de todo se cansa uno: hasta de ser disimulado con ellos, y fingir que no te das cuenta de lo que van, o de que te gusta su pseudointelectualismo provinciano de segunda.

Saludos.

05/09/2010

Rocky

Recien acabado de colgar mi anterior post (en el que comento el capitulo de la semana del Quijote), partí de viaje de fin de semana con todos los mios, de modo que he estado fuera todo este tiempo, acabo de llegar y obviamente no me ha sido posible visitar vuestros blogs ni comentaros. Os pido disculpas, intentaré ponerme al dia lo antes posible.

Y hablando de todo un poco, ya es hora de que os presente al nuevo inquilino de mi casa y miembro de mi familia: Rocky, este precioso gato de color rubio que podeis apreciar en las fotografias. Nos lo trajimos de Pozo Alcón a finales de Agosto pasado, apenas tenia tres semanas de existencia, pero poco a poco va creciendo. Recien llegado aquí, la obligada visita al veterinario, cartilla de vacunaciones...y todo lo demás.

Es un gato bastante juguetón y curioso, como todo buen gato que se precie. En cuanto al nombre, tenia varias candidaturas: Cicerón, Julio Cesar, Castor, Pólux; en fin, nombres romanos de este tipo. Me devané los sesos durante algunos dias -gran error-, como D. Quijote antes de ponerle nombre a su caballo. Me gustaba especialmente el nombre de Cicerón; aunque tambien (sonrio al recordarlo) consideré llamarlo Silvestre, puesto que mi jilguero se llama"Piolin": ¡hubiera sido el colmo! ;) y además, un merecido homenaje a los clásicos de los dibujos animados de nuestra niñez.

Mas todo fue en vano, de un plumazo todos los nombres romanos desaparecieron: ¡uf, que feos!, me decian. El hombre propone y ... En fin, las mujeres de mi casa, mayoria, triunfaron; y si bien inicialmente se mostraron partidarias de Silvestre, terminaron optando por su nombre actual: Rocky, de moto que triunfó la mayoria democrática.

Es un gato muy simpático. Ahora solo quiere jugar, jugar y mas jugar; le gusta que lo acaricien (mis hijas no pueden estar sin él), ronronea de gustito cuando lo tenemos en nuestro regazo por las noches viendo la TV, y es, sobre todo, muy curioso, y superlimpio. Lo tenemos bien educado.

Por ahora, y tras los iniciales y logicos titubeos, se ha integrado plenamente, y se ha hecho de querer; se pasea libremente por todas las habitaciones de la casa, y, que curioso, le gusta dormirse buenas siestas ¡en mi cama!, de la cual he tenido que desalojarlo mas de una vez. Y de vez en cuando nos da un buen susto como el que me dió a mi la otra mañana; yo dormia como un liron y me despertó una cosa peluda que se me subió encima. Menudo susto que me llevé; pero anda que el susto que se llevó él tambien, con mi grito, pobrecito, ante el regocijo de las mujeres de mi casa.

Que cosas...

Saludos.