Estoy encantado de tener un ratito para compartir con todos vosotros, queridos amigos y amigas bloggers, mis reflexiones al hilo de los últimos acontecimientos que la política nacional e internacional nos está deparando. Pido disculpas por mi ausencia de estos últimas semanas, (recibi tu mensaje, amigo Pedro Ojeda, todo bien, gracias), el trabajo es el único -y bendito- culpable de ello, ha habido días que he dormido realmente poco. Pero eramos pocos y pario la abuela, porque encima de los encimas sigo con mi entrenamiento diario (estoy entrenando para el maratón de Madrid, 42.195 mts, se celebra el 22/04/2012), de modo que saco tiempo para correr de donde no lo tengo, aunque de ello ya os hablaré en otra ocasión.
Si bien sigo agobiado con el tema laboral, ahora si que puedo dedicaros un ratito de vez en cuando, como ahora, en el que quisiera relataros mis humildes reflexiones sobre un tema que me preocupa especialmente: la soberanía nacional de nuestro país, España, y en general, de todos los países de la “Unión” (¿Qué Union?) Europea.
Estoy preocupado y alarmado. Todos sabemos lo que la soberanía es y representa. Al menos hasta ahora. El Diccionario de la Real Academia de la lengua define la soberanía nacional como “la que reside en el pueblo y se ejerce por medio de sus órganos constitucionales representativos”. Nada que objetar. De hecho, nuestra Constitución asi lo recoge también en su articulo 1, cuando nostálgicamente dice que “La soberanía nacional reside en el pueblo español, del que emanan los poderes del Estado.” Ello, hasta ahora, ha querido decir que hablamos de soberanía popular cuando queremos resaltar el hecho de que el poder de mando de un conjunto social se encuentra en la universalidad de los ciudadanos, y se ejerce por esa misma universalidad de ciudadanos.
Por eso, el –para mi- sacrosanto sufragio universal se convierte en un derecho fundamental y la condición ciudadana es igual para todos los ciudadanos, y ello con independencia de cualquier otra consideración como sexo, edad, ideología, raza, creencias, orientación sexual, etc. Hasta ahora, los gobernantes siempre han sido elegidos por sus ciudadanos (hablo de los Estados democráticos), excepto en dos recientes casos: Grecia e Italia, en los cuales –lo nunca visto- han sido colocados allí por los “Mercados”, y/o ese eje “Mercozy” (Merkel-Sarkozy), respecto del cual mi opinión no es muy favorable que digamos, por las razones siguientes.
Parece que toda Europa hace lo que quieren Merkel y Sarkozy, que se han erigido en salvadores del Euro, y en ese afán globalizador de dar vida a una entelequia irrealizable llamada Europa (soy euroescéptico, lo siento mucho, y ojalá que me equivoque) toda Europa ha cedido gran parte de su soberanía en materia económica a la Union Europea. Salvando las distancias, y en un apresurado análisis: Los países cada vez mandarán menos, y serán meras ejecutores de ordenes que vendrán de fuera, como en los tiempos del centralismo español y el estado de las provincias-pre autonómico.
Miro con simpatía (quien me lo iba a decir a mi), la defensa a ultranza que el Reino Unido ha hecho de su soberanía. Y me parece de perlas.
Estoy preocupado, repito. El pueblo elige a sus gobernantes, y los gobernantes hacen leyes. Los gobernantes patrios, los de tu país. Si ahora esos gobernantes son meros ejecutores de directrices ajenas, ¿Dónde queda la soberanía del pueblo español, del pueblo italiano, del pueblo griego, y atención, también del pueblo francés o alemán? ¿Pero quien, de veras, nos está gobernando?
Y que nadie me diga que no había más remedio. Se podían haber arbitrado otras formulas que, respetando el concepto de soberanía nacional, implicasen un compromiso más uniforme con una política común europea. Europa lleva existiendo cientos de años sin el Euro, había muchas monedas nacionales y Europa siempre ha sido una potencia media/alta en materia económica, aunque dependiendo siempre de las grandes potencias. Pero en política exterior no ha hecho más que dar continuos bandazos, jamás ha tenido criterio único ni permanente ni uniforme. En ese terreno su dependencia de USA y/o otras grandes potencias, en mayor o menor medida, ha sido incluso superior.
¿Y a esa Europa le vamos a ceder competencias soberanas en materia económica? ¿A la vieja Europa, a esa misma Europa que te ama y que al dia siguiente te odia, a esa misma Europa que tenia unas privilegiadisimas relacioens diplomaticas con gobernantes de paises arabes a los que luego ha ignorado con ocasion de la llamada primavera arabe?
“Sin el euro nos hundimos”. O lo tomas o lo dejas. Pues mire usted, yo lo dudo. No soy economista, pero creo que hay argumentos de sobra para defender la idea de que, si bien hay que “defender” al Euro, no ha de ser a cualquier precio, y menos a costa de ceder los Estados parcelas de su soberanía. A no ser, claro está, que sean los “Mercados”, que graciosos ellos, los que quiten y pongan gobernantes.
Que asco: ante la nota que la Agencia X da a la deuda soberana del país Y, es predecible que va a hacer el gobernante de ese pais: lo primero de todo temblar. Y jamás se ha visto eso.
Pregunto: ¿Para cuando una mayor intervención -por discreta que sea- de lo público en lo privado?
Mas preguntas: ¿Para cuando un limite al exacerbado animo de lucro de las grandes empresas y/o capitales y/o mercados?
Mas preguntas: ¿Para cuando ese limite que, sin cercenar la economía de mercado, suponga un freno ético a ese mercado descarnado que quita y pone gobernantes a su antojo, y que hace que el gobernante sea esclavo de los mercados, y no un servidor del pueblo que lo ha elegido?
¿Y ahora nos vemos obligados a contemplar como los gobernantes elegidos por el pueblo español, tanto el que se va como el que ahora viene, de mutuo acuerdo ambos agachan la cerviz y obedecen sin rechistar los dictados de Mercozy y/o de los Mercados financieros o del tipo que sean? Contemplo con mucho recelo esa cesión de soberania, por minima que sea. Y aunque comprendo que en la Union Europea (la palabra Union, para mi, solo es una declaración de principios) tiene que haber politica comun y directrices comunes, obvio es que ha de respetarse al maximo la soberania particular de cada estado.
Yo no he elegido a mis gobernantes para eso, sino para que arreglen la crisis, defiendan nuestros intereses (los del pueblo, los de los ciudadanos) y procuren el crecimiento económico de todos los españoles, no solo de unos cuantos especuladores. Por ello desde estas lineas NIEGO cualquier tipo de legitimidad (repito, se la niego tajantemente), al Sr. Sarkozy, a la Sra. Merkel, y a cualquier otro gobernante que NO sea el que yo (humilde e insignificante ciudadano español) haya elegido en unas urnas en unas elecciones libres.
¿Estoy anticuado? Quizás. Quiero que mi pais supere la crisis, claro que si, como todo el mundo. Pero NO a cualquier precio. Echo de menos mas sentido común en nuestros gobernantes. El que se ha ido (ZP) ya ha demostrado hasta donde llegó. Veremos el recién llegado Rajoy lo que hace.
Ya lo creo, amigos y amigas: estoy muy preocupado. Pero encantado de estar de vuelta con todos vosotros.
Saludos.