Bueno, todo eso está muy bien. Pero ¿de donde viene ese nick? En mi primera entrada, con la cual comencé este blog allá por abril de 2.008 ya lo dije, proviene del conocido juego de estrategia PRAETORIANS, pues era el nick con el que yo jugaba en línea con diversos amigos.
¿Y por que Roma? Pues porque siempre me ha gustado la antigua Roma. Me defino como un gran aficionado a la historia, en todas sus épocas; pero fundamentalmente a la época de la antigua Roma; y si me apuráis más, al período comprendido en los últimos dos siglos de la república y primer siglo del Principado; unos 300 años aproximadamente.
¡Pero ya todo pasó…! ¿Qué ha sido de aquellos Augustos, Cicerones, Marcos Antonios, Cleopatras, Aníbales, Ovidios, Julios Cesar y tantos y tantos héroes recordados y eternos? ¡Nada! ¡Ya son solamente polvo, fantasmas del recuerdo, leyendas de la historia..!
Si; todo pasó, lo sé. Y no pierdo la perspectiva de mi época actual, obviamente, pero para mi es una afición, un hobby al cual me dedico en mis poquitos ratos libres; soy un nostálgico de aquella época, disfruto enormemente buceando en la historia de Roma, e imaginandome situaciones y escenas, lo mismo que a otros les gusta la tele, el deporte o irse de cañas ú otro tipo de lectura ó mil y una aficiones distintas, todas respetables por supuesto, a mi me gusta repasar la historia de Roma y leer a sus clásicos. Es mi afición.
Pero es algo más que una humilde afición: Roma, junto con El Quijote, me impactó muy profundamente cuando era joven, y concretamente su filosofia estoico-agnóstica, la cual definiría mi pensamiento en lo sucesivo. Los que me seguís fielmente lo sabéis. Aquel niño de 12 años se evadía de la tempestad leyendo la filosofía de Séneca, Cicerón, Ovidio y relamiéndose de gusto estudiando como fueron las Guerras Punicas o la campaña contra Mitrídates, el Rey de Ponto, por citar algunas...
De ahí viene, pues, mi nick de Cornelivs, el cual me impuse pensando en Publio Cornelio Escipión “El Africano”, el famoso general romano, cuya fotografia muestro aquí. Por eso me gusta usar continuamente ese nombre. A veces lo uso en primera persona; y otras en tercera persona. Y por cierto, y dicho sea entra paréntesis: cuando hablo de los “dioses”, o exclamo “por todos los dioses”, etc, uso esa licencia linguística con dos sanas intenciones:
1) Porque yo soy agnóstico y escéptico, como ya sabréis por muchas de mis entradas anteriores, y que es la forma de pensar que más me ha convencido siempre.
Aunque respeto profundamente a toda convicción politica o religiosa, llámese cristianismo, protestantismo, hinduismo, Islamismo, budismo, etc. Dios en cada religión tiene su denominación y sus propias caracteristicas, de modo que diciendo “¡
Dioses!” o “¡
Por todos los dioses!”,
Cornelivs está indicando que los respeta a todos y a toda creencia generada por ellos, pero no se identifica con ninguna de ellas.
2) Para darle a la frase de que se trate la misma carga de verosimilitud, credibilidad y certeza que tenia antaño. Os informo: en aquella epoca, cuando un griego juraba nadie lo creia; pero cuando un romano juraba, y máxime si lo hacia por todos los dioses, como yo suelo hacer muy a menudo…
¡aquello era sagrado, aquello era verdad, no había trampa alguna ni cartón...! Y aun añadiria una tercera razón: ¡
porque me encanta esa frase!
Estamos en el Siglo XXI. Si, el tiempo avanza inexorablemente, y aunque nosotros no lo veremos, tambien nuestra civilización caerá, y vendrá otra, como le pasó a Grecia, la propia Roma, Egipto, el Imperio Persa, Alejandro Magno, los Carolingios…
Somos meros eslabones en la cadena de la historia. Las dificultades por las cuales atravesamos muchas veces, son las mismas que en ocasiones sufrieron aquellos seres humanos que vivieron hace dos mil años. Lo que sucede es que el ser humano siempre es el mismo. Cambia la tecnica, el avance cientifico, y el progreso tecnologico, pero la mente humana siempre es la misma. A veces cuando leo a clásicos romanos me parece inconcebible que se hayan escrito esas razones hace dos mil años, pues me parecen muy actuales.
Y repasando como sufrieron y superaron esas dificultades los sabios antiguos, no solo que se puede pasar un rato agradable, sino que hasta he encontrado consuelo en muchas ocasiones; cuando me he sentido solo y apesadumbrado ante cualquier situación me he consolado comprobando como hace dos mil años otros seres humanos ya se enfrentaron a esas mismas circunstancias, y examinando como reaccionaron ante ellas y lograron superarlas... he aprendido muchisimo de ellos. Logicamente, teniendo muy presente nuestra epoca actual. Me parece un hobby, una afición deliciosa e instructiva, en medio de este mundo consumista, loco, ciego y de vértigo en el que vivimos…
Saludos.