"Cree a aquellos que buscan la verdad, duda de los que la han encontrado" (André Gide)
"No estoy de acuerdo con lo que dices, pero defendería con mi vida tu derecho a expresarlo" (Voltaire)

"La religión es algo verdadero para los pobres, falso para los sabios y útil para los dirigentes" (Lucio Anneo Séneca)
"Cualquier hombre puede caer en un error, pero solo los necios perseveran en él" (Marco Tulio Cicerón)
"Quien no haya sufrido como yo, que no me de consejos" (Sófocles)
"No juzguéis y no sereis juzgados" (Jesús de Nazaret)
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28/11/2013

El regreso


Muchas cosas han pasado desde la ultima vez que escribí en este querido blog mio, y me dispongo a reanudar  estas pequeñas crónicas de mi vida. Comenzando estaba la primavera cuando un fatídico 28 de Mayo me levanto con dolor en el pie derecho. Apenas puedo andar. El dolor, con el avance del dia, va disminuyendo, pero no termina e irse del todo, y todas las mañanas, apenas poner el pie en el suelo, me duele: no puedo andar. Decido ir al Hospital, donde una radiografía confirma mis temores: tengo una fisura en el tercer metatarsiano del pie derecho. Fisura por estrés.  Hija legitima de mi pie cavo, y de tres maratones y cuatro medias maratones  en tan solo 365 dias …  que pasaban su inapelable factura.  Bueno, amigo, a descansar. Me escayolan durante 4 semanas, un mesecito entero, y tengo que andar con dos muletas durante esas  4 semanas de autentica tortura, pues yo quiero correr, mi mente desea correr, pero mi cuerpo no me deja.  Los fines de semana me tomo una cervecillas con mis compañeros del club de Atletismo Jódar pero…me siento fatal.
 
 
Obviamente, dejo de entrenar, pero sigo trabajando, inexorablemente, todos los dias. Voy a mi Despacho a diario con muletas, y cuando tengo juicio voy al Juzgado con mi toga y mis muletas y todo, que la mente, afortunadamente, está fresca.  El reposo me da para embarcarme en otra aventura intelectual  de la que os informaré en breve. Trabajo bien, familia bien, todo bien, excepto el deporte: no puedo correr y me siento mal. Resignación.
Así va pasando el tiempo y llega el salvador día 11 de Julio. Revisión en el Hospital. Me quitan la escayola, menos mal, Antonio Parra y el Nieves, un abrazo para los dos, me llevan en su coche al Hospital, donde me hacen la correspondiente placa y se observa que el hueso ha soldado bien, ya se ha formado callo y puedo volver, lentamente, a mis ocupaciones habituales.  Que gustazo poder desplazarse sin muletas y sin escayola, me siento mas autónomo, pero tengo bastantes molestias, en el pie, he perdido además mucha masa muscular en dicha pierna, y estoy cargado de dudas, temor, incertidumbre… me da miedo hacerme la pregunta del millón, no quiero ni pensarlo, estoy atemorizado: ¿volveré a correr?

 Bueno, primero comienza  a andar. Voy cojeando al principio,  pero nada, poco a poco van desapareciendo las molestias, y así, en  tres semanas, puedo andar y desplazarme libremente sin molestia ninguna. He recuperado algo de masa muscular, y estoy mas animado, pero no se me ocurre todavia correr. Asi estoy, hasta que llega el dia 1 de Agosto: ¿y si pruebo a dar un trote? Dicho y hecho, muy suave, 2 minutos trotando y 2 andando, y asi sucesivamente durante media hora. Llego a mi casa radiante: ¡no me duele…! Fantástico.

Asi, tras el forzoso parón, me reintegro lentamente a mi ritmo de entrenamiento, paulatinamente, con mucha prudencia, lentamente, y sin prisa, pero sin pausa, no dejo de mirarme y observarme mi pie derecho, pero parece que aguanta bien. He perdido mucha forma, dos meses y pico sin correr son una eternidad, pero bueno, aquí sobra corazón, animo y ganas, de modo que a entrenar se ha dicho. Poco a poco voy cogiendo algo de forma, y llega el dia 8 de Septiembre, carrera de Jódar, es la primera foto que veis.  Para mi es un reto, 12 km, y participo en la carrera como prueba, solo para probar mi pie: quiero terminarla tan solo, me olvido del crono. Y asi fue: adopté un ritmo mediano-cómodo, y me fue bien, terminé la carrera sin complicaciones. Y vuelvo a comprobar algo maravilloso: ¡no me duele el pie!  ¡Fantástico…!  Doy gracias a todos los dioses, me siento feliz, y lo celebro con mis compañeros del club atletismo Jódar.
 
Poco a poco la lesión y el trauma psicológico que la misma conllevó, van quedando atrás. Y vienen los desafíos: la época otoñal, la de las carreras de medio maratón (21 Km).  Son muchos kilómetros esos. ¿Aguantará mi pie?
 
Pronto lo veremos. El 22 de Septiembre tomo parte en la media maratón de Puertollano, segunda foto que veis. Vamos Luis Quesada, Antonio Lopez y yo.  Termino la carrera feliz, porque he ido  a un ritmo lento-cómodo (5,41/Km), solo para probar cómo va el pie, y parece que aguanta perfectamente.  Lo anterior me da mas animo, me siento pletórico, parece que la lesión ha quedado atrás, gracias a los dioses.
 Pero no me fio, y pruebo de nuevo en la media maratón de Granada, donde vamos solos Antonio Lopez y yo, es la siguiente foto. Media maratón dura, 21 km duros, pero aguanto bien, un ritmo parecido al de Puertollano, y el pie sigue sin molestar, todas mis dudas y temores  afortunadamente,  parecen  quedar anclados en el pasado.  Pero mi mente aun tiene un pequeño resquemor, lo pasé tan mal cuando estuve lesionado que no termino de fiarme, y la prudencia me aconseja eso:  más prudencia.

No te fíes Cornelivs, prueba con otra media maratón antes. Dicho y hecho: Jaén, 27 de Octubre, otros 21 km. Es la mas dura de las tres, y curiosamente tardo casi tres minutos menos que en Granada, la corro a un ritmo comodo, 5,38/Km, que aun no es cuestión de lanzar las campanas al vuelo. Cuarta foto que veis. Termino la carrera y ahora si que me lo creo: Cornelivs, estás curado. Ahora si. La lesión ha sido una lección, un episodio doloroso que me ha enseñado que no conviene forzar la maquina. El cuerpo humano, al fin y al cabo, no tiene repuestos y hay que cuidar lo que tenemos. Asi que prudencia y...a disfrutar.
De modo que la esperanza a anidado firmemente en mi  ánimo. Me siento bien, me cuido, el pie me responde, y ahora estoy haciendo entrenamiento para 10 km, su autor Antonio Lopez, nuestro maestro (otro abrazo para ti, amigo),  fondo ya tengo, pero ahora quiero coger algo de fuerza, series cortas (300-400 mm), farlek, cambios de ritmo, cuestas, etc… todo con vistas al año que viene. Mmm...bueno, ya veremos.   Hasta ahora siempre he entrenado fondo, carrera continua, kilómetros y kilómetros y series largas;  pero en el deporte, como ante una buena mesa, “hay que comer de todo”, de modo que a correr variado. Y me estoy alegrando:   cada dia que pasa me siento mejor, mas confiado, mas seguro de mi mismo, y estoy recuperando rápidamente  el ritmo que tenia antes de la lesión, de hecho hoy, por ejemplo, he hecho un entrenamiento de cuestas que me ha salido de rechupete, ni yo me lo creo.   Estoy muy esperanzado y prudentemente optimista.   

Mi cuerpo, afortunadamente, parece que por fin funciona de nuevo, como un reloj suizo.
Pero, ¿y mi mente, y mi espíritu? Numerosas ocupaciones e inquietudes intelectuales   me rodean, de hecho, os confesaré que  ahora estoy embarcado en un proyecto que comencé el mes que estuve escayolado (pronto hablaremos, querido Antonio Agulilera, un abrazo ti y para todos mis amigos del Espolon de Priego), los poquitos ratos que mi abogacía me deja libre, los estoy dedicando a trabajar en ese proyecto ilusionante…pronto lo compartiré con todos vosotros; que no todo va a ser deporte en esta vida, ¿no os parece?.
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 Saludos.